2 meses (comienzo)
-¡Deja de moverte! -
-¡no!...¡ tu deja de aplastarme! -
-¡ya basta!... dejen de estar peleando-
-es él quien empezó -
-no me importa, solo dejen de hacer tanto escándalo -
-Hime-chan tiene razon, Hi-chan deberías dejar de pelear con Dai-chan -
-Callate Ryo -
Misaki, nunca imagino que tendria tantos niños en el departamento. Miraba como los menores balbucean y juegan entre ellos, pensó en que cuando sus pequeños llegaran a tener el año de edad serían igual de activos que los otros.
-realmente Kisa-san merece descansar un poco - suspiro Shinobu - como Yukina-san trabaja hoy hasta tarde y Kisa-san acaba de terminar con el ciclo me pareció buena idea cuidar de Daichi -
-parece que él y Hiro-kun se han vuelto amigos - mencionó Misaki al ver a los dos menores manotear entre ellos.
-déjame -
-no tu, primero -
-por cierto, ¿dónde están tus hijos? - pregunto Shinobu al no ver cerca los moisés de los trillizos.
-dormidos… - suspiro, sus pequeños eran tan tranquilos y lindos dormidos - Usa… Akihiko los está acompañando -
-dirás que está dormido - hablo el mayor de los tres - ese idiota es tan capaz de dormirse sin más.-
-Kam… digo Hiroki-san, no creo que…- el Takahashi pensaba defender a su pareja, hasta que escuchó el llanto de sus niños. Sin darle tiempo al profesor de exclamar un “te lo dije”, salió corriendo en dirección a la habitación de sus retoños.
1 año. (Ropa Formal)
Los pequeños Usami manotean y patean en modo de protesta, sus padres han traicionado sus pequeños sentimientos al querer colocarles esa ropa a juego. El problema no era que los tres combinarán, el problema venía cuando les colocaban las camisas.
-eso es traición - Yayoi fue la primera en quejarse, su mamá le puso una falda.
-yo no quiero llevar el verde - Hotaru se negaba a cooperar para que su papá le terminara de colocar la camisa.
-al menos papá no confunde tus zapatos - Akemi comenzaba a emitir algunos sollozos, pues Akihiko le había puesto los zapatos de su hermana.
Mientras que los pequeños emiten quejas, la pareja se veía un poco preocupada a sus retoños. Para ambos le era imposible saber cuál era el problema con la ropa de Akemi para que empezara a llorar, les inquietaba el hecho de que Yayoi contuviera sus lágrimas mientras jalaba los dobleces de la falta, pero su preocupación paso al asombro al ver que Hotaru se había quitado la camisa de botones.
3 años (El monstruo del Estudio)
Los hermanos Usami, eran caracterizados por hacer todo lo que un niño de su edad no haría, en palabra de Sora, pues siempre se subían a los juegos más grandes, se paraban en el columpio mientras estaba en movimiento, iban al baño solos de noche y un sin fin de acciones más que provocaba la envidia y admiración de otros niños.
Valientes y temerarios, ese par de palabras fácilmente asociadas a tres niños que apenas alcanzaban la cintura de su mamá. Esos pequeños niños parecían no temerle a nada… aunque como en todos los casos, existía una pequeña excepción.
El estudio de su padre, ese lugar que se veía tan oscuro y frío, sólo notaban una luz brillante y una gran sombra que en ocasiones emitía terribles gruñidos y algunas palabras que desconocían. Lo más aterrador, según los niños, era cuando su mamá entraba con algún alimento y/o bebida, pasaban solo unos segundos cuando escuchaban un grito, corrían en su auxilio (muertos del miedo).
Afortunadamente su padre llegaba antes que ellos y salvaba a su madre de las garras de aquel horrible monstruo.
6 años (Escuela)
Desde el momento que cumplieron 6 años supieron que apenas comenzarán primavera tendrían que asistir al colegio, situación que definitivamente no les agradaba. Los tres se habían acostumbrado a pasar toda su mañana con sus padre que no sabian que seria de él sin ellos cerca.
Mamá salía por las mañanas a su trabajo, papá trabajaba en casa y en ocasiones venía la tía Aikawa con alguna golosina para ellos. Sin mencionar los juegos con su papá en los que siempre eran tres contra uno.
-no queremos ir - se quejó Yayoi en nombre de los tres - no queremos que estés solo todo el dia.-
-es necesario ir a la escuela - habló el escritor mientras estacionaba el automóvil, veía las caras afligidas de sus hijos y sintió romperse su corazón.
-¿papá va a estar bien? - Akemi miró con tristeza a su padre.
-yo supongo que si - la pregunta de verdad lo tomó por sorpresa, le daba ternura aquella preocupación de sus hijos.
Los niños bajaron del auto de su padre, de quien se despidió cada uno con un beso en la mejilla. Una vez los niños cruzaron el umbral fueron cambiando su expresión a una más triste.
-¿creen que papá podrá usar la cafetera sin nosotros? - Hotaru miró a sus hermanos con preocupación.
-yo… no estoy segura - la niña cambió su expresión a una afligida.
-p-papá se va a sentir solo - el pequeño castaño comenzaba a soltar alguna lagrimas
-¿y si...? - apenas comenzó uno a mencionar alguna situación “peligrosa” y “complicada” para su papá, le siguió los otros dos, hasta que se formó un pequeño mar de llanto. Esto solo provoco que varios niños comenzaran sin ningun motivo aparente, mientras que los hermanos Usami se abrazaban entre ellos.
Una maestra vio con preocupación la escena, fue por algunas de sus compañeras para poder tranquilizar a los niños.
8 años (Buenos Amigos)
Para Hotaru no había otro mejor amigo que Chuusei, después de años de estar juntos y de travesuras podía afirmar sin ningún miramiento que el Miyagi menor era, es y será su mejor amigo.
Chuusei se sentía confundido, es claro que Hotaru es su mejor amigo… su hermano del alma, pero desde hace un tiempo pasaba más tiempo con Sora. No lo malentiendan, le agrada el Kusama… pero últimamente no puede evitar sentir que prefiere estar junto al de ojos azules que a estar con su mejor amigo, le asusta la idea y más con lo dramático que puede ser el Usami. Pero también sabe que será más dramático si no le dice personalmente y se llega a enterar por otro lado.
-y pues… no se porque me siento asi - concluyo el pelinegro.
-ya veo - dijo con aire pensativo el de pelo plateado -suena a algo que dice papá sobre mamá.-
-...- a Chuusei se le subieron los colores, definitivamente no podía ser eso.
-ve el lado positivo, tu papá siempre quiso que Hiroki-san fuese parte de su familia - sonrió ante la maravillosa conclusión.
10 años (Kendo)
Ya tenían tiempo practicando, pero esta sería su primera competencia. Estaba tan nervioso que a duras penas podía escuchar las voces de su familia apoyándolo, vio a su contrincante y no pudo más que temblar ligeramente.
¡¿Hiroto?!... de todos los participantes le tenía que tocar con él.
Si la vida lo odiaba este era el momento perfecto para molestarlo por lo que le quedaba de vida, vio la burla en ojos de sus hermanos y la mirada confundida de su madre. Se coloco el casco y miró a su padre (quien estaba ocupando el lugar de se couch), quien le daba el Shinai, respiro profundamente y soltó de forma pausada el aire. Una vez cerca frente a su oponente, realizó el saludo obligatorio y tomo posición de combate.
-¡no puedo creer que le ganaras! - dijo con asombro Chuusei mientras le entregaba parte de su mesada a Hotaru de manera discreta.
-es obvio que mi hermano ganaría - Hotaru contó rápidamente los billetes y los guardó en su bolsillo.
-yo no puedo creer que lo noqueara - Sora tembló al recordar cómo Akemi había golpeado de tal forma que logró desorientar a Hiroto, para después hacerlo caer con otro movimiento.
-ja, Hi-chan es débil ante mi hermanito - Yayoi se jactaba del logro, como si fuese propio.
-yo… - Akemi de verdad se sentía algo culpable, pero al ver la sonrisa de su padre al felicitarlo le hacía sentir bien.
13 años (Primer Amor)
No… eso no le podía pasar a ella, mucho menos con el hermano de su mejor amigo. Definitivamente necesitaba hablarlo con alguien, sus padres estaban descartados (para su madre aún era demasiado joven para un novio y su padre ni se diga), no quería oír las burlas de sus hermanos, se moriría de la pena con Sora y no piensa ir a contarle a Sayumi.
De ese modo solo le quedaba una persona, una a la que definitivamente podría contar con que jamás de los jamases le contaría a otra persona, que sería como una tuba en cuanto ese tema.
-... - Yayoi vio como los ojos azules ojos del chico lo miraban curioso.
-... - embozo una sonrisa, su amiga nunca se había visto tan nerviosa y el modo en que se acomodaba una y otra vez el pelo lo hacia mas notorio.
-b-bueno, di algo - el nerviosismo carcomía a la chica.
-pues… no es nada anormal - se encojo de hombros el de castaño oscuro.
-no sobre lo que siento, Yosuke - suspiro, definitivamente su amigo debía de ver lo que implicaba ese hecho.
-si te refieres al hecho de que a Usami-san no le gustara la idea, que vas a tomar por sorpresa a Kusama-kun, sin mencionar que Kusama sempai puede rechazarte por el simple hecho de que “te ve como una hermana” - enumero el joven.
-no ayudas Hatori - lo llamo por el apellido mientras cai en una pequeña depresión.
-igual… no es algo que sea totalmente cierto, no soy vidente - levantó su mano para dar pequeños golpes en la cabeza de la Usami.
-estúpido sentimiento… estúpido Yosuke - murmuró con molestia la chica.
-¿como que estúpido? - se quejo el menor mientras se lanzaba a hacerle cosquillas a la de ojos verdes - me las pagaras.-
-nooo…- se quejó entre risas, mientras ambos caían al pasto.
Ajeno a las risas del par de chicos, un chico veía con molestia la escena. Sus ojos azules irradiaban celos ante la imagen, pero su corazón se estrujaba al ver que la risa de la chica era provocada por otro.
-¡hey! - con eso volvió a la realidad - si no le dices pronto… te van a ganar.-
-callate Hiroto - seguía molesto y mas porque sabia que el otro tenia razon.
-Eres muy obvio Ryo - rio para sus adentros de pelo rubio cenizo.
15 años (Acosador-kun)
Definitivamente había algo raro, desde que entro a secundaria había alguien que parecía odiarlo con todo su ser. Desde notas con símbolos raros (que asoció con algo maligno) hasta comida tóxica, el de pelo plateado comenzaba a preocuparse. No habia dia en que no le llegue alguno de estos “presentes”.
A unas calles de su destino, Ryujin se encontraba corriendo, si quería llegar a ver a su senpai y no llegar tarde a clases debía correr tan rápido como pudiese, hoy le por fin le hablaría a su sempai y nada se lo va a impedir…
Para el de ojos esmeraldas fue demasiado precipitado, vio como Miyagi-sempai se colgaba del brazo de Usami-sempai, su corazón se sintió estrujado, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. Lo tenía en claro, aquel chico le había ganado, pero eso no quiere decir que se va a rendir, averiguar todo lo posible y crear una estrategia para que su sempai lo note.
17 años (NOvio)
Molesto… no, traicionado era un mejor término. Su par de hermanos habían formalizado su relación, pasaron la fase de coqueteos y la de salidas casuales con aquel par. Hotaru suspiro profundamente al ver que su papá sonreía de forma fingida, al menos no era el único que no le agradaba la situación. Yayoi y Ryuunosuke estaban frente a los padres de la chica, mientras que Akemi se encargaba de terminar algunos bocadillos para el té y él se limitaba simplemente a vigilar la tetera.
-deja de actuar de ese modo nii-chan - hablo Akemi. mientras pasaba algunas galletas de la bandeja al plato.
-no sé de qué hablas - retirar del fuego la tetera para pasar el líquido caliente a otra.
-finges que estás bien, cuando en realidad está frustrado por algo o molesto con nosotros - un gruñido le dio la razón al castaño.
-solo...agg- bien, se sentía traicionado y frustrado.- no lo entiendo.-
-si me explicaras, posiblemente podría ayudarte - Akemi suspiro, sabía por dónde iba la “molestia”de su hermano, pero tambien sabia que tenia que hablar de ello.
-solo olvidalo - sentenció Hotaru, no podía decirle a su hermano menor que se sentía celoso de ellos por ya tener una pareja estable, frustrado porque su último intento de tener una relacion formal se fue por el caño y traicionado porque sus hermanos han decidido hacer planes sin él.
En definitiva, se sentía celoso, frustrado y traicionado… sin mencionar que no había tenido una buena semana, el “primo” de Daichi le aterraba un poco, hace dos días el chico le dio una cosa que en definitiva no era comestible. Aun se preguntaba cómo es que el chico podía lograr asombrarse y enterrarlo tanto en ocasiones. No negaba que era lindo, pero si tan solo fuera menos...insistente en que coma todo lo que hace, tal vez…
-¡Hotaru! - Misaki corrió cuando vio a su hijo caer con todo y la tetera, el mayor comenzaba a preocuparse el que su hijo se enfermara tan seguido del estomago.
EXTRA: Junai Romantica
Mas rojo que un tomate, no le dijo a nadie que lo compro… mucho menos que leyó toda la novela BL de su padre. Ahora entendía perfectamente porque no lo quería su papá que se acercaran a esos libro. Si bien ahora lo sabría, sus nervios de ser descubierto eran tan altos que aun no se decidía entre leerlo ahora o esperar a que sus padres salieran.
Tomó el libro y respiro profundamente, una vez que tomo asiento y abrió en una página al azar comenzó con su lectura.
“Entonces el mayor poso su mano sobre las mejillas del castaño, para besarlo suavemente…”
-ok, esta es la parte cursi de la historia - cambió las paguinas para ver sí encontraba algo más interesante.
“... los gemidos ante las embestidas hacían que el mayor cambiara el ritmo de las embestidas…”
-wow…. es la parte hot - con curiosidad sigue leyendo.
“-m...más Ak-aki…”
-¿akihiko? - aquello lo confundió un poco.
“-Mi…-”
-¿Misaki? - impactado cerró el libro de golpe al darse cuenta- ¡MAMÁ SE LLAMA MISAKI!
Poco a poco la vergüenza se hizo presente en forma de sonrojo, Hotaru sentía que no podría ver a la cara a sus padres, más sabiendo que fue su padre quien escribió aquel libro… porno… de él y su madre… haciendo…
-¡waaaaa! - de solo recordarlo le daba vergüenza.