Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Abrir Mi Corazón por Caballero de la Luna

[Reviews - 113]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola aquí como cada lunes. 

Pues en el episodio anteriror todo fue narrado por Leo y terminó teniendo sexo con varios hombres en una sex shop. Ahora es el turno de Liam para tomar protagonismo y narrar este episodio.

Aquí se los dejo, gracias por seguir leyendo.

CAPITULO 25 – ROMPIENDO CADENAS

 

Había pasado toda la noche tratando de comunicarme con Leo, le marcaba a su celular, le dejaba mensajes pero nada, tal vez había sido muy duro con él; si bien es cierto que apenas soy un principiante en términos de sexo, Leo también lo era, y me estaba pidiendo explorar juntos esa nueva faceta. Tal vez era momento de dar ese paso también, y qué mejor que hacerlo con el hombre con el que compartiré el resto de mi vida.

Pensando en estas y en otras muchas cosas más, me quedé dormido en el sofá de mi sala un buen rato, me desperté cuando unos golpes en mi puerta me despertaron, chequé el reloj de mi mano y me di cuenta que ya pasaba de medio día; algo adormilado me levanté a abrir la puerta y escuché algunos murmuros tras ella.

-No abren. ¿Crees que siguen haciéndolo? –Preguntaba Brian a su hermanastro Sebastián mientras esperaban fuera de mi departamento.

-Te dije que no era buena idea venir. –Le contestaba el otro en voz baja. –Mejor vámonos.

-No pienso perderme los detalles, ya quiero ver como esos dos usaron todos esos juguetes que compramos; de eso en verdad trata el matrimonio entre dos personas, de cumplir los caprichos sexuales de tu pareja. –Emocionado, volvió a golpear y se sorprendieron al verme vestido con mi ropa de trabajo toda arrugada y hecho un completo desastre.

-¿Qué hacen aquí? –Pregunté con la voz ronca, dejándolos entrar.

-Pues queríamos saber si tú y Leo estaban bien. –Me respondió Sebastián un tanto apenado. –Perdón por importunarlos seguramente quieren estar solos.

-Leo no está aquí. –Comenté mientras pasaba mi mano derecha entre mi despeinado cabello.

-Me imagino que lo dejaste cansado luego de tanta actividad anoche, pillín. –Brian me golpeaba con su codo mientras sonreía de manera extraña. Fue en ese momento que volteó a ver la mesa y vio que ahí estaba la caja con todas las cosas que Leo había llevado. –Veo que no pasó mucho a noche, no me digas que sólo cenaron y vieron películas.

-De hecho nada pasó anoche, excepto que me peleé con Leo… esperen, ¿ustedes sabían de todo lo que él había planeado?

-Sí, -me respondió mi hermanastro. –De hecho lo acompañamos a la tienda esa a comprar todo, estaba muy emocionado. ¿Se pelearon por eso? –Ni siquiera pude responder porque de nuevo volvieron a tocar la puerta, fui rápidamente a atender tal vez se trataba de mi novio.

-¿Leo? –Pregunté al abrir la puerta pero era alguien más.

-No bebé, soy yo, tu amado Bambi. –De inmediato el chico que traía unos llamativos pantalones rojos súper pegados a sus esqueléticas piernas se invitó a pasar solo. –Veo que tienes compañía… bueno no me importa, tengo un problema con mi celular y cómo sé que tú eres el experto en tecnología pues quería que me ayudaras.

-Está bien... –La voz chillona de ese sujeto no era lo que necesitaba en ese momento. –Me voy a dar un baño primero y luego te ayudo, ¿OK?

-Pues ya que me vas a ayudar… -comenzó a descalsarse. –Yo te ayudaré a tallar tu espalda, es lo menos que pudo hacer, y si quieres que ponga mis manos en otra parte de tu cuerpo por mi encantado.

-Tú te quedas sentadito aquí con nosotros. –Mis hermanos lo tomaron de los brazos y lo sentaron a la fuerza mientras yo me retiré a duchar. Estuvieron como cinco minutos en silencio, ninguno decía una palabra, Bambi notó de inmediato que la caja de juguetes que Leo había comprado tenía los objetos aun sin usar por lo que soltó una pequeña risita.

-Listo, aquí me tienes. –Salí rápidamente y me vestí con una playera roja y unos jeans, para estar cómodo un sábado en la mañana. -¿En qué necesitas ayuda?

-Ay cariño, ya sabes que yo soy muy tontito para esto de la tecnología, lo que pasa es que tomé un pequeño video con mi celular y no sé cómo verlo en mi laptop, ¿podrías ayudarme?

-¿Para eso vienes a molestarme? –Tomé su celular de mala gana, lo conecté con un cable USB a mi laptop, hice todo el procedimiento explicándole calmadamente a Bambi qué era lo que tenía que hacer, me enseñó el video y lo abrí. -¿Qué es esto?

-¿Es una de tus orgi-fiestas Bambi? –Preguntó Brian algo emocionado al ver lo que había en la pantalla.

-Antes que nada Liam… -el modelo comenzó a hablar con un tono falso de culpa. –No quiero lastimarte pero creí que deberías saberlo.

Prestando un poco más de atención al video pude ver que había varios chicos desnudos de pie, rodeando a otro chico que se encontraba con las piernas abiertas tendido sobre el suelo, cuando la cámara le enfocó mejor el rostro me di cuenta de que se trataba de Leo, era él teniendo sexo con varios hombres.

-¿Qué es esto? –Pregunté bajando la pantalla de la laptop y volteé a ver a Bambi muy confundido y con el estómago revuelto.

-Pues ayer mi amigo de la sex shop me llamó y me dijo que ya había encontrado a alguien más vicioso y mucho mejor que yo. Así que, totlamente ofendido decidí ir y ver quién era este individuo y qué sorpresa me llevé cuando me di cuenta que era el santurrón de Leonardo.

-Debe haber algún error aquí. –Me levanté y toda mi cabeza daba vueltas, Bambi sólo me decía que era real, que el video no había sido editado ni nada. De pronto una furia incontenible me invadió, tomé el celular con la prueba del delito y salí decidido a hablar con Leo para averiguar la verdad. Mi excompañero de modelaje se ofreció a llevarme en su auto, pues no creyó conveniente que yo manejara en ese estado, mis hermanos intentaron detenerme pero poco pudieron hacer contra la determinación que sentía en ese momento.

Siguiendo mis instrucciones, Bambi me dejó justo en la puerta de la mansión de la familia de Leo, a pesar de que no llevaba buena cara, los empleados de ahí ya me conocían y me dejaron pasar sin ningún problema. Subí las escaleras hasta su habitación, abrí su puerta y lo encontré recostado en su cama oyendo música con sus audífonos.

-¿Me puedes explicar qué es esto? –Lo levanté de golpe y pude notar en su rostro cierto grado de susto. Luego le mostré el celular con el video en donde él era el protagonista de una sesión de sexo.

-Ah es eso, no sé cómo te enteraste pero fue de ayer. –Se sentó en la cama tan tranquilamente, ni siquiera intentó desmentirlo, mucho menos disculparse. –Después de todo no iba a dejar que todo el vigor que tenía guardado ayer se desperdiciara solamente contigo.

-¿Qué pasa contigo Leo? ¡Vamos a casarnos, te di un anillo de compromiso!

-¿Ese es el problema? –Preguntó cínicamente mientras se quitaba el anillo que le había obsequiado. –Toma, ya no hay problema, ya no nos casaremos.

-Leo… -Me arrojó la sortija y cayó en el suelo. –Leo, ¿sabes?, estoy dispuesto a olvidar todo esto, sé que actué mal ayer y no te supe comprender. –Me arrodillé y me abracé a su pierna. –Perdóname por favor, vuelve conmigo, yo te amo, no me importa si te acuestas con cientos o con miles de hombres, mientras yo sea al único al que ames.

-¡Suéltame! –Me pateó fuertemente alejándome de él. –Ahora me doy cuenta de que no vales nada como hombre, yo necesito a alguien fuerte, seguro, que me haga sentir cosas… cosas que contigo jamás voy a sentir. –Quise acercarme nuevamente a él y seguirle suplicando pero llamó a sus guardaespaldas y de inmediato me sacaron de ahí sin yo poder resistirme.

Sin fuerzas, Bambi me subió de nuevo a su auto y me llevó hasta su departamento, un lugar lujos y amplio con grandes ventanas y una enorme cama con un espejo justo en el techo, me dejé caer sobre las suaves sabanas de seda que la cubrían. Convencido que los males de amor se curan con alcohol, el anfitrión me empezó a servir, no sabía ni que era lo que ingería, yo sólo tomaba y tomaba esperando poder olvidarme de todo.

El chico aprovechaba para estar cerca de mí, yo puse mi cara sollozante sobre su pecho, el licor ya empezaba hacer efecto en mí, supongo porque no soy una persona habituada a beber. El sólo se limitaba a acariciar mi cabello diciéndome que todo iba a estar muy bien, poco a poco fue levantando mi camisa hasta quitármela por completo, me empezó a besar el pecho para luego pasar su lengua por mi abdomen. Luego colocó su mano en el área de mi entrepierna lo que me hizo estremecer un poco.

-Leo… -Mencioné su nombre al sentirme ligeramente excitado. –Quiero hacer el amor contigo Leo.

-¿Leo? ¿En serio? –Me alejó un poco y se quedó pensativo un poco. -¿Me pregunto si un chico tan sexy y con lindas piernas como yo debería sentirse mal al que lo llamen por otro nombre mientras tienen sexo con él? –Entonces palpó mi pene que ya comenzaba a crecer debajo de mi pantalón. –Por suerte tengo una gran autoestima. –Con pasión me tomó entre sus brazos acariciando mi espalda mientras yo recorría sus piernas con mis manos.

-Leo… tus piernas se sienten algo gordas. Se parecen a las del obeso de Bambi.

-¡Oye, oye, oye! –Me empujó bruscamente. –Yo no estoy gordo.

-Tranquilo mi amorcito. –Me volví a abrazar a él, creo que ya estaba completamente ebrio. –Yo te quiero así con tus esponjositas carnitas.

-Ok, incluso yo tengo mi orgullo. Ahora fuera de mi casa.

Me echó del lugar. Más que parecerme raro me pareció divertido y me reí. Estaba sin camisa y borracho, pero me las arreglé para salir del edificio, tambaleándome de un lado a otro, pensé que lo mejor era irme a mi casa pero no había traído coche, así que tenía que pedir taxi, revisé mi cartera y traía mucho dinero en efectivo.

-¡Taxi, párese lléveme a mi casa! ¡Tengo mucho dinero! –Comencé a gritar en la calle, ya estaba todo oscuro y no pasaba ninguno, hasta que un pequeño coche se estacionó frente a mí.

-¿Qué pasa Brother? ¿A dónde vas? –Era un auto en el que iban cuatro jóvenes, creo que también iban algo borrachos.

-¡Voy  a mi casa! –Les respondí. Muy amablemente se bajó uno de los muchachos que viajaba en la parte de atrás y me ayudó a entrar, quedando yo en medio de él y de otro. –Gracias, ustedes si son buenos amigos, estaba a punto de irme a pie.

-Que bueno que te vimos. –Comentó el chico que me ayudó a entrar. –Por cierto que linda cara tienes, y tu cuerpo es de un dios griego.

-Antes tenía unos kilitos de más, y ninguna dieta o ejercicio me ayudaba a bajarlos, pero por suerte quedé en coma y no saben, es la técnica de adelgazamiento que usan las Kardashian. Sientan mi abdomen. –Les tomé las manos a los que iban atrás comigo y los hice sentir mis abdominales.

-Están bien duros. –Me dijo el otro chico mientras se lamía los labios.

-Sí, soy como Gokú. –Les comenté a lo que todos se rieron y luego me empecé a dar de golpes en el estómago. -¡Soy el guerrero más fuerte del mundo! –Me seguía golpeando y golpeando el abdomen hasta que inevitablemente vomité dentro del auto. –Perdón, creo que tomé mucha agua. –A los muchachos no les hizo gracia alguna que vomitara dentro del auto y de inmediato me sacaron a patadas y me dejaron tirado en la banqueta mientras los miraba alejarse. -¡Oigan, pero se llevaron mi dinero! –Ya los había perdido de vista. -¡Espero que su conciencia los haga reflexionar! –De nuevo otro auto se estacionó frente a mi.

-¿Liam? ¿Por qué estás así? –Era Fred, quien había visto que los tipos me habían dejado caer. -¿Estás bien? ¿Por qué no tienes camisa?

-Pues no me acuerdo de nada.

-Ven, te llevaré a tu departamento. -Fred me subió amablemente a su auto, limpió los restos de vomito de mi boca con unos pañuelos desechables y luego me llevó hasta donde vivía. Entramos y lo primero que hice fue correr al baño y agacharme enfrente del escusado para seguir vomitando. –Parece que estuvo buena la fiesta. No deberías tomar tanto si no estás acostumbrado, ¿Leo estaba contigo? –El volver a escuchar su nombre me hizo recordar todo lo que había pasado, no pude soportarlo más y creo que me desmayé ahí en el baño.

A la mañana siguiente desperté con un terrible dolor de cabeza, miré el reloj despertador que estaba al lado de mí y vi que eran las diez de la mañana del domingo. Alcé a mirada y me asusté al ver a Fred parado en la puerta.

-¿Fred? –Me senté con algo de dificultad haciendo presión en mi cabeza con mis manos. -¿Qué haces aquí?

-¿En serio no recuerdas? –Negué con la cabeza. –Te encontré en la calle todo loco y borracho, te traje hasta aquí, vomitaste te desmayaste, te metí a la regadera pero ni así despertaste, luego te sequé, te vestí y te acosté, por cierto ya le avisé a tus hermanos que estás bien, los dejaste muy preocupados.

-Ya veo…¡¿Qué?! ¡¿Entonces tú me viste…?!

-Descuida, todo fue muy profesional, aunque déjame decirte que tienes buen cuerpo compadre, ya quisiera yo tener esos abdominales.

-Y yo quisiera ser tú. –Mi amigo no entendió a que me refería y se acercó sentándose en la cama. –Tú tienes esa seguridad, confianza y fuerza que atrae a todos los chicos, siempre he querido ser así, siempre te he admirado.

-Yo no tengo nada que sea digno de ser admirado… estoy lleno de defectos y nunca pienso bien las cosas y soy muy impulsivo y tú… tú eres genial, eres guapo, inteligente, dulce con un gran sentido del humor y por lo que vi ayer hasta estás bien “dotado”; soy yo quien debería ser como tú.

-Entonces… -Comencé a llorar sin control. -¿Por qué me dejó? ¿Por qué me dijo todas esas cosas?

-Oye a mí no me vengas a llorar, yo no soy bueno para consolar. –Limpié mis ojos y contuve lo más que pude el llanto, pero creo que Fred se sintió un poco mal. –Hice algo de café, traeré un poco y así me cuentas todo… pero sin lloriqueos.

Estuvimos tomando café y hablando por horas, luego nos pusimos a ver televisión, ordenamos comida, jugamos videojuegos, mi amigo se fue hasta muy tarde en la noche; creo que Fred no me quería dejar solo por temor a que cometiera alguna locura debido a mi depresión, pero ahora yo tenía un nuevo propósito; tenía a demostrar que era fuerte y que no por esto me iba a dejar vencer, tengo que lograr ser un hombre del que alguien se puede enamorar.

 

CONTINUARÁ…

Notas finales:

Ahi estuvo el nuevo episodio. Originalmente tenía pensado que el este capitulo fuera narrado por Fred,que es como el "tercer protagonista" pero me pareció mas coherente para continuar el capitulo anterior que lo narrara Liam.

Hablando de Liam, he escuchado este nombre mucho ultimamente, uno de los chicos de One Direction se llama así, y el ex de Miley Cyrus igual....que poco originales son...yo empecé a usar ese nombre primero.

Bueno, Liam, es un personaje que a pesar de ser todo un galán, está lleno de inseguridades, es bastante timido, posee un gran corazón y tiene un gran sentido del humor, es mi personaje favorito ya que de alguna forma es muy parecido a mí. Amo a Liam, ya veremos como le va en el transcurso de la hisotira, yo pienso que le irá muy bien. ¿Ustedes qué creen? ¿Volverá con Leo, encontrará a alguien más o se quedará solo? Ya no quedan muchos episodios así que pronto lo sabremos.

Les deseo que tengan una gran semana y nos estamos leyendo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).