Oficina de Ventas
En la oficina de ventas se encontraba lo que se volvió el pan de cada dia desde hace unas semanas, al principio lo veían curiosos y hasta algo divertido la escena, pero ahora solo podía suspirar y hasta sentirse mal por el editor en Jefe de Japun.
-Anda… ve a mi casa a cenar hoy - pedía el Kirishima Zen mientras seguía a Yokozawa Takafumi por los pasillos de marukawa.
-no - dijo tangente el de ojos azules.
-por favor - pido de nuevo, con aquella sonrisa y con ojos
-no voy a ir kirishima - respondió con más seguridad, si era posible.
-anda - algunos empleados ya no prestaban atención, solo se dedicaban a realizar su trabajo.
-que no- pero otros ponían atención para poder realizar apuestas, sobre ¿Cuánto tiempo se tardaria yokozawa en aceptar las propuestas de Kirishima’
-y ya no te molesto en horas de trabajo- comenzaba la negociación, en esta parte varios comenzaban a tomar el tiempo con sus celulares o relojes.
-...- lo pensó un poco, varios comenzaron a sudar frío, pues la oferta era tentadora para el oso.
-bueno… solo a la hora del descanso - aclaró con una sonrisa algo… coqueta.
-no - respondió mientras fruncía más el ceño.
Las misma personas “discutiendo”, en frente a los mismos compañeros y sólo variaba el porqué de la discusión, algunas veces era sobre si le daria un bebé, otras eran sobre la invitación de vivir juntos y otras eran simplemente temas como estos, una cita, el que fuera a cenar a su casa y otras más del mismo estilo.
-si te digo que si, ¿me dejaras trabajar en paz lo que resta del dia? - digo estando al límite de su paciencia, el personal de ventas se empezaba a deprimir, ellos serían los que cargarán con el mal humor del pelinegro.
-te lo prometo… solo si es una emergencia, vendré a buscarte - sonríe ante el triunfo obtenido.
-bien, te veré cuando salga - suspiro, ya le estaba cansando todas estas discusiones.
Y así es como se da por finalizado la discusión del dia de hoy, ya seria mañana cuando volverán a discutir por lo que sea que se le ocurra pedirle Kirishima a Yokozawa, si el departamento de Ventas nunca tuvo tanto interés sobre la vida del encargado del mismo.
En el departamento Esmeralda ninguno de los editores podía creer que aquella niña (o mocosa, como ya le llamaba el editor en Jefe) rechazara la mamila que Takano le ofrecía, sentía como las venas de la frente se le hinchaban con cada gesto de rechazo que hacia la pequeña Sayumi.
-vamos toma tu mamila - intentó convencerla, hablando lo más calmado que podía.
-ni de broma, eso tiene mucha leche en polvo- renegaba esquivando como podía la mamila -por que nadie sigue el procedimiento de papá
-deberias de tomarla, no debe estar tan mala - los balbuceos de Daichi le llegaron a la castaña, el niño ya disfrutaba de su biberón en brazos de su “madre”.
-tu no me hables con la boca llena - se quejo, pero al hacerlo se descuido y el pelinegro aprovecho para meter la mamila a su boca.
-¡Ja!... lo logre - sonrió triunfante al ver como puso su voluntad sobre la de esa mocosa.
-ughh… demasiado cargado - se quejo aun con la boca llena.
-ya tomatelo, que necesitamos a oji-san de nuestro lado - dijo mientras sentía como lo cambiaban de posición para darle unas palmaditas en la espalda, soltó un pequeño, pero fuerte, eructo.
-que sutil…- con ironía al sentir como el mayor imitaba al otro pelinegro para hacerla eructar, cosa que funciono y se escucho mucho mas fuerte y largo que el del Daichi. -perdón.
-que chistoso - las risas del castaño se oía fuerte, muchos pensaban que era por reacción a los comentarios que su progenitor le decía.
-callate Daichi - grito, para el adulto fue una llamada para dejar de palmear su espalda.
-¡TAKANO! - el grito dado desde la puerta, asustando a los pequeños, quienes comenzaron a llorar
-¡no me dijiste que se veía muy enojado!- lloriqueo Sayumi - ¡da miedo!
-¡si te dije! - respondió ahora en brazos de su madre, quien intentaba calmarlo.
Takano soltó un suspiro y tomo a la niña en brazos para poder mecerla suavemente, intentando que dejara de llorar mientras veía molesto a Yokozawa, mientras en su frente empezaban a verse las venitas en donde la presión de fruncir su ceño denotando su enojo al hacer llorar a la princesa de Isaka, a quien ya había calmado para que dejara de gritar un rato.
-¡no puedes llegar un poco más calmado! - se quejo al ver que la niña no se calmaba, pensó un poco para después soltar en modo de reclamo a su amigo-¡calmala!
-¿ah?...¡¿porque debería hacerlo?!- se quejó ante la orden
-por que le dire a Isaka-san que has hecho llorar a SU hija - respondió mientras le extendía a la pequeña para que la agarrara.
Yokozawa tomo a la pequeña que aun estaba llorando, no sabia que hacer, asi que solo la comenzó a mecer para ver si se lograba tranquilizar, Daichi al ver como la castaña estaba siendo cargada por el señor oso (como le apodó por los comentarios de su mami) recordó el plan que tenían,
-Sayu, ¡la corbata! - logro gritarle a la niña, antes de que su mamá le diera su chupete.
Ya con algo de calma estiró su mano para tomar la corbata de rayas azules y comenzar a tirar de ella. El de ojos azules se dio cuenta de esto, así que alejo un poco a la pequeña para que la soltara, poniéndola de frente a él y moviéndola de arriba a bajo, pero la niña seguía agarrando su corbata. Al sentir el movimiento la pequeña comenzó a sentir “raro” su estómago, siento como el adulto la ponía a la altura de su cara, un olor un poco fuerte le llegó, su estómago no pudo retenerlo y devolvió la leche que el Jefe de Esmerald le había dado, manchando en el proceso la cara y el traje del Oso de ventas. Takano se acerco y tomo a la niña para limpiarle los restos de la leche que devolvió, mientras aguantaba inútilmente su risa. Vio como su amigo cambiaba su color de piel por un rojo manzana al estar enojado por lo sucedido.
-¡Volvi~! - la voz del director de Marukawa sonó en el departamento, antes de que Takafumi comenzará a gritar molesto, en cambio se oyó un gruñido por parte de este - mi pequeña, ¿cómo te portaste?
-¡MAMÁ! - la niña soltó un grito de felicidad al ser tomada por su progenitor
-lamento las molestias que esto les causó - se disculpó Asahina, al ver el estado de Takafumi.
-nada de eso Ashina-san, Sayumi se portó como toda una damita - dijo Takano, la niña le empezó a caer bien… le dio algo de que reirse un rato, ademas no podia decirle a Isaka que su hija era muy…”especial” para unas cosas. El editor solo recibió una mirada molesta del de ventas, pues él no opinaba lo mismo, ya que pudo ver como la niña sonreía después de haber vomitado encima.
Extra: Acosador-kun
Se consideraba un chico normal, a veces uno muy terco, le gustaba salir con sus amigos, de coquetear con las personas que se le hacían lindas (tanto por su físico como por su personalidad) siendo amable con esas personas, ama a su familia, es bueno en tanto en los estudios como en los deportes, le gusta tocar la guitarra, le gusta crear historias con su hermana… en fin, son varias las cosa que le gusta o disfruta de hacer.
Pero no pensó que lo que le gustaba lo meteria en problemas.
Era un dia de primavera, vio a un niño llorando (posiblemente de unos 2 o 3 años menor a el) se le acercó para consolarlo y que dejase de llorar. Vío unas flores cerca suyo y tomó una, camino despacio para pensar en qué decirle.
-los niños lindos no deberían de llorar - le extendió la flor, el pequeño de pelo negro volteo a verlo, dejando ver unas felinas esmeraldas.- tienes un color de ojos muy bonito… son unos ojos preciosos.
-...- no respondió al instante, miró al otro niño mientras tomaba la flor entre sus manos - gr...gracias
-no debes de llorar, creo que te verias mas lindo si sonríes - dijo limpiando los restos de lágrimas que quedaron en las, ahora, rojas mejillas del más pequeño.
Después de eso lo volvió a ver, aunque no le recordara de aquella vez, ya en secundaria lo vio en la biblioteca intentando sacar un libro de los estantes de arriba, se acercó y lo tomo para dárselo al menor.
-toma, espero no equivocarme - dijo viendo el libro que tomó, “el significado de las flores”
-gr-gracias - el tartamudeo del chico, lo hizo pensar que estaba incomodo
-hasta luego - dijo mientras se alejaba, aún tenía que buscar un libro de historia.
El otro chico se quedo viendo por donde se fue el de ojos morados, abrazo el libro… hace poco que supo que estaría en la misma secundaria que él, a diferencia de Hotaru, el ya sabia varias cosas del otro… como su nombre, las relaciones afectuosas que tenía. Se metio a esa escuela para poder conocer más a su superior.
-gracias por el tulipán jaspeado… y por decirme que tengo unos ojos preciosos - suspiro, recordó que llegó a su casa buscando el significado de aquel tulipán, fue hasta que su madre le dijo que significaba que comenzó a interesarse en saber de ese niño. Lo vio varias veces en la editorial y se interesó por su forma de ser, alegre y galante con las damas, también muy caballeroso y amable con los chicos.
Si el pelinegro tuviera que elegir unas flores para el Usami, seri una Rosa de color lavanda, una peonía rosa y un clavel rojo.
Ya que el se enamoro a primera vista, es muy tímido para decirle sus sentimientos de frente y su corazón solo suspira por el.