Décimo mes. Parte 4 (Que empiece el plan)
Akimi y Hotaru solo podían escuchar como el escritor intentaba convencer al castaño. Isaka llamo hace unos momentos diciéndole al mayor que debía de hacer un viaje hacia Inglaterra para promocionar uno de sus libros, que sería traducido al inglés y requerían que el escritor fuera durante una semana para que decidiera si estaba o no de acuerdo con la forma en la que traducían.
Misaki no quería que Akihiko se fuera, más porque estaría afuera durante las últimas semanas del embarazo, pero era consciente de que ese era su trabajo y debía de cumplir con él. Por otro lado el escritor intentaba convencer a Misaki de que aquello no importaba, que él quería quedarse para poder estar durante lo que quedaba del embarazo… estar ahí para cuando el momento llegase.
-tienes que ir- fue lo único que dijo antes de agachar la cabeza, no negaba que se sentía triste, pero ese era el trabajo del escritor.
-puedo posponerlo – propuso, tomo al castaño por los hombros para después besarle en la cabeza – quiero estar con ustedes.
-no estaremos solos, Akemi y Hotaru – intento no llorar, se acercó lo más que su estómago le podía permitir – además, es tu trabajo y debes de hacerlo.
-pero… - la sorpresa lo invadió al sentir los labios del menor sobre los suyos, fue solo un roce, corto pero dulce.
Ambos hermanos solo podían mantenerse callados, ya tenían un plan para cuando el momento llegase, Hotaru viajaría con Akihiko y Akemi se quedaría para ayudar a Misaki.
Extra Hiroto y Daichi (Segunda parte)
Daichi solo podía ver molesto al pequeño rubio, su padre llego y lo primero que hiso fue saludar a mamá… pero al ir con él para hacer el “avioncito ruidoso”, se distrajo con el nuevo y los cargo a ambos.
-aa~h… Hiro-chan es muy lindo – escucho a su padre, mientras este se encontraba sentado en las piernas de su mamá... ¡y siendo alimentado por su progenitor!
-Shinobu-chan vendrá por el en la noche – una cucharada de papilla llego a su boca y por primera vez se negó a soltar la cuchara con la que era alimentado.
-“No se vale, él está en m i lugar” – sintió como su papá jalaba la cuchara para que la soltara, Hiroto miro la escena algo sorprendido.
-deja de actuar de ese modo – aquella frase capto la atención del pequeño castaño, quien soltó la cuchara al fin. – solo preocupas a tus padres, bobo
Daichi miro a sus padres hablar y solo pudo ver preocupación en la cara de su padre, parecía estar a punto de un colapso nervioso. Bajo la mirada y algunas lágrimas se acumulaban en sus ojos.
-lo siento – dejo que cayeran al fin, acompañadas de suaves sollozos.
-“sigue sin caerme bien” – bien una cosa es que él se sentara en su lugar (las piernas de Kisa) y otra muy diferente era que se tomara la libertad de jugar con su padre.
-mmmgg… “es realmente molesto”- se comenzaba a notar que su molestia, pues observaba como su papá levantaba al rubio en brazos, lanzándolo levemente y atrapándolo sin ningún problema… mientras el, a quien ya llamaban tan cariñosamente como “Hi-chan”, reía el movimiento.
Kisa rio, su hijo veía fijamente a Kou y eso lo noto. Sabía que su pequeño era bastante celoso y hasta posesivo, lo vio el día que Takano levanto su peluche de conejo del suelo, solo esperaba que no fuera a….
-¡Dai-chan! – El grito del castaño mayor callo sus pensamientos – no lances las cosas.
-¡pues deja de cargarlo! – los balbuceos salieron con un volumen fuerte, Kisa lo califico como reclamo.
Si… tener al pequeño Hiroto en su casa sería algo para entretener (divertir) para el pelinegro.