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A pesar de todo por Solin

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Notas del capitulo:

 

Gracias por todos sus lindos comentarios, no me pareció justo dejarlos a medias así que decidí subir este nuevo capítulo  espero sea de su agrado.

 

 

Sasuke inclinó la cabeza y acarició mis labios con los suyos. Una vez, dos veces, tres, gemí protestando por su juego.

 Gire la cabeza, intentando atrapar sus labios para obtener un beso más satisfactorio, pero él estaba ocupado en mi cuello.

-Sasuke, por favor...

No quería más caricias. Necesitaba más, toda su pa­sión.

-Sssh... Tesoro –me decía mientras me mordía suavemente la oreja-. Será perfecto -su voz y las sensuales caricias hicieron que mi cuerpo temblara anticipándose a lo que vendría des­pués.

Mis labios se abrieron para dejar escapar un gemido silencioso y finalmente él cubrió mis labios con los su­yos firmemente para tomar el control de mi boca.

Aquel beso hizo que le rodeara el cuello con fuerza, y entonces recordé que podía tocarlo. Se­pare mi boca de la suya, jadeando de excitación, pero seguro de que en esta ocasión las cosas serían dis­tintas.

-Quítate la ropa, Sasuke.

Él se quedó helado. Sus ojos se cerraron mientras lo veía luchar contra sí mismo. Entonces dude de lo que acababa de pedir. Tal vez pudieran seguir y pedirle que se desnudara más tarde. Estaba a punto de pedirle que volviera a besarme cuando él se levan­tó.

-No tienes que...

-Quiero hacerlo. Te lo mereces y yo también. Quie­ro hacerte mío de la forma más completa en que un hombre puede poseer a su doncel -dijo él, orgulloso.

Me encanto cuando se refirio a mí como  «su doncel».

Ya que implicaba una  intimidad libremente elegida, no un ma­trimonio de conveniencia en el que se sintiera atrapado por su sentido del deber.

Lo mire mientras se quitaba la chaqueta y des­pués la corbata, que dejó caer al suelo en un gesto de descuido. Después fue el turno de los botones, primero los de los puños y después los del pecho. Los soltó uno a uno, revelando progresivamente los con­tornos de su pecho hasta que la camisa de seda blanca estuvo abierta del todo, mostrando sus bien torneados músculos.

Contuve el aliento mientras él se deshacía de la camisa. Después se quitó los zapatos, los pantalones y los calcetines. Los hizo a un lado mientras miraba mi cara enrojecida.

Se quedó de pie, desnudo frente a mí, excepto por los bóxers. Metio los pulgares por de­bajo de la cinturilla elástica de estos y los bajó por sus muslos mientras yo gemí al ver la parte más íntima de él.

Trague saliva.

Abrí la boca, pero como no fui capaz de decir nada, la cerré.

Cerré los ojos. Los abrí.

Sacudí la cabeza.

Aun que esto no resulto de gran ayuda...

-¿Se hace más grande? -pregunte con un gemi­do de verdadera mortificación.

Una enorme carcajada hizo que subiera la mira­da desde su impresionante miembro hasta su cara. Él parecía estarse divirtiendo, pero eso no era divertido. ¿Cómo quería que me enfrentara a eso?

 

POV. SASUKE

 

Sacudí  la cabeza, incapaz de creer la reacción de Naruto. Había esperado algo de preocupación, tal vez algo de pena, pero nunca había pensado en un ata­que de nervios ante la vista de mi miembro en estado de semi erección.

El estaba verdaderamente asustado pensando en una erección completa, aquello me levantó la moral de un modo increíble. Naruto no me consideraba un eunuco, más bien pensaba que era demasiado viril. Sentí que me ponía más rígido y vi cómo el palidecía. Estaba realmente preocupado.

Naruto es pequeño, unos treinta centímetros más bajo que yo y de constitución delicada, pero no tenía ninguna duda de que nuestros cuerpos se ajustarían bien.

-Tu cuerpo fue creado para acomodarse al mío.

El nervioso se mordió el labio inferior.

-¿Estás seguro? Tal vez no esté bien hecho... Me sentía lleno con tu dedo. No creo que podamos hacer que eso entre dentro de mí.

Si me reía de él, era hombre muerto. Lo sabía, pero necesite de todo mi autocontrol para contener la risa y el alivio que me había provocado sus pala­bras.

-No te preocupes, pequeño, confía en mí.

Lo mire mientras el tragaba saliva y se prepara­ba para enfrentarse a lo que estaba por venir.

-De acuerdo.

Avance con cuidado hacia la cama. Mi equilibrio mejoraba rápidamente, pero no iba a arriesgarme a caerme. Naruto pareció hundirse entre las almohadas, con sus hermosos ojos azules  llenos de temor. Me detuve cuando mis piernas llegaron al borde de la cama.

-¿Quieres tocarme?

Era una pregunta difícil de hacer. Estaba teniendo una reacción física ante él, pero el miedo de no dis­frutar de una respuesta sexual plena aún me afectaba. Si  me acariciaba y mi erección no aumentaba, o lo que era peor, perdía la dureza que había conseguido, sería un golpe terrible para mi orgullo.

Pero haberlo visto sufrir tanto por mi cobardía esta mañana era suficiente motivo como para arriesgarme.

El no me respondió solo se quedó mirando mi virilidad como petrificado.

-Sí -fue sólo un susurro que apenas pude oír.

-Tal vez ayudara, si empezaras por otro lu­gar.

Sus brillantes ojos azules me miraban como supli­cando.

Lo tome de las manos y lo hice arrodillarse sobre la cama. Después guie sus pequeñas manos hacia mi pecho, clocándolas sobre mis ya estimulados pezones. Los cuales se endurecieron aun más con el contacto de sus suaves manos. Naruto se ade­lantó y los besó, lamiéndolos para saborear mi piel haciéndome gemir de placer.

-Hazlo de nuevo –le pedí en un murmullo.

El obedeció sin detenerse, esta vez mordiéndolos ligeramente, entonces sus manos empezaron a moverse, como la noche anterior. Pero esta vez no intentaría detenerlo. Me arañó con suavidad el pecho. Mientras le quitaba el camisón por encima de la cabeza.

Lo atraje hacia mí,  abrazando suavemente su cuerpo desnudo contra mi pecho y los dos nos excitamos al sentir el contacto de nuestros cuerpos desnudos. Al sentir como mi sexo duro chocaba con la suave piel de su vientre provoco que un enorme escalofrió de placer recorriera mi cuerpo y necesite toda mi fuerza de voluntad para contener el irrefrenable deseo de darle la vuelta y penetrarlo en ese momento. El saber que lo podía hacer hizo que me endureciera aún más.

 

FIN POV. SASUKE

 

 

Podía notar cómo el enorme miembro de Sasuke se hinchaba contra mi cuerpo. Mi frente seguía apoyada contra su pecho mientras le clavaba las uñas en la muralla de  músculos que tenía en frente. Quería tocarlo, pero ahora que era el momento, estaba aterrado. ¿Qué pasaría si lo hacía mal? ¿Y si lo aburría con mis caricias temblorosas e inexpertas?

Pero él tomó la decisión por mí. Me tomo de las manos y las fue bajando por su torso hasta que llegaron a su vientre. Presione suavemente con mis dedos y su cuerpo tembló, con lo que me sentí más confiado. Con suavidad y firmeza a la vez, él guió mi mano hacia su enorme virilidad dura como roca.

-Tócame, amor. Tócame aquí.

Lo radié con los dedos, tocando la suave piel que cubria aquella rigidez de acero. Lo acaricie  desde la punta hasta la base, complacido con los gemidos guturales que él deja­ba escapar. ¡No se estaba aburriendo! . Con su mano ce­rrada sobre la mía, me mostró el ritmo y la presión que le daba más placer.

Él dejó caer su mano y seguí acariciándolo, alucinado por el modo en que su cuerpo se estaba ten­sando. Levante la cabeza para ver la expresión de éxta­sis de su cara, el calor de su piel, la dureza de sus pezo­nes y el nivel de excitación general que nunca hubiera soñado con poder despertar en él.

-Deseas que te toque -susurre, asombrado.

-Sí. Mucho.

-Creía que no lo deseabas -dije, casi llorando.

Su cuerpo se puso rígido. Me empujó sobre la cama y se colocó entre mis piernas abiertas.

-Me moría porque me tocaras.

-Pero...

-No hables, amor. Siente —me interrumpió, poniendo un dedo sobre mis labios.

Él acarició cada centímetro de mi cuerpo, primero con sus manos y luego con su boca. Cuando tomo mi pene con su boca, me encogí por la sorpresa y el placer.

-¡No! Sasuke... Yo... Tú...

Pronto mis palabras incoherentes se tornaron en ge­midos de enorme placer.

Él me hizo el amor con la boca de un modo que me hizo flotar desde el principio. Mi cuerpo se arquea­ba sobre la cama al sentir como su cálida boca devoraba mi intimidad, brindándome un placer nunca imaginado, pero esta vez sabía que había más, y lo deseaba. Lo necesitaba. Lo pedía a gritos de un modo que me hubiera avergonzado si no hubiera es­tado totalmente perdido en las sensaciones que Sasuke pro­vocaba en mi cuerpo. De pronto detuvo lo que me estaba haciendo dejándome completamente excitado, y volvió a colocarse  entre mis piernas, yo me encontraba tembloroso de necesidad.

-Te deseo -grite.

-Sí. Puedo verlo -el gesto de satisfacción en su voz hubiera podido irritarme en otra ocasión, pero no en este momento.

El presionó con suavidad su pene intentando entrar en mi cuerpo.

-Ahora haremos el amor.

Lo mire, sin creer que pudiéramos seguir adelante. Pero esto era demasiado importante para los dos.

Él me sonrió, pero no divertido, sino con la cara de un depre­dador, un hombre primitivo que determinaba su lugar dentro de la jerarquía en la vida de su pareja... en el punto más alto.

-Eres mío, Naruto. Para siempre.

Asentí sin poder pronunciar palabra alguna debido al cumulo de sensaciones que me invadían,  sentí cómo mi cuerpo se amoldaba alrededor de su rigidez recibiéndolo por completo, quedando totalmente poseído por él. Una punzada de dolor recorrió mi cuerpo, pero era una molestia mínima comparada con la maravillosa sensación de intimidad  que me invadía en este momento, era una emoción mucho más devasta­dora que las que había sentido antes.

No me di cuenta de que estaba llorando hasta que Sasuke con suaves besos retiro las lágrimas de mis ojos.

-¿Te hago daño? -preguntó, tembloroso.

-No –le dije mientras lo agarraba de los brazos- pero espera un momento por favor- le pedí suavemente

- Claro tesoro- me sonrió con ternura antes de besarme en los labios, para  después dirigirse a mi cuello el cual recorrió con besos y pequeños mordiscos, bajando por mi pecho hasta mis pezones los cuales lamio y succiono suavemente, provocándome enormes oleadas de placer. Sin ser consciente de ello, comencé a mover mis caderas buscando saciar el deseo que mi esposo había despertado en mi cuerpo y que solo él podía calmar. 

-Sasuke…- gemí ansioso

Él salió de mi cuerpo casi por completo, haciéndome abrazarlo fuertemente, desesperado por que volviera a penetrarme.

Pero el no pensaba retirarse y volvió a entrar en mi, para seguir penetrándome con suaves movimientos que se fueron incrementando hasta bombear con rapidez y dureza.

Me estaba acercando al éxtasis, gritando su nombre y haciendo otros ruidos ininteligibles. ¿Podría existir algo más intenso de lo que había experimentado ya? Desde luego que sí. Mucho más intenso, tal vez porque los dos lo estábamos compartiendo.

Entonces el mundo entero explotó a mí alrededor haciéndome perder el conocimiento por unos segundos. Podía sentir como la viri­lidad de Sasuke crecía de un modo increíble dentro de mí, sentí como una gran calides inundaba mi interior.

La tensión fue desapareciendo de su cuerpo haciendolo caer sobre mì. Lo abrace con los brazos y las piernas con enorme alegria.

-Eres un amante maravilloso,querido.

Su cuerpo saltó de alegría. Con un enorme gemido de felicidad, em­pezó a darme una lluvia de besos sobre la cara. Parecía irreal. Sasuke dándome las gracias por hacerle el amor, diciéndome que era el ser más hermoso del mundo, besándome extasiado.

Sasuke rodó sobre su espalda y me colocó sobre él.

-Gracias, tesoro.

Sonreí con enorme placer al ver su rostro lleno de felicidad.

-Gracias a ti, amor mío.

-Me has devuelto la masculinidad -dijo, abrazándome.

No entendía por qué me daba las gracias, siendo que él era quien me había dado el mejor regalo que hubiera imaginado.

-Te amo -dije, incapaz de contenerme.

-Me he sentido seguro contigo -dijo con total satis­facción-. Un hombre puede permitirse ser vulnerable cuando su pareja lo ama.

-Estoy feliz -dije viéndo su cara de satisfac­ción y me apreté más contra él.

-No tanto como yo.

-¿Sasuke?- dije sobresaltado.

-¿Sí?

-¿Qué...? -pero mientras pensaba como preguntarle el cuerpo de Sasuke me daba la respuesta al arquearse bajo mi peso, lanzando mi cuerpo tembloroso a un nuevo viaje de exploración.

 

 

 

Notas finales:

 

Espero que los tomatasos no sean muy fuertes T^T


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