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El club de los divorciados por shudyeer

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Notas del capitulo:

De verdad q quiero llorar mucho TT_TT

 

Capítulo 2

“Resurgir del alcohol”

— Qué onda.

Saludo no muy animado Joey tomando asiento entre Yugi y Tristán. Pidiendo una botella de whiskey.

— ¿Estamos aquí porque vamos a celebrar el cumpleaños de alguien? — Dijo Joey sarcástico.

— ¡Ojala fuera así! — Contesto Tristán lanzándole un cacahuate de los que había de botana.

— Ya decía yo… entonces uno por uno… ¿Qué paso?

 — Le pedí el divorcio a Yami.

Dijo el tricolor adelantándose a todos, ya no podía  contenerse ni un minuto más, tenía que desahogarse.

— Eso es más grave de lo que pensé.

— Y que lo digas viejo.  Pero –insistió Tristán- ¿Por qué lo hiciste?

— Es que ya se pasó, sus celos no tienen límites otra vez no fue a trabajar por andarme espiando, todo porque olvide el móvil. Me llama a cada cinco minutos y si estoy con alguien se encarga de correrlo. ¡Ya nadie me quiere en su equipo!

Mientras Yugi relataba Joey se encargó de servir a todos una ronda de whiskey  al término del relato añadió.

 – Por lo menos a ti te prestan atención.

Escupió el rubio con tono desganado y  dio un sorbo a su bebida meditabundo.

— ¿Y…?  ¿A ti que te hizo?

 – Lo de siempre… ¡nada!  Y eso lo que me fastidia, ni siquiera me ve, no llega a dormir, ya no juega con los niños ni… ni…¡ya ni siquiera lo hacemos!

— ¿Y qué harás?

— Le pediré el divorcio también, porque hoy mismo me fui de la mansión.

— Pero… pero  ¿Y sus hijos?  Joey, ¿Estás seguro de lo que harás? Por lo menos si yo me divorcio de Yami no pasa nada, cada quien sigue su vida y se acabó, pero tú eres otro asunto, tienes tres hijos con él.

— Mira Yugi… las cosas no son tan fáciles entre nosotros, sé que se oye egoísta pero da lo mismo que estemos o no estemos juntos  hasta creo que le hago un favor a los niños y a Seto, a ver si de menos se interesa en ellos así.

— ¿Dónde vivirán?— Continuo interrogando Yugi lleno de preocupación.- Tendrán problemas económicos de nuevo.

— Claro que no, en este tiempo cree mi propia empresa y ya tengo una casa para los niños. ¡No necesitaré de ese bastardo engreído!

— ¡Así se habla amigo! Ni los necesitamos  y a todo esto ¿Me puedo ir a vivir con ustedes?— Espeto Tristán.

— ¿Eh? …ah ya… ¿También huiste? –Dijo Joey sirviéndose más whiskey y tomándolo de golpe. — Sabes que serás bien recibido, también tú Yugi.

 Volvió a servirse y lo termino en seguida, guardo silencio unos minutos, su  voz comenzaba a tomar los efectos del alcohol pero ese día, al igual que sus dos entrañables amigos  tenía ganas de olvidarse de todo.

– Y bueno… ¿Qué te hizo el idiota de Duke?

— Otra vez lo…

— Adivino.-Interrumpió Joey — Te puso el cuerno otra vez.

— Exactamente  y esta es la cuarta vez en menos de un mes en el que se supone me prometió que ya no lo iba  a hacer.

— Y ¿Con quién lo atrapaste? — Interrogo Yugi algo apenado, a él no le gustaban estas cosas pero necesitaba apoyar a su amigo.

— Con una mujer y como siempre lo atrape en pleno acto.

— ¿Su secretaria?

— No, esa fue la del mes pasado, ésta no sé ni quién es.

— ¿Y su socio? ¿Y el mensajero?

— Esos ya son del pasado.

Un silencio se volvió a formar y los tres amigos brindaron para tratar de subir los ánimos.

~~¥~~

En la oscuridad de su habitación y la depresión una alarma sonora que conocía bien lo regreso a la realidad. Hacia aproximadamente 15 minutos que Yugi lo había abandonado y sus palabras aun retumbaban en su mente. Con la esperanza de recuperar a su lindo hikari buscó la fuente de la alarma, el móvil de Yugi, antes de que logrará responder terminaron la llamada.

Leyó claramente el número de Tristán y enfoco todo su odio en éste, saliendo de inmediato a donde se suponía vivía Tristán con Duke.

Al llegar al casi tira la puerta a golpes hasta que Duke malhumorado le abrió.

— ¿¡Qué demonios!?

— ¿Dónde está Tristán?

Exigió furibundo Yami otorgándose a si mismo el permiso de entrar y comenzó a buscarlo por el lugar.

— A mí también me gustaría saber dónde está el señor Taylor porque  al parecer se fue y de manera definitiva.

Ironizo el oji-esmeralda cerrando la puerta tras de sí para encontrarse con el desconcertado  Yami que incrédulo siguió buscando con la mirada.

— Y  ¿Yugi está aquí?

— ¡Ah! ya veo porque tanta urgencia.

— Tú novio está tratando de engañarnos y quiere robarse a mi Yugi.

— Lo que él haga ya no es mi asunto. — Confeso con desgana el pelinegro y ofreció con un gesto  café al tricolor. —  Como te dije Tristán me abandono.

— ¿También? –Espeto  Yami que ya no cabía en sí de asombro, su  cerebro parecía tener la respuesta a todas sus interrogantes  — ¡Esto es un complot y no podemos dejar que nos engañen!

— ¿Engañen? ¿Por qué lo aseguras?

— Yugi me pidió el divorcio esta tarde y también se fue de la casa además de que recibe llamadas de Tristán que no contesta porque contesto yo.

— Eso no es prueba suficiente son amigos y lo sabes muy bien.

— Por eso te engañan Duke Deblin por ingenuo pero ya me creerás cuando empieces a tener unas protuberancias en la frente ¡Yo no me voy a dejar!

 

~~×~~

— Y… — balbuceo el rubio levantándose de su asiento —  Yo tengo celos de su computador … por lo menos a ella la toca.

— ¡Rómpesela! – Grito Tristán – La compu…la compu…claro.

— Ganas no me falt…an… pero no importa lo que le rompa… ni cuenta se da.

— Al menos te engaña con un objeto inanimado… a mi… ¡Me engaña con cualquier cosa que se mueva!

El ambiente había cambiado de tono, los tres estaban bastante afectados por tanto alcohol y desvariaban sobre sus penas amorosas compadeciéndose los unos a los otros en ese solitario bar.

— Es que… es que…

— ¿Qué ocurre Yugi?

— ¡Yo lo amo! ¡No puedo estar lejos de él!

El de ojos amatistas rompió en llanto y empezó un berrinche golpeando incesantemente la mesa haciendo que los demás sintieran deseos de acompañarle ya que era lo único que podían hacer por ahora. Dijeran lo que dijeran en el fondo amaban con todo su corazón a sus respectivas parejas y lo que menos querían era llegar hasta este punto. De igual forma sabían que no podían verse más patéticos y claro que ellos no se iban a quedar como unos perdedores ¡Eso nunca! Por eso Joey hizo público su descabellado, alcoholizado y muy perfecto plan. Se levantó de golpe irradiando seguridad y pidió la atención de sus camaradas.  Aunque se tambaleaba mucho hizo un esfuerzo sobrehumano por mantenerse y parecer genial.

– Deberíamos… deberíamos… vengarnos hacer…hacer que se arrepientan hasta de haber nacido  – Dijo triunfante más por completar la frase que por él contenido —  Se lo merecen porque no se merecen que los dejemos ir así como así. (Ustedes le entendieron xD esta ebrio)

— ¡Yo te apoyo compadre! ¡Qué sufran esos inútiles!

— No… no creo que debamos…

Reclamo Yugi temeroso de lo que incluía el plan, él no quería dañar a Yami.

— ¡No empieces Yugi! Es más…. como buenos amigos que somos te ayudaremos a planear tu venganza… tú nada más coo- co-coo –¡hip! –pera

— Es que yo…

— ¡Tú nada Yu-¡hip! –gi! Ahora…¡Una más a su salud!

El rubio alzo la botella y los otros le acompañaron  extendiendo sus tambaleantes copas, para mañana sus refinados esposos recibirían la primera parte de su venganza.

Continuará>>>

 


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