Nan Hee sonrió alentándome a pasar al verme en la puerta, tenía unos minutos antes de la siguiente sesión, corrió de su sitio y puso las manos contra la puerta trabándola.
-No te me escaparas hoy Jin Ki- Aseguró dando el primer beso de la mañana.
-¿Cómo va el día?- Preguntó segundos después quitando un hilo de color en su chaqueta blanca. Sentándose sobre el escritorio me miró atenta
-¿Ocurrió algo con Minho?, la información que estás pidiendo no cuadra en tu área-
-Hay una posibilidad de agregarlo al programa de integración laboral- Nan Hee aplaudió en su sitio casi entusiasmada -¿Crees que puedas darme un informe?, sé cuales son sus limitaciones pedagógicas, conozco algunos de sus rasgos pero quiero estar seguro de cada cosa que no sé acerca de él- Aseguré viéndola trepar a una silla y buscar en lo alto.
-¿Quieres leer mi devolución o te aclaro el panorama?-
-Habla-
No existía una patología específica en Minho, se podía decir que era un compendio de rasgos más o menos definidos, durante mucho tiempo fue una incógnita…los test de inteligencia variaban los resultados, había días en que parecía más listo de lo usual y otros en que no cuadraba con el resto, inclusive los informes psiquiátricos arrojaban resultados confusos, dejó vislumbrar tendencias autistas en un principio y luego se evaporaron, en épocas específicas parecía deprimirse y según informes de la terapeuta anterior hubo rasgos de personalidades múltiples que fueron suprimidos con medicación que ya no necesitaba aunque la hubiese requerido en un principio. Pero claro, era un niño de doce años al llegar, apenas estaba forjándose su personalidad. Probablemente nunca sabríamos todo acerca de porque habían decidido recluirlo en un sitio como este, pero podía preveerse que creían que estaba lo suficientemente cuidado como para que se siguiesen depositando fondos que lo mantuviesen a nuestro cuidado y tuviese todo lo que necesitara, aunque nunca, ni una vez, viniesen a verlo, como si no existiese.
-Tal vez debas hablar con alguna de las asistentes, quienes están aquí desde que llegó-
Durante un par de días reuní toda la información que creí necesaria, desde que se conocieron Taemin parecía necesitar a Minho, probablemente también él necesitaba un poco de aire…tantos años aquí dentro, no podía imaginar una forma más difícil de crecer que rodeado de asistentes y terapias.
Hice todo por informarme, seguí los pasos fundamentales con cada uno de sus terapeutas y superiores, solo me faltaba saber que pensaba él del asunto y después de oírme atentamente pasó los dedos por el borde del escritorio con un gesto de duda.
-Pero…¿Eso quiere decir que no estaré aquí?...¿Y donde voy a vivir?- Sus expresivos ojos me observaban fijamente.
-Si aceptas que te gustaría ayudarme con Taemin vivirías con nosotros, vendríamos a tus terapias y clases, no perderías contacto con quienes están aquí, pero te quedarías en nuestra casa-
Parecía considerarlo, a veces era difícil saber cuando de veras estaba pensando en lo que uno acababa de decirle y cuando desmembraba la información.
-¿Y si no hago las cosas bien?- Preguntó minutos después.
-Creo que vas a aprender a hacer las cosas mejor cada día, te ayudaré si tienes problemas, solo deberías concentrarse en Taemin, él también sabe hacer muchas cosas y aprenderán juntos lo que no sepan aún- Sus ojos viajaron por la habitación y jugó con los dedos en sus labios un instante considerándolo.
-Me gusta estar con Taemin, creo que puedo estar con él y cuidarlo- Le sonreí y se pasó la mano por la nariz en un gesto nervioso. Me daba gusto
que hubiese tomado tal decisión.
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-¿Cómo estás pasándola?- Minho quedó de una pieza al ver a Nan Hee en la sala, Taemin se detuvo un segundo para saludarla hablando a desgano
-¿Vas a quedarte a cenar?-
No era novedad que no se llevaban muy bien, a veces me preguntaba quien tenía celos de quien. Tras unos segundos de incomodidad ambos corrieron escaleras arriba y dejándonos solos.
-¿Todo sigue bien?- No dejaba de preguntarlo. No había sido complicado instalarlo, su habitación pegada a la de Tae estaba mucho tiempo vacía, se la pasaban juntos, no tuvo problemas para organizar cosas en la casa, tal vez tenía una tendencia natural a mantener el orden, aún no le agradaba atender el teléfono, lo evitaba de todas las formas posibles, manejaba muy bien horarios y tiempos
-Tal vez la señora Park no deba regresar ahora que tengo tanta ayuda- Nan Hee se alegró.
-¿Qué tal la interacción contigo?, al parecer no es natural verme aquí….tal vez vuelva a ponerme la chaqueta-
-Son muchos cambios, siempre fuiste su terapeuta, no están acostumbrados a vernos fuera de determinados ámbitos….pero va a tener que acostumbrarse-
…………..
-¿Por qué estás enojado?- Preguntó sentándose a mi lado.
-No me gusta Nan Hee, hace que Jin Ki actúe diferente…además de que me parece bastante idiota- Minho analizó la situación jugando con la caja de uno de los juegos favoritos.
-Ella es bonita y no es mala…¿Crees que venga a ver que hago aquí?-
-Naaah, ni remotamente, esa solo viene por Jin Ki, siempre es por él…a veces pienso que si se casan voy a tener que irme a otro sitio….no sé adonde…pero no la quiero todo el tiempo cerca mío, no lo soportaría-
-¿Se van a casar?-
-Si tengo suerte no, pero hace bastante tiempo que salen, y cuando llevas un tiempo con alguien usualmente te casas- Minho levantó las cejas, eso parecía sorprenderlo -¿No sabías que eran novios?- agitó la cabeza -
Alguien debe haberlo notado…se miran así…- Graficó haciendo una cara que provocó una risita de ambos –Supongo que es amor- Agregó haciendo un gesto de nausea, Minho se mantenía con una sonrisita atenta. Un silencio extraño se instaló entre ambos que se miraron en el mismo momento.
-¿Cómo puedes saber que es amor?- Preguntó el mayor, aquello podía haber sonado raro, pero no era demasiado para alguien que cree tener todas las respuestas.
-Es más o menos lo que se ve en la tele-
-Si tu hermano quiere a Nan Hee está bien…uno tiene que querer a alguien, y debe ser bonito tener a alguien que te quiera-
-¿Por qué dices algo así?...¡Es vergonzoso!- La expresión del mayor se hizo tímida y el menor saltó en su sitio empujándolo…
-¿Acaso quieres a alguien?...¡Cuéntame!, ¡Somos amigos!- Minho se incorporó sonriendo
-¿lo somos?-
-¡Claro que si!, y los amigos se cuentan todo…-
-No me gusta nadie…- Tae hizo un sonido gutural.
-Pues a mi sí…si me recoges a tiempo mañana le echaremos una mirada-
..........
-Esa es…¿No te parece que es preciosa?- Minho siguió los pasos de Taemin que parecía fuera de sí -La amo, la amo, la amo…que no se entere Jin Ki- Ambos la seguían con la mirada cruzando la calle -¿Crees que alguien así podría fijarse en mí?...aunque es un poco antisocial eh…no te creas que no he intentado hablar…nisiquiera quiso rayar mi yeso…creo que es tímida-
-Tal vez cree que eres guapo y por eso es tímida…porque no se la ve tímida- Aseguró viéndola bailar en medio de la calle junto con un par de chiquillas en uniforme como el suyo.
-¡No tengo tanta suerte como para gustarle a alguien como Sung Yun!–
-No necesitas suerte, sabes hacer muchas cosas peligrosas con el skate y realmente tu cara es bonita…yo creo que eres bastante genial-
-¿Te enamorarías de un suicida como yo?...siquiera conoces a tantos chicos como para comparar lo genial que soy….mejor cállate patético-
-
¿Puedo verla más de cerca?- Aquello a pesar de las negativas no fue considerado, porque el mayor no solo era rápido, sino fuerte, y lo arrastraba a su ritmo adelantándose por la acera -¿Sabes donde vive?- Preguntó algo agitado
-La verdad que no…pero toma el bus en la esquina…-
-¿Ese bus?- ese en el que el mayor montó a pesar del forcejeo del menor.
-¡Jin Ki nos va a matar!, ¡Vamos a llegar tarde!-
La timidez se había apoderado del menor evidentemente mientras el mayor parecía casi divertido con la aventura…Sung Yun no se veía tímida y realmente era muy bonita, Tae frunció el entrecejo malhumorado.
-Esto traerá problemas, siquiera sabes adónde vamos-
-Disculpa- La voz de Minho hizo voltear a la chica del cabello brillante.
-¿Puedes decirme que hora es?, creo que vamos retrasados- ¡Hacía tanto tiempo no veía una cara tan increíblemente pálida!, y aquello casi lo hace tambalear…
-En diez minutos serán las cuatro- Informó con una sonrisa que fue respondida con velocidad.
No me pregunten como, pero Minho logró que la pequeña fijase su atención en Taemin que parecía querer ignorar la situación…debieran haber visto sus mejillas cuando ella lo reconoció…el resto del trayecto lograron cruzar un par de palabras y casi obligados por la situación decidieron bajar, no podían ir más lejos….Jin Ki los mataría, pero siempre podrían desviarse un poco sin tener que dar explicaciones si luego corrían como demonios de regreso para estar en tiempo y forma.
Desde aquel encuentro en el autobús un par de semanas atrás Sung Yun parecía por fin haber reparado en Taemin incluso como para acercársele en clases e iniciar una conversación que usualmente comenzaba con preguntas acerca del ahora sucio yeso lleno de marcas y rayones entre los que resaltaba un dibujo de dudoso gusto firmado por ella del que estaba muy orgulloso.
Taemin interrumpió a Minho que hablaba sin detenerse.
-Volvió a hablarme hoy-
-Hablan mucho últimamente-
-Preguntó por ti- La expresión del mayor era incrédula
-¿Porque haría una cosa así?-
–Porque probablemente le gustaste-
-No creo que pueda pasar algo como eso-
–De todos modos le dije que eres mi hermano y que tienes novia- el más pequeño rió como si aquello fuese gracioso –Si tenía alguna esperanza la pisoteé…seré yo o yo…lo siento- Minho parecía incómodo a pesar de que Tae pareciese divertido y alegre –Pero te prometo que si un día te gusta alguien te ayudaré sin quejarme-
-No creo…nunca me ha gustado nadie-
-Que raro…a mí siempre me gusta alguien- Mientras el otro iba arrancándose la bufanda Minho ordenó las zapatillas que estaban pateando desde la entrada meditando sobre el asunto.
Probablemente era porque hacía mucho tiempo estaba en el centro, y aunque hubiesen chicas allí no había modo de que alguna le gustase, por lo menos no del modo en que las chicas parecían gustarle a Taemin, nisiquiera le gustaba alguna de las mujeres que veía en la televisión o las que el menor parecía coleccionar en esos videos y revistas vergonzosas que estaba escondiendo siempre.