Vals del olvido
~ Te contare una historia de amor
que nació bajo la luz del sol ~
~ Eran dos hermosos jóvenes
que se amaban con locura y pasión...
Ese amor era tan puro y tierno
que causo envidia alrededor... ~
Sus ojos miraban al horizonte.
Los colores rosáceos y anaranjados cubrían el cielo en un perfecto atardecer que luego daría paso a la perturbarte oscuridad de la noche.
-¿Pensativo? - Una voz detrás de él lo saca de sus pensamientos-
-No... preocupado- Contesta sin darse vuelta, ya que conocía perfectamente quien le estaba hablando-
-Tienes que dejar de preocuparte por todo y por todos, sabes que eso no es conveniente... das muestra de debilidad a nuestros enemigos y eso lo pueden usar en tu contra.
-Eso no me interesa.. - Suspira - pudiste haber muerto en aquella misión Alaude... tenias que esperarnos a lampo y a mí ¿Por qué no lo hiciste?.
-Podía solo con ellos -Contesta serio - ¿A qué le tienes tanto miedo?
- A que algún día llegue tarde y te encuentre...
-No me subestimes - lo interrumpe- no soy débil.
-Lo sé... - Murmura- Nunca quisiste ser el guardián de la nube, ni formar parte de esta familia... sin embargo sigues aquí, arriesgando tu vida y aunque jamás vayas a admitirlo sé que lo haces por mí y te lo agradezco... pero no te pongas mas en peligro - Se voltea a ver a Alaude- Por una vez en tu vida hazme caso y no seas tan obstinado y mucho menos te pongas en ese papel de la nube distante que protege a su familia sin siquiera tener contacto con ellos.
- No sé de que me hablas, yo no me pongo en peligro. Ninguno con los que me he enfrentado son lo suficientemente fuertes como para dejarme una herida de gravedad. -hace una pequeña pausa- Y esto no lo hago por tu familia... - Dice Alaude indiferente-
-Eres tan obstinado... - Se le queda mirando- Jamás te haré cambiar de opinión... ¿Verdad?
Alaude alza una ceja y se le queda viendo para luego cerrar los ojos mientras que se le dibujaba en el rostro una sonrisa disimulada. Primo al verlo suspira pesadamente hasta que siente una mano cálida sobre su rostro, y que hace que fijara su vista sobre el dueño de esos hermosos ojos grises de los cuales estaba enamorado.
Alaude se le queda viendo un momento hasta que agarrando delicadamente del mentón a Primo acerca su rostro al de él y deposita sobre sus labios un tierno y cálido beso que poco a poco se iba tornando apasionado.
-¿Interrumpo? -Dice una voz a unos cuantos pasos del lugar en donde estaban ellos-
~ Eso envidiosos maldijeron
con odio este triste vals
Que los amantes bajo la luz de la luna
Sabían bailar... ~
-Daemon... - Murmura Primo sintiendo una fea sensación en su pecho-
- ¿Qué quieres? -Pregunta Alaude de forma brusca-
-¿Por qué esa violencia contra mi Alaude?... solo vine a ver si primo necesitaba compañía -Sonríe enigmáticamente- Pero veo que ya esta muy bien acompañado.
-No me des razones para matarte Spade - Dice Alaude con cara de pocos amigos... Nunca le había caído bien Daemon-
-Ya basta -La voz de Primo se hace notar- Supongo que vienes a informarme de la situación con la Familia Orione... ya deben estar viniendo para acá ¿No?... -Los mira serio a los dos- No podemos perder el tiempo si llegan hasta la ciudad vidas se perderán.. no nos pueden agarrar desprevenidos.
-De hecho... ya lo hicieron, están a poco tiempo de llegar acá - Dice Daemon sereno mientras la cara de Primo cambiaba a una de preocupación total-
-No hay tiempo de llamar a los demás ni de armar una estrategia - Dice Alaude mirando serio a Primo- Alguien les informo que estábamos acá esperando a los refuerzos... Hay un traidor en Vongola
- Nos encargaremos de eso luego... -Dice primo - ahora lo principal es detener a la Familia Orione... Destruirán casas y se perderán vidas si llegan al centro de la ciudad.. -Sentencia suspirando- Iremos nosotros solos..
-Es peligroso que vayas, quédate aquí... -Dice Alaude-
-No son muchos, ni fuertes... no son un riesgo para Primo - Dice Daemon sonriendo-
-No estoy seguro de ello.. -Dice Alaude mirando desconfiadamente a Daemon-
-No hay tiempo de ponerse a discutir... confió en Daemon, Vamos.
Alaude suspira y se pone en marcha, ya que podía ver en los ojos de Primo esa mirada decidida que no lo haría cambiar de opinión... seguido de él iba Daemon que poseía en sus ojos un brillo peculiar que provoco en Primo una sensación dolorosa... pero aun así siguió a sus guardianes rumbo a la entrada de la ciudad. No tenia opción...
Pero aun así sabia... que algo andaba mal... muy mal.
~ Uno, dos, tres bajo la melodía de violín...
Bailaban sin sospechar...
de la maldición de su triste vals
Bailaban sin sospechar...
Que esta era la tumba de su amor... ~
Los tres llegaron al pueblo esperando encontrar a sus enemigos: La Familia Orione... sin embargo no había nadie allí... estaba todo vació.
-Esto no se ve bien... -Murmura Primo para sí mismo mientras ve como todo se llenaba de niebla poco a poco. Entonces se gira para ver a Daemon... pero este había desaparecido- Daemon...
-¡¡¡CUIDADO!!! -Grita Alaude-
Primo gira su cabeza y visualiza a una bomba ir en la dirección en donde se encontraba pero reacciono a tiempo y la esquivo.
La bomba cae al suelo y explota inundando todo el lugar de humo impidiéndoles ver algo.
De la nada sale un hombre y se dispone a atacar al Jefe Vongola, este rápidamente lo esquiva con sus llamas de ultima voluntad encendidas, defendiéndose de los golpes y propinando otros a mas sujetos que salían de diferentes lugares.
Un gemido de dolor se escucha llegando hasta los oídos de Primo, el cual se distrae y recibe varios golpes por esa distracción.
Nuevamente se escucha un gemido de dolor pero esta vez más agudo causando que la desesperación inunde a Primo ya que la voz esa era la de Alaude.
~ Un sonido sordo se oyó
bajo la luz de la luna infeliz...
Tres segundos tuvieron que pasar,
para que nunca mas se pudieran abrasar... ~
El humo se disipa dejando ver los múltiples cadáveres de los enemigos dispersos por todos lados.
Primo, herido gravemente intenta encontrar a Alaude, claro, sin éxito alguno hasta que a lo lejos lo ve e instantáneamente en su rostro se dibuja una sonrisa... que desaparece al momento en que se cae al suelo herido.
-¡¡¡¡¡ALAUDE!!!!! - Grita desesperado-
Sin importarle sus heridas de gravedad Primo se acerca lo más rápido posible a su Guardián de la Nube. Al llegar a él se arrodilla y lo toma entre sus brazos.
-Alaude... ¿Qué sucedió? -Dice en tono bajo mientras veía con horror el cuerpo ensangrentado del oji gris -
-Vete... - Murmura Alaude- vete, e-e... Era una trampa... Spade..
-Lo sé... -murmura acariciándole el rostro- tranquilo, descansa... -Sonríe tristemente-
Alaude lo mira hasta que sus ojos se cierran, había quedado inconsciente. De fondo una risita burlona se oye y de la nada aparece Daemon... mirándolos con odio.
-Que tierno... digno de un cuadro -Dice con rabia acercándose a ellos-
-Nos traicionaste... ¿Por qué? -Murmura Primo volteando a ver la cara de Spade-
- Vongola necesita un nuevo jefe... fuerte y que no tenga súbditos tan débiles como este -Dice mirando con odio a Alaude- Sabes Primo... nunca entendí porque lo elegiste a él en ves de a mí...
-Porque lo amo...-Dice mirando a Daemon que en ese momento fruncía el seño -
-¡¡¡Entonces morirás con la persona que amas!!! - Dice con odio Daemon-
Spade apunta a Primo con el arma que llevaba en su mano. El Jefe Vongola solamente aparta su vista de él, poniendo atención en Alaude que yacía inconsciente entre sus brazos.
Y en menos de un segundo... un sonido aterrador inunda las calles de esa ciudad...
~ Uno, dos, tres... cuatro siglos después
los amantes se vuelven a encontrar...
Lamentablemente para los dos la maldición..
Era para toda la eternidad.... ~
400 años después...
-¡¡¡ Llego tarde, llego tarde, llego tardeee!!!
Tsuna corria por los pasillos de la escuela Namimori. Se había quedado dormido nuevamente, pero esta vez tenia una buena excusa... bueno... mas o menos.
Se había despertado a mitad de la noche porque tubo una pesadilla y no se pudo dormir hasta entrada la madrugada...
Sube por las escaleras rápidamente... llega al final y sigue corriendo por el pasillo hasta que se cae... (muy típico de él)Tsuna queda tirado en el suelo junto con su mochila.
-A-auch... -Se queja mientras se sentaba en el suelo mirando hacia el piso y tocándose adolorido la cabeza, en el lugar donde se había golpeado- ¿Hu... ? -Dice mientras veía como unos zapatos negros aparecían frente suyo-
~ De fondo la melodía del violín
vuelve a sonar...
Los dos se miran pero ya nada es igual...
no reconocen este vals... ~
Tsuna levanta su vista y se encuentra con unos ojos azul oscuro que lo miraban atentamente.
-Sawada Tsunayoshi...-Dice la voz grave de aquel joven-
En ese momento Tsuna siente una opresion en el pecho y un recuerdo vago de su pesadilla vino a su mente de manera fugas.
Otra voz...
Otro color de ojos...
Otro color de cabello...
Un sentimiento fuerte que no recuerda...que no conoce...
-Perturbas la paz de la escuela Namimori.- Dice Serio-
Y que se mezcla con un nuevo sentimiento que lo atormenta...
-L-lo siento Hi...hibari-san!!!! -Dice Tsuna levantándose de golpe- y...yo e-etto...
-Y llegas tarde -Dice frunciendo el seño, cosa que asusto al castaño- Si vuelve a pasar...te morderé hasta la muerte.
~ Ellos eran dos hermosos jóvenes
que se amaban con locura y pasión...
Dos amantes que no tuvieron...
un final feliz para su amor... ~
~ Estaban obligados
a olvidar...
Quien era su otra mitad...~
Hibari mira con atención al castaño...
Otra voz...
Otro color de ojos...
Otro color de cabello...
Un sentimiento fuerte que no recuerda...que no reconoce ... y que se mezcla con un nuevo sentimiento que lo atormenta...
sin embargo no le hizo caso...
Hibari se dio media vuelta y comenzó a caminar dejando a Tsuna parado en la mitad del pasillo...
~ Estaban obligados
a olvidar...
Como se bailaba este vals...~
El castaño se quedo viendo a Hibari irse por unos minutos hasta que se dio media vuelta y comenzó a caminar.
Su pecho le dolía...un vacío habitaba en su interior logrando que lagrimas cristalinas salieran de sus ojos, realizando un largo viaje hasta llegar al suelo.
Pero aun así siguió caminando...
Caminando por el lado contrario al que iba Hibari...
Olvidando quien fue para él hace 400 años...
~ Dos hermosos jóvenes condenados a vivir...
eternamente en soledad...~
Fin del segundo vals..
Proxima Cancion: Vals de la muerte