Hotaru veía a su hermano cantar junto a Sora “It`s over, Isn’t it?” con tanto sentimiento que no sabía si llorar o reir por las expresiones que ponen al cantarla, decidió solo guardar silencio y perderse entre sus pensamientos. Todos cumplieron con esa parte de borrarse de la mente de los mayores… pero había uno que no los podría olvidar tan fácil.
Hotaru lo pensó durante un largo tiempo, si bien Hiroto les explico que serían un tipo de laguna mental para sus padres en el futuro y que ninguno recordaría que estuvieron presentes en aquella época, aún quedaba en duda si el escritor recordaría algo sobre lo que pasó. Tenía que comprobar que realmente está bien, se levantó y se con cuidado dejó una nota para que no se preparan por su ausencia.
Una vez fuera del karaoke y decidido a verificar que todo estuviera bien, tomó rumbo hacia el hospital. Pensó en correr, pero hacerlo con el brazo enyesado y ese raspon en la rodilla sería molesto. Con su mano libre toco su mejilla, la hinchazón del pómulo había disminuido (posiblemente gracias al frío).
Siguió caminando hasta pasar por un librería, pasar y comprar algun manga o libro no sería mala idea, aun tenia algo de dinero en su bolsillo. Entró para ser recibido por el calor que desprendía aquella librería, se paseo por los pasillos hasta que llegó a la sección de novelas ligeras. Vio una portada que se le hacía familiar, en casa había muchos de esos libros rosas y su “mamá” jamás les permite leerlos, ni Aikawa les pudo conseguir alguno de contrabando y ni aunque trabaja medio tiempo en Marukawa le dejan tener acceso a ellos.
Tomo uno y decidió pagar por él junto con un libro de paisajes del mundo. Cuando llegó a la caja le deslumbró un poco el vendedor, ya que lucía como un…
-príncipe… - murmuró en un tono bajo, llamando la atención del cajero.
-¿disculpe?- pregunto, pensando en que el peligro le había llamado.
-no… ¿cuanto es?- se corrijo al darse cuenta, pago los libros y salió con la bolsa de compras con rumbo al hospital nuevamente.
Cuando llego, pregunto sobre los cuneros y se encaminó hacia ellos, le habían preguntado si era familiar de alguno y respondió que era orgullosamente tío de unos trillizos. Le creyeron al instante y usó el nombre de su tío para pasar a verlos.
Era extraño verte a ti mismo, más pequeño y a solo unos cuantos metros; definitivamente necesitaba ver que aquello era real y que ahora podría tener a su padre con ellos.
Cuándo la enfermera le informó informó que su hermano estaba conociendo a sus pequeños se alteró un poco y salió con rumbo a los cuneros. Tal vez Haruhiko no haría nada en contra de sus bebés, pero la idea de que los conociera no le agradaba del todo, los roces y discusiones que tuvieron aun las tenia tan presente. La sorpresa que se llevó al ver una figura más joven y similar a si mismo.
-¿qu...?- Hotaru se sobresaltó ante la voz de su padre, más ante ese tono serio. Los ojos amatistas se encontraron y en ambos se reflejaban diferentes sentimientos.
El alivio y cariño en los ojos de uno, mientras que en el otro se veía sorpresa y confusión. Hotaru dio un paso hacia atrás y llevó su mano hacia su brazo enyesado en un gesto de nerviosismo al ver que el escritor lo veía de manera analítica y demasiado fijo para su gusto.
-yo… - no pudo seguir hablando, pues el escritor lo interrumpió.
-¿Hotaru? - la expresión cambió drásticamente y sin pensarlo dos veces lo abrazo.- estas bien.-
Ante aquello el menor solo pudo corresponder al gesto, aun no le olvidaba y ahora se sentía más aliviado al sentir que ahí estaba su padre.
-papá… - no quería llorar, pero su voz comenzaba a fallar.
-me alegra saber que estas bien - suspiro mientras le revolvía el cabello - me tenias preocupado.
-l-lo siento - sin poder soportarlo más, soltó las lágrimas que intentaba inútilmente de retener.
Pasaron unos momentos abrazados en silencio, no era incomodo, pero se podía sentir la inquietud del menor. Akihiko se apartó un poco para ver a su hijo, ese chico realmente era su misma imagen, aunque si le preguntaran diría que es más parecido a su amado Misaki, tenía algunos rasgos de su pareja y algunos rasgos de su personalidad. Bien podía decir que ahora le recordaba a su pareja aquella vez que lloro por él, en el cumpleaños de Takahiro, aquel dia frio.
-no tienes porque llorar - dijo suavemente, mientras le revolvía de manera suave y cariñosa el cabello.
-no puedo evitarlo - la voz se volvía cada vez más llorosa, incluso podía oírse algunos hipidos - cuando empiezo a llorar no puedo parar tan fácilmente.
-no me hagas besarte - bromeo un poco, definitivamente su hijo era parecido a ambos.
Misaki despertó y buscó a su prometido, al no verlo pensó que estaría pegado a la vitrina que daba a los cuneros, río ante la imagen que surgió en su mente. Recordó que aún le faltaba decidir el nombre de los pequeños, fue difícil decidir por alguno.
Pensó en lo que le gustaría para sus bebés, en lo particular quería que fueran personas amables y sociable, que no tuvieran problemas para interactuar con los demás. Que en verdad no les afectara lo cruel que puedan llegar a ser los demás, que nada los derrumbe y que puedan levantarse cada vez que algo los haga caer; aunque le gustaría tenerlos en una burbuja y que nada les hiciera daño, sabía que aquello seria egoista de su parte. (Aunque no dudaba que el escritor lo apoyaría si se lo comentaba).
Akemi…
Si no mal recordaba, ese nombre era ideal para uno de sus bebés, le daba una sensación de calidez y su significado hace referencia a las personas sociables. Le gustaba aquel nombre, apenas llegara el escritor le diría que ya tenía el nombre para uno de los niños.
-entonces… ¿olvidaré lo que pasó? - preguntó el escritor mientras caminaban hacia la sala de espera,una vez que llegaron el menor se encontraba más tranquilo.
-es lo más seguro - si bien ya no estaba llorando, ahora se notaba la tristeza en su voz - no se cuanto tardes en olvidarnos, pero nos veremos de nuevo.-
-...Los voy a extrañar - confesó el escritor.
-y nosotros a ustedes - una tercera voz se hizo presente -es egoísta acaparar a papá para ti solo.-
-Akemi - el mayor se acercó al castaño, quien por impulso se arrojó para abrazarlo.
-te quiero - murmuro mientras pequeños temblores golpeaban el cuerpo del menor. Akihiko repitió la acción, con un brazo correspondió el gesto y con su mano derecha le revolvió el pelo con cariño.
En ese momento Akihiko pensaba que los tres debían ser la combinación perfecta de los dos. Sin pensar demasiado en las consecuencias atrajo a su otro hijo para hacer más grande su abrazo. Por otro lado un par de espectadores sólo se debatían entre interrumpir o dejarles ser otro rato.
-¿crees que debamos…? - Sora señaló a los Usami.
-nah… dales un rato mas - Chuusei sonrió al ver aquella escena - solo unos diez minutos más, que aun tenemos que irnos.-
Misaki necesitaba caminar un poco, su cuerpo le pedía estirarse, dudaba de poder seguir sin mover las piernas un rato más. Se levanta de la cama para ponerse una pantuflas, que supone son del hospital, y se acomoda la bata, apoyándose del tubo del que colgaba el suero se levantó y empezó a caminar lentamente. Agradeció que el tubo fuera de aquellos que tienen ruedas, de ese modo seria mas facil llegar a los cuneros.
Mientras caminaba se puso a pensar en otro nombre para su bebé, mira los ventanales del hospital y se topa con la oscuridad de la noche. Busca el reloj que marca las seis para las diez, vuelve su vista al ventanal y ve unas pequeñas luces en movimiento.
Tal vez… ya tiene el nombre.
-bien, llego la hora - Chuusei interrumpió el momento, solo para ver cómo sus amigos aun con lagrimas en los ojos se despidieron.
-hey…. Al final es como si nunca nos hubiésemos ido - Akemi intento hacer menos pesado el ambiente.
-técnicamente siguen dormidos en aquellos cuneros - el escritor solo sonrió ante aquel comentario.
- solo me gustaria que al llegar a casa… - Susurro el mayor de los hermanos.
Te pueda ver con nosotros.
Un destello de luz envolvió a los menores, Sora tomo una mano de Akemi ante la atenta mirada del escritor.
-no es él - Akemi hablo una vez que notó el gesto molesto del escritor.
-¿c…? - el escritor calló al ver como Chuusei le daba un corto beso al de ojos azules.
- exacto, a Akemi le gustan un poco amargados - intervino Hotaru, quien sonrio ante el gesto confuso.
Los chicos poco a poco se fueron desvaneciendo en aquel alo de luz. El escritor solo miraba como las siluetas desaparician, un sentimiento algo confuso invadia poco a poco su ser, sentia el vacio al despedirse pero aun le quedaba esa alegría de saber que sus hijos estaban dormidos. Cuándo la luz desapareció, fue el momento en que Akihiko devolvió sus pasos hasta llegar nuevamente a los cuneros, una silueta lo hizo detener sus paso.
-Misaki - aceleró sus pasos para alcanzar a su castaño.
-Usagi-san - el castaño detuvo su andar y solo espero los brazos del escritor, los cuales no tardaron en llegar.
-Misaki - una vez tuvo al menor en sus brazos aspiro profundamente su aroma,sintio como el castaño correspondía el abrazo.
-usagi… creo que ya tengo los nombres para los niños - mencionó feliz el Takahashi.
-¿en serio? - solo esperaba que su pareja aun no olvidase los nombres que tenían sus hijos.
- si - Misaki sonrió, confiaba en su decisión - Akemi y Hotaru, ¿qué opinas? -
-...- se tomo unos segundos y con una sonrisa respondió -son perfectos.-
Actualidad
Hotaru sentía los párpados pesados y el cuerpo algo adolorido, desorientado miro a su alrededor sólo para ver las paredes blancas que lo rodean; bajo la mira para encontrar una sabana de igual color.
-Al fin despiertas, nos tenias preocupados - una voz capto su atención, miro al adulto detalladamente… ojos azules y cabello negro con algunas pocas canas, facciones maduras y unas pequeñas arrugas, pero la mirada amable de siempre.
-hola Nowaki-sensei - sonrio una vez el médico estuvo a su lado -¿que fue lo que pasó? -
-un acto de heroísmo que te manda al hospital - checo algunos datos en su tableta - según Sora casi atropeyan a un chico, tú lo empujaste para que eso no pasara, pero el impacto recayó en ti.-
-wow…- ahora un pequeño flasback llegaba a su memoria -¿el chico… esta bien? -
-tiene unos raspones, no a querido irse de la sala de espera, pregunto si podia pasar a darte las gracias- vio como el sonrojo se estendia por la cara del menor.
Vergüenza, no recordaba mas que el puro acto. Hotaru realmente no tenia ni idea de como era la persona que “supuestamente” salvo, ni mucho menos sobre lo ocurrido; el simple hecho de verse empujando a alguien y quedarse con el dolor del impacto no era suficiente.
-le dire a tu padres que ya pueden pasar, tus cosas estan sobre la mesa - una vez que Nowaki salió de la habitación el menor busco su celular y envío un mensaje.
De: ~Hotaru~
Para:Chuu-chana34;
No recuerdo el accidente con el chico,
pero paso lo mismo que con mi padre.
Espero algunos segundos alguna respuesta… ¿como fue el accidente? y ¿cambiaron algo para su futuro?, la vibración de su móvil logro captar su atención.
Para: ~Hotaru~
De: Soraa34;
Lo sabemos, no recordamos la gran cosa. El chico que salvaste estaba
tan asustado que nos conto todo sin necesidad de preguntarle.
PD. Chuu, no trae saldo.
Hotaru guardo su teléfono, al escuchar que abrian la puerta. Un par de figuras entraban a la habitacion, un hombre castaño de ojoa verdes y otro un poco mas alto de cabello plateado y de ojos violetas.
Cuando el menor sintio como ambos hombrea lo abrazaban, penso en que todo lo que pasaron en aquella época y el objetivo de la misión fue todo un exito.
Extra: Recuerdos.
-Un momento, ¿dicen que regresaron en el tiempo solo para tener con ustedes a su padre? - Ryunosuke veía a su hermano y amigos con incredulidad.
-si - los hermanos Usami respondieron, algo cansados.
-Hiroto, ¿tu que opinas? - el Kusama volteo a ver a su amigo quien tenía una pose pensativa.
- no me es tan dificil de creer - se paro de su asiento y poso su mano sobre la cabeza de Chuusei, para después aplicarle algo de fuerza - este pequeño tonto tenia un percing hace 5 horas y ahora ya no -
- eso duele, niisan - se quejo el pelinegro.
- entonces…- Hotaru estaba sorprendido ante la acción de su cuñado con su mejor amigo.
-les creo, aunque supongo que sus “memorias” volverán lentamente - comento de forma tranquila - si no me equivoco, sera cuestion de tiempo para que se adapten totalmente -
-me gusta eso - Akemi se acerco a Hiroto, quien se vio nervioso ante la cercania del Usami.
Sin mas palabras Akemi beso al otro, un beso corto que coloreo sus mejilla ligeramente mientras que el rostro de Hiroto se volvía rojo por completo.
Tal vez algunas cosas cambiaron, pero tal vez podrían esperar a que los recuerdos llegaran. Igual tenian mucho tiempo por delante y contaban con el para crear nuevos recuerdos.