Propuesta Problemática
8 am
Todo se encontraba listo, la casa recogida, algunos arreglos florales sencillos pero hermosos, el simple pero con ese toque fino que da la elegancia. La “reunión” de ese día aún era un secreto, pues aunque sabía que el número de personas vendrían no estaba tan seguro de que tipo de personas serian. Misaki junto con Akemi y Hotaru se encontraban terminando el elaborado postre.
-se puede saber ¿Por qué hicimos macarrons y pastel? – pregunto Hotaru al sacar una bandeja de macarrons con forma de osos.
-porque está nervioso y Aki-nii no le dijo quien vendría – Akemi esparcía betún sobre los pasteles que tenían en la barra, mientras Misaki preparaba en ganash para los macarrons.
-Oigan, tenemos que apresurarnos y acabar – les decía Misaki mientras vertía la mescla en una manga pastelera para comenzar a unir los macarrons
-si mamá – contestaron ambos por costumbre más que por querer molestar al castaño mayor.
2 pm
Aún faltaban dos horas para que empezaran a llegar los invitados, pero cierto castaño ya estaba al punto del colapso ¿la razón?... su hermano vendría junto con Manami y Mahiro.
El par de hermanos veían como Misaki se pasaba de un lado a otro mientras amarraba la corbata de su traje, aunque no sabían exactamente cuál era la apuración del castaño, no podían evitar sentir pena por sus preocupaciones, y el sentimiento de malestar por algo que no sabían exactamente.
-hermano, me siento muy informal a comparación de él – decía Akemi mientras veía fijamente al castaño, pues si bien su atuendo daba un toque casual y de elegancia al escoger un suéter de cuello “v” de color azul claro, una camisa de cuello blanca y unos pantalones de mezclilla negros.
-no, es él quien exagero al ponerse eso – señalo el de pelo plateado, quien vestía un pantalón de mezclilla oscuro y una camisa roja de cuello de tortuga de manga larga.
-¿eso crees? – lo miro con un toque de curiosidad
-no lo creo, es la realidad, ni Aki-nii esta tan trajeado – señalo al escritor que bajaba, vestía un pantalón negro, una camisa blanca de cuello de tortuga.
-Misaki, creo que deberías de cambiarte, a menos que quieras que te ayude en eso – con una sonrisa comenzó a quitarle la corbata.
Misaki invadido por la vergüenza, se fue corriendo a su habitación dando uno que otro ligero tropezón en las escaleras. El par de hermanos vieron la escena con algo de gracia y añoranza, aunque esto paso desapercibido para el escritor quien solo se dedicaba a ver al castaño de ojos verdes.
4 pm
Misaki se encontraba un poco más tranquilo, después de una plática con Hotaru y Akemi, se dio cuenta que al menos tres personas que conocía vendrían a la reunión por tener cierto parentesco con los amigos de Usagi.
Esperaba a que tocaran la puerta en cualquier momento, ahora vestido un poco más “acorde” a la ocasión, con un pantalón de mezclilla azul, una camisa verde con cuello y de manga larga y un chaleco café de cuello “V”.
El timbre sonó anunciando la llegada de algún o algunos invitados, el castaño se levantó para abrir la puerta, pero el menor de ojos lilas se le adelanto. Hotaru abrió la puerta solo para ser víctima de un fuere abrazo que acabo con derribarlo.
-Hello my love! - grito aun estando arriba del peli plateado.
-pesas Chusei – dijo soltando un pequeño bufido, el impacto al caer no fue tan fuerte, puede que la costumbre o simplemente ya sabía cómo caer para evitar lastimarse.
-que cruel eres conmigo – contesto sentándose sobre el estómago del Usami.
-no es mi culpa que sea verdad…- dijo mientras se levantaba lo suficiente para poder sentarse aun con Chusei arriba de él.
-Hotaru-kun, es bueno verte – decía otra voz que aún no pasaba, más que nada porque ambos jóvenes estorbaban el paso.
-Ah… profesor Miyagi, lo siento – se movió lentamente, dejando espacio suficiente para que puedan pasar – por favor pase, y lamento el quedarme así… pero ALGUIEN no me deja.
-Descuida, se cómo es este mocoso – el rostro del mayor se veía despreocupado y acostumbrado a la situación.
-se nota realmente su parentesco – otra voz, una más aguda, pero no tanto como para que fuese confundida con la de una mujer.
Misaki se fijó en el trio que acababa de entrar, no variaba mucho la vestimenta que tenían a la que usaba en ese momento, una combinación de lo casual y lo formal, el profesor llevaba un pantalón negro, una camisa de botones azul marino de manga larga; Chusei venia más casual con pantalones de mezclilla, una camisa morada y un suéter ligero de un tono lila; mientras que el chico de pelo rubio cenizo llevaba puesto un pantalón de mezclilla negro, una camisa de botones color celeste y un chaleco gris. No sabía qué hacer, pues aunque aún se encontraba algo nervioso se acercó para invitarlos a tomar asiento.
Un poco incómodo, aun no sabía qué relación tenía el escritor con el profesor, tenía la leve sospecha, de seguro era quien le daba la información de lo que hacía en la universidad, lo descarto por completo, eso lo hacia Hotaru.
-Eh… Takahashi-kun, ¿esta Usami-sensei? – el profesor fue quien rompió el silencio, estaba incomodo, no sabía exactamente porque lo miraba tan fijamente el castaño, puede que sea porque no esperaba verlo o por Shinobu quien se aferraba a su brazo
-ah… eh si, voy a decirle que llegaron – se dirijio directamente al estudio, sin embargo pensó que le debía una disculpa al mayor por verlo tan fijamente, pero no importaba ya después lo arreglaría.
Hotaru comenzó a sacar conversación para aminorar el ambiente un tanto pesado que dejo el de ojos verdes. No tardó mucho en volverse a escuchar el timbre, esta vez abrió Akemi, ya que era el más cercano y sinceramente no sabía de qué hablaban.
-Oh, Kamijou-sensei, Kusama-san que bueno que llegan, hola Sora-kun – saludo apenas abrió la puerta, sabía que el mayor de ojos azules no dejaría venir solo al castaño, dada ya su condición – por favor pasen y tomen asiento
-buenas tardes –saludo Nowaki y Hiroki solo asintió en forma de saludo.
-Hola Akemi – bien aún seguía un poco nervioso, ya que no sabía cómo actuar después de enterarse de su calificación de literatura universal, ya que sabía que ahí estaría el profesor Miyagi.
El escritor bajaba junto con Misaki, vio a la pareja egoísta entrar y a la terrorista en la sala, saludo y se dispuso a invitarlos a la mesa cuando el sonido del timbre volvió a oírse. Hotaru y Akemi se encargaron de llevar a los invitados a la mesa
-debe ser Takahiro – Akihiko con un tono de voz suave se dirigió a su pareja – voy a abrir, ve con Akemi y Hotaru y empiecen a poner todo… Misaki, lo de hoy es para poder decirle a Takahiro lo de nosotros
-¿¡Que?! – se alteró, no esperaba eso… o más bien no quería saber que ese era el motivo.
-con la situación actual, lo más seguro es que también quedes en cinta… y si es así quiero estar a tu lado – le dijo mientras revolvía con su mano las hebras castañas del menor.
-… - Misaki no sabía que decir, había olvidado por completo la bacteria – está bien, pero… no se lo digas apenas lo veas – y sin más se fue para la cocina.
Ya con la aprobación del menor, Akihiko se dirigió a la puerta para abrir y encontrarse con el hermano mayor de su pareja, Manami, la esposa de Takahiro, y el pequeño Mahiro
Extra: Cumpleaños.
Una de las preguntas que puede sacarte de un apuro cuando conoces a alguien, es preguntar por su fecha de nacimiento, algo casual y cómodo, así el otro te regresa la pregunta y ya después surgen más temas de conversación.
Akemi, se encontraba en su habitación… veía el calendario que tenía en la pared, tomo un marcador y empezó su búsqueda de fechas.
-mmm… Chusei-kun es de abril y Sora-kun es de Julio – escribió en uno de los cuadros que tenía los días del mes el nombre de sus amigos – Hiroto y Ryo-san son de enero, regreso al principio y marco las fechas de ambos, después hizo un cambio hasta la última hoja del almanaque – y nosotros somos de Diciembre