LA CONTINUACIÓN DE UN FINAL……¿UNA VIDA SIN TI?. por Lady Marivette

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Notas del capitulo:
editado...

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LA CONTINUACIÓN DE UN FINAL… ¿UNA VIDA SIN TI?.

Capítulo: 1

INTROSPECCIÓN… ¿PROMESAS?

En una habitación sombría y desordenada se encuentra un joven sentado sobre una butaca cerca de un ventanal que expone ante sus ojos dispares la muerte lenta del sol frente a la noche.

El sol está llegando a su ocaso, se puede apreciar la espesa reunión de nubes matizadas de rosa y naranja; para cualquiera que saliera por un momento de su mundo absorto y de sus problemas, y levantara el rostro hacia el cielo podría contemplar tamaño y natural espectáculo, simples visiones que descansan el alma y conciencia indiferentes a la realidad.

- Son dolorosamente indiferentes… ya que representa el vago y oscuro comienzo de la luz de otro día más…

- Esperar un mañana, una noche más insufrible que la anterior y así sucesivamente, tratando de encontrarle un significado humano al por que de mi estancia persistente en un territorio que al no tenerlo entre sus palmas me es simplemente insoportable. Ya ni siquiera se diferenciar el dolor de la tristeza pues creo que los sentimientos ya no tienen nombre en mi forma de percibirlos; me miro al espejo y al hacerlo observo una imagen que no es la mía, es totalmente distinta, acarició mi rostro y aprecio la mirada que me devuelve el joven del espejo, una mirada dispar, algo que acepté como prueba del amor casi enfermizo que le profesé y sigo haciéndolo a mi peor enemigo, por no decir al único que consideré como mi enemigo y más grande amor, pues nadie más existía, nadie más que Seishirou Sakurazuka o mejor dicho El Sakurazukamori.

- Un asesino a sueldo, alguien que no sentía como un ser humano, el enemigo mortal de mi clan, el verdugo de Hokuto-chan, el que me mintió por todo un año profesándome un amor que al parecer no sentía, él, que sin consideración alguna me rompió un brazo para demostrarme que no era tan diferente a un cadáver o a un cristal que podía romper con sus propias manos, tú, Seishirou-san quien sólo me cuidabas para asegurarte que nadie además de ti, me lastimara, ¿Me amabas? ¿Llegaste a sentir ese sentimiento que nos hace humanos? ¿Me amaste?

- Recordar las falsas palabras de amor que me decías…

…“ Mi amado Subaru- Kun”…

… “No importa lo que tenga que hacer para ganarme el amor de mi querido Subaru- Kun.”

… “Te amo Subaru- Kun, no es una broma, aunque no me quieras creer.”

- Y por último la frase casi no completada, la más importante, la más sincera y esperada; esas frases que solo se consiguen cuando ya no hay nada que perder, ni que temer… Al menos eso creo…

… “Eres un encanto Subaru- kun, por eso…por eso yo… yo…”

- Seishirou- san ¿por qué?… ¿por qué? Por qué me dejaste sólo, manchando mis manos con tu sangre, cuando lo único que yo deseaba era que sintieras en tu palma la calidez de mi corazón en agonía al no poder estar contigo.

“Por eso yo… yo… Te amo Subaru”.... -¡¡¡¡ BASTAAA!!!! ¡¡¡BASTA YA!!! YA NO MÁS!!!!! ¡¡¡¡ POR FAVOR…. YA NO MÁS SEI-SAN!!!!...

- Hasta estos momentos me atormentan tus palabras, a pesar que ya las había escuchado antes de tus propios labios; me quitaste todo lo que me importaba… a mi hermana, mi querida hermana, tan vivaz, tan diferente a mi y junto a ella me quitaste algo que me hacía quizás apetecible y desconcertante para ti, Mi Inocencia, nunca pude volver a ser el mismo desde tu engaño, desde tus crímenes conmigo pues no sólo mataste a Hokuto-chan y a los que se te pagaba para que mataras, también de cierta forma me mataste, acabaste con todo lo que yo creía…

- Dejándome anhelos suicidas, primero mi ojo y luego de conseguir estar a la par contigo, dejaba mi vida literalmente en tus manos; imposibilitado de poder amar a alguien más que no seas tú… desde que me dí cuenta que te amaba no he podido divisar algo más que no sea tu mirada, tu rostro, tu voz, de los demás seres que pudieron rodearme quizá con intención de conocerme más a fondo; lo peor de todo es que no tengo ni el recuerdo de un roce de labios tuyo, aunque sea uno lleno de mentira, no te atreviste a robarme uno; quedando frustrado ante mis sentimientos por ti, hasta podría decir que lo más puramente cerca que estuve de tu ser perfecto fue el último encuentro que tuve contigo, en el que sentí la calidez de tu sangre recorrer mi mano incrustada en tu pecho; a pesar del golpe de horror para mi frágil razón, fue lo más cerca que estuve de ti y de que me dieras un único y ultimo beso.

Cierra los ojos y se le despierta un anhelo.

- Un Beso… ese habría sido el más doloroso y a la vez el más grandioso recuerdo que me hubieras dejado en vida Seishirou- san, en mis deseos más ocultos y vergonzosos era lo que más pedía de ti, a pesar que debía odiarte.

Dice esto rozándose los labios suavemente con las yemas de sus largos y delicados dedos, con ternura exquisita imaginando el beso que Seishirou le hubiera dado y aún sonando sádico la última oportunidad la tuvo en el preciso momento en que la vida se la arrebataba el propio Subaru; la respiración se le va y se agitan los latidos de su corazón hasta sentir aflicción tan solo al pensar en ese momento que nunca se dio y nunca se podrá dar, es entonces donde la impotencia se hace presente.

- MALDITOOOO¡¡¡¡ NI UN BESO, NI NADA!!!!! Solo tu ojo izquierdo, palabras y mucha frustración me dejaste, nada más… Nada más… ¡¡¡MALDICIÓN!!!... Y lo peor de todo es que no sé si lo último que me dijiste era verdad o era la última maldad que me hacías.

Aprieta fuertemente sus puños casi hasta clavar sus uñas en las palmas de sus manos, lastimándose y arremetiendo golpes contra el piso en donde yace arrodillado. Se levanta del piso y comienza a caminar en un ir y venir sin dejar sus cavilaciones de lado.

- Creo que mi amor por ti es algo que va más allá del propio amor, más allá de lo llamado “normal”, más que enfermizo, mas allá de mi voluntad, de mi fragilidad, de lo supuestamente razonable... cambié mi existencia, mis sueños por ti, por mi deseo desvalido, tan sólo por que me vieras una ves más y te dieras cuenta que yo existía, que no podías ignorarme más, y así poder morir a causa de tu propia mano…Suena descabellado pero hay tantas formas de amar y esta era una de ellas… La más pura y sucia, la más intensa y asfixiante; la que da anhelos de vida y de muerte.

Tras caminar sin sentido en dirección hacía ningún lado en específico se arrodilla en medio de su pequeña y sombría sala.

- Rozar tus labios, acariciar tu piel, respirar tu aroma, sentir tu aliento cálido en cada rincón de mi cuerpo, tocar tus cabellos, tus dedos, sostener tu mirada lasciva con la mía llena de eso que las personas normales y cursis llaman “amor”…. ¿Amor?, lo nuestro cómo podría definirse. ¿Lo mío podría definirse como amor?... ¿Lo tuyo se definiría como sadismo? ¿Crueldad? ¿Envidia?... ¿Envidia hacía los seres que pueden sentir ese “algo” que los hace dioses y esclavos al mismo tiempo?

- ¿Será amor y necesidad de amar lo que nos unía?... Por qué no me buscaste antes, estoy seguro que tú sabías muy bien en donde estaba, yo, “Tu presa”, lo que por derecho propio y concedido te pertenecía… Seishirou-San todo lo que me dejaste fueron preguntas y más preguntas, con repuestas hechas por especulaciones del supuesto conocimiento de tu enigmática y casi vacía personalidad… Y digo casi vacía, pues lo último que me dijiste sonó sincero, quiero creer eso.

Se queda en silencio, mirando sin mirar al vacío que la oscuridad proporciona. Repasa y repasa sus sentimientos e interminables preguntas. Y un cansancio indescifrable toma el control de su voluntad y espíritu.

Entonces, decide tomar una dolorosa decisión de escape y a la vez de liberación… ¿quizá eso se llame resignación?

- Es una lástima que no estés más… para que te regodees con mis tonterías; quizá es hora ya de comenzar otra vez y seguir los consejos de vida, de mi querida Nee-san.

Respira hondo y busca es sus bolsillos un cigarrillo y su clásico encendedor plateado. Lo prende y da una larga calada, expulsa el humo y el placer embriagante que le proporciona dicho vicio. Sonríe entre dientes, como burlándose de sí mismo y de todo…

- Que lástima que no puedas contestarme… es una lástima.- Da otra calada y expulsa el humo del cigarrillo por la nariz, como si esto fuera parte de su respiración, cierra los ojos y se toca la frente con la mano que tiene libre, con una expresión en su hermoso rostro de profunda resignación. - Pues he decidido… Vivir… desde este momento planeo despojarme de ti, ya no aguanto más sufrir tu muerte, tu ausencia, tu inestabilidad… tu falta de corazón… así que debo… - Suspira profundamente, antes de decirse y convencerse a sí mismo, que es lo mejor que puede hacer por él… - ¡vivir!... Si… ¡¡VIVIR!! Quiero empezar a hacer lo que me olvidé hacer hace mucho tiempo.

Sonríe ante su atrevimiento.

Y una idea se le viene a la mente, liberándose en todo su cuerpo.

- Pero primero debo sacarte de mí, aunque sea solo como significado físico, ya que de mi corazón nunca podré hacerlo, pero sí de mi vida, aunque antes de empezar con este imposible, tengo que compensar mi despedida con una necesidad insatisfecha, pues otros de mis deseos más escondidos y nunca admitidos fue el que me poseyeras, mi amado Seishirou San.

Tras decir esto, tira el cigarrillo al suelo, se levanta del piso con una sonrisa en los labios; dirigiéndose a su cama, se sentó en el borde de la piecera que daba directamente al ventanal y mirando a través de este, al cielo ya cubierto de estrellas; comenzó a deshacerse de las únicas prendas que llevaba puesta (solo pantalón jeje), desabotonó y corrió el cierre y el botón… quitando el pantalón y el bóxer que traía puesto, liberando su cuerpo de toda restricción…; con la habitación en penumbras únicamente iluminada por la luz de la luna.

Levantó el rostro y cerró los ojos, al sentirse ya libre de sus prendas, evocó la imagen de Seishirou, posó sus manos en su propio miembro dormido y con dedos inexpertos lo rodeó, comenzando así ha estimularse, primero con las yemas de sus pulgares acaricia de forma suave la piel que cubre su hombría…. Luego con la mano derecha comienza los movimientos lentos de un vaivén que seguía las direcciones naturalmente establecidas de un hacía arriba y hacía bajo interminables, como haciendo tiempo de preparación con el placer venidero. Sintiendo. ¡¡Oh, si…!! Sintiendo poco a poco entre sus dedos la palpitante erección creciente que determinaba el inicio del olvido de su propio nombre… fue ahí cuando pronunció casi como un susurro el nombre de: <<“Seishirou-San” >>

La imagen desnuda de la perfecta anatomía del asesino, completamente negada en la realidad de sus ojos, apareció en su mente antes casta. Con aquella evocación totalmente alucinógena que su conciencia inconciente le obsequiaba; frotó con más intensidad su ya pronunciada extensión. Gimiendo con sonidos apagados al compás del vals que toca su propia fricción y respiración humedecidas por el aliento, el sudor y fluidos pre-orgásmicos que escapaban de su control. De pronto un cosquilleo placentero acompañado de una leve pero muy leve picazón, venida del interior de su vientre, hace que le sea imposible no estremecerse y tersarse. Escapando de sus labios un sonido gutural. El cosquilleo se hace más persistente y prolongado, centrándose sin aviso en su masculinidad…; cosa que le nubla la vista y obliga a arquear la espalda. Resguardando su peso sobre su brazo libre. Jadeos más sonoros que querían salir de sus labios fueron retenidos por la poca razón que rogaba morir entre placer y más placer que se auto-regalaba.

El clímax ya estaba cerca y lo único que se le vino a la mente era la piel del ex-sakurazukamori rozándose con la suya, causándole un sonrojo involuntario en medio del éxtasis.

Mientras su respiración se realizaba dificultosa o mejor dicho se hacía casi nula… aceleró un poco más los movimientos de su mano, provocando que el cosquilleo placentero en su miembro se hiciera insoportable. Comprendiendo así que el último cartucho de su resistencia se dispararía pronto; instante en que supo que ya no aguantaría más. Y como confirmación de su aseveración… sintió que la calentura de todo su cuerpo se concentraba en su sexo y que tras sentirlo más duro que nunca, algo en su interior pugnaba por ser liberado y sin más voluntad para retenerlo por más tiempo, toda su esencia fue liberada de golpe acompañada de un suspiro entrecortado y gemidos que ya no pudo acallar… Conociendo de la forma más sublime y liberadora que:”No existe lo material, donde las palabras no importan y se hace fácil tocar el cielo con las yemas de los dedos… disparándose hasta llegar a las estrellas”

Experimentando, sin tregua alguna, las violentas pero cortas contracciones de sus músculos y como todo ese calor concentrado en su sexo recorría cada parte de su ser y a la misma velocidad no podía evitar que las fuerzas le abandonasen en forma de aire por cada exhalación que daban sus agitados pulmones. En ese instante percibió una energía conocida, fue una micra de segundo pero la sintió, instintivamente la buscó, con la mirada empañada, en cada rincón que su visión le permitía. Simplemente, su presencia era imposible. Él ya no estaba entre los vivos y no tenía la más mínima intención de martirizarse con su espíritu, invocándolo; el Sakura no tenía ningún asunto pendiente. Suponía Subaru.

Así que lo dejó como un juego de su mente y de su inestable control de energía espiritual. Pues quería disfrutar del momento algo que se negó en mucho tiempo.

Con las manos manchadas se tumbó en la cama; Subaru sonríe satisfecho por el placer alcanzado, por la decisión tomada y cansado por las noches en vela que se ha pasado durante todos estos meses de encarcelamiento mental.

Pero ahora esta noche era diferente, esta noche era de liberación. La fuerza para cumplir su sueño de adolescente, la motivación para tal vez ser...¿Feliz?, no importa si era o no “Feliz”, lo importante era que lucharía por un poco de paz…solo eso anhelaba. Paz.

- Seishirou San, desde este momento me resigno a tu pérdida y con todo lo que eso conlleva, tal vez así pueda sacarme tu estigma…. mi más grande y único amor…-

Subaru se acurruca hasta quedar en posición fetal, exhausto; las pocas fuerzas le abandonan y por fin el sueño le ha vencido la batalla al insomnio…El joven médium queda atrapado en un profundo y ansiado sueño.

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El silencio se hace inestable y pesado en aquel pedazo de espacio y es entonces donde.

Entre las sombras de su habitación una energía se hace presente y toma la forma ya conocida del ser a quién Subaru ha dedicado noches de desvelo, se acerca al médium y posa su mano derecha que en vida fue la de un asesino; le acaricia la sudorosa mejilla, el cuello y el torso, deteniéndose en su ombligo.

Subaru se mueve entre sueños quedando boca arriba, mostrándole sin intención al ex-asesino, su delgada, delicada y deseable anatomía cubierta solo con piel.

- Mi Subaru kun. He presenciado tu lado apasionado…. tu posible respuesta ante mis ya imposibles caricias… todo lo ví en medio de las sombras… cada gota de sudor que se resbalaba atrevida en tu piel… pero, a pesar de verme impedido de los sentidos terrenales, pude llegar a sentir deseos de poseerte y marcarte como mío… y creo que tú lo sentiste… O mejor dicho… Me sentiste…; de todo el tiempo que te he observado… tengo noches enteras deseando poder tocarte.

Lo mira con lascivia y con algo de reproche…para después esbozar una pequeña sonrisa.

- Sólo en un momento mío de descuido pudiste percibirme… pero… ¿podrás lograrlo?

- ¿Crees que en verdad podrás olvidarme y dejarme ir así?... Pues te voy respondiendo de antemano… la respuesta es… no... simplemente… no lo permitiré, tú me amas y yo… yo… yo te… te amo… y no te dejaré Subaru kun; sé que en esta forma espiritual no puedo cumplir con mi “nuevo deseo”, pero me perteneces en cuerpo y alma.

- Antes no podía sentir las emociones humanas, de cierta forma eso era lo que me hacía estar alejado de lo que se cataloga humanidad, actuar como uno, si, eso sí podía hacerlo, manipular las emociones, desarrollar acciones y esperar reacciones me fascinaba en lo más ínfimo de lo que significaba mi función como asesino sin sentimientos.

El ex Sakurazukamori se sienta al lado del cuerpo durmiente de Subaru de forma imperceptible para el médium, se inclina hacía su rostro y posa sus labios de ente sobre los labios tibios llenos de vida y le susurra:

- De todas las criaturas que pude conocer, de las más fascinantes, Tú, Subaru kun, eras la que más desconcierto me creaste; tus hermosos y brillantes ojos verdes eran el símbolo puro de la más cálida inocencia , tu fragilidad y desprendimiento eran lo que yo más quería poseer, tomarlas entre mis manos y acunarlas de tal forma que no se dañaran, para después acariciarlas por lo extraordinario de su extrañeza, y luego triturarlas entre mis manos pues eran íconos del ápice de debilidad y humanidad que me quedaban aún.

- Te Lastimé, de la forma más cruel e inhumana que pude, sólo para demostrarte y demostrarme que yo no podría ser invadido y atrapado por un sentimiento tan inútil, poco razonable y debilitante como el… amor… A pesar de mis primeras intensiones con respecto a “nuestra apuesta”, te dije que si ganabas yo te consideraría especial y te protegería, pero no estaba preparado para algo así, no podría cambiar más de lo que ya estaba cambiando, por eso necesitaba matarte para deshacerme de aquella luz que tiritaba débilmente en la oscuridad en que estaba y estoy inmerso……Yo debía continuar sólo… pero, tú, Tú no tenías derecho, no podías siquiera anhelar a alguien que no sea yo, tu dueño… Subaru-kun.

Sintiendo irónicamente deseos de pertenencia aún después de estar muerto, Seishirou acaricia de forma casi impalpable el miembro dormido de Subaru; despertando un deseo reprimido en su ser etéreo. Se desliza por todo el cuerpo del médium hasta posar su lengua negada al gusto y sabor terrenal sobre la piel pálida del torso, pero aún así puede sentir un efímero pero agudo placer al casi contacto.

- Eres mío Subaru, mío, sólo mío es que no lo puedes entender?… Nadie podrá darte todo lo que yo te dí… Sé que el legado y estigma que yo dejé gravado con hierro incandescente en tu espíritu nadie lo podrá borrar…absolutamente nadie…

Roza las manos de su aún denominada presa, y puede notar las manchas secas de la esencia que hace unos momentos fueron resultado del placer alcanzado por Subaru, no entiende cómo pero estos rastros lo llegan a desbordar, entonces planta su mejilla suavemente en cada una de estas diciendo: << Eres indescriptiblemente delicioso, Subaru kun >>; provocando que una estrella de cinco picos invertida brille débilmente, casi sin estar ahí, en cada mano, haciendo que el Sakurazuka sonría, como confirmación de lo que él ya sabía…

- Te lo dije, aún me perteneces y yo también te pertenezco, ese ojo que aceptaste de Fuuma va a ser la cuerda que me tenga atado a ti y viceversa… Sabía muy bien que moriría en tus manos, ese era mi deseo, pero tenía la leve esperanza de estar equivocado con respecto al tuyo y lo confirme en el último momento…

- Volveré… eso … Yo… te lo puedo asegurar… volveré por ti, Subaru-kun. Y te reclamaré como mío… - Seishirou delinea los labios del antes ojiverde con sus dedos y los besa… como sellando su promesa…- No importa de cuantos tenga que deshacerme… o… a cuantos tenga que utilizar, yo volveré a ti… Aunque “él” cree que ayudándome se salvará de su destino… Y logrará separarme de ti…

Se levanta de la cama sin dejar de mirar a Subaru y vuelve a perder su figura humana-etérea, para volverse sombras nuevamente. Con una promesa hecha y deseos de una vida nueva, la noche sigue su curso. Al igual que los distintos planes de los protagonistas de su propio destino….

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