Tercer Mes (y Primero de Gestación)
Las cosas volvían a la “normalidad” en la casa del escritor Usami Akihiko, el pequeño Mahiro ya estaba en casa de sus padres, los cuales lo recibieron gustosos de tener a su hijo después de un largo tiempo (casi 2 meses), aunque se sorprendieron mucho al verlo llorar por separarse del de ojos violeta menor, quien reía nervioso por eso diciendo “esta bien….” o “despues nos veremos Mahi-chan” mientras que el infante lloraba un poco.
La vida volvía tal y como estaba antes… o eso pensaban, ya que en las últimas semanas el castaño se notaba diferente, era un cambio leve pero que uno podría notar si lo veía con un poco de atención notabas un brillo en los ojos verdosos que este poseía. El escritor lo notaba, su pequeño estaba más radiante y provocativo que antes, no se quejaba pero le molestaba que no fuese el único en notarlo.
Especial 1: Ser un bebé (primera parte)
Universidad M
Las clases seguían su curso… o a medias, ya que el profesor de Literatura Antigua tenía un pequeño visitante que robaba la atención de sus alumnos, Hiroto... un ser rubio y con grandes ojos de un tono azul grisáceo, la piel de un tono claro y las mejillas rosadas, de complexión pequeña y gordita, balbuceaba varias cosas como si la plática que daba fuera la más. Varios lo veían curiosos o encantados de tenerlo, otro simplemente pasaban la escena de largo y se ponían a corregir o a realizar alguno que otro trabajo pendiente.
-Sensei, su hijo es realmente adorable - dijo una de sus alumnas al ver como el menor creaba una burbuja de baba y se reía al reventarla.
-tiene un color de ojos preciosos - las chicas y algunos chicos se acercaban a ver como el menor se ponía a jugar con su sonaja… sin saber las verdaderas intenciones del bebé.
-ilusos… mami dijo que tengo que cuidar de papi porque ya esta muy grande y a veces no sabe lo que pasa- los pensamientos del menor eran realmente raros para su edad, pero la culpa la tenía “la madre” al decirle desde que estaba en gestación que su padre era solo de ellos y tenían que cuidarlo mucho de las demás personas.
Por otro lado, las clases con el Demonio de Literatura era un cantar similar, solo que en este el complejo de celos era por parte del profesor Kamijou, quien trajo a su hijo para dejar descansar bien que su pareja para su turno Nocturno. Sus alumnos soltaron un suspiro o una exclamación de ternura al oír cualquier tipo de sonido que provenga de Ryonosuke. Cada vez que explicaba algún punto del tema el pequeño de ojos azules y pelo negro soltaba un grito para llamar su atención, el volteaba a verlo y luego seguía con su clase, no tuvo que lanzar algún libro, sus alumnos le ponen la atención y en ocasiones solo volteaba a ver como el pequeño movía las manos en busca de que su progenitor le cargará, cosa que logro e imposibilitó que lanzara algún libro al que osara distraerse.
-Amo estar con mami… siempre esta calientita y huele rico - pensó el menor al acomodarse entre los brazos del castaño. Aunque era más “inocente”, el sabia perfectamente que su “mami” era solo de él y de papá, aunque a veces se lo prestaba también al castaño de ojos azules que lo cuidaba.
Especial 2: Felicidades Chusei
El pelinegro (de en aquel entonces 8 años) se encontraba dormido aquel dia, 24 de Abril, la puerta de su habitación se había dando pase a un pelinegro mayor que llegó hasta su cama para poder despertarle de forma suave.
-Chusei… ya amaneció - lo tomó del hombro para moverlo un poco y así levantarle.
-no quiero… - se movió de forma en la que diera a entender que estaba agusto acostado.
-entonces no quieres ni regalos, ni pastel, ¿cierto? - sonrió divertido mientras veía como su hijo se paraba de golpe con una sonrisa.
-¿pastel? - p`regunto feliz y sin evitar ensanchar más su sonrisa al ver como el mayor asentía.
-ahora ven a los brazos de papá que quiere felicitarte - abrió sus brazos para recibir a su hijo, quien se lanzó directo a abrazarlo - feliz cumpleaños Chuu~chan
Recibe besos el mayor en toda su cara, le provocaba cosquillas y se sentía tan lleno del cariño de su padre que no noto cuando dos rubios los veían con el ceño fruncido, no es que les molestara la escena… pero ya llevaban casi una hora así.
-¡Hiroto-nii, papá! - gritó el pequeño al ver a su hermano y a su padre rubio en el marco de la puerta, se alejó de los brazos del pelinegro mayor para ir con el par de rubios parandose enfrente de ellos con una sonrisa.
-feliz cumpleaños chusei - deseo Shinobu mientras acariciaba el pelo de su hijo menor.
-f…- Hiroto intentaba decirlo, no era que no quisiera, pero sabía que su hermano reaccionaria de modo...efusivo - feliz cumpleaños.
Lo último que sintió Hiroto fue la mirada de pena de su padre y la divertida de su papá, pues sentía como perdía el aire al sentir el abrazo de anaconda de su pequeño y dulce hermano.
Actualidad
En un café de la ciudad se encontraba nuestros chicos, el pelinegro se veía divertido aunque extrañaba mucho a su familia, pues aunque estaba con ellos en el pasado no era el mismo sentimiento. Una mano se posó en su hombro y le regaló una sonrisa brillante.
-feliz cumpleaños Chusei - dijo sora mientras se acercaba a él y besaba su mejilla
-te tardaste Kusama - hablo Hotaru mientras se cruzaba de brazos y veía de forma reprobatoria al de ojos azules (quien se sonrojo) para despues sonreir divertido.
-Sora-kun ¿por que tardaste? - pregunto Akemi viendo al otro castaño.
-tenía que recoger esto - saco una cajita de color azul turquesa con un moño blanco - esto es para ti
El pelinegro tomó la caja que el castaño le ofreció, la vio un momento para después abrirla y encontrarse con una cadena delgada color dorado y un dije con forma de gato del mismo color. Los ojos se abrieron de sorpresa al ver tal regalo, no podía decir que era algo caro, pero era definitivo que no era barato para el presupuesto que su novio podía permitirse.
-no tenias que…- no pudo continuar con su oración, pues un beso lo tomó por sorpresa
-quería hacerlo… además, es lo menos que podría darle a la persona que amo- tomó la mano del de ojos grises - en un futuro, espero ponerte un anillo
-yo… - en todo lo que llevaban saliendo, era la primera vez que oía a Sora ser tan “atrevido” en público, le dio la espalda para pedirle con las mejillas sonrojadas que le pusiera la cadena.
Nadie lo noto al primer momento, pero el de pelo gris había estado dibujando la escena de manera rápida en una servilleta, su hermano al notarlo le dio un ligero golpe en el hombro para llamarle la atención.
-¿que? - se quejó al ver un rayon una parte del dibujo.
-no hagas eso- le riño el menor viendo desaprobatoria mente.
-quien los manda a andar de cursi con gente viendo…- contesto - ademas, no creo que cuando llegue les guste saber que no tengo ideas para continuar la historia ¿o si?
-definitivamente tu no cambias - suspiro tras decir esto, por un lado lo comprendía su hermana estaba colérica si no le llevaba a su regreso al menos dos ideas para las novelas gráficas de las que era autor.