Procesó
Después de la reunión en la residencia del escritor Usami Akihiko las cosas se calmaron un poco, las llamadas de Takahiro siempre fueron direccion dirigidas al escritor para saber sobre el estado de su hermano, ahora solo saludaba al escritor y pedía hablar con el menor.
Por otro lado la situación de las parejas con bebé en camino también se vería complicada con los cambios hormonales que les vendrían en los próximos meses, sin contar con alguno que otro problema que trae.
Segundo mes
Hiroki
Después de haber pasado con la noticia de ser "padre" y que su pareja estuviera al cien por ciento convencida de estar en todo el embarazo juntos. Ahora solo se concentraba en ver cómo tendrían que adecuar sus horarios para no dejar al pequeño o pequeña sin alguno de sus progenitores.
Hasta ahora sólo tenía en mente pedir un permiso para ausentarse durante los últimos meses de gestación y algún tiempo más mientras su bebé crecía lo suficiente como para dejarlo con una niñera o guardería.
Shinobu
Después de el casi infarto que le dio a su padre por las noticias recibidas le dio a entender que tendría que cuidarse un poco más de ahora en adelante. Para comenzar tendría que aprender a cocinar cosas un poco más nutritivas y que le ayudaran al desarrollo de su embarazo.
Sus planes era adelantar todas las materias posibles para así tomar un año sabático para dedicarlo a su bebé y a su pareja. Si bien podía empezar por ver que tantas materias podria meter en los cursos de verano y con cuantas materias podría hacerse el siguiente semestre.
Tercer mes
Si había alguien que tenía que lidiar con dos embarazados ese era el profesor de literatura Miyagi, si bien no le molestaba mucho el tener que comer menos de aquel repollo medio quemado y medio crudo, pero dárselo al castaño profesor era como cavar tres tumbas, una para el castaño si llegaba a enfermarse por consumir alimentos de dudosa procedencia, otra para él porque si Shinobu se enterara de esto lo mataría por dárselo a otra persona lo que él preparó con tanto amor y esmero para él y la tercera por si lograba sobrevivir a Shinobu, era casi seguro que la pareja de Hiroki lo mataría por envenenar a su novio y a su futuro hijo.
Era eso o soportar el enojo de kamijou por no querer darle algo que de seguro le haría daño. Difícil decisión, darle lo que pedía y atenerse a cualquier escenario creado por su imaginación o bien decirle que no y tener el lindo tatuaje en su cara de un diccionario.
-My honney no creo que sea bueno para tu salud el que te comas mi almuerzo - intentó negociar con el castaño.
-no es como que me encante, pero siempre que veo su almuerzo siento que debo de comer lo, posiblemente solo se me antoja el repollo - ambos lo sabían que aquello acabaría mal, pues no era la primera vez que Kamijou le pedía el repollo de su almuerzo y tampoco sería la primera que el profesor tendría que ayudar al castaño después de que vomitara hasta la cena después de ingerirlo.
-no debo de dartelo, pero se que es malo dejar a una persona embarazada con el antojo…- se decía mientras miraba la caja de bento.
Afortunadamente un alumno toco la puerta, interrumpiendo y dando más tiempo al de pelo negro de pensar en que debería de pensar sobre esta situación. El castaño de ojos verdes, venía con regularidad para resolver algunas de sus dudas y para ver como estaba el profesor castaño, ya que el escritor le pidió de favor que fuera de vez en cuando a saber como estaba.
-Misaki, pasa ¿que se te ofrece? - Miyagi fue quien abrió la puerta, mientras sostenía su caja de almuerzo.
-Profesor Kamijou, Kusama-kun me pidió que le llevara su almuerzo - le dijo mostrándole una caja de almuerzo color cafe
- ¿por qué no vino el? - pregunto el castaño mayor.
-dijo que no quería que los demás pensaran que estaba intentado sobornarlo o algo parecido- aunque aquello era un tanto cierto la verdadera razón era que Sora no quería ver al otro profesor pues aun le daba algo de vergüenza y un poco de miedo de ver al profesor Miyagi por lo sucedido hace unos días con su último examen.
Cuarto Mes
Shinobu empezaba a ver cómo su estómago se veia mas grande, poco a poco noto el cambio que tenía, se puso de lado frente al espejo, la curva que se formaba parecia mas a que había engordado a que tuviera a un pequeño ser.
Las camisas amplias que tenía ya casi las sentía apretadas, puesto que solo eran una talla más grande, se sentía incómodo, molesto y un tanto observado. Aunque eso no era de todo lo que más le molestaba era que su pareja se le quedara viendo a su estómago, es decir, ¿que le pasaba? si tenia algun problema que se lo diga, a menos que…
-...piensa que estoy gordo - y ahí como una adolescente se colgaba del teléfono para hablar con su amigo .
-¿te lo ha dicho? - pregunto el pelinegro del otro lado de la línea
-no, pero si no es eso, ¿por que mas se me quedaría viendo tan fijamente? - intranquilo se movía en el sillón tratando de acomodarse.
-no, ¿crees que me conteste la verdad? - y a si continuo por otras dos horas para después despedirse de Shouta al ver llegar al profesor.
Miyagi estaba cansado, al final tuvo que sacrificarse a comer el delicioso almuerzo del castaño profesor para después estar sobando su espalda cuando Hiroki decidió que el excusado sería su mejor amigo aquella tarde después de dar clases.
-Miyagi, tengo que preguntarte algo - se levantó del sillón y vio como el profesor se quitaba los zapatos y colgaba su saco en el perchero.
-¿que pasa? - estaba cansado y esperaba que cualquier cosa que quisiera su terrorista fuera sencilla o fácil.
-¿me veo gordo? - pregunto seriamente mientras ponía sus manos en su cintura
-eh.... no - dijo mientras veia como un libro de cocina se dirigía a su persona.
-¡Mentiroso! - En definitiva, quien estaba en una situación difícil era el profesor Miyagi, ya que si no tenía que estar evitando a un castaño para que dejara su almuerzo, siempre contaría con su terrorista que tendría algo por lo cual discutirle hasta que creyera en su palabra.