Algunos antojos
Esto es un dia de Antojos en la vida de Takahashi Misaki.
3:20 am
Se levantó, movió el cuerpo que estaba a su lado, dormido profundamente, intentando despertarlo con cuidado de no restar el mal humor del escritor. Los leves sonidos de queja lo hicieron detenerse, puede que sea una molestia para el mayor lo que le iba a pedir a tales horas. Suspiro, la última vez que salió a comprar a esa hora, Akihiko se molesto porque no le dijo sobre su antojo. Sentía un gruñido de parte de su estómago... En verdad quería "eso".
- Usagi-san...despierta, Usagi-san - llamaba nuevamente al mayor, daba pequeños empujones en el hombro de Usagi. Se detuvo al ver como el escritor abría los ojos y lo miraba.
-¿que? - su voz se escuchó ronca, se tallo el ojo para poder ver al castaño.
-lamento despertarte, pero tengo antojo de helado de chocomenta - dijo un poco avergonzado - y de pizza de Salami con chocolate y fresas.
8:00 am
Akemi se encontraba haciendo el desayuno, pues casi desde el comienzo del embarazo se narraba con varios de los olores que se producían al momento de cocinar. Un desayuno tradicional japonés, que consiste en arroz al vapor con sopa de miso y salmón a la plancha, además de unos Tamagoyaki.
Al momento de servirlo vio al de ojos verdes buscar algo con la mirada, al no verlo simplemente soltó un suspiro resignado, sabía que su papá nunca le pediría que preparara algo en especial, pero su sorpresa fue grande al verlo regresar con el bote de salsa ketchup y ponerle de esta al arroz, lo miró un momento extrañado, pero no mencionó nada al respecto, volteo a ver a su hermano y este solo hacía señales de que no le tomara importancia.
10:00 am
Caminaba a dejar algunos papeles, su embarazo era más notorio de lo normal, pues la ropa que usaba en esos momentos era 2 números más que los anteriores. Aikawa le había dicho que ella meteria la carta para la incapacidad por maternidad por él, pero se negó rotundamente… aunque su estómago le impedía el cargar cosas pesadas aún podía moverse lo suficiente como para recoger los Manuscritos. Además de que Hotaru lo acompañaba, pues fue quien se ofreció para asistirlo en caso de una emergencia.
11:00 am
Tenía que dejar algunos documentos al departamento esmeralda, aunque ese día se topó con el mayor de sus problemas... el pedirle algo a otra persona. Ese día uno de los editores traía consigo una caja de galletas, su bebé le pedía unas de esas galletas. Dejó los documentos y salió con un poco de prisa.
Hotaru lo vio, tenía esa mirada de nuevo... Es que decía "se me antojo algo, pero me da pena decirle". Se hacer o al castaño y le tocó el hombro, Misaki
-¿sucede algo?- pregunta con una sonrisa, esperando a que el castaño pueda responder.
-yo… se me antojaron unas galletas - dijo sonrojado, no quería causarle molestias a Hotaru, pero sabía que el chico no descansaría hasta que le dijese lo que ocurría.
-ya veo… iré a comprarlas - resolvió, mientras se daba la vuelta.
-espera - lo detuvo el castaño, para agregar nervioso y sonrojado hasta las orejas - solo quiero una galleta… de las que están en el departamento Esmeralda.
-bien… iré a pedirles unas - comprendió lo que pasaba, de seguro las vio y le dio mucha vergüenza pedir una - vuelvo en un momento.
1:00 pm
Tenía muchas ganas de un pastel de selva negra y un café latte (el antojo más normal hasta ahora)… su horario de trabajo terminó hace un rato e iba de camino al departamento, pero su antojo lo hizo desviarse del camino y paró en una pequeña cafetería. El decorado era simple, aunque los colores cálidos lo hacían sentirse agusto, se sentó en la barra para poder ordenar.
Cuando la chica traía su orden noto a una persona familiar entrando, al principio pensó que era su imaginación, pero al ver que esta lo noto y se acercó, soltó un suspiro… no esperaba encontrarse tan pronto con el padre su su pareja.
-buenas tardes Takahashi-kun - saludó sonriendo el hombre mayor.
-Usami-san, buenas tardes - respondió al saludo de forma amable
-¿como has estado? - pregunta, la sonrisa de Fuyuhiko, alguna intención escondida tras ella, mas el castaño no lo noto.
Extra: tío favorito
Ahí estaban, el trío de hermanos (de solo 5 años) estaban discutiendo uno los temas que más les carcomía su cabeza.
¿cuál era su tío favorito? Y ¿por que?Aquello les venía picando desde la semana pasada, Sofá decía que su tío favorito era Takahiro pero Chusei les decía que de seguro Haruhiko era su favorito. Las razones para esto era que hacía unas semanas salieron con ambos adultos a distintos lados y por casualidad se toparon con sus amigos.
-entonces... ¿empezamos? - pregunto yayoi al ver a sus hermanos tan pensativos, trae consigo un crayón y una hoja.
-bien...empezamos por Haru-jiisan - dijo Akemi, ya que consideraba justo comenzar con el. Vio asentir a sus hermanos para después volver a tomar la palabra - es hermano de papá
Yayoi parecía pensar seriamente sobre eso, mientras que Hotaru frunció el ceño inconforme con lo que el castaño dijo.
-así que chiste, Taka-jiisan es hermano de mamá...- dijo yaciendo que yayoi lo mirara para después asentir en signo de aprobación por lo anterior dicho.
-bueno... Siempre nos da dulces y nos compra helado cuando salimos con el - menciono Yayoi para ver a sus hermanos buscando la aprobación, al verlos asentir anoto lo antes dicho.
-También nos trae pastelitos los sábados - hablo Hotaru, recordando los panques de chocolate de la otra vez.
-y nos lleva a lugares lindos... Como el acuario- finalizó Akemi con una gran sonrisa
-bien... ¿como se escribe acuario? - preguntó la niña
-solo por lugares lindos - su hermana sonrió ante la idea del peli plateado - Ahora Taka-jiisan
Se quedaron pensando y la pequeña de ojos verdes vio detenidamente la hoja y al volver a leerla llegó a una gran verdad.
-creo que es lo mismo que Haru-jiisan... Solo que el viene los domingos a comer postre junto con Manami-baachan y Mahi-nii - concluyó después de pensarlo.
Hotaru se cruzó de brazos un poco inconforme por los resultados que habían llegado, Akemi suspiro cansado...si bien al final no llegaron a una respuesta se sentía feliz por no tener que elegir a uno de sus tíos, Yayoi siguió mirando la hoja fijamente...