Nombre
Aquel día supieron el sexo de los bebés, no lo diría en voz alta… pero Akihiko tenía razón, tendrían una niña y dos varones, estaba tan feliz que le marcó a su hermano para darle la noticia sobre el sexo de sus pequeños. Takahiro reaccionó “bien”, sentía que aun estaba molesto con el Usami por embarazarlo de tres, pero ya comenzaba a aceptar el hecho.
Pensó seriamente en marcarle a su “suegro”, no se acostumbraba a la idea de llamarlo así, pero igual acabo contando sobre lo dicho en el consultorio… le contó desde el sexo de los bebés hasta lo bien que se desarrollaban en su interior. Le era sorprendente que aquel trío se pudiera acomodar en su panza (la cual era muy notoria para solo tener 5 meses), no podía esperar para poder verlos.
Su imaginación voló, ahora pensaba en lo lindo que serían sus hijos… tal vez serían combinaciones de ambos (como lo es Hiroto) un bebé de pelo castaño y ojos amatistas o de pelo plateado con ojos verdes, ambas sonaban bien… aunque podría ser que fuesen una calca de su padre, imaginar un mini Usagi le hacía sonreír... tal vez el señor Usami podría mostrarle algunas de cuando Akihiko nació, solo por curiosidad.
El que lo sorprendió de sobremanera fue su "cuñado", pensó que cuando supiera que esperaba a los hijos de su hermano menor desistiría de cualquier tipo de coqueteo hacia su persona o simplemente lo dejaría por la paz. Pero la realidad fue que Haruhiko parecía "emocionado", por decir alguna emoción, por saber que seria tío... aunque posiblemente la idea de competir con su hermano por el cariño de los trillizos sea la respuesta, lo intuía cuando llegó un hermoso vestido de color lila para su nena y dos lindos trajesitos azules (cosa que escritor contestó comprando tres mamelucos de diferente color y con bordados de osos, más tres gorros con orejas de osito). Dudaba que en algún momento dejarán de competir.
-¿Haruka? - pregunto el castaño al escritor.
-nacerá en Diciembre - dijo con tono serio mientras veía la lista - ¿que opinas de Hinata?
-no me gusta… - el castaño negó con la cabeza al oír aquel nombre. - elegir un nombre para niña es difícil.
-…- el escritor suspiro - y aun no decidimos cómo le pondremos a nuestros niños.
-yo quiero que lo decidamos cuando los tengamos en brazos - sentenció el menor, acarició su estómago para darle cierto énfasis a lo anterior dicho - quiero ver como serán.
-¿por qué no hacemos lo mismo con nuestra hija? -pregunto, intuía la respuesta del castaño.
-porque no - dijo sin voltearlo a ver, quería elegir el nombre de su nena porque presentía que ella seria la mezcla perfecta entre ambos
-de acuerdo- aceptó la decisión del otro, si bien el “porqué no” para varios no sería una respuesta válida, para el escritor aquellas palabras engloban más respuestas
-...- Misaki vi los libros que estaban en la mesita de la sala, leyó una y otra vez el nombre que usaba su pareja para publicar aquellas historias sin notar que lo había dicho en voz alta - Yayoi..
-¿Yayoi? - pregunto, mas la cara alarmada de su pareja viendo su vientre le hizo preocuparse- ¡¿estan bien?!, iré por la llaves del auto y n…
-no es eso - intentó calmarlo y tomó la mano del escritor, quien se había levantado de manera abrupta, para posarla sobre su barriga - siente
-... - espero algunos segundos, pero no notaba nada raro - no siento nada.
-vuelve a decir ese nombre - dijo al ver que el movimiento cesó cuando él tomó la mano del escritor
-Yayoi…- hizo caso al pedido para ser sorprendido por un pequeño golpeteo, miró a su amado quien solo asintió mientras sonreía.
A su pequeña le gustaba aquel nombre, ¿como sabían que era su princesa y no sus caballeritos?... simplemente su instinto les decía aquello.
Extra: niñero
Cansado, nunca pensó que el trabajo de su papá fuese tan cansado. Akemi llevaba apenas estaba terminando con su trabajando y había recorrido unas 15 o 18 veces el edificio completo, llevando y trayendo documentos o cajas que necesitaban los departamentos. Miro de reojo a su hermano, aunque también llevaban la misma carga de trabajo, se veía tan fresco y relajado.
-¿cansado? - la pregunta queda un momento en el aire.
-si… ¿esto es de todos los días? - suspira con pesar, en verdad sentía que momoria joven en caso de que esto fuese diario.
-no - la respuesta ilumina un poco las iris negras - solo cuando es fin de ciclo.
-¡Taru-chan! - Hotaru tembló ante aquel sobrenombre, su hermano rió ante este hecho.
-se le ofrece algo Kisa-san - hablo el peli plateado al ver al pelinegro llegar con un pequeño de 9 meses que dormía.
-¿Podrían cuidar a Dai-chan? - pregunta un tanto esperanzado.
-claro, no tendremos problema - hablo Akemi, extendiendo sus brazos para poder tomar al niño.
-en verdad me ayudarian, no quiero que se quede en un habiente como el que tiene en estos momentos el departamento. - sé sincero soltando un suspiro, ambos chicos notaron las ojeras del mayor.
-esta bien Kisa-san, nosotros lo cuidamos - dijo Hotaru, hasta cierto punto entendia como se sentia el editor. Vio a su hermano entretenido acunando al pequeño castaño, en verdad que le gustaban los niños.
Una vez que el editor les dio algunas instrucciones para cuando despertara, además de decirles que el papá de Daichi no tardaría mucho en llegar a recogerlo. Hotaru se acercó a su hermano quien sonreía al ver al pequeño dormir.
-Yukina-sempai realmente era hermoso de bebé - mencionó el de pelo plateado, recordando al afamado “príncipe” de su tiempo.
-cierto, aunque Hiroto-kun es adorable - reconoció y a la vez saco a su pareja a colación - aunque no se deje tomar fotos conmigo.
El tono triste que su hermano uso lo hizo suspirar, si bien el primogénito de los Miyagi no era muy expresivo, con su hermano mostraba lo contrario, ya que cuando akemi lo cargaba o se acercaba, Hiroto se removía un poco y se tapaba la cara con sus pequeñas manitas. Hotaru pensaba que aquello se debía a que Hiroto le gustaba Akemi, desecha la idea al recordar que “este Hiroto” es solo un bebé.