José Andrea se levantó en la madrugada, saliendo de su cama descalzo, fue directo a la cocina, tomando un vaso de vidrio, lo lleno con el agua de la llave. Aun con el sueño, sus ojos apenas podían distinguir lo que había a su alrededor. Tomando un poco del agua, presintió que algo o alguien se encontraba ahí con él. Tratando de no pensar en esas cosas, dejó el vaso sobre la mesa, dejándolo a un lado de una rosa. Sorprendido por la planta con espinas, que estaba ahí, abrió más los ojos.
-Pero que es esto?- dirigió una de sus manos para tomar la rosa, ignorando la advertencia de las espinas, la tomó con sus dedos.
Llevándola hacia su nariz, percibió aquel aroma que perfumaba a la rosa, cerró los ojos gozando del delicado aroma que emanaba.
Al día siguiente.
Despertando de golpe, miró alrededor de él. Sin duda alguna estaba en su habitación.
-Creo que fue un sueño- se dijo a si mismo José, pero la curiosidad lo invadió, miro su mano izquierda, con la que había sostenido la rosa-pero que…-notó que ambos dedos estaban rojizos.
El teléfono sonó, sacándolo de sus pensamientos, tardó varios segundos en reaccionar pero contestó.
-Si…?-dijo cómo si ya estuviese despierto un par de horas antes
-Ah, Hola José, pensé que te despertaría-dijo Txus del otro lado del teléfono
-No, está bien… que paso?
-Tengo… un adelanto de la letra…
-Quieres que me reúna con los chicos en el mismo lu…
-No!- se apresuró a contestar- sólo ven tú… sólo quiero que tú la leas…
-De… acuerdo-dijo inseguro
Colgó el teléfono, se levantó de la cama, dirigiéndose al cuarto de baño, se arregló para ir a ver más tarde a Txus.
Llegando a un parque no muy lejos del hogar de Txus, se encontraba José Andrea sentado, mirando a los niños jugar. No pasaron más de unos cuantos minutos, cuando un hombre de cabello medio largo se sentó a un lado de él.
-No sé qué tan importante sea la canción que solo quieres que yo la lea…
-Me inspire en ti- contesto Txus remarcando el folder amarillento que tenía entre las manos.
-En mi…?- preguntó confundido
-Deberíamos buscar otro lugar, aquí ya no es tan confiable-continuó Txus- además, creo que pasaremos un rato más tú y yo juntos
-Txus… yo…
-Ven- ignorando lo que José le quería decir, lo tomó del brazo y lo jaló, levantándose de la banca, empezaron a caminar.
Pasaron varias cuadras, llegando a un cementerio.
-Ni loco entraré ahí- dijo José tratando de zafarse
-Ninguna persona escandalosa vendría aquí, sólo quiero tener un poco de paz.
-De acuerdo…
Sentados nuevamente en una banca, Txus le dio el folder a José
-Léela, y dime que te parece
Sacando un par de hojas, José empezó a leer lo escrito. Minutos más tarde, suspirando hondo, listo para hablar, guardo las hojas
-Si tú crees que está terminada… pues está bien
-Qué clase de respuesta es esa?
-Mira… sé que está mal que te lo vuelva a decir pero… yo sólo canto tus canciones, una que otra rola me llega al corazón, pero siempre vienen de ti, nunca nos oponemos a algo que tú creaste
-Y esta no te llegó?
-Sinceramente… no…
-Quiero que tú también la sientas, y te sientas bien con el trabajo.
-Tratare de ayudarte-dijo regresando el folder
-Quédatelo, así puede que te ayude a corregirla-con tono serio miró a otro lado
-No te enojes, ves porque siempre me reservo mi opinión ante los demás? No sé que tengo, que hago que… siempre salgan mal las cosas
-Perdona José, pero es que ando estresado, sólo falta una canción y no la puedo escribir? Que patético soy
-No lo eres… trabajaré mucho para que terminemos la letra- dijo sonriendo
Txus lo miró, esa sonrisa siempre lo motivaba a seguir adelante, no podía contradecir a José y más si éste estaba dispuesto a luchar junto con él.
-Porque… eres así…?-murmuró
-Como que “así”?- dejó de sonreír
Txus, acercó su rostro al de José, entrecerrando los ojos, estaba dispuesto a besarlo. Pero José notó aquel intento, haciéndose hacia atrás, se paró de la banca.
-José…?
-Ah… creo que empezaré a trabajar ahora mismo… entre más rápido terminemos que mejor no?- sin mirar a Txus salió de ahí.
Llegó a su hogar, un enorme silenció le dio la bienvenida, aún seguía sorprendido por la actitud de Txus. Dejando el folder sobre la mesa, se dirigió a su habitación. Se recostó, la escena venía a su mente una y otra vez, cerró los ojos y trató de ya no pensar más en ello.
Horas más tarde, el sonido del teléfono interrumpió el sueño de José, contestó semidormido.
-Si…?
-Hey José, no estará Txus contigo?-preguntó preocupado Mohamed
-No, por qué?
-Es que no lo encuentro por ningún lado, le quería invitar a salir, para que se des estresara.
-Ya le llamaste a los demás?
-Ya, y ninguno lo ha visto. Ya fui a buscarlo a su casa, al parque, a TODOS lados
-Pues…-dijo sentándose sobre la cama, despertando por completo- si queréis te ayudo a buscarlo
-Sí, gracias tío.