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Time over love. por shudyeer

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Notas del capitulo:

Y ahora sí, despues de un mesesote luchando contra la facu aquí  tenemos el primer final, que corresponde a Joey y Seto en el universo donde se odiaban y todo era malo.

En el capitulo anterior, por si no se acuerdan, Joey y Seto fueron enviados a su respectivo universo despues de que Seto y Joey esposos les dieron la oportunidad de viajar a su pasado y arreglar sus problemas con tal de que ya ya los dejaran en paz, una vez que viajron al pasado fueron devueltos a su nefasto universo y ahora Seto y Joey han despertado en su nuevo universo ¿Se quedarán el él o regresaran a darle batalla a los esposos en su universo "perfecto"? 

 

 Espero que lo disfruten!!!

Capítulo 20

“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos “

A la mañana siguiente Seto Kaiba despertó encima de muchos papeles. Frotó sus ojos para mejorar su visión y miró la hora en su reloj de pulsera. No era tan tarde, apenas tenía tiempo para alistarse y si se saltaba el desayuno llegaría a tiempo a…  ¿a dónde iba? Al parecer su cuerpo lo sabía muy bien.

—     ¡De nuevo sin desayunar! — Gritó Mokuba desde el comedor cuando vio pasar a su hermano a toda prisa. — Te hará daño pero… — Resopló. No tenía sentido, su hermano siempre hacía lo mismo.

Su chofer le esperaba como de costumbre y en un santiamén lo llevó hacia su empresa. Por su ajetreado  ritmo de vida no le tomó importancia a los detalles, simplemente se sentó en su poderosa silla de jefe y continuo haciendo un papeleo que no sabía cómo pero le parecía sumamente importante. Fue allí cuando se dio cuenta de que se estaba comportando como un autómata. Miró a su derredor, todo parecía más lujoso, se escuchaba demasiado ajetreo fuera, justo como si la empresa volviera a ser un monstruo productivo y hasta donde él se había quedado antes de viajar al mundo alterno, su empresa había disminuido mucho su productividad y ya no tenía tantos empleados ni tantos proyectos apilándose en su escritorio. ¿Había viajado a un mundo alterno de nuevo? ¿Cómo era posible? ¿También era él el mismo?  Trató de recordar la noche pasada y le parecía un recuerdo inverosímil, apenas si recordaba cómo había estrellado su auto en aquel callejón mientras alguien lo insultaba desde el asiento de copiloto y luego… no podía recordar nada más.  Miró su reflejo en uno de los brillantes y pulcros cristales de su oficina, realmente le faltaba algo a su rostro y a su persona. Revisó su celular, no tenía ninguna llamada de Yugi y eso ya era raro. El tricolor siempre le llamaba desde muy temprano si es que no amanecía en su mansión.

Seto lo intuía, pero aún no podía afirmarlo. La verdad era que  estaba en el mundo alterno creado gracias a que Joey habló con Seto del pasado. Obviamente éste Seto no sabía todo lo que había pasado en la azotea de la escuela mientras él se concentraba en no mover ni un dedo para no alterar el pasado, sin embargo, no contaba con que Joey sí que se había arriesgado a hablar con el Kaiba joven y así cambiar algo de ese horrible presente. Las cosas que le dijo lo hicieron pensar y tranquilizar toda esa furia que tenía contra el terrible rechazo de Joey, así que en ese nuevo mundo Seto no había violado a Joey, la relación con Yugi no era la misma que tenía antes de viajar al mundo alterno  y la vida de Joey también era muy distinta entonces.

—     Buenos días señor Kaiba.

Saludó su secretaría al entrar a la oficina. Su jefe se encontraba un tanto aturdido y ni cuenta se dio que la joven había dejado más documentos con instrucciones en su escritorio.

—     El director del proyecto 612 quiere hablar con usted y dice que no se irá hasta que hable con usted.

—     Retírate y dile que al director del proyecto 612 que pase a mi oficina cuanto antes.

Dijo Seto sin pensarlo realmente. Su mente seguía indagando sobre su realidad y las consecuencias, estaba tan concentrado que, de nuevo, no se percató cuando la secretaría abandonó la oficina.

 

—     ¡Óyeme tú remedo de CEO! — Espetó el chico al entrar violentamente en la oficina. — Ni te pienses que voy a soportar que me regreses el proyecto otra vez ¡éste es perfecto! — Sentenció con superioridad golpeando con un folder el escritorio del CEO.

Seto Kaiba lo miró sorprendido. La persona que le hablaba de ese modo tan grosero era Joey Wheeler.  Se sintió confundido, no sabía cómo dirigirse al chico, pero una vez más al parecer su cuerpo si sabía que se hacía en esos casos. Una sonrisa burlona se dibujó en sus labios, tomó el folder que minutos antes había sido aventado despectivamente y le dio una revisada rápida, señalando con  pluma las partes que no le gustaban del documento. Joey  se cruzó de brazos mientras el otro realizaba la inspección.

—     Date prisa Kaiba. — Exigió el rubio impaciente.

—     Listo.

Respondió con la misma mueca de superioridad mientras le hacía llegar el folder por el escritorio.  El ojimiel atrapó el documento antes de que cayera por el filo del mueble y se enfocó en lo escrito con pluma por el CEO. Su cara se volvió roja de ira.

—     ¡Más tacaño no puedes ser! — Espetó enfrentando la engreída mirada del oji-azul. — ¿Por qué no puedo incluir ese gasto? Es necesario.

—     Para nosotros no, ese trabajo puede hacerlo Mokuba.

—     Se supone está estudiando. Necesitamos apoyarnos en otra empresa, además nos dará renombre.

—     Y también se aprovechará de ello y pedirá demasiado. — Rebatió el CEO tranquilamente. Joey bufó y continuó leyendo.

—     ¿Por qué otro capítulo? No es tan necesario, vez como gastas en tonterías, eres un esclavizador. — Cuando leyó el último párrafo encontró una nota que nada tenía que ver con el proyecto. Se sonrojó a más no poder y toda su furia se esfumó lentamente, mientras más leía aquella acotación su corazón palpitaba fuertemente y todo su cuerpo parecía relajarse.

—     ¿Vas a seguir parado allí todo el día? — Dijo Seto de modo despectivo. —Ve a trabajar. Te recuerdo que sólo tienes seis meses para ese proyecto.

—     C-Cállate imbécil. — Joey viró dispuesto a abandonar la oficina. — Sé lo que tengo que hacer.

—     ¿Entonces saldrás conmigo? — Añadió Seto antes de que Joey  tocará el picaporte de la puerta.

—     ¿Quién va a salir contigo?— Las manos le sudaban y su pulso era incontrolable.

—     Te voy a despedir si  no lo  haces. — Contestó el castaño  con toda la tranquilidad del mundo. — Además ¿qué son esos modos de dirigirte a tu superior?  debería haberte despedido desde hace mucho.

—      ¡Muérete!

Gritó finalmente el rubio. Abrió rápidamente la puerta y salió azotando la puerta fuertemente tras de sí. 

El CEO resopló y volvió a acomodarse en su silla. Completamente sorprendido por la pequeña batalla antes sucedida.

Tímidamente la puerta de la oficina fue abierta. Un casi imperceptible  “pasa por mí a las 9:00pm“se escuchó. La puerta volvió a cerrarse. “¡Cómo te odio!” Fue la frase que se escuchó por todo el pasillo mientras el ojimiel se alejaba.

—     Eso fue más audible que tu confirmación.

Kaiba suspiró más confundido que cansado. No entendía por qué había hecho y dicho todo lo anterior. Se sentía muy familiar y al mismo tiempo extraño y sólo una minúscula fracción de su ser parecía conservar los recuerdos de otra vida. Sacudió su cabeza, aclaró su mente y después olvido el objetivo de aclarar su mente. Continuó trabajando, deseando que el reloj marcara las 9:00 pm.

 

Joey Wheeler continuó maldiciendo hasta llegar a su oficina. Se tumbó en una silla y esperó pacientemente a que sus latidos regresaran a la normalidad. Siempre era lo mismo, Seto Kaiba sabía cómo sacarlo de sus casillas a la perfección. Tomó el folder con las correcciones del proyecto y  una vez más se encontró con el pedazo de papel que sobraba en su trabajo. Lo arrancó sin tocar lo esencial del proyecto y volvió a leerlo antes de lanzarlo al bote de basura.

“ Saldrás conmigo esta noche a las 9:00 pm, no es una propuesta, es una orden.”

De nuevo sintió su corazón latir con emoción y recogió aquel papelito en confidencia y lo guardó en la bolsa trasera de sus jeans,  como si tenerlo fuera prohibido.

La vibración de su celular le dio un susto de muerte. Corroboró la identidad del número en la pantalla de su móvil y contestó con un mal disimulado interés.

—     Hola Duke ¿Por qué tan temprano?

—     Hola Joey, sí lo sé me da gusto escucharte a éstas horas de la mañana. — Ironizó el pelinegro.

—     Lo siento, tal vez no tengo mucho tiempo para ésta llamada.

—     ¿Qué? Pero si por eso te llame antes de que estuvieras en tu trabajo.

—     Pues te equivocaste, ya estoy en él.

—     Qué lástima. — Dijo el pelinegro desilusionado del otro lado de la bocina. — en verdad quería contarte muchas cosas ¿Y si quedamos para vernos?

—     Lo siento Duke, en verdad no puedo.

—     ¿Por qué no? — Suplico el pelinegro con un tono infantil. — Hace un buen tiempo que no nos vemos.

—     Porque acabo de cometer una tremenda estupidez. — Joey hizo una pausa, suspiró sólo para evitar sonar emocionado. —Kaiba me invitó a salir ésta noche.

—     ¡Wooooa! Eso sí que es interesante. — El tono de apatía regresó a Duke en cuanto recordó que eso era completamente imposible. — No, ya en serio, sólo di que no quieres salir conmigo.

—     ¡Es en serio!

—     Sí claro, pero como siempre lo rechazaste, siempre lo rechazas. Ya no es novedad.

—     Esta vez acepté. — Confesó el rubio sonrojándose, cubriendo con su mano libre su boca, esperando el tremendo regaño por parte de su amigo.

—     ¿De verdad? Pues bueno, ya llevabas mucho haciéndote el difícil.

—     Lo sé, pero es que… ¡Es mi jefe! Siento que de por sí no nos llevábamos muy bien en la preparatoria y el hecho de que me haya aceptado en su empresa siendo un novato es algo…

—     ¿Perturbador? — Completó Duke a modo de burla.

—     Sí. — Gruñó el rubio. — Y no es sólo eso, no tengo tiempo de sentarme a pensar sobre mis sentimientos.

—     Ya, no es tan grave. Date la oportunidad. — Sugirió conciliadoramente y continuó a modo de advertencia. — Si no aprovechas te pasará como a mí y el amor de tu vida se casará con la hermana de tu mejor amigo.

—     Qué pesadilla ¿eh? — Joey sonrió ampliamente, sosteniendo el móvil e imaginando la cara que siempre hacía Duke al aceptar que aún amaba a Tristán.

—     No es divertido pero justamente de eso te quería hablar, al fin Tristán se ha divorciado de Serenity.

—     Me sabe mal por ella y por la niña pero creo que mi hermana ya no estaba cómoda con su matrimonio. Así que no corras a tirarte sobre mi excuñado. — Advirtió Joey y luego soltó a reír.

—     Bien pues intentaré no hacerlo, aún debo reconquistarlo, tú sabes.

—     Suerte con ello.

 El rubio recordó que estaba en el trabajo y en donde Kaiba lo encontrará haciendo llamadas, seguro que lo despide. Se reprendió mentalmente por ello y se apresuró a terminar la conversación con su amigo.

Una punzada de dolor lo asaltó en cuanto terminó la llamada. ¿Qué había sido todo aquello? ¿Qué estaba haciendo? ¿En dónde se encontraba? Lo último que llegaba a su mente era el contacto de la piel de Duke.  Sintió escalofríos, jamás volvería a pensar en Duke como un prospecto de pareja y oportunamente llegó  a su mente  el nítido recuerdo cuando, en un intento por olvidar a Kaiba, besó a Duke. Ambos se separaron en seguida y limpiaron sus labios, acordando que ese beso no se había sentido bien y prefirieron seguir siendo amigos por acuerdo mutuo, eso sí que sabía mejor.

Joey se sintió de nuevo extraño. Ya ni sabía que recuerdos le pertenecían y cuáles no. Trató de nuevo de concentrarse, lo único que debía distraerlo de sus deberes era el recuerdo de su cita nocturna.

 

La hora sentenciada al fin llegó. Seto Kaiba conducía hacia la casa de Joey y mientras esperaba a que el semáforo cambiara a verde se miró rápidamente por el espejo retrovisor. Su cabello no estaba peinado tan estrictamente como de costumbre pero lucía bien, tenía que combinar con aquellos jeans casuales azul marino. Desbotonó los primeros dos botones de su camisa negra de manga larga, de nuevo sentía una extraña inquietud y su ropa comenzaba a asfixiarlo, que suerte no llevaba puesta su gabardina. Regresó la mirada al semáforo. El apartamento de Joey se encontraba bastante cerca, un par de calles pasando la avenida principal  y justo ahora el camino se le hacía eterno y ese semáforo que se demoraba en cambiar de color. Al fin el verde apareció en el semáforo. Seto aceleró y dio vuelta en la segunda calle, se detuvo en el estacionamiento de los apartamentos y salió de su auto,  en ese preciso momento su celular comenzó a timbrar.

—     Diga. — Contestó Seto Kaiba, recargándose en la puerta de su auto.

—     Hola, soy Yugi.

Escuchar ese nombre le hizo temblar de pies a cabeza. Miró hacía los apartamentos, esperando no ser descubierto por Joey. Se esforzó en mantener su timbre frío y duro.

—     Qué tal Yugi. ¿Qué ocurre?

—     No mucho, en realidad quería confirmar el evento de la próxima semana.

—     ¡oh! — Seto no pudo evitar dejar salir ese sonido, en verdad le asombraba que la llamada de Yugi fuera por trabajo. Ciertamente se lo imaginaba como un acosador extremo y se imaginaba a sí mismo como un prófugo. — Sí, será a la hora y fecha acordada, no ha habido cambios.

—     Y — Continuó el oji-violeta, más nervioso a cada palabra. —  ¿Todavía seré el invitado clave para el proyecto 612?

—     ¡Desde luego! Sólo asegúrate de no salir de viaje para esa fecha y de mantenerlo en secreto. Te necesitamos mucho, el éxito de ese proyecto es en un 40% tú asistencia.

—     Ojalá tú me necesitarás más. — Musitó Yugi.

—     ¿Qué dijiste? — Seto escuchó perfectamente las palabras de Yugi. Ya se temía algo como esto. Y él allí afuera del apartamento de Joey mientras esta mañana su intento de ligue al fin le había funcionado ¿Qué demonios pasaba?

—     No, nada. — La voz del tricolor se quebró sin que este pudiera evitarlo. Seto permaneció en silencio. — Yo… es que…perdóname, sólo necesitaba escuchar tu voz es que yo…

Kaiba permaneció con el móvil pegado al oído, esperando a que Yugi recuperara la compostura y terminará de decir lo que las lágrimas le impedían. Se sentía extrañamente tranquilo, a pesar de que sentía cierto impulso de cubrir esa falta diciendo algo cómo “Cállate maldita sea, bien sabes que no soy tuyo y detesto esas escenas, no tengo ganas de escuchar estupideces tuyas. “  y terminar violentamente la llamada, empero, su cuerpo no se lo permitió.

—     Lo siento — Al fin declaró Yugi, esforzándose por sonar normal. — es sólo que te extraño demasiado.

—     Yugi sabes que yo…

—     ¡Sí! — Interrumpió el ojivioleta, soltando una risilla autocompasiva. — me lo has dicho ya muchas veces, lo nuestro terminó y no volveremos, yo sé que te gusta Joey y a pesar de todo nunca fuiste capaz de olvidarlo.

Justamente, como por invocación, el rubio iba saliendo de su apartamento, dirigiéndose a paso lento hacía Seto. El nerviosismo invadía ambos chicos. Por su parte Seto se sentía más incómodo, tratando los temas de su anterior relación cuando su nuevo prospecto se aproximaba a él, debía de ser el karma. No pudo evitar esbozar una sonrisa complacida al ver al rubio, una  eléctrica emoción y el incómodo silencio al teléfono lo regresó a la conversación.

—     Yugi, lamento que te sientas así.

—     No es tu culpa es que yo… cómo sea, colgaré, debes estar ocupado. ¡Dios! No debía haberte molestado.

—     No lo hiciste. — Contesto de un modo amable y hasta sonrió para sí mismo.

—     Nos veremos en el nuevo proyecto, estaré en Japón para ese entonces, tengo que ser muy profesional. — La energía regresó a la voz de Yugi. — Cuídate mucho y saluda a Joey de mi parte.

—     Gracias, igual tú. Ánimo.

La llamada finalizó y Joey continuaba parado frente a Seto, con las manos dentro de dos de los muchos bolsillos que poseía su pantalón deslavado.

—     ¿Trabajo? — Preguntó inquieto el rubio.

—     Algo así.

—     ¿Es sobre el proyecto? El que por cierto aún no termino porque alguien me obliga a salir con él.

—     Es sólo una salida. Así que sube.

Con todo el desgano del mundo Joey subió al asiento de copiloto. El nerviosismo lo carcomía y también la curiosidad sobre la llamada que Kaiba atendía. El modo en el que lo había visto sonreír era muy diferente a su siempre helada actitud de despiadado CEO. Y esa sonrisa le había encantado. Pasó su mirada inquieta por todo el auto, tratando de disimular que en realidad estaba observando a su jefe. Detuvo su mirada en los dos ojales de la camisa que estaban sin abotonar ¡Con ese look su jefe se veía tan sexy! Y el maldito lo sabía. Lo había pillado observándolo con esa mirada de borrego a medio morir. Una media sonrisa se dibujó en sus labios y fingió seguir concentrado en conducir. Joey también fingió estar mirando a través de la ventana.

Llegaron a un bar bastante cómodo, había comida y excelentes bebidas, el ambiente era realmente tranquilo.

Su orden fue tomada y el incómodo silencio se hizo presente justo después de que el camarero abandonara su mesa.

—     Y…. — Joey carraspeo un par de veces antes de continuar. — ¿La llamada que atendías cuando te encontré era sobre el proyecto o no?

—     ¿Te interesa tanto?— Inquirió Seto enarcando una ceja. 

—     Bueno— Corrigió Joey rápidamente, nervioso. No quería sonar tan obvio. — no dijiste que fuera personal así que…

—     ¿Te interesa saber exactamente con quién hablaba?

Joey se tensó de inmediato. Antes de llegar con Kaiba había escuchado el nombre de Yugi y eso le había caído como un balde de agua fría. A su mente venían escenas sobre Kaiba y Yugi abrazándose e incluso besándose. Joey se mordió el labio inferior y el oji-azul clavó con suma seriedad sus hermosos orbes azules en el rubio que seguía rehuyendo la mirada.

—     Era Yugi.

—     ¡ah! — El ojimiel no sabía en donde posar su mirada. Toda la tarde se había hecho ilusiones y ya hasta empezaba a aceptar el hecho de salir con Kaiba, pero al parecer, esto sólo era una cena de negocios. — Entonces era un poco personal. No debía preguntar.

—     ¿Por qué no?

—     Porque es personal y eso no me in….

—     Ya no es personal. — Intercepto Kaiba en seguida. Una mueca maliciosa se dibujó en su rostro mientras seguía observando los gestos de su acompañante. — Fue completamente de trabajo.

—     Pero tú no parecías ese jefe odioso que eres con todos en la oficina y además ¿qué hago aquí contigo? — Joey elevó el tono de su voz, sintiéndose molesto consigo mismo al recordar su anterior entusiasmo. — Tú tienes pareja, quizás Yugi se enfurezca

—     No creo que le moleste. — Contestó Kaiba divertido.

—     ¿Nuestra salida es por trabajo cierto? — Joey pudo sentir sus ilusiones despedazarse, de verdad esperaba que Kaiba negara completamente su relación con Yugi, de verdad esperaba que esas imágenes en su mente no existieran.

Seto estaba a punto de hablar, las cosas estaban llegando a un punto donde dejan de ser divertidas y son un terrible mal entendido, para su desgracia el mesero trajo su orden. En seguida Joey tomó la copa con agua y bebió un par de veces, desviando la mirada, ahora más que nunca deseaba salir corriendo.

—     ¿Por qué el nombre de Yugi suena tan perturbador? — Continuó Seto en cuanto el camarero volvió a retirarse.

—     Yo no…

—     ¿No lo sabes? Pues yo tampoco. Me siento como si hubiera vivido en un lugar distinto todo este tiempo. No me siento yo, actúo por inercia y no sé qué ocurre, ni tú ni yo y esto.

Joey le observó pasmado, llevaba todo el día preguntándose las mismas  cosas, muchos recuerdos, se sentía como en un sueño y lo más extraño de todo era que Seto compartía su mismo sentir. Era claro, algo había pasado y por más increíble que pareciera, tenía que decirlo.

—     Yo también me siento así. — Declaró Joey buscando su copa de vino, dio un largo sorbo hasta vaciarla. — Desde esta mañana, tengo recuerdos que más bien parecen pesadillas. Son recuerdos inconclusos, algunos dolorosos — Hizo una pausa cuando un flash de la cara de Seto mientras lo violaba aparecía en su mente, su cuerpo se estremeció. — otros placenteros — recordó el modo en el que Seto lo había  tomado por la barbilla y lo había obligado a mirarlo para después darle un dulce beso en la frente. —y todo es confuso.  A mi mente viene el recuerdo de un encuentro conmigo mismo y con dos tipos que lucen justo como tú. ¿Qué locura no?— Joey buscó la botella de vino y volvió a llenar su copa.

—     Yo tengo el mismo recuerdo, de dos personas que lucen como tú y alguien que luce como yo. — Aceptó el CEO sin saber que deducir de esta confesión. Miro hacia todos lados pensativo, finalmente tomó su copa de vino y dio un par de sorbos.

El resto de la noche continuaron hablando sobre los extraños flashbacks que tenían y como si armaran un rompecabezas lograron descifrar su viaje en el tiempo, aunque, para ese entonces, ya estaban algo pasados de copas y cualquier conclusión sonaba jodidamente genial.

Salieron del bar, Joey obviamente más afectado de Seto y como pudieron regresaron al apartamento de Joey. Seto tenía una buena recuperación respecto a su ingesta de alcohol, ya que al llegar al apartamento se veía mil veces mejor que Joey que seguía diciendo cosas y riéndose sólo.  Kaiba llevó cargando a Joey hasta su habitación, lo dejó caer en la cama y se recostó unos segundos con él, esperando a que pasara el repentino mareo que lo atacaba.

Joey se sintió bastante travieso, y antes de que Seto se incorporara por completo para abandonar la habitación, lo  rodeo con sus brazos posesivamente, colgándose literalmente de él.

—     No te vayas aún. — Suplicó el rubio el tono divertido. — ¿Y si otra vez viajamos en el tiempo?

Seto lo miró atónito, la cercanía de sus cuerpos era muy peligrosa y más sí  llevaban alcohol en las venas. Incorporó a Joey y se deshizo de sus brazos que por cierto parecían espagueti derritiéndose por todo su cuerpo. Después agregó con una sonrisa de superioridad.

—     ¿De verdad quieres que me quede?

—     ¡Sí! Anda…— Susurró como metía sus manos debajo de la camisa de Kaiba.

El ojiazul detuvo las manos de Joey y lo obligó a ponerse de pie. Lo abrazó. Tuvo que hacer un esfuerzo inmenso para poner sus ideas en orden mientras el tibio y ansioso cuerpo del rubio se estremecía entre sus brazos.  

—     ¿Y si mañana despertamos en un mundo alterno? — Declaró al fin Kaiba con voz ronca en el oído de Joey. — ¿Serías más feliz en otro universo?

Aquellas palabras, ese tono, el modo en el que el silencio parecía potenciar sus latidos y su cuerpo entre los brazos de Seto no le permitían a Joey concentrarse ni siquiera un poco. Las manos de Seto comenzaron a acariciarle el cabello lentamente, mientras esperaba una respuesta a su anterior cuestionamiento.

—     No quiero ni siquiera dejar de estar ebrio en este momento. No quiero cambiar de mundo, quiero que todo se quede tal como está. — Declaró el rubio en un gemido, mirando con deseo los labios del oji-azul.

—     Yo también quiero que este sea el universo sea el indicado.

Sus labios estuvieron a milímetros de unirse. El pulso de Joey se aceleró y cerró sus ojos con fuerza, dudando sobre el lugar en el que debía poner sus manos.

Seto suspiró y le acarició la mejilla antes de alejarse por completo. “Aún no lo merezco. Todavía queda mucho tiempo para sanar. “Pensó para sí mismo.  

La puerta del apartamento se cerró y los ojos de Joey se abrieron. Corrió a pegarse en la ventana. Vio el auto de su jefe alejarse.

—     No sé en qué estaba pensando. — Dijo el rubio sintiéndose estúpido por haber sido abandonado de ese modo. —  Pero sí sé lo que tú estabas pensando y la próxima vez te diré que ya te perdone, porque yo juré que sí tenía otra oportunidad contigo la tomaría y no te dejaría ir.

Joey suspiró cansadamente, no importaba realmente. Acarició sus labios antes de sacarse la ropa y meterse en la cama. Mañana tendría que enfrentarse a la resaca y a Seto Kaiba, no sabía cuál de las dos podía ser peor pero sí sabía que  necesitaría todas sus energías para ello.

FIN. 

Notas finales:

Y ahora sí ¿Qué tal?? les gustó?? ¿si? ¿No? porq? si me esforcé XD hahaha ok si he de decir que estaba muy inspirada para éste capitulo :3 En la proxima, que de verdad espero sea pronto, les traere el capitulo final con Seto y Joey esposos que al parecer el mundo se les jodió ahora que lograron recuperar a Mokuba ¿Será que su destino es vivir el uno sin el otro? Descubran que pasará ahora que Joey despierte y compruebe sus sospechas. 

Nos leemos!! Cuidense! besitos!! y mil gracias por continuar leyendo, animandome y apoyandome en todo. Se que me he tardado milenios pero bueno, aquí sigo por que me encanta este fic y ustedes me animan a seguir compartiendo esta idea. 

Byebye!!!


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