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Cambio de papeles por Ruu Ochibisan

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Notas del capitulo:

¡Hola a todos! ^^ Espero que este capítulo les ayude a entender toooodo lo que el prólogo les dejó en duda. Espero de todo corazón que le den una oportunidad >////< y ya no molesto más ~~ENJOY~~

-A ver si lo he entendido… -Habló en alto un chico con ojos de un llamativo color ámbar y un alborotado cabello pelirrojo –Tú –Señaló al chico peliverde que estaba sentado a su derecha –Eres Suzuno -. El aludido asintió.

-Tú eres Midorikawa –Señaló a un joven pelirrojo, con ojos verdes y tez extremadamente pálida.

-Así es –Respondió el oji-jade.

-Y por eliminación, tú eres Nagumo – Señaló al peliblanco que estaba sentado a su izquierda, el cual soltó un suspiro y asintió pesadamente.

Hiroto se llevó las manos a la cabeza. No podía creer lo que les estaba pasando a sus compañeros y a él.

Estaban en su instituto, la Academia Alien, en la habitación del capitán del Diamond, sentados alrededor de la mesa del centro de la sala, intentando convencerse a sí mismos de lo que había pasado.

 

-Hiroto… -Le llamó su novio, que ahora tenía su apariencia. Pelirrojo y ojos verdes – No te preocupes, seguro que se nos ocurre algo –Le intentó animar sin mucho éxito.

-Ojalá  sea verdad… -Comentó entristecido Hiroto, acariciando los cabellos pelirrojos que ahora poseía su adorado chico. Apreciaba mucho sus intentos por animarle.

 

Suzuno, que ahora tenía la apariencia del peliverde, miraba con algo de recelo la escena. Sabía que esa persona que tenía el físico de Nagumo, no era en verdad él, pero no podía evitar ponerse de los nervios al ver cómo su Burn trataba tan cariñosamente a otra persona.

-Esto… - Interrumpió con delicadeza su momentito de amor - ¿Podemos centrarnos de nuevo en nuestro ‘’pequeño’’ problema? –Preguntó algo incómodo el peliverde.

-Sí, perdona –Se disculpó Hiroto. Había notado que no le hacía mucha gracia que hiciera ese tipo de cosas con la apariencia de su novio.

 

-En lo que de verdad tenemos que centrarnos es en cómo vamos a comportarnos a partir de ahora con los demás. Quiero decir, no podemos ir diciendo por ahí que no somos quien aparentamos ser ¿No? – Dijo Midorikawa.

 

-Tiene razón –Le apoyó Haruya – No es plan ir por ahí volviendo loco a todo el mundo. Algo habrá que hacer.

-Podemos saltarnos las clases hasta que volvamos a ser nosotros mismos –Propuso de nuevo Midorikawa.

-No es una buena idea. No sabemos cuánto tiempo vamos a estar así, y no podemos estar tanto tiempo sin pisar la escuela, además, sería muy sospechoso que los cuatro no fuéramos a clase. –Explicó Hiroto sin muchos ánimos.

Los cuatro chicos suspiraron pesadamente.

-¿Y qué podemos hacer…? – Canturreó tristemente Nagumo, mientras apoyaba la cabeza sobre la mesa en la que estaban acomodados.

-Supongo que no nos queda otra que ir a clase, y en nuestros ratos libres buscar una cura para volver a la normalidad. –Dijo con el tono serio que lo caracterizaba Suzuno. Cómo ahora tenía la apariencia del peliverde, era algo violento para la vista ver al entusiasta y alegre Centro-campista con esa cara tan sería y esa mirada fría.

-Joder… -Se quejó Hiroto –No te ofendas Burn, pero no quiero tener tu cuerpo, bueno… ni el tuyo ni el de nadie… Así no pudo hacer mi vida normal…-.

-Pues a mí, en realidad, creo que me gusta este cambio –Comentó alegremente el chico de fuego.

Todos lo miraban esperando una aclaración.

-No sé si os habéis fijado bien en mi ‘’nuevo yo’’ –Se empezó a hacer el interesante mientras se ponía en pie para que todos pudieran observarle a la perfección.

-Tienes la apariencia de Suzuno ¿Y qué? –Preguntó el pequeño Mido, que con su mente inocente, no sabía a qué se refería su amigo. Por el contrario, el otro seme sí que pilló la indirecta.

-Qué suerte tienes –Comentó entristecido Hiroto.

-No entiendo nada~~ -Canturreó Ryuuji - ¿Tú lo entiendes Suzu…? ¿Suzuno? –Preguntó al ver la expresión de horror que mostraba su amigo en el rostro.

-Creo que a partir de ahora voy a divertirme mucho con tu cuerpo Suzu-chan~~ -Comentó alegremente Haruya mientras se abrazaba a sí mismo.

-Ni se te ocurra –Le advirtió el chico de hielo.

-Lo siento Suzu-chan, pero que es algo inevitable. Cuando me duche, o me cambie de ropa, o cuando mi cuerpo tenga ese tipo de necesidades, pues… -Dejó de auto-abrazarse y puso una pose un tanto… elocuente –Mucho me temo que tendré que hacerlo –Fingió dramáticamente que le disgustaba la idea –Pero  no te preocupes, haré cosas que sé que te gustan~~

 

Al chico de hielo le entraron ganar de matar a Burn, pero no podía hacer nada. No podía estrangular a su propio cuerpo, y tampoco pegar a Hiroto por que tuviera la apariencia de Haruya. Pero lo peor, no era eso… Lo peor es que ese perturbado de Nagumo iba a mancillar su cuerpo a placer, y él no podía evitarlo. No podía estar encima de su novio las veinticuatro horas del día.

-``¿Por qué a mí, Dios? ¿¿Por qué?? –Se preguntaba interiormente Fuusuke.

 

-Y esa es otra… No podremos tener sexo hasta que volvamos a nuestra verdadera forma –Comentó Gazelle con tono serio.

De golpe la habitación del original peliblanco se quedó en el más absoluto silencio.

 

-… ¿Qué? –S e atrevió a preguntar Haruya.

-Lo que has oído. No sé de qué te sorprendes tanto. – Habló con tranquilidad el moreno. - Creo que sería algo inmoral tener relaciones en nuestro estado.

 

Los semes miraban al chico de hielo como si estuviera hablando en algún idioma desconocido para ellos. Gazelle tomo aire y suspiró.

-A ver… -Se acercó a Midorikawa –Hiroto, si tuvieras que tener sexo con alguno de los dos ¿A quién escogerías? –Preguntó desafiante.

-P-pues…. A Midorikawa, por supuesto. –Respondió Hiroto con nerviosismo.

-¿Cuál de los dos? –Volvió a preguntar Fuusuke.

-¿Cómo que a cuál de los dos? –Interrogó el, ahora, ojiambarino.

-Me refiero a que, si escogerías su cuerpo –Se señaló a sí mismo- o si escogerías su mente –Señaló al autentico Mido, ahora pelirrojo y oji-jade.

-Y-yo, pues… err… -No sabía por cual decidirse. No podría tener relaciones con su peliverde, sabiendo que realmente no se trataba de él, pero tampoco podía tener relaciones con alguien que tenía su apariencia, sería muy traumático. –No puedo decidirme –Sentenció entristecido Gran.

 

-Pues a eso me refiero –Explicó el chico de hielo.

-Menuda mierda… -Dijeron en coro todos los demás.

-Bueno, yo al menos tengo el cuerpo de Suzu-chan para consolarme… -Se animaba el chico de fuego, mientas se acariciaba a sí mismo.

-Por favor, no me lo recuerdes… -Susurró el capitán del Diamond, con un aura oscura y deprimente empezando a rodearle.

Hiro y Mido lo miraban compadeciéndose de él, mientras que Haruya disfrutaba de su nuevo cuerpo.

-Animo Suzuno, hemos superado peores situaciones –Le intentó animar Ryuuji.

-¿Tú crees?

-¡Claro! ¿Recuerdas la fiesta de Halloween del año pasado? –Hizo memoria el portador del cuero de Hiroto.

-Aunque quisiera olvidarlo, no podría –Dijo con un tono de voz que parecía sacado de una película de terror. –Es imposible que mi culo no recordara eso… -Susurró para sí mismo el uke de hielo. Debía haber sido algo realmente traumático.

-No hay por qué ir tan lejos –Agregó el peliblanco- ¿Te acuerdas de las vacaciones de verano que pasamos en Benidorm?-.

Suzuno ya se veía venir lo que iba a decir.

-¡Madre mía, no he visto un borracho más problemático que tú en mi vida! –El ojiazul se empezó a reír a carcajada suelta, mientras que Suzuno apretaba los puños para no cometer genocidio.

-¿Por qué nadie me había contado nada de eso? –Preguntó Midorikawa, haciéndose el ofendido.

Burn y Gazelle ignoraron olímpicamente el comentario de Ryuuji.

-O piensa en la fiesta de fin de curso del año pasado –Comentó Hiroto.

-¿Tú cómo sabes lo de la fiesta de fin de curso? –Preguntó asombrado el chico de fuego.

-Porque Mido-chan y yo estábamos en la habitación de al lado –Aclaró tranquilamente.

-``¿¿QUÉ??´´-.

-Pero tranquilos, guardaremos vuestro secreto –La parejita cómplice les guiñó un ojo.

-¡No, no, no, no, no! –Intervino Fuusuke- No mal interpretéis las cosas, eso que pasó aquella vez era sólo una prueba, no tiene nada que ver con mis gustos sexuales, os lo aseguro –Intentó sonar creíble el capitán del Diamond.

-Gazelle, tranquilo, no tienes por qué darnos explicaciones- Dijo tranquilamente Mido-chan- Nosotros te seguimos queriendo igual aunque te vayan ese tipo de cosas –Sentenció el pelirrojo.

-¡No es lo que pensáis! –Intentaba defenderse el peliverde- Sólo era una prueba, además, Burn me encerró en su cuarto ¡No tenía otra opción! –El pobre chico de hielo ya no sabía qué argumentos usar.

-Suzuno –Llamó su atención su amigo Mido, con un tono serio y a la vez amable- No tienes por qué ocultar tus tendencias sadomasoquistas, si te gusta ese rollo, nosotros lo respetamos-.

-¡Por décima octava vez, yo no...! –En ese momento alguien llamó a la puerta. Y el silencio se hizo presente entre ellos.

Suzuno se levantó para ir a abrir, ya que se trataba de su habitación, pero una mano lo detuvo.

-Será mejor que abra yo –Le dijo Burn- Después de todo, ahora soy tú -. Fuusuke se sentó nuevamente y el peliblanco se acercó a la puerta, respiró hondo y abrió.

 

Al otro lado del umbral se encontraba Desarm. Parecía estar de buen humor.

-Buenas tardes Gazelle-sama –Saludo alegremente el pelinegro. Allí en el instituto Alien, todos se referían a los capitanes con su apodo y mucho respeto. Al menos en presencia de otros jugadores.

-Buenos días- Respondió el albino.

-Perdonar por interrumpiros, pero estaba buscando a Reize-sama –Dijo tranquilamente el chico de tez pálida.

Gazelle, el verdadero, se estremeció ante la noticia. Tenía un mal presentimiento.

-Reize-sama ¿Tienes un momento? –Preguntó el recién llegado, que no se había movido de su posición.

-Eh… -Gazelle miró a Mido, preguntándole mentalmente si debía irse con Osamu, o por el contrario quedarse.

Midorikawa asintió levemente, dándole así a entender que se fuera con el pelinegro.

-Claro –Dijo amablemente Suzuno, metiéndose en el papel del peliverde.

Se encaminó hacia el umbral, donde estaba el capitán del Épsilon y ambos salieron de la sala con paso calmado.

Se hizo el silencio…

-¿Qué te traes tú con Desarm? –Preguntó el pelirrojo de ojos ámbar, notablemente celoso.

-¿Qué pasa? ¿Es que no puedo tener amigos?- Preguntó desafiante el chico de tez pálida.

-¿Queréis hacer el favor de callaros? No es momento para discutir –Intervino el peliblanco.

-¡Wow! ¡Es increíble! ¡Burn se está volviendo responsable! –Canturreó Midorikawa emocionado.

-Sin duda el cuerpo de Suzuno le está afectando –Comentó el otro pelirrojo.

Haruya ignoró las palabras de sus compañeros. Estaba demasiado nervioso por cómo le iría a Suzuno con Desarm, como para perder los estribos por una tontería.

 

 XxXxXxXxXxXxXxXxX

 

-Mido-kun, estás muy serio ¿Te ocurre algo? –Preguntó haciendo visible su preocupación el chico de cabellos negros.

-``¿Mido-kun? Vaya, se tienen mucha confianza´´-Pensó el moreno –No es nada, es sólo que hoy no he dormido bien, y estoy un poco cansado –Respondió aparentando tranquilidad el peliverde.

-¿Has vuelto a tener ese sueño? –Interrogó el chico de piel pálida. Suzuno se maldecía interiormente por haber puesto esa excusa.

-``¿Pero de qué coño me está hablando este tío?´´- Pues… -Meditó mentalmente su respuesta-Si-.

-Si se trataba de eso, podías habérmelo dicho antes- Le dio unas palmaditas amistosas en la cabeza al peliverde-.

-Esto… ``¿Cómo suele llamar Mido a Desarm? Piensa, piensa, piensa…´´ Osamu –Le llamó el oji-negro- ¿Para que querías hablar conmigo?- Intentaba cambiar de tema rápidamente para evitar más complicaciones con el absurdo tema del sueño.

El mayor se detuvo y encaró al moreno –Quería preguntarte si sabías algo acerca del accidente de la sala común.- Dijo muy serio.

-¿Accidente?

-¿No lo sabías? Ha habido una explosión hace menos de una hora –Explicó el ojinaranja.- Y todos los alumnos están muy alterados, por eso quería comentarte una cosa.

-¿De qué se trata? –Preguntó muy interesado el peliverde. Puede que Osamu pudiera darnos algún dato importante sobre lo que nos está ocurriendo.

-Veras, yo he sacado mis propias conclusiones – Comenzó a hablar el pelinegro, pero luego paró y empezó a inspeccionar los pasillos por dónde estábamos caminando.-Mejor vamos a un lugar más privado –Dijo finalmente. El moreno asintió.

Llegamos a la habitación del mayor después de cruzar un par de pasillos, y nos acomodamos en una mesa.

-Bueno, como te decía antes, he sacado mis propias conclusiones- Hizo una pausa- Y creo que la piedra Alius está detrás de todo esto.

-``¿¿Qué??´´ ¿La piedra Alius? –Preguntó el moreno, asombrado por las palabras de otro jugador.

-Así es –Desarm asintió. –Creo que la explosión se produjo por una mala conservación de la piedra, que como ya sabes es muy inestable, y al exceder su límite, estalló –Explicaba el mayor- Ya sé que en teoría la piedra fue destruida, pero tengo razones para creer que quedan algunos fragmentos distribuidos por la escuela. Por eso han movilizado a todos los jugadores, pero nadie sabe el por qué. Están observando de cerca a todo el instituto por si algún alumno presenta síntomas extraños… Cómo nadie sabe si alguien ha estado expuesto directamente a la piedra, o si estuvo en el lugar de la explosión cuando se produjo, nos examinan a todos-.

Gazelle se quedó boquiabierto ante la explicación de su compañero. Visto de esa forma, todo tenía sentido.

-Osamu ¿Por qué me revelas esto a mí? Quiero decir, ¿Qué pinto yo en todo esto?- Preguntó el peliverde.

-En primer lugar, porque eres mi amigo, y en segundo, porque eres un capitán, el capitán del Géminis Storm, y puede que tengas un papel importante en todo esto –Dijo con seguridad en sus palabras el pelinegro.

-Veras, lo normal en estos casos es que los profesores recurran a la ayuda de los altos cargos –Empezó su explicación nuevamente-  Eso nos involucra a ti, a Gazelle, a Burn, a mí, y sobre todo a Gran. Si esto ocurriera nos volveríamos responsables de controlar a los jugadores de nuestros equipos e intentar buscar comportamientos extraños o cualquier indicio de exposición, todo, claro está, sin saber la causa. –Hizo una pausa y tomó aire- Y sinceramente, no estoy dispuesto a ser el mensajero de nadie, y menos a costa de mis compañeros.

-¿Qué intentas decirme con todo esto?- Preguntó Suzuno con su tono serio de siempre.

-Intentó decirte que algo grave podría ocurrirle a alguno de nuestros compañeros, y que hay alguien intentado ocultar la piedra –Finalizó su discurso el chico de tez pálida, mientras apoyaba su cabeza sobre la palma de su mano derecha. Estaba notablemente agobiado.

El peliverde se le quedó mirando con los ojos abiertos como platos. Estaban tan preocupado con lo que le pasaba a su cuerpo, que no había pensado en cómo se había producido la explosión.

-Eres increíble Osamu –Le alabó el moreno –Yo nunca habría llegado a esa deducción –Dijo con una pequeña sonrisa mientras se rascaba la nuca. Después de todo tenía que actuar como Midorikawa, más o menos.

-Me alegra que pienses eso –Le devolvió la sonrisa y volvió a palmearle la cabeza. Por lo visto era una muestra de cariño común entre ellos.

-Bueno, no te molesto más – el mayor se puso en pie, seguido del peliverde- Puedes volver con Gran y los demás –Ambos avanzaron hasta la salida de la habitación, cuando el moreno iba a irse el otro chico le puso la mano en el hombro.

-Mido –Lo llamó –Cuídate mucho ¿Vale? –Le dio un pequeño beso en la mejilla y comenzó a andar en sentido contrario al peliverde.

-Va-vale… -Fue lo único que atinó a contestar Suzuno.

Emprendió el camino de vuelta a su habitación, donde le esperaban los demás, con la cabeza hecha un lío. Le trastornaban un poco las acciones de Desarm.

A los poco minutos llegó a su cuarto y llamó a la puerta, pero luego lo pensó y decidió entrar sin más. Era su habitación y no necesitaba pedir permiso para entrar.

-¡Suzuno! –Gritaron sus amigos en cuanto vieron al peliverde entrar en la sala.

-¿Tanto me habéis echado de menos? –Les hizo burla el moreno mientras se sentaba a su el mismo sitio de antes.

-¿Para qué molestarme en echarte de menos cuando tengo tu cuerpo a mi disposición? –Le contrarrestó la jugada el chico de fuego. Sabía que el otro chico odiaba aquello.

Sólo recibió como respuesta una mirada de odio por parte del peliverde.

-Suzuno, cuéntanos ¿De qué quería hablar contigo Desarm? –Preguntó Hiroto. Estaba claro que no le gustaba nada que ese chaval se juntara tanto con Midorikawa, y menos a solas. Por eso le interesaba tanto el tema.

-Pues, me ha contado que piensa que hay fragmentos de piedra Alius en la academia y que la explosión se ha producido por la misma piedra.

-¿¿La piedra Alius?? –Dijeron los demás jugadores a coro.

-¿Pero no había sido destruida? – Pregunto Midorikawa.

-Según esta teoría, no del todo –Respondió el peliverde sin muchos ánimos. –Pero aún hay más –Advirtió el moreno- Los profesores están movilizando a los alumnos para buscar síntomas extraños que puedan haber sufrido por culpa de la piedra. Por lo visto nadie sabe que estábamos allí cuando se produjo la explosión-.

-¡Mierda! ¿Qué significa eso? –Preguntó el chico de fuego. Estaba muy alterado.

-Pues, resumiendo, significa que lo que nos pasa es cosa de esa dichosa piedra, y no sabemos si puede haber más síntomas -.

Todos los allí presentes se llevaron las manos a la cabeza.

-Me temo que lo único que podemos hacer es esperar –Intentó calmar un poco a sus compañeros Gran. Los demás asintieron con mala cara.

-Y por cierto Mido ¿Qué clase de relación tienes con Desarm? –Interrogó el peliverde con una mirada desconfiada.

-¿Con Desarm? Pues… es cómo mi hermano mayor –Contestó un poco nervioso por la pregunta que le había hecho repentinamente Suzuno.

-¿Por qué lo preguntas? ¿¿Ha ocurrido algo con ese tipo?? –Preguntó muy alterado el pelirrojo ojiambarino, tirándose casi encima del moreno.

-Hiro, tranquilízate, sólo me dio un beso en la mejilla, nada más –Le explicó el peliverde, mientras se separaba del pelirrojo, que estaba sufriendo un ataque de celos.

Al escuchar eso a Hiroto se le cayó la mandíbula al suelo.

-¿Sólo un beso en la mejilla?- Se acercaba poco a poco a Suzuno, con una mirada que asustaría a cualquiera -¿Sólo? ¿¿SÓLO?? –Se dio la vuelta poco a poco hasta encarar a Midorikawa, que temblaba e intentaba esconderse detrás del chico de fuego.

-¿Hi-Hiroto..? – Susurraba a duras penas el, ahora, pelirrojo de ojos verdes, mientras retrocedía sin dejar de esconderse tras el cuerpo del peliblanco.

-Midorikawa Ryuuji –Le llamó sin quitar su cara de psicópata recién fugado de un psiquiátrico- Quiero una explicación, y la quiero ahora –Miraba a Midorikawa a los ojos muy fijamente, esperando una respuesta.

- Verás, Osamu, cómo ya te he dicho antes, es cómo un hermano mayor para mí, y bueno, es normal que nos tengamos afecto… ¿No? –Preguntó temeroso el pelirrojo, ocultándose más tras Haruya.

-¿Normal dices? ¿¿Te parece normal ponerme los cuernos con ese?? –Hiroto estaba totalmente indignado, y no sé daba cuenta de que estaba exagerando muchísimo las cosas.

-¿¿Qué?? ¡Yo no te he puesto los cuernos! –Se quejó el pelirrojo. Ahora también estaba enfadado.

-¿¿Y qué haces entonces besando a otro??-

-Para empezar, son besos fraternales y además… ¡Tengo todo el derecho del mundo a ser amable con Osamu!-.

-¡Claro que no! –Reivindicó Hiroto, ya casi echando espuma por la boca- ¿Te gustaría si yo fuera por ahí besando a cualquiera que se preciara?-.

-¡Yo no voy besando a todo el mundo! Sólo a ti, a Suzuno y a Osamu –Explicó mientras contaba con sus dedos cada vez que nombraba el nombre de alguno de sus compañeros.

-¿¿A Suzuno también??- El alma de Hiroto amenazaba con abandonar su cuerpo.

-Bueno, cuando está de bajón, lo normal entre amigos… Son cosas que surgen –Decía tranquilamente el pequeño Mido.

Hiroto se volteó y encaró al peliverde, como pidiéndole explicaciones. Suzuno agitó los brazos como si no supiera nada con respecto al tema.

-Oye Hiroto, creo que estás exagerando mucho las cosas –Intervino el chico de fuego, intentando calmar a su celoso amigo. –Todo el mundo sabe que Mido se muere por tus huesos, no hay por qué ser tan posesivo –Decía el peliblanco, a lo que Midorikawa no pudo evitar sonrojarse.

-Tiene razón… –Le apoyó el mismísimo Ryuuji, más rojo que el pelo de Hiroto y el de Burn juntos.

-Mido… -El pelirrojo se acercó al pequeño Mido, que seguía oculta tras el cuerpo del peliblanco- Lo siento, siento haber dudado de ti… -Le acarició la mejilla con suavidad. Gazelle miraba la escena con bastante incomodidad.

-No pasa nada, todos tenemos nuestro momento de celos –Le dedicó una de sus alegres sonrisas y a continuación le besó superficialmente los labios.

-¡Midorikawa! –Le llamó la atención el peliverde- No vuelvas a hacer eso. Lo digo muy en serio. –El moreno echaba humos por las orejas.

-Vaya, vaya, vaya, hablando de celos~~ –Le hacía burla su novio, que estaba más feliz que una perdiz al viendo como se le disparaban los celos al chico de hielo.

-¡Cállate! –Se sonrojó hasta las orejas. Pero no podía evitarlo, al igual que no podía quedarse de brazos cruzados cuando veía a ‘’Hiroto’’ besando a su chico.

-Qué lindo Suzu-chan, que está celoso~~ -Midorikawa le seguía el juego a Burn.

-Tú también lo estarías si estuvieras en mi lugar –Se defendía el peliverde.

-¡Cuidado Mido, que puede sacar el látigo y una mordaza y azotarnos! -Dijo el ojiazul para terminar de agotar la paciencia de Fuusuke. Ambos chicos fingían tener miedo mientras secaban a relucir el supuesto gusto del moreno por practicar sadomasoquismo.

-Cómo alguien vuelva a mencionar ese tema… -Un aura de color negro cómo la misma oscuridad empezó a formarse alrededor del peliverde- Os juro por  todo el helado del mundo que os arranco la cabeza a mordiscos. –Sus ojos negros estaban inyectados en sangre, y poco le faltaba para que le empezaran a crecer colmillos.

 

Nuevamente, reinó el silencio en la sala por tercera vez consecutiva en lo que llevaban de día.

-Me das miedo, mucho miedo –Lloriqueaba Ryuuji mientras e abrazaba a su novio de forma acaramelada.

-Más miedo te daré cuando cumpla mi amenaza-.

El pelirrojo se abrazó más a ojiambarino, lo que puso de los nervios a Suzuno. Otra vez.

-¿¿QUERÉIS PARAR DE UNA VEZ??- Estalló el peliverde. No soportaba más que Midorikawa, inconscientemente, abusara del cuerpo de su novio.

 

 

XxXxXxXxXxXxXxXxX

 

 

-Señor ¿Qué va hacer con los alumnos? –Preguntó el hombre trajeado mientras se acomodaba en una de las sillas del gran despacho.

-Mucho me temo que habrá que cancelar las clases de lo que queda de semana- Dijo apesadumbrado un hombre de avanzada edad, mientras ojeaba la lista de los alumnos del centro.- Y empezar lo antes posible una inspección – Rebuscó entre los papeles que tenía en las manos hasta que sacó un folio con el expediente de los capitanes de la Academia Alien.

-Quizá… deberíamos contar con ellos –Empezó a leer los expedientes detalladamente, mirando las fotos que tenían adjuntados los archivos.

-Todavía es muy pronto para recurrir a eso, señor- Le aconsejó su ayudante mientras retiraba los documentos de sus manos.

-Lo sé, pero no hay que descartar la idea – Se cruzó de brazos y bajó la mirada. -… ¿Qué tal está mi hijo?-.

-¿Hiroto, señor? -. El mayor asintió.

-No tenemos noticias suyas posteriores a la explosión, pero todo indica que se encuentra perfectamente. –Contestó el hombre trajeado.

-Me alegra escuchar eso –Tomó un su vaso de la masa y bebió un poco de té.- De todas formas me gustaría asegurarme –Dejó el vaso sobre la mesa y encaró a su ayudante.

-Mañana por la mañana debe asegurarse –Le ordenó el mayor- Bastará con que acuda al entrenamiento matutino y pueda verificar que él y sus compañeros se encuentran bien- Dijo tranquilamente el hombre sin cambiar la expresión de su rostro.

-Así lo haré señor- El hombre trajeado hizo una pequeña reverencia y se retiró de la habitación a paso ligero. Tenía mucho trabajo que hacer.

 

Notas finales:

Digo lo mismo que digo siempre, si tienes dudas pueden preguntarmelas, y yo las contesto encantada. Dentro de poco subiré en capítulo 2 ¿Nee? ~~Muchos Besos~~


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