Nacimiento
1 pm
Por obra divina el parto ya estaba comenzando.
Shinobu se aferraba del brazo del profesor, casi al grado de dejarlo morado, estaba soportando todo lo que podía con el dolor de las contracciones, intentaba respirar como le habían dicho en las prácticas que ofrecía el hospital. Miyagi también se sentía nervioso y preocupado, veía como le dolía a su pareja, lo sentía... en su brazo, aun le costaba saber cómo su pequeño posee tanta fuerza.
-Miy-yagi me duele - le decía mientras volvía a apretarlo a ejercer más presión sobre el brazo y ligeras lágrimas salían de sus ojos.
-todo va estara bien - beso la frente del menor, aunque sentía su brazo algo hinchado y adolorido, no se quejaria porque sabía que su dolor no era nada a comparacion de lo que sentía Shinobu.
Por otro lado, el castaño profesor se encontraba en una situación igual solo que él no se conformaba con solo apretar el brazo de su pareja, sino que además le gritaba varias amenazas por el dolor que sentía.
-te juro que no me vuelves a tocar en toda tu maldita vida - el dolor lo ponía en una situación que lo alteraba más y sus nervios se crisparon.
Sala de espera
Mientras la pareja romántica salió por algo de comer (ya que el escritor se rehusaba a comprar comida de hospital), los chicos se quedaban apostando sobre dos cuestiones realmente importantes...o eso era para ellos.
- es más que obvio que Nowaki-san saldrá con más golpes que sensei - Hotaru se encontraba al lado de sora, quien asintió en acuerdo con el usami.
-claro que no, oto-san saldrá peor que Nowa-san - Chusei, de una forma, respaldaba la fuerza de su progenitor.
- Chusei-kun tiene razón, Shinobu-san es muy fuerte- con aquel comentario Akemi se volvió parte del lado del de pelo negro.
-Igual creo que olvidan que Hiroki-ojisan acaba de amenazar al padre de Sora - recalco el de pelo plateado.
-ya lo veremos, cuando salga mi padre y el de sora, veremos cual de los dos quedó más golpeado, si ustedes ganan Akemi y yo haremos lo que quieran en una semana… si nosotros ganamos harán lo que queramos - sonrió confiado - ¿Aceptan?
-Oi...chu-chan no creo que… - sora intentó impedirlo.
-Claro que aceptamos - Hotaru sonrió de lado, sentía la victoria.
-hotaru… - el tono de shock del de ojos azules lo hizo poner blanco, no quería apostar, pero ya era muy tarde...ambos se estaban dando la mano en forma de sellar el trato; volteo a ver al menor de los Usami -tu…¿estas en acuerdo con todo esto?
-por mi no hay problema…- mostro una sonrisa que calificaría como adorable, pero el brillo en los ojos le daban el mismo toque que a su hermano- porque Chusei-kun y yo vamos a ganarles-
Sora suspiro, aunque él se negara a no participar, su novio igual ya estaba enojado por insinuar que su padre era mucho más fuerte que el suyo, lo que es ponerse en su contra. Realmente no le gustaba las apuestas, pero… ahora no podía perder, sabía que si su novio y Akemi ganaban, se irían directamente en contra del de ojos morados, en cambio si perdían, el primero en pedir seria Hotaru y se haría cargo de fastidiar a su pareja.... en ambos casos saldría perdiendo.
Una hora después, comenzaron a ver más movimiento en el área de Urgencias, los chicos solo veían a al personal médico ir y venir, entrando con algunas cosas. Cuando Misaki y Akihiko regresaron vieron a una de las enfermeras acercarse.
-Familiares de Miyagi Yoh - pregunto y al ver como Chusei se acercaba decidió informarle lo ocurrido - El señor Miyagi se encuentra en el consultorio 202, dado que a mitad del parto comenzó a sentirse mareado y tiene una herida un tanto superficial en el brazo producto de múltiples rasguños, además de tenerlo un poco inflamado por la presión que ejercieron en él , aunque recibió un golpe en la cabeza no tiene contusiones.
-oh - Chusei estaba preocupado, pero volteo a ver con un poco de altanería a su mejor amigo, por ahora ya tenía ventaja.
-Algún familiar de Kusama Nowaki - la enfermera parecía más preocupada al leer rápidamente el informe.
-s-soy yo - Sora se acercó, este era algo que de verdad no queria oir, si su padre estaba en peor estado le dolería y si no….también pero sentía un alivio al ver que no esta tan dañado.
-tiene varios moretones en los brazos, la muñeca izquierda con indicio de fractura, un leve corte en la frente… y una desviación del tabique - acabo de leer sólo para encontrarse con una escena un tanto extraña, el chico que tenía enfrente con la boca abierta cual pez, con el primer chico con un aura deprimente y otro castaño sobando su espalda, pero la cereza era ver al menor de pelo plateado con un sonrisa.
-disculpe, podría decirnos el estado de los… de Kamijou Hiroki, de Takatsuki Shinobu y sobre los bebés - Misaki se acercó a preguntar, estaba preocupado al igual que el escritor.
-mmm… Kamijou-san, están regularizando sus signos, al finalizar la cesárea tuvo una baja de azúcar - informo, pero al ver la cara del de ojos verdes le aclaro - no es tan grave, fue a tiempo y pronto pasará a piso, el pequeño Ryonosuke es un niño muy sano, peso de 3 kilos con 500 gramos.
-¿y shinobu-kun?
-a el ya lo están trasladando a piso, la anestesia lo tiene dormido en cuanto despierte lo pueden pasar a ver, en cuanto al bebé… - dio una breve pausa para cambiar de hoja en su tabla - el pequeño Hiroto se encuentra en buenas condiciones, aunque tiene un peso 2 kilos 900 gramos, pero podrá ganar el peso necesario con el complemento alimenticio que se le recetó...
Alivio, eso era lo que sentían al escuchar que lis cuatro se encontraban estables.
3:00pm
Habitación 234
Llevaba poco despierto alrededor de unos 5 o 10 minutos. El castaño profesor secencontraba tocando su abdomen, era extraño no recibir una respuesta y ver que estaba plano, de un modo se sentía vacío.
El ruido de la puerta lo hizo querer levantarse, pero una punzada le recordó que era mejor seguir acostado. No lo diría en voz alta, pero aquello lo dejó peor que cuando empezó a practicar kendo.
-hiro-san...¿podamos pasar? - Vio una cabellera azul asomarse por el marco de la puerta junto a una castaña escondida tras la primera.
-solo en ren y ya - intentó sonar molesto, pero una leve risa salió de sus labios, no lo negaba la actitud de ese par le causaba un poco de risa.
Habitación 235
Shinobu despertó y lo primero que vio fue a su pareja mirarle con algo de reproche.
-¿que?-no lo entendía, se supone que esta es la parte en la que lo besa y le agradece por Hiroto...
-shinobu-chin es injusto, no mencionaste ese nombre para nuestro hijo - aunque estaba molesto, no podía negar que le gustó la elección del nombre.
-no dejabas de hablar con kamijou, así que pensé que te gustaría el nombre de Hiroto - no diría "sentí celos de que nombrabas tanto hiro-chan o hi-chan que mejor le puse un nombre similar" no eso se escuchaba peor.
-si me gusta, pero me hubiese gustado saberlo antes por ti, que por la enfermera que me lo presento - se acercó para besarlo, podría estar un poco molesto por no saber nada del nombre, pero su felicidad era grande al ver que ambos estaban bien., si bien el pèso de Hiroto era bajo a comparación del promedio, no estaba en peligro y podría ganarlo fácilmente.
El nacimiento de un bebé siempre será uno de los momentos más hermosos de la naturaleza y eso, ambas parejas lo experimentarán, aunque en los próximos meses se mueran por dormir y las tazas de café no sean suficientes para mantenerlos en pie.
Extra- Los antojos de Kisa
El editor en jefe se encontraba incómodo al sentir la mirada de uno de sus trabajadores, no mentiría pero por culpa de eso no podía darle un mordisco a uno de los mochis que “amablemente” el editor de ojos verdes le dio en la mañana.
-¿se te ofrece algo Kisa? - pregunto un poco molesto, no lo negaría, la mirada que le daba el mayor le hacía sentir un tanto incómodo y molesto.
-eh… me preguntaba si… ¿me podria dar uno?- señaló la caja de los mochis - es que… se me antojo.
Lo pensó un momento, olvidó un poco el hecho de que era la cuarta vez en la semana que Kisa le pedía algo de lo que el comia, posiblemente eran casualidades y no le dio tanta importancia. Le tendió la caja para que el otro pueda agarrar uno.
-Takano-san… ¿cree que es mucha molestia si le pido el que trae en la mano? - dijo un tanto avergonzado, pero ninguno se le antojaba como el que tenía su jefe entre sus dedos.
Un poco sorprendido por la confesión, pero extrañado porque el veía los mochis iguales, sin mucho en qué pensar le dio el que tenía en la mano, para ver la sonrisa agradecida y escuchar un “muchas gracias”. Definitivamente un embarazo era complicado y los antojos lo eran más, por una vez Takano Masamune se puso a pensar en todo lo que tenia que hacer la pareja del editor por esos antojos tan específicos.