-¿Quién es ese chico?- pregunté frunciendo el seño
-ese que esta ahí es Lee Seung Hyun, pero le dicen seung gri
-¿es de nuestro salón?- pregunte algo ido
-claro…por eso esta aquí, ¿Qué no te acuerdas?
-la verdad no- dije sincero, sin quitar la vista de ese par al poco tiempo dos chicos más se acercaron…hoy que quería que el profesor ya entrara no sucedió- ¿y esos?
-son…Minho y
-jmm… ¿te puedo preguntar algo?- aun seguía viéndolos
-si
-¿Qué es esto que siento?... es como si hubiera lava en mi interior y tengo la sensación de querer matar a esos y a la vez de llorar de desesperación
-tal vez me equivoque pero creo que son celos mi vida
-¿celos?... da igual pero no me gustan
-jaja minnie
Había pasado dos semanas en la cual todos los días hacia lo mismo: le dejaba una nota y una rosa, recuerdo que con la rosa del miércoles de la segunda semana Jae me dijo que Tae lloró por que le recordó a mi “No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos”. Ya que le confesó que cuando cruzamos miradas fue cuando empezó a sentir algo por mi, ese día no pude evitar ponerme feliz por que en pocas palabra le seguía gustando ¿no?. Aunque la verdad a veces no sabía que pensar ya que lo veía muy alegre con diferentes chicos, seguía sintiendo ese calorcito de molestia en mi interior, pero bueno cada vez que trataba de hablar con él se negaba con cualquier excusa… hoy es martes, como de costumbre fui a dejarle su nota a mi amor ( si la pregunta es como es que puedo decirle amor a ese chico tan… tan… tan bello es censillo: estoy enamorado), después a diferencia de otros días me quedé sentado en mi lugar leyendo un libro nuevo que para mi era nuevo el tema ya que era romántico, la verdad lo comencé a leer ya que los personajes me recordaban a Tae y a mi. Me encontraba sumido en mi lectura hasta que escuché como alguien abría la puerta, por reflejo alcé la vista y me tope con un ángel… Taemin estaba parado en la puerta sin moverse, respiré hondo y me paré sin dejar de verlo
-necesito hablar contigo- le dije ya menos de dos metros de distancia
-ya te dije que no quiero- me contestó de manera seca al tiempo que daba la vuelta y se iba, sin pensarlo lo tomé de la mano y lo arrastré hasta la biblioteca- s-suéltame
-no hasta que hables conmigo- lo único bueno era que tenía la llaves de aquel lugar ya que me encargaron vigilarla, cuando cerré la puerta lo solté
-¿Qué es lo que quieres?
-que me digas una cosa
-¿Por qué eres tan frió conmigo?
-traté pero no pude- comenzó exhalando aire- traté de olvidarte pero todavía no puedo, la razón de por que soy así es simple: tú eres feliz con Heechul ¿no?- me dijo con la mirada baja y pude notar como una lágrima caía por su mejilla
-¿Quién te dijo eso?
-¿quien más?, tu adorado Heechul- no pude evitar molestarme
-eso…eso no es cierto, el lo inventó, pero… ¿hace cuento te lo dijo?
-siempre que lo veo- me dijo alejándose de mi- así que lo del arrepentimiento era falso
-Tae…yo te amo- solté de golpe y alzó su vista para verme
-a pesar que todavía no te olvido… tengo a otra persona
-¿Qué?- eso era mentira verdad?, no podía ser cierto