~Noticias de última hora, el vuelo número 1205 con destino a Rio de Janeiro, es decir, el famoso avión Airbus A380 del cual los inventores estaban tan orgullosos, sufrió un atentado, al parecer misiles de gran alcance, lanzados desde tierra, lo bombardearon…vamos con nuestra corresponsal Hinata, que está en uno de nuestros helicópteros…Hinata me escuchas?
-Si aquí estoy Asano, un gusto hablar contigo, bien nos encontramos en un lugar del océano pacifico donde el avión fue encontrado, flotando sobre el agua, con solo los pilotos abordo y algunas personas del personal, los demás pasajeros tuvieron que abandonar el avión resultando con heridas graves…en cuanto las muertes cerca de 50 personas han muerto, cuando el segundo misil dio en la ala del avión…-alguien llamó a su comunicador y después de escuchar prosiguió-…me acaban de informar que la mayor parte de los pasajeros han sido identificados, solo cerca de 50 personas se desconoce su paradero, las autoridades ya han tomado cartas en el asunto, esperemos que sus cuerpos sean encontrados pronto, Aki presentamos una lista de los nombres de los pasajeros… en cuanto al causante de los misiles aun las autoridades no han dado noticias, ni adelantos, simplemente se niegan a hablar…~
La corresponsal siguió anunciando tal acontecimiento, mientras un peli-rojo miraba el televisor, en cuanto vi el nombre de su amigo junto a la lista de desaparecidos, cayó sobre el sofá, como era posible, estaban seguros que nadie los había seguido…ahora Shuichi estaba perdido…que harían ahora, si “Él” lo tenía, ahora nadie podía ayudarlo…ni siquiera K o Seguchi…se levanto de golpe cogió su chamarra negra de cuero, las llaves de su departamento y las de la moto…
Manejaba a toda velocidad, atravesando carros…después de unos minutos, llegó a su destino…reporteros se le echaban encima, cuestionándolo sobre el accidente …que sabia él, porque no lo dejaban en paz?, que no veían que llevaba prisa…pasando por los reporteros entro a las oficinas...fue cuestión de segundos para que llegara al último piso, donde era la oficina de su jefe, sin pedir permiso abrió de par en par la puerta, llamando la atención de los presentes: Seguchi, K, Sakano, Suguro, Ryuichi, un peli-negro que aún no conocía y una hermosa castaña
-¿Que fue lo que paso?- cuestionó agitado
-…Ya lo sabe ¿no es así, Hiro-san?
-Eso es todo lo que me van a decir, que no les importa lo que pase a Shuichi!! -contesto alterado-
-Calma Nakano-san -Sakano trataba de relajarlo para no hacer enojar a su jefe-
-¿Como quieren que me calme? ¡¡Shu ha desaparecido y me dicen que me calme?!!
Un suspiro se escuchó al fondo de la habitación -Hiro-san…sabemos muy bien la situación, y así como tú, nosotros estamos preocupados, esperando noticias…pero es imposible tener todo al instante...-mostraba calma pero en el fondo estaba más que preocupado-
-Je…no pensaba que te importaba tanto Shuichi…-rio entre dientes- ¿es tanto el dinero que ganas con nosotros, Seguchi?- el pequeño rubio más que enojado golpeo la mesa con sus propias manos, furioso y desesperado, así era como se encontraba, y Hiro no le ayudaba en nada.
Hiro cayó al suelo asustado, esa miraba le decía que se callara, y muchas otras cosas que sería mejor no saber, de lo contrario sería muy probable quedar traumado de por vida…
Los demás observaban admirados, la cara que mostraba Tohma, en pocas ocasiones mostraba un semblante tan desquiciado, lleno de preocupación y coraje, después de todo esa mirada solo la podía sacar por “él”, y solo si “él” se encontraba en problemas…-pensaba la castaña al ver el rostro de su esposo…Sakano se acerco rápido a Tohma para darle unas pastillas que lo calmarían… mientras Tohma se tranquilizaba, dando la espalda a los presentes con solo a Sakano como confidente de su desesperación…K se acercó al peli-rojo que temblaba de desesperación…
-Tranquilo boy, estoy seguro que pronto encontraremos a Shindou…-ahora si no podía estar más nervioso, K no hacia sus bromas macabras, ni lo llamaba por sobrenombres, esto era desesperante ¿dónde estaba Shu…donde? …
-… ¿Saben algo de Shu?...-pregunto inútilmente, pues sabía que si sabían algo, ya estarían planeando como rescatarlo…
-Aun no…- comento Suguro, que se había acercado a Hiro para darle consuelo, sentándose a un lado de este en un amplio sofá, donde K lo había puesto anteriormente- Pero ya han mandado cinco equipos de rescate, uno al donde el avión cayó, dos están investigando a los alrededores del accidente y dos a Rusia…pero aun no hay noticias, ni pistas… esto va ha hacer duro para Tohma-nii-san
- ¿Seguchi?...claro que si va hacer difícil perder unos billetes –soltó mordazmente-
-¡Oh no, no lo digo por Shindou-san! Claro que él también es un detonante pero…
-¿Pero qué? Explícate –interrumpió-
-Bueno aparte de Shindou-san, también se perdió su cuñado, de seguro has oído hablar de él, es Yuki Eiri o al menos así se hace llamar…
-No…nunca había escuchado hablar de él…pero por qué?
-Jejeje… si bueno es que…
-Es que Tohma-chan, le tiene mucho cariño…aun que solo sea su cuñado… - interrumpió Ryu con su lado maduro, pero dando ánimos-
-Sakuma-san…-
-…Cómo es? –cuestiono cabizbajo Hiro
-mmm? –se preguntaron los otros dos
-Ese sujeto… ¿cómo es?- Hiro levanto la cabeza mirando angustiosamente-
-¿Eh?...para que lo quieres saber? –Cuestiono Ryu-
-Quiero saber que clase se sujeto, podría estar con Shuichi…- desesperado…
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Trataba de abrir sus ojos pero todo su cuerpo le dolía, sentía un peso sobre el que dificultaba se respiración. Abrió por completo los ojos, lo que veía era hojas y un resplandor detrás de ellas, llevo su mano para apaciguar la luz…trato de pararse pero se dio cuenta del cuerpo que estaba sobre el suyo, el cuerpo pertenecía al pequeño peli-rosa que se había encontrado en el avión, con cuidado giro su cuerpo, quedando arriba del menor… en verdad que era bello ese chico…sacudió frenéticamente su cabeza tratando de sacarse esas ideas de su cabeza, llevando una mano a su cabeza, lastimándose…vio su mano y estaba muy quemada, a causa del propulsor de las botas del sujeto… en ese momento, todos los sucesos le llegaron de golpe, cuando lo conoció, el avión, misiles, el sujetó… eso era, lo más importante en ese instante era escapar, para que el hombre no los encontrara, si ellos habían sobrevivido a la caída, ese tipo también… vio donde habían caído, era un arbusto muy espeso, capaz de amortiguar la caída.
Se levanto y cargo al peli-rosa en su espalda, le dolía mucho, su cuerpo estaba muy cansado y golpeado, sin contar su brazo quemado, pero no tenía otra opción, pues después de varios intentos por despertar al peli-rosa, no pudo, estaba inconsciente, quien sabe cuánto tiempo tenían tirados en ese lugar, si no se apuraba a tratar de curar al menor puede que muriera…tenía que apurarse.
Pasaba por arboles con enormes raíces que brotaban del suelo…mientras subía arriba de una raíz pudo observar a lo lejos un bulto, que definitivamente no era hojas…era el hombre quien había tratado de secuestrar al menor, el rubio trato de ocultarse, en la base de un árbol. El hombre que parecía de no pasar de 30 años, sus ropas eran negras, junto con una máscara negra que ocultaba su rostro, a excepción de sus ojos azules, también dejaba ver su trenza rubia cayendo por su espalda. Se veía que los buscaba, por suerte que no pudo encontrarlos mientras estaban inconscientes… Yuki permanecía en silencio mientras el arbusto que estaba en la base del árbol los cubría. El enmascarado se paró en la rama del árbol, justo arriba de ellos, sacó un aparato de su bolsillo trasero y marco un número, al ver que no tenia señal, lo cerró con fuerza lanzando un bufido de enojo…
Un temblor sorprendió a los rubios…parecían pisadas, pisadas que hacían temblar todo a su alrededor, causa tal fue que el enmascarado perdiera el equilibrio que callera a pocos centímetros del otro rubio…hallando su escondite…el enmascarado al descubrirlos saco una filosa navaja, acercándose a Yuki… cuando una bestia enorme, un lobo gigante, con sus ojos blancos y enseñando sus colmillos filosos, cayó del cielo quedando a pocos centímetros de ellos. Yuki permanecía recargado al árbol, con el peli-rosa acostado, aun escondido entre los arbustos, inconsciente. ¿Que era esa enorme criatura?... como de unos 3 metros de alto y no querrán saber cuánto de largo, su pelaje era verde oscuro, sus ojos rojos brillantes, y alrededor de su hocico tenían de un color carmín, causado, de seguro por la sangre de sus comidas anteriores. Ambos rubios temblaban de miedo, aunque no era tan predecible…pero quien no se asustaría por tal animal…el enorme lobo les gruñía de seguro si hacían algo imprudente, serian su cena.
El enmascarado asustado corrió, tratando de escapar del enorme animal… El lobo sintió la acción del hombre y lo vio partir… después dirigió su mirar a Yuki que se encontraba estático en su lugar…el lobo acerco su hocico para olfatear a Yuki que no se movió al sentir el apestoso aliento del lobo, este al ver que no se movía perdió interés en Yuki y siguió al enmascarado que de un solo salto quedo enfrente de él, rugió y de un solo bocado se lo llevo a la boca…Yuki había presenciado toda aquella escena, y alarmado cogió al menor, para sacarlo de ahí antes de que el lobo regresara…
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Entreabrió sus ojos con pesadez, le dolía todo el cuerpo y lo sentía caliente…
-Qué bueno que despertaste… me tenias preocupado…-una voz lo llamó
-...- trato de ver quien le hablaba pero su vista era borrosa…
-… ¿Te puedes parar?...- pregunto el rubio, pero no tuvo respuesta, levantó con cuidado la cabeza del semiconsciente…llevando la mitad de un coco llena de agua a la boca ajena -tómala… es agua…- en menor casi por inercia abrió su boca, sintiendo como la fría agua recorría su garganta…se sentía bien, tanto que cerró sus ojos nuevamente…
-Descansa un poco más…-recostando nuevamente al menor
-…Qui…-pronuncio casi audiblemente, llamando la atención del rubio
-… ¿Que paso?...-contesto calmadamente
-… ¿Quien…eres…tu?...- Yuki pensó que el menor quedaría inconsciente, después de terminar de hablar, por el tono de voz tan débil que tenia, eso elevo aun mas su preocupación
-Eso no importa ahora…sólo duerme…yo estaré contigo…no tienes por qué temer…
-Hi…
-…-Miraba ansioso de saber lo que diría ahora
-…Hiro…ven…Hiro…- pequeñas lagrimas empezaron a salir de sus ojos- Yuki llevo la mano a su frente, notando la tremenda fiebre que tenia
“Hiro”… ¿quién era ese tipo tan importante para el menor?… ¿su hermano?… ¿su amigo?… ¿su…novio?...no sabía el porqué, pero esta última opción, encendió sus celos a máximo nivel…pero ¿por qué?... ¿Porque le había tomado tanto cariño al mocoso ese? ¿Porque le molestaba la posibilidad de que ese chico tuviera un amante?
Le preocupaba bastante el mocoso, tenía fiebre, unos rasguños y moretones, pero lo que más le preocupaba era que no despertaba, solo tenía esos lapsos en que se medio despertaba…así era desde hace tres días, en los cuales había podido encontrar un lugar seguro, donde esas horribles bestias no llegaran, era cerca del mar, arriba de un peñasco…ahí con sus conocimientos de supervivencia, enseñados cuando niño, construyó una pequeña cabañita, con las hojas de las palmas, y madera que encontró…también hizo una cómoda cama donde dormía el menor…cazó algunos animales, y con sus pieles hizo cobertores para los dos…En su recolección, encontró las cosas del hombre que intentó secuestrar al menor…y entre ellas encontró un botiquín…eso fue un alivio…pues el menor lo necesitaba con urgencia…y el también pues su mano estaba muy mal, era una molestia en cuanto a conseguir comida y hacer la casa…
Su mano ya se encontraba mejor y en cuanto su seguridad ante los animales salvajes…no era garantizada, pero era el mejor lugar al cual ir…en esos tres días el menor había llamado mucho a ese tipo llamado Hiro…pero decidió ya no hacerle tanto caso lo mejor sería dejarlo por la paz, cuando el chico despertara le preguntaría personalmente…que relación tenia con él… Era una sensación extraña, nunca había sentido eso por nadie, preocupación, celos… el menor despertaba en él sentimientos que no lograba entender, había sido cosa del destino conocerlo y no sólo eso, si no que ahora estaba junto a él en esta peligrosa isla…
Por la noche Shuichi, volvió a tener uno de aquellos episodios de delirio. En aquel estado sólo podía verse en el avión, primero hablando con un rubio para segundos después oír una alarma y ver a su alrededor un caos, mujeres y niños gritando desesperados, volteo a la ventanilla viendo como un enorme misil iba directo hacia el ala del avión y enseguida escucho el estruendo pero no tuvo tiempo de reaccionar ya que el aeroplano cambio de posición. Sintió la mano del rubio jalándolo y su instinto de supervivencia lo llevo a seguirlo, avanzando exasperadamente entre la escena, estaban a solo unos pasos de tomar el paracaídas cuando sintió como era jalado por aquel hombre, que ya lo había visto seguir en otras ocasiones. Quiso aferrarse a Yuki pero este estaba distraído…
-Noo, suéltame -escucho el ojiambar, quien había estado vigilando el lecho del chico, opto por ponerle aquel pedazo de tela sobre la frente, después de algunos minutos en los que el menor dijo algunas cosas inentendibles se calmo, al parecer ya había pasado lo peor
El amanecer llegó despertando al peli-rosa…poco a poco se aclaro su vista…dándose cuenta, que se encontraba dentro una pequeña choza, se sentó sintiendo como todo se movía…trato de calmarse, se levantó para salir de aquella cabaña…Una vez fuera se encontró con el hermoso amanecer…el sol salía del mar, dándole al mar un tono anaranjado, al igual que al cielo…era simplemente…
-Hermoso…-una voz ajena le robo las palabras de la boca…volteo para ver quién era…encontrándose a un apuesto rubio, que con la luz del amanecer provocaba que su piel brillara, tal cual un diamante, sus orbes gatunas, y su brillante pelo rubio movido por el viento…por un momento creyó que de un sueño se trataba, ver a un ser tan bello era casi imposible…
-… ¿Cómo te sientes?...- Pregunto el rubio, sacando de sus pensamientos al peli-rosa, provocando que se sonrojara de sobremanera-
-Bi…bien…gracias…-agacho su cabeza dándose cuenta por fin de su situación, el sonrojo se fue el recordar lo sucedido…después de todo, “él” tenía que ver con todo -…¿dónde estamos?- desviando su mirada al horizonte-
-…Aun no lo sé…pero esta isla es muy peligrosa…-caminando hasta quedar al lado del menor…
-Una isla…- meditando las palabras
-…Tu nombre…
-¿Eh?
-Aun no sé tu nombre…
-¡¿Ah sí?!…yo soy Shuichi, Shindou Shuichi-sonriendo de oreja a oreja-
-…un ladrón nunca dice su verdadero nombre… ¿cuál es el verdadero?
-¿Ladrón? ¡Yo no soy ningún ladrón!- mareándose por tan repentino ataque de ira…El rubio detuvo su caída abrazándolo contra su pecho
-No te deberías de exaltar así, llevas cuatro días durmiendo y con fiebre
-¿Cuatro días?!...-sacudió su cabeza- pero tú tuviste la culpa…por llamarme ladrón…
-¿Entonces por qué motivo te estaba persiguiendo ese tipo?
-¡…!- Brinco ante tal directa- Eso es…es algo que no te importa…pero no soy un ladrón- dejando en claro se deshizo del abrazo y se encamino a la choza
- Eiri
-¿Eh?-paró su caminar y volteo, viendo a aquel hombre y de tras de él, los rayos de sol
-Mi nombre es Uesugi Eiri, o Yuki Eiri…cualquiera está bien
-o///o- asintió, un poco apenado por su actitud y siguió su camino
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