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Ser un gato vagabundo por Mariohn

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Notas del capitulo:

Declaimer: Naruto Masahi Kishimoto.

Revizado por Natzabel

 

Dedicado a Natzabel, por su aniversario de bodas. ¡Felicidades Welita!

 

Capítulo XI

 

 

 

Sintió como todos los músculos de su cuerpo dejaban de moverse mientras caía. Las piedras rasguñaban sus brazos y piernas sin ninguna piedad. Hacía rato que su mente se había desconectado, tratando de encontrar un alivio en sus pensamientos.

 

Sabía, cuando el veneno había comenzado a expandirse hacia sus pulmones que comenzaba a quedarse sin aire, sin embargo careció de importancia cuando pudo visualizar su sonrisa por última vez.

 

Y sonrió, sabiendo que al menos él sería feliz.

 

Estuvo a punto de dejarse asfixiar por el veneno cuando cayó al agua. Sintió como el líquido salado entraba por su boca e intentó aguantar el aire sin éxito. Comenzaba a desesperarse por ello.

 

Sus pensamientos por Naruto quedaron de lado cuando sintió que su cuerpo desesperado luchaba por vivir. Intentó mover sus brazos y piernas por segunda vez, sin conseguirlo.

 

Sintió impotencia cuando su vista comenzaba a nublarse. Sabía que moriría, pero después de todo aún quería seguir viviendo.

 

Aunque fuera experimentando la misma miseria hasta ese momento.

 

Cuando ya no observó burbujas salir de su cuerpo terminó por rendirse. Y su corazón también. Y a pesar de sentir un calor a sus espaldas que le empujaba hacia arriba, su vista estaba lo bastante borrosa, y su cerebro ya no tenía aire con el que poder funcionar.

 

Y apenas observando la piedra mojada por la arena y el cielo gris, todo se puso negro.

 

No supo cuanto tiempo estuvo en ese estado hasta sentir algo más que vacío. Casi sintió como si su mente hiciera una especie de click, que lo hizo volver a pensar.

 

No escuchaba absolutamente nada, por lo que se supo solo. Pero no creía que el infierno fuera de esa manera. ¿O si?

 

Intentó mover su cuerpo, pero descubrió que no había ningún cuerpo para mover. En cuanto lo pensó pudo sentir algo más.

 

Pudo saberse algo un poco más corpóreo.

 

Sintió sus manos y sus piernas, incluso pudo sentirlas. Pero seguía estando solo, y no podía sentir ninguna otra cosa que el tacto de su cuerpo.

Y de repente hubo un piso el cual pisar.

 

El suelo frio al contacto de sus pies desnudos le hizo saber que estaba desnudo. Pero no le importo, levantándose y dando un par de pasos, con las manos en alto.

 

¿Acaso estaba ciego?

 

En cuanto lo pensó, millares de estrellas pasaron sobre su cabeza como cometas y alumbrando todo el lugar. Inmediatamente observó el cemento que hacía de piso el cual ya no estaba frío, y se obligó a mirar al frente, perdiéndose en una especie de neblina a más de 10 metros de distancia a la redonda.

 

Decidió ir a observar, dando pequeños pasos. Su cuerpo se sentía pesado, y tuvo la sensación que el hacer un movimiento más fuerte que eso, equivaldría a irse de bruces en el piso.

 

Siguió caminando en medio de la niebla espesa sin encontrar nada. El cielo había comenzado a aclarar tal y como un día nublado. Comenzó a desesperarse. No podía correr, y tal vez tampoco podía hablar.

 

Y no había más que niebla, cemento y un día nublado.

 

Y de pronto, observó una casa a lo lejos.

 

Quiso acelerar el paso, pero sintió un dolor insoportable en las piernas que lo hizo detenerse. Tomó un poco de tiempo que las piernas dejaran de dolerle. Se sintió desconcertado pero decidió seguir avanzando.

 

¿Qué otra opción le quedaba?

 

En cuanto se acercaba la casa comenzaba a achicarse. Y cuando estuvo a 3 metros supo que era una pequeña tienda.

 

Frunció el ceño al ver qué clase de tienda era.

¿Acaso el universo se empeñaba en torturarle?

 

Alzó la mano intentando tocar la superficie. En cuanto hizo contacto con el edificio, la casa se alejó un metro de él.

 

Sasuke frunció el ceño. ¿Acaso era una especie de estúpido espejismo?

Volvió a caminar alzando la mano por segunda vez. Gruñó al ver que la tienda se alejaba nuevamente. Decidió voltearse y buscar algún otro edificio. No estaba de ánimo para esa clase de juegos.

 

Y en cuanto se volteó, la tienda se encontraba frente suyo. Por el rabillo del ojo, vio como las tiendas comenzaban a multiplicarse.

 

 –Mierda –maldijo.

 

Avanzó, extendiendo la mano. En un segundo las tiendas desaparecieron haciendo un ruido sordo. Se volteó violentamente hacia todos lados sin entender absolutamente nada.

¿Qué demonios sucedía?

 

Decidió voltearse y seguir caminando, cuando al dar un paso sintió la solidez del edificio aparecer a su espalda. Durante unos segundos, Sasuke dudó si voltear o no. Alzó su mano hacia atrás tocando el edificio. Palpó madera.

 

Volteó y decidió rodear el edificio sin dejar de palpar, por si acaso. Estuvo a punto de llegar a la parte frontal cuando escuchó un sonido de platos, como si alguien estuviese comiendo.

 

Y fue en ese momento, cuando Sasuke se lamentó el estar desnudo.

 

Inmediatamente aparecieron una polera azul y un pantalón blanco. Sintió un poco de nostalgia, era igual a la polera y el pantalón que vistió durante gran parte de su infancia. Decidió atraer la ropa con un pie y se vistió sin dejar de tocar el edificio.

 

Con ambas manos sobre la madera, decidió avanzar. Y cuando decidió correr una de las cortinas para ver quién era el edificio desapareció, reapareciendo frente a sus ojos.

 

No necesitó decir nada, cuando el sujeto dentro de la tienda corrió la cortina, alzando la mirada hacia él, por sobre la taza de ramen recién acabada.

 

Sasuke se quedó sin habla.

 

Inmediatamente comenzó a llover, mojándolo por completo. El sujeto miraba a Sasuke con curiosidad, sin levantarse ni ir hacia él.

 

La mirada de Sasuke, era de auténtica sorpresa.

 

En algún momento la lluvia comenzó a ser algo viscosa, cosa que lo obligó a salir del estupor. Levantó las manos, observando como una especie de gel se le escurría de estas.

 

Alzó la mirada hacia el hombre, quien parecía mover la boca. Sasuke no escuchó nada, ni podía entenderle.

 

–¡¿Qué?! –Preguntó en voz alta. El chico seguía intentando hablarle, y por los movimientos de su cuerpo gritar, pero seguía sin entender.

De repente, se sintieron truenos a su alrededor. Uno lo bastante grande resonó a escasos metros, recorriendo el piso y llegando hacia él, antes que pudiese hacer algo.

 

Sintió una especie de estremecimiento que recorrió cada parte de su cuerpo hasta llegarle a su cerebro. Calló de bruces al piso, paralizado.

 

Abrió los ojos dirigiendo su mirada hacia el puesto de ramen. El sujeto seguía gritándole, aferrado a las cortinas. Quiso gritarle de vuelta, pero la voz no le salió.

 

Y una segunda corriente llegó a su cuerpo.

 

Sintió como si recuperaba la movilidad de su cuerpo por momentos. Se puso de rodillas con las manos en el suelo, intentando levantarse.

 

Las piernas dejaron de responderle.

 

Una tercera descarga aún con más fuerza logró causarle dolor. Cerró los ojos y la boca con fuerza intentando no gritar, frunciendo el entrecejo.

 

El dolor había durado 30 segundos. Los suficientes 30 segundos para que Sasuke pensara en que aquel dolor había superado con creses a casi cualquier experiencia que hubiese tenido en su vida.

 

¿Cómo no dolerle si lo había sentido la maldita descarga desde la punta del pelo hasta la punta del pie?

 

Y él sí que había experimentado dolor proporcionado por crueles torturas durante su vida.

 

Solo en ese momento estuvo consciente de que realmente tenía un pie adentro y uno afuera, por así decirlo.

 

Y el terror no había tardado en aparecer durante unos escasos segundos.

 

Pero al menos en cuanto lo pensó, las descargas se habían acabado.

 

¿Estaría muerto?

 

La lluvia comenzó a caer como simple agua, cosa que lo hizo cambiar de opinión. Aunque solo un poco.

 

Abrió los ojos cuando sintió movimiento cerca de él. Sólo entonces se atrevió a enfocar la mirada correctamente.

 

–¿Estás bien? –Preguntó el sujeto.

 

Sasuke no asintió, pero intentó levantarse consiguiendo solo poder sentarse derecho.

 

–¿Na-Naruto? –Preguntó dubitativo, con temblor en la voz. El chico, físicamente similar al rubio ladeó la cabeza cual niño curioso.

 

–¿Mi nombre es Naruto? –Respondió a modo de pregunta. Sasuke lo observó con la misma expresión curiosa durante un rato.

 

–¿Quién eres entonces? –Volvió a preguntar. El chico rubio sonrió, sentándose en el piso frente a él.

 

–Soy quien quieras que sea… –Respondió, mirándose a sí mismo– Después de todo, es tu cabeza Sasuke–

 

Sasuke pareció meditarlo por unos momentos.

 

–¿Estoy delirando? –

 

El rubio hizo una sonora carcajada antes de responderle.

 

–Sí, pero no. Verás, esto –Señaló hacia el espacio –Es como los humanos le llaman, limbo. Tú le das forma a este lugar, por así decirlo. Tú me diste forma –Respondió con simpleza. Sasuke frunció el ceño.

 

–¿Estoy muerto?–

 

–¿Lo estás?–

 

Sasuke dudó un momento.

–No se… no tengo idea dobe–

 

–Pues entonces no sabemos. Yo sé solo lo que tú sabes, Sasuke –A Sasuke le molestó el tono tan lejano y formal que el otro usaba. Pero se obligó a sí mismo a recordar que no era quien su mente creía que era.

 

Si, el no era Naruto.

 

–¿Y? ¿Qué clase de juego es este? –Preguntó el pelinegro. El rubio pareció pensarlo, frunciendo el entrecejo, como concentrándose.

 

–¿Quieres jugar a algo? –

 

Sasuke contó hasta diez en voz baja.

–Te estoy preguntando cómo salir de aquí –Suspiró.

 

–¡Ah! –Dijo el rubio levantándose. Miró hacia todos lados un momento ofreciéndole la mano.

 

Sasuke la ignoró intentando levantarse por sí mismo. Pero temblaba mucho y parecía que en cualquier momento se desvanecería. El Naruto de su mente se acercó hacia el alzando la mano hacia su codo, pero lo traspasó como si fuera una aparición.

 

–Esto es un problema –Dictaminó el rubio frunciendo el entrecejo. Pero observó el entorno un momento antes de volverlo a mirar –Tenemos que esperar…–

 

–¿Esperar a qu…?– Rápidamente todo se oscureció.

 

Dos segundos después, el paisaje cambió rápidamente. Sasuke vislumbró un panorama riscoso, intentando hacer memoria.

 

–Mira hacia allá –Murmuró el rubio apareciendo detrás de él y haciéndole voltear. El chico apuntaba hacia unos cuerpos hacia su izquierda.

 

Caminaron a paso lento, observando cómo otro cuerpo se desvanecía como si fuera ceniza, desintegrándose con el viento. Sasuke pareció recordar.

 

–¿Madara? –Preguntó en un susurro. Naruto se encogió de hombros.

 

Observaron dos cuerpos tirados uno cerca del otro. Sasuke enmudeció al verse a si mismo en un estado deplorable.

 

U-usuratonkashi, no tenías que hacerlo…–Murmuró el Sasuke del suelo con voz ronca. El otro chico hizo una risita.

 

Cállate teme… –Respondió apenas y abriendo los ojos –¿Ahora volverás a casa? –preguntó en un susurro, alzando una mano hasta posarla en la muñeca del pelinegro. El otro hizo una media sonrisa.

 

Dobe…

 

Y el paisaje se puso nuevamente en negro. Un segundo después estaban en un risco donde a sus derechas corría un rio que desembocaba en una cascada. El puesto de ramen apareció en sus espaldas.

 

–¿Eso que fue? –Preguntó el rubio con voz juguetona. Sasuke miró hacia el rio durante unos segundos.

 

–El final de la cuarta guerra –Murmuró. El rubio asintió. Estuvieron en silencios unos segundos, donde sólo se escuchaba el sonido del rio y los insectos del bosque que los rodeaba.

 

–¿Por qué recordaste eso? –

 

–¿Cómo quieres que lo sepa? –Inquirió el azabache frunciendo el entrecejo.

 

–Es tu cabeza…– Sasuke le dirigió una mirada asesina. El rubio sonrió alzando las manos en son de paz –¡No te enojes!–

 

Sasuke gruñó en respuesta.

 

–¿Qué mier…? –Alcanzó a preguntar antes de sentir algo en el estómago. Vio como su polera se manchaba de rojo. Se levantó la ropa observando un corte a un lado del estómago que cada vez más se hacía profundo. Omitió un quejido de dolor, acercándose al puesto de ramen y sentándose en uno de los bancos. Naruto no dudó en acercársele.

 

–Dios, ¿Qué hacemos?–

 

–No tengo ide…¡Ah, como duele carajo! –Se quejó. Inmediatamente el dolor aumentó, como si intentasen sacarle las venas desde afuera. Volvió a cerrar la boca, evitando gritar.

 

El rubio pululaba cerca de él sin saber qué hacer. Él mismo no sabía cómo diablos enfrentar esta nueva sensación.

 

Definitivamente, intentaban asesinarlo.

 

Y fuerte como vino, el dolor comenzó a disminuir, al mismo tiempo que observaron cómo la herida se cerraba de a poco.

 

–Wow…–Murmuró el rubio dirigiéndole una mirada interrogante. –Lo siento… me gustaría ayudarte pero…–

 

–No importa –Cortó al ver la expresión triste del otro. Puede que no fuera Naruto, pero eran físicamente iguales. ¿Cómo no sentirse culpable así?

 

Culpable y sintiéndose Torturado por los mismos ojos.

 

En cuanto se levantó del puesto de ramen el paisaje volvió a cambiar. Un pasillo blanco repleto de gente corriendo de un lado al otro, algunos con batas blancas, otros en sillas de ruedas o muletas.

 

Un hospital.

 

El hospital de Konoha.

 

Sasuke comenzó a caminar hacia el final sin hablar. Naruto lo siguió en silencio observando todo a su lado. La gente caminaba frente de ellos atravesándolos.

 

La puerta del último pasillo estaba abierta de par en par.

 

Había dos camas. En una se encontraba él con los ojos cerrados, al parecer descansando. Justo al lado  se encontraba Naruto sentado a lo indio encima de la cama, mirando al azabache intensamente.

 

Por primera vez Sasuke pensó que si hubiera estado despierto en esos momentos, se hubiese abochornado con la misma intensidad de la mirada del otro.

 

Todos se voltearon al escuchar un sonido en la puerta. El Naruto del hospital sonrió al ver a la pelirosa con un ramo de lirios. La mujer le sonrió en respuesta.

 

Tsunade-sama te dijo que debías descansar idiota –Murmuró, pero haciendo una sonrisa. Naruto se encogió de hombros mirando a Sasuke.

 

Vigilo que no se escape ttebayo

 

Sasuke-kun no huirá –Respondió la pelirosa sacando el florero que había en medio de ambas camas mientras dejaba el ramo encima de la cama del rubio –Naruto… –La mujer le dio la espalda. Sasuke observó lo que parecía una franca decepción. No pudo evitar alzar una ceja, curioso –GraciasPorTraerleDeVuelta–Murmuró rápido caminando hacia la puerta –¡Iré a cambiarle el agua! –Corrió hacia la puerta.

 

Sasuke observó a Naruto dudarlo un momento, para levantarse y caminar tras la mujer. No pudo evitar soltar un suspiro.

 

Sí que lo recordaba…

 

Se vio a si mismo abriendo los ojos, y mirando hacia la puerta. Sasuke decidió adelantarse, sabiendo que le tomaría un poco de tiempo el llegar, y quería escuchar la conversación. Pero unos metros más allá una especie de pared imaginaria lo detuvo.

–Recuerda que tu mente sólo recuerda lo que tú sabes –Murmuró el otro rubio a su lado– Tenemos que esperarte–

 

–Ya lo sé…–Murmuró frustrado.

 

Aproximadamente un minuto después, un Sasuke con la cabeza y más de la mitad del cuerpo vendado caminaba por los pasillos. Ambos le siguieron hacia la azotea, donde supusieron que Naruto y Sakura se encontraban.

 

Escucharon unos murmullos que les hicieron avanzar más rápido. Sasuke se observó a si mismo escondido tras la puerta con el ceño fruncido. Casi podía leer la pregunta que en esos momentos hacía su mente “¿Por qué demonios tengo que esconderme?

 

–Vamos –Murmuró el Naruto que le acompañaba. Sasuke suspiró avanzando hacia el lugar. Por un momento el sol le tapó la vista. Cerró los ojos instintivamente tapándose la cara con un brazo.  Subió este hacia su frente, observando a Sakura llorar en el pecho de Naruto.

 

Yo… te he hecho tanto daño con mi inmadurez… y ahora él…–Hipaba la mujer. Naruto le daba palmaditas en la espalda, confortándola.

 

Tranquila Sakura-chan ttebayo. Sasuke no te odia. No nos odia –Suspiró mirando al cielo– Todo volverá a ser como antes…–

 

Pero… –Naruto le sonreía y negaba con la cabeza.

 

Tú confía en mi ttebayo…

 

Sasuke sabía lo que venía. Y si hubiera podido habría cerrado los ojos y se hubiese dado la vuelta. Pero él sabía lo mucho que significaba esa escena. Y observó a Sakura mirando fijamente al rubio. Y como la mujer se ponía en puntillas acercándose cada vez más a él. Por un momento tuvo el desesperado pensamiento de querer alejarla de él, pero sabía que nunca sería tan idiota para hacer eso en esta vida.

 

Y ni siquiera en la otra.

 

Y observaron, como los labios de ella se unieron a los de él, en un casto beso. El azabache no pudo evitar voltearse y observarse a sí mismo, la expresión de decepción que por un segundo pasó por su rostro, antes de voltearse y caminar hacia la habitación.

 

Y volvieron a la cascada, pero estaba lloviendo.

 

–¿Por qué no dijiste nada? –Preguntó Naruto. Sasuke lo miró fijamente.

 

–Porque no había nada que decir –Murmuró cerrando los ojos y alzando la cabeza hacia el cielo, como tendía a hacer Itachi cuando pensaba.

 

Sintió un pinchazo en el brazo, pero decidió que esta vez no le importaba, compadeciéndose de sí mismo. Y culpándose de todo el problema.

 

¿Por qué demonios tenía que pasarle a él?

 

Y sintió pinchazos alrededor de todo su cuerpo, pero simplemente los aisló de su mente, concentrándose en el agua fría que bañaba su rostro.

 

Y de pronto, Sasuke escuchó murmullos a su alrededor. Abrió los ojos, observando a Ishiraku Ramen. No pudo evitar exhalar un suspiro.

 

–Tranquilo –Escuchó a su lado. Naruto le dirigió una sonrisa de ánimo. Aunque no pudo responderla, en cierta forma la agradeció.

 

Avanzaron hacia la tienda y corrieron la cortina. Efectivamente, se encontraban Naruto y él conversando.

 

–¿Seguro que no te molesta ttebayo?–

 

El Sasuke de su mente frunció el ceño.

 

–No dobe, no me molesta –Inquirió con una clara expresión de molestia. Naruto ladeó la cabeza– Declárate tranquilo dobe, ella no me gusta –Suspiró tomando zumo– Y dudo que me vaya a gustar.

 

Pero…¿No hay alguna chica que te guste ttebayo? –Le echó un codazo. El Sasuke real frunció el ceño. ¿Acaso ni en su mente ese dobe entendería cuando lo sacaba de quicio?

 

Y el Sasuke de su mente también pareció pensárselo.

 

Dobe ¿Realmente piensas que en este momento estoy pensando en algo como aquello? –Replicó. Naruto se encogió de hombros.

 

Se expandió una niebla rápidamente. Al siguiente segundo Sasuke observó a Naruto conversando con una gennin, o una chuunin… no lo recordaba. Si, podía recordarlo. Nunca había entendido bien esa conversación.

 

D-disculpa…¿se la entregaste? –Murmuró una morena bastante tímida a Naruto. Naruto pareció pensárselo un momento, antes de sacar una especie de sobre, y entregárselo.

 

Lo siento, pero no puedo permitirlo…–Susurró serio. Sasuke pocas veces le había visto esa expresión tan determinada.  –No puedo dejar que te acerques a Sasuke…–Susurró, antes que la escena volviera a hacerse negra, para volver a aparecer en la cascada.

 

–Eso no lo había escuchado… –Murmuro a la nada. Al instante, Naruto estaba frente a él.

 

–Lo escuchaste, pero hiciste oídos sordos –Susurró de vuelta. El azabache le frunció el ceño.

 

–¿Quién eres, mi conciencia? –Naruto rió al escucharlo.

 

–¡Claro que no! Ya te lo dije; soy quien tú quieres que sea –Repitió con voz cantarina– ¿Quieres que te diga lo que yo vi?–

 

–No –Frunció el ceño. Naruto hizo su sonrisa aún más grande.

 

–Jodete… –Sasuke se cruzó de brazos.

 

De repente la temperatura comenzó a aumentar. Ambos se dieron vuelta hacia todos lados. El rio comenzaba a evaporarse como si estuvieran en unas termas. El vapor de agua llegó hacia ellos. El Uchiha comenzó a sudar.

 

–Dios… –Susurró haciéndose viento con la polera. Naruto miró hacia todos lados.

 

–Esto es inusual…–Murmuró para mirar a Sasuke.

 

–¿Inusual?... maldito calor…–

 

Naruto asintió –De afuera…–

 

–¿De afue…? ¡Ahg! –De repente sintió como si el mismo comenzaba a quemarse. Sintió un calor insoportable desde sus huesos hacia afuera. Como si estos quisieran salir, o derretir piel, venas y músculo.

 

–¡Sasuke! –Gritó el rubio. Sasuke entrecerró los ojos, observando como el bosque comenzaba a quemarse igual que el puesto de ramen. No pudo evitar arrodillarse y morderse el labio hasta sentirlo sangrar por el dolor. Mientras la vista se le distorsionaba pudo ver al Naruto de su mente preocupado y gritándole.

 

Despertó en medio de una luz azul que rodeaba su cuerpo. El dolor no se había ido y apenas podía abrir los ojos, pero estuvo consciente de su cuerpo. ¿Alucinación? ¿Otro juego de su mente?

 

Resiste…–Susurró una voz. No pudo identificar si era hombre o mujer, pero cuando una descarga le recorrió el cuerpo dejó de pensar en cualquier cosa relacionada con donde se encontraba, ni con quien estaba, ni que le hacían.

 

Quería-no. Necesitaba morir.

 

El calor era demasiado doloroso, el ardor demasiado insoportable. La electricidad demasiado intensa.

 

Vamos, vamos…–Volvieron a murmurar, aumentando la dosis de calor. Sasuke se estaba asfixiando. Ya ni siquiera sentía su cuerpo. Sólo existía ese dolor, tangible e insoportable. Y la descarga que lo mantenía con vida.

 

¿Cuándo se acabaría?

 

Y tan pronto como vino, el dolor se fue. Y las descargas se detuvieron. Mientras con los ojos entrecerrados por el alivio y el sopor distinguió como la luz azul desaparecía gradualmente, para dar paso a unos ojos azules que lo miraban con preocupación.

 

No podía mover los brazos ni las piernas. Ni siquiera estaba seguro de poder hacerlo, pero si había algo que podía intentar.

 

–Ma-ma-matam-me…–Susurró con voz ronca.

 

Y volvió a ver todo negro, perdiendo la conciencia.

 

 

 

Continuará.

Notas finales:

 

Qué puedo decir. Ha pasado tiempo, ¿eh? Y más de la mayoría se estará preguntando “¿Dónde demonios estabas?” pues bien. La excusa de siempre. La universidad-Flojera-La Universidad… y continúa amigos…

Más que sorprendida por los más de 40 comentarios que recibí… dios, de verdad pensé que la mitad me mataría por preguntar si querían o no… ¡embarazar a un gato! Y lo sé, no fui muy explicativa pero qué demonios… Aunque Natzabel me dijo que era obvio que el 80% no de daría cuenta y sacaría sus conclusiones, no le hice caso… como el 40% de las veces… Aún así, no saben lo feliz que me hicieron. ¡Si llegué a lagrimear de la alegría! Jamás había publicado un fanfic que tuviese más de 12 comentarios… y realmente que tuviera tantos de un paraguazo me terminó emocionando. Independientemente de lo que contenga. Lo comentaron, se dieron el tiempo de leer a una mala escritora como yo, y obsequiarme un review.

Y bueno, sobre las preguntas que dije… pues no obtuve muchas respuestas. Así que ¡tengo otras preguntas! O más bien una actividad. Pero primero lo primero, aclarando.

No creo – no sé – no estoy segura de incluir mpreg en este fanfic. ¿Por qué? Simple; no está en los planes. Y si no lo pensé antes, dudo que ahora se me vaya a ocurrir. Sin embargo quiero hacer un Kishimoto y decir… sigan la historia y lo sabrán. No sería buena autora aficionada si les adelanto el final a otras personas que no sea mi beta, y les arruinaría la sorpresa. Y eso sería muy muy feo de mi parte

Pues bien, ya aclarados, habemus actividad.

Ya que la última vez no quedamos muy claros con el asunto, algunas cosas –otras no– necesito una manito de ustedes. Y qué mejor que sacar mis propias conclusiones, haciendo preguntas. Y como me gustaría que todos quedásemos más o menos contentos con la historia pues bien…

Empareje a las siguientes personas según su parecer usando estos tres criterios: solo – con un occ – con un personaje de Naruto (especificar cual)

Gaara – Sai – Sakura – Ino – Hinata – Kei.

Por ahora estos. ¡Espero comentarios!

Pasando a otro tema (el de la publicidad) pues bien, publiqué dos fanfic (en realidad unos cuantos) y no me caería mal un comentario, mal que mal es mi única paga.

http://amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=70883 “La dicha de la Familia” NaruSasu, mención mpreg (omg la primera viñeta-fanfic-historia con mención de ello que publico)

http://amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=71211 “Reflexiones de un Felino” Dobe-chan/Teme-chan, mención pre NaruSasu, dentro del universo de este fanfic.

Les estaré agradecida de un comentario o algo.

 

Bien, un saludo a Natzabel quien hoy será su día ¡Feliz aniversario!

Bueno, espero opiniones, tomatazos lo que sea, será bienvenido con cariño.

Un abrazo desde chile, y disculpen lo pobre del capítulo, pero no me quedó otra que dividirlo.

Mariohn.

 

c) Si Sakura se embarazase de Itachi

 

-¡Itachi-san!-Gritó abriendo la puerta y entrando ansiosa, casi olvidándose de dejar las cosas en la puerta. Corrió hacia la cocina, donde Itachi alzó la cabeza sobre unos pergaminos y una taza de café.

-¡Estoy embara...!-

-Creo que te equivocaste, el manicomio es al lado-


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