Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por una apuesta terminé siendo tu hijo por Choped

[Reviews - 44]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pongo el segundo capítulo que ya tenía escrito ^^.

2.     Conociendo nuevos amigos

 

 

 

-         Necesito que seas mi hijo.

 

-         ¡¿Qué?!-  preguntó exaltado y sorprendido por la petición “¡este hombre se ha vuelto loco!”-.

 

-         No te preocupes, sólo tienes que fingir que lo eres durante las vacaciones.

 

-         ¡¿Te parece poco?!  ¿¡Y por qué yo?!

 

-         Tienes que ser tú porque no conozco a más adolescentes.

 

-         Amh… -eso le chocó “¿cómo puedo ser yo el uno adolescente que conozca?”- Bueno, ¿para que necesitas que sea tu hijo?

 

-         ¿Eso significa que lo harás?

 

-         Em… supongo…

 

-         Bien, entonces haz las maletas, te vienes conmigo, te lo contaré todo por el camino, ahora paso a buscarte.

 

Colgó. ¿A qué había venido eso? En fin, sin darle más vueltas se dispuso a hacer las maletas, “como mínimo tendré unas vacaciones entretenidas” se convenció a sí mismo feliz.  Al cabo de un rato ya lo tenía todo preparado y estaba tumbado en el sofá viendo la tele hasta que su futuro “padre” viniera a por él. En eso que sonó el timbre y se dirigió a abrir.

 

-         ¡Hola Mihawk, me alegro de verte!- dijo más contento de lo que le hubiera gustado mostrarse-.

 

-         Hola Zoro- el hombre frente a la puerta le revolvió sus cabellos verdes junto con una sonrisa como quienes son amigos de toda la vida- pero ahora soy papá, no lo olvides.

 

-         Si… ya… papá- contestó algo cohibido.

 

-         Anda coge tu maleta, nos vamos a la montaña.

 

Así hizo, cargó su equipaje y bajaron juntos a la calle pero nada más llegar vio un precioso descapotable negro, con unas líneas muy definidas y más capó que maletero, sencillamente una maravilla de la ingeniería automovilística. Se acercó presuroso hacía el vehículo dejando sus pertenencias en el suelo y con los ojos brillantes.

 

-         Qué bonito…

 

-         ¿Te gusta? Si quieres puedo dejarte conducir alguna vez.

 

-         ¿Es tuyo?- el mayor asintió- Wooow! ¡¡Corre, corre, venga vámonos!!- ahora sí que estaba eufórico, en menudo transporte le tocaba ir, eso era estilo “cochazo *¬*…” pensaba mientras de un saltó se colocaba en el asiento del copiloto-.

 

Después de meter la olvidada maleta de Zoro en el maletero, el pelinegro subió y arrancó el motor comenzando así su viaje. Ahora podría descansar un poco más tranquilo, primera parte del plan completada; ya tenía un hijo, ahora hacía falta que los demás se lo creyeran.

 

-         Oi, Mihawk.

 

-         Papá.-corrigió el otro-.

 

-         Si…eso…papá, ¿por qué necesitas que finja ser tu hijo?

 

-         Pues, para que mis amigos crean que lo tengo. Hace tiempo, cuando estábamos en la universidad hicimos una especie de apuesta, por ver quién era el único que no estaba casado y con hijos después de veinte años. Y bueno, te puedes imaginar que ese soy yo, por eso necesito que lo seas.

 

-         Amm…-“no lo entiendo muy bien, pero vale, si él lo dice”- Y, ¿a dónde nos dirigimos?

 

-         Vamos a la montaña, a pasar el verano en la casa de uno de mis compañeros,  está apartada de todo y rodeada de viñedos, así que sólo estaremos nosotros, mis amigos con sus correspondientes familias y la naturaleza; eso también formaba parte de la apuesta.-

 

 

 

 

 

 

 

Después de cinco horas de viaje llegaron a la hacienda. Tal como le había comentado Mihawk (bueno, lo poco que recordaba pues se había ido durmiendo conforme la explicación avanzaba), se trataba de una casa vetusta, hecha de piedra y estuco, bien conservada y rodeada de cientos de preciosos viñedos. La casa debía de tener poco más de dos siglos, pero aún conservaba el encanto de la época y ese carácter especial tan característico de las construcciones antiguas. 

 

-         Zoro,- dijo zarandeándole- hemos llegado, despierta- mientras el joven se despejaba bajó del vehículo y cogió sus maletas- venga que nos están esperando.

 

-         Ya voy…- contestó con voz de pesadez-.

 

Una vez plantados delante de la puerta, picaron y ésta fue abierta dejando paso a cinco locos que se abalanzaron sobre ellos y los introdujeron a la fuerza en el interior. Por mucho que intentaron zafarse no conseguían quitarse a la marabunta de encima y el oxígeno comenzaba a escasear.

 

-         Venga, dejarles en paz, que los pobres se van a morir si no respiran- dijo una dulce voz de mujer que venía hacia ellos limpiándose las manos en el delantal que llevaba puesto. Debía rondar los treinta y ocho pero aparentaba mucho menos. Tenía una melena castaña rojiza que le llegaba a la mitad de la espalda con los mechones laterales recogidos en una mini coleta y los ojos de una mezcla de azul y marrón.

 

-         ¡Por supuesto mi querida Yuu-swan! -Saltó un chico rubio con la ceja rara y de la misma edad que el peliverde apartando a los demás individuos de las víctimas-.

 

-         ¿¡Sanji cuantas veces te tengo que decir que soy tu madre y que me llames mamá!?- alrededor de la que parecía una amable y tranquila mujer comenzó a brotar un aura roja amenazante y le dio un capón a su hijo. Éste cayó estampado al suelo-.

 

-         Jaja, te lo mereces por baboso hermanito- habló un chica un par de años más joven con el pelo medio corto y naranja-. Hola, soy Nami, ¿cómo te llamas?- preguntó al chico nuevo que recién recuperaba la respiración; mientras le tendía la mano para ayudarle a levantarse.

 

-         …Zoro- contestó receloso, pero igual se la tomó-.

 

-         ¡Zoro! ¡Bonito nombre! ¿¡Anda y ese pelo, es teñido?! Bueno que más da, igual eres una risa jajaj… ¡vamos a jugar!- e igual que le habían hecho entrar, un muchacho de pelo negro y un sombrero de paja le sacó a rastras de la casa. Luego, el resto jóvenes; los dos hermanos y uno con la nariz larga, salieron tras ellos contagiados por la alegría del primero quedando sólo los mayores dentro-.

 

 

 

 

 

-         Ains, que llenos de vida están.- dijo un  pelirrojo- Así que ése es tu hijo, eh Mihawk?

 

-         Pues sí. ¿A que es guapo?- quiso decir eso indiferentemente presumiendo de su fingido hijo pero le salió del alma “sí que es mono…”-.

 

-         ¡¡Cómo no va a ser guapo si te tiene un padrazo como tú!!- el padre de  Sanji se le colgó del cuello restregándosele.

 

-         ¡Quítate de encima Doflamingo, que no ves que tu mujer me mira con cara de asesin...!- antes de acabar la frase, al igual que el rubio antes, acabaron clavados en el suelo.

 

-         A ver si así aprendéis- dijo Yuu sacudiéndose las manos-.

 

-         Igual que en los viejos tiempos-razonó el único hombre que no había intentado asfixiar a los invitados. Tenía el pelo negro con destellos morados, todo echado  hacia atrás y una cicatriz horizontal le cruzaba el rostro-.

 

 

 

 

 

El joven del sombrero de paja había arrastrado a su nuevo amigo hasta una zona más apartada de la finca, donde los viñedos se sustituían por otros árboles más propios de los bosques. Eran considerablemente altos, como luchando por ver cuál de ellos lograba acercarse más al sol mientras lucían sus copas de un verde intenso orgullosos.  Detrás de las primeras líneas de dicha flora se encontraba un lago con un embarcadero bastante profundo y de una envergadura considerable; parecía sacado de cuento pues nadie que no conociera la zona habría reparado en su presencia y ello le daba un aire aún más mágico.

 

-         Mira Zoro, ya hemos llegado- comentó orgulloso- este es mi sitio preferido para jugar así que vamos-golpeó el hombro de su acompañante- ¡tú la ligas!- grito alejándose a toda velocidad.

 

-         Si te piensas que te voy a seguir vas listo. Ya no somos niños pequeños- y sin hacer caso al enfurruñado muchacho se recostó contra el tronco de uno de esos titanes y cerró los ojos- Jugad sin mí.

 

-         Bueno, vamos Luffy que yo sí que juego- se ofreció el chico que durante el camino se presentó como Usopp-.

 

-         Sí venga, que nosotros también nos apuntamos, cierto Sanji?- y ambos salieron corriendo detrás del más joven para que se entretuviera sin esperar una respuesta de los otros dos.

 

-         Uhm- asintió- ¿Qué pasa marimo, tienes miedo de que te ganemos?- el peliverde frunció el ceño molesto “marimo, eso es nuevo…”- Venga, que si me atrapas, tienes premio- se arrimó y rápidamente besó la mejilla del moreno. Éste abrió los ojos de forma desmesurada al percibir el contacto pero el rubio ya había salido disparado “que se ha creído este”- ¡¡Cabeza de lechuga que te has quedado embobado!!

 

-         ¡Maldito, como te coja te vas a enterar!- finalmente cayó en la provocación y acabaron jugando todos juntos.

 

 

 

 

 

Después de pasar varias horas jugando al pilla pilla y que finalmente Zoro alcanzara a Sanji y se vengara, volvieron a la casa exhaustos. Cuando entraron todo estaba normal con el típico ambiente entre colegas que hacen siglos que no se ven y la mesa puesta; lista para la cena.

 

-         Ya era hora de que volvierais- les regañó Yuu- llevamos un rato esperándoos.

 

-         Es que estábamos jugando. Zoro es una gracia y no veas como corre, aunque no paraba de perderse y tuvimos que volver a recogerlo un par de veces- contó entre risas Luffy.

 

-         ¡Yo no me perdía vosotros os desviabais de mi camino!- se defendió el aludido.

 

-         Bueno, eso significa que ya has hecho nuevos amigos- le sonrió el de los ojos dorados.

 

-         Claro, ¡somos los mejores amigos!- dijeron todos colgados del peliverde. Por algún motivo ese gesto al mayor no le gustó nada, demasiado cerca de su hijo estaban-.

 

 

 

 

 

El resto de la cena transcurrió sin mayores incidencias más que alguna pregunta indiscreta y algún atragantamiento. Después se fueron cada uno a sus habitaciones. Éstas estaban preparadas para dormir toda la familia de dos en dos, pero como la de Mihawk y Zoro se encontraba carente de una madre al igual que la formada por el pelirrojo y Luffy, compartieron una, con la desgracia o la suerte de que sólo hubiera cama de matrimonio y no dos individuales como en el resto de cuartos. 

 

-         Un día menos- dijo en un suspiro el mayor ya tumbado en la cama y sin camisa-

 

-         Yo me he divertido- sonrió el peliverde poniéndose a su lado en las mismas condiciones.

 

-         Hizo una media sonrisa- Entonces está bien, encima de que te hago mentir por mí, como para que estuvieras a disgusto.

 

-         A mí… no me importa…

 

-         Duérmete, mañana seguro que será un día ajetreado- le revolvió el pelo y se giró- Buenas noches.

 

-         Bunas noches.

 

 


Así cayeron en los brazos de Morfeo. Cada uno inmerso en sus pensamientos pero sin que se dieran cuenta y mientras avanzaba la noche, fueron juntándose hasta acabar abrazados, Zoro apoyando la cabeza en el pecho del mayor y éste impidiendo que se apartara con un brazo tras su espalda.

 

Notas finales:

Os sorprendieron las famílias? Espero que sí xD, ciertamente ése era el propósito =P.

Pronto el cap 3 !


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).