- ¡Waaaa~!-exclamó Katou mientras desordenaba su cabello - ¡Nunca pensé que fuera tan difícil! - reclamó - Yuuko y su esposo lo hacen parecer tan fácil y yo… no puedo, creo que me voy a rendir.
Katou se había dejado caer en el suelo de la sala mirando al sofá donde en un asiento de bebe estaba la pequeña Sanji siendo mecida por el suave movimiento de este mientras el errático movimiento del chupete en su boca indicaba que estaba a punto de quedarse dormida.
Era apenas semana y media de la llegada de la pequeña. Katou estaba no solo exhausto sino estresado y la razón era que Sanji se interponía en sus momentos felices con Iwaki.
Tenía celos y no lo iba a negar.
Además estaba el hecho de que no habían podido hacer el amor como se debía desde hace semana y media en que había llegado la bebé.
-Bien, señorita, debemos hablar - dijo con seriedad mientras observaba a su hija - Sabemos que aquí, entre los dos, Iwaki es tu madre, como madre te ama, te quiere y te adora, pero, también está el hecho de que YO llegué primero a la vida de Iwaki, así que tengo prioridad y sé que sonará mezquino, pero Iwaki es mío antes que tuyo por lo que si vamos a compartirlo, porque sé que lo necesitas, claro, de forma distinta, tendremos que ponernos un horario, así que deberás de poner de tu parte y no llorar cada que te dejan sola, debes ser más independiente…
Al escuchar la voz conocida, Sanji movió su cabeza en dirección a esta mientras el chupete había quedado a un costado suyo, aun con su lengua sobre sus labios y moviendo estos insistentemente, buscaba el chupete sosteniendo la mirada de su padre.
- Como tu padre, debo ponerte reglas, así que, señorita Katou, no podrá llorar por la noche, ¿entendido? -preguntó mientras se acercaba a la pequeña quien hacia ciertos soniditos reclamando por el chupete.
- ¿Y crees que un bebé de casi 4 meses te va a entender Katou? - Iwaki ingresó a la sala en pijama y se acercó al sofá para sentarse a un lado del bebé colocándole en la boca el chupete - Por cierto, el baño está listo.
- Iwaki-san - sonrió Katou de forma enamorada y al mismo tiempo la pequeña demostró una sonrisa parecida al sentir a su otro padre - Simplemente hablábamos de cómo son las cosas en esta casa - repuso - Y creo que ella entendió muy bien.
- Sí, claro.
El tono usado por Iwaki daba entender lo contrario.
Katou se levantó disponiéndose para ir al baño.
- Iwaki-san.
Llamó y aprovechándose de que su pareja lo miraba lo besó apasionadamente.
- ¡Katou! -reprochó Iwaki - La niña…
- Pues estará bien, feliz y confiada de que sus padres se aman.
La sonrisa de los dos no se hizo esperar.
A la noche Katou estaba emocionado y preparado para meterse en la cama de Iwaki como había planeado en el baño. A esa hora Sanji estaba dormida en su cuna por lo cual tendría lo que como esposo merecía, sexo.
- Iwaki-sa~n.
Las palabras salieron suaves y emocionadas mientras abría la puerta de la habitación encontrándose con la luz apagada y la lamparilla de mesa encendida.
-Katou, ¡sh! -le chistaron.
Es entonces cuando notó que con Iwaki se encontraba la pequeña en su mameluco, esta se encontraba apretada contra el pecho de, quien al menos el osaba llamarle, madre. Para colmo de males a Iwaki no le importaba la posición que tenia con la pequeña encima y parecía querer dormir así con ella.
- ¡¿Por qué ella está aquí?!
- ¡Katou, la despertaste idiota!
Y el llanto de bebé se escuchó por toda la casa.
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