Dulce malestar
-no – se negaba nuevamente el profesor al escuchar la petición del menor
-pero… Hiroki-san, piense en su salud – decía con suplica el menor – Nowaki-san debe de saber que tiene, sabe que él lo quiere y debe de decírselo
En momentos como estos, se planteaba seriamente si el chico no era hijo de su Nowaki, aunque su pensamiento se borraba al recordar que de ser así el doctor debería de tener como 4 o 3 años de edad (cuestión ilógica e imposible hasta donde tenía entendido)
-Si te hace sentir mejor, solo es una acumulación de estrés – intento zafarse por algún medio., posiblemente el menor le creería
-bueno… - contesto no muy seguro de lo que decía el profesor - pero, prométame que va a descansar, si no tiene trabajo no haga nada mas, yo me encargo de los deberes de la casa
Como negarse a esos azulados ojos, acepto de mala gana, dirigiéndose al cuarto que compartía con su amante (pues la habitación del joven medico la ocupaba el menor) decidió acomodarse y dormir un poco, quien sabe, dicen que la almohada es buena consejera.
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Mientras tanto, Hotaru compraba un ramo de claveles rojos, estaba nervioso… le pediría a Ritsu que saliera con él, buena tal vez no como una cita de pareja, aunque valía la pena arriesgarse un poco con el… bueno eso quería pensar, ya que últimamente el castaño ah estado de mal humor por culpa de su jefe. Como le caía mal ese sujeto, ese hombre que se atrevía a gritarle a su amado que hiciera esto y lo otro, lo peor era que le reclamaba lo que hacía mal… por dios, que tipo más desagradable.
No podía quejarse, el era un repartidor ahora y solo debía de entregar los pedidos, cartas, manuscritos y demás cosas que le parecían aburridas.
Llego con el ramo al departamento de mayor, si preguntaba el por qué le entregaba flores, le diría que era para que su casa se viera más alegre y porque….am… bueno no sabía que otra razón le daría al de ojos verdes, pero valía la pena que con la primera razón bastara, no era su fuerte el estar explicando sus acciones a todo el mundo.
Toco el timbre y espero a que el editor le abriera, según le había dicho Isaka, el joven Onodera tenía el día libre, ya que el director había establecido un nuevo régimen por culpa de la bacteria (o por las hormonas alteradas que tenia).
Seguía esperando hasta que abrieron la puerta del departamento, se sintió nervioso y agacho la vista, no podría verlo a los ojos… que vergüenza, sentía como su corazón se aceleraba.
-Yo… le tra-traje es-estas flores en forma de mi aprecio hacia u-usted – extendió el ramo de claveles hacia la persona que estaba del otro lado de la puerta, pero le sorprendió la voz que le contesto
- no sabía que me respetaras mocoso – ese tono altanero le hiso levantar la cabeza para ver a la persona que tenía en frente
-Disculpe, pensé que este era el departamento de Ritsu-san, me parece que cometí un ERROR – recalco la palabra para dar a entender el cómo lo veía, el editor en jefe lo vio con una sonrisa que (según Hotaru) le decía “pues mira como me importa mocoso”.
Si existía algo que en verdad hacia que el joven Usami le molestara más que el intentaran controlar su forma de ser, era aquella que se metía con lo que el aprecia. En este caso, aquel sujeto se metía con Misaki y Ritsu, su padre y su amado…estaba pensando seriamente en plantarle un golpe en la cara, cuando escucho la voz del castaño que lo dejo cautivado.
-¡Ta-takano-san!... no moleste a Hotaru de esa forma – su castaño había salido a defenderlo… bueno en un momento eso se veía raro, debería ser al revés… “un segundo” pensaba el menor.
-¿Qué hace Takano aquí?... y si no es el departamento de Ritsu-san… ¿Por qué esta aquí? – aquellos pensamientos golpeaban la mente de Hotaru.
Suspiro, le entrego las flores a Ritsu, bajo la mirada burlona de Masamune, posiblemente encontraba divertido el ver como un hombre le da flores a otro hombre. Pero la verdad es que… le causaba gracia que aquel joven que lo retaba se viera tan dócil al estar con Onodera Ritsu.
-R-Ritsu-san… le gustaría salir conmigo el sábado en la noche – Tenia esperanza en recibir una contestación positiva por parte del mayor.
-eh… claro – le sonrió al menor, sin saber las verdaderas intenciones de su propuesta.
Si bien entre ambos existía un lazo de confianza establecido por sus pláticas y por la forma respetuosa del menor hacia el (cosa que no había recibido desde que comenzó su trabajo de editor de manga) le parecía que en el joven de pelo plateado podría encontrar un buen amigo.
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Hospital central, área de análisis clínicos
La doctora Mishiro revisaba los resultados de los análisis que había hecho a unos de sus pacientes, se detuvo a leer 2 de los que le llamaba más la atención.
KISA SHOUTA
DE ACUERDO CON LOS ANALISIS REALIZADOS SE PRESENTA LA BACTERIA M-PREG DE FORMA POSITIVA (5 semanas)
TAKATSUKI SHINOBU
DE ACUERDO CON LOS ANALISIS REALIZADOS SE PRESENTA LA BACTERIA M-PREG DE FORMA POSITIVA (3 semanas)
-un hombre maduro y un joven que apenas cumple la mayoría de edad – veía con curiosidad los resultados que tenía en frente de ella, sabía que tendría que lidiar con los embarazos masculinos, pero no tenía idea que le llegarían casos como estos. Si bien no existía queja sobre el nuevo trabajo que tendría en quirófano, el ver a hombre mayores y menores que quedaban en cinta le hacia un nudo en la garganta.
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Hotaru regresaba a su casa después de haber visitado a su amado, cuando estaba por abrir la puerta escucho como se rompía en pedazos algún objeto de vidrio, su mente empezó a crear ideas de los diferentes tipos de situaciones en las que cada una se ve a su querido padre-madre en peligro.
Sin pensarlo dos veces abre la puerta de forma silenciosa, quien sea la persona que osó meterse a su hogar lo pagaría caro, con sigilo fue hacia el lugar de donde provenía el ruido… la cocina. Al llegar a la puerto sus ver lo que ocurría sus ojos se abrieron lo más que podían, salió corriendo de ahí cerrando la puerta de golpe.
20 minutos antes de que llegara Hotaru
Misaki se encontraba picando una manzana, pues el escritor debía de comer más frutas, debido a que este pareceré un niño al que debes de estar tras él para que haga lo que tiene que hacer. Debido a esto, se encontraba rebanando la manzana.
Si bien el escritor no quería manzana, quería recargarse de Misaki, ¡¿qué mejor vitamina que las misakilinas?! Ninguna, y el que no las conoce pues que la lástima, pero el ya era un adicto dependiente de esta vitamina inventada y descubierta por él.
Sin pensarlo una segunda vez, el escritor se levanto del sillón y fue directo a consumir su producto, pues al ver que el menor dejaba los trozos de manzana en un plato de vidrio y se disponía a lavar el cuchillo y tabla utilizados, son la agilidad de un felino tomo desprevenido al menor, pasando sus manos por la cintura y besando su cuello obtendría su tan ansiada y necesitada dosis de Misaki.
-¡¿Usa-usagi-san que…?! – las palabras del menor murieron en la boca del escritor, pues que es mas erótico que empezar sorpresivamente una relación sexual con tu pareja… hacerlo en la cocina cuando tu pareja menos se lo espere… si eso encendería la llama de la pareja
Tiempo Actual
Hotaru había bajado hasta el estacionamiento donde se quedo sentado en las escaleras, no podía creer que el viera como sus padres hacían… “eso”… que trauma, como su deber de hermano mayor, tenia que proteger los inocentes ojos de su hermano menor… solo esperaba que llegara por el estacionamiento.