Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A pesar de todo por Solin

[Reviews - 437]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

 Gracias por todos sus comentarios son maravillosos.

No había tenido tiempo actualizar ya que he tenido mucho trabajo pero aquí está el nuevo capítulo y espero poder subir otro el próximo miércoles. Hasta la próxima  

 

 

Mi corazón se detuvo un instante y después volvió a latir a toda velocidad.

-¿Casarme? -repetí.

- O tal vez tú, al igual que Sakura, no desees atarte a un inútil.

La rabia me invadió al oírlo utilizar aquella horrible pala­bra y le di un puñetazo en el pecho.

-No vuelvas a utilizar esa horrible palabra. Incluso si no puedes volver a moverte en toda tu vida, nunca serás un inútil.

-Si eso es lo que crees, entonces cásate conmigo.

-¡Pero tú no quieres casarte conmigo!

-Quiero hijos. Mi madre espera una nuera y si tu ocuparas ese puesto estaría más que feliz ¿no?

La idea de tener a los hijos de Sasuke me hizo temblar, pero...

-Eso es ridículo. Estás enfadado con Sakura, pero no deseas pasar el resto de tu vida conmigo como tu espo­so y lo sabes.

-Quiero volver a Japon y quiero que vengas conmigo.

-Por supuesto que iré, pero no tienes que casarte conmigo para convencerme de que vaya contigo.

-¿Y mis hijos? ¿Quieres tener hijos conmigo sin es­tar casado?

-No tengo ni idea de lo que estás diciendo -dije, rojo hasta las orejas.

-Te estoy diciendo que quiero hijos. ¿Es tan difícil de entender?

No, no lo era. Sasuke sería un padre increíble y nunca había ocultado el deseo de serlo.

-Pero...

-Tendrías que someterte a un proceso de fecunda­ción in vitro. No puedo... —ahora fue él quien calló y yo sabía que su orgullo se rompería en pedacitos si decía aquellas palabras.

-Por supuesto que no. Eso es normal, pero no dura­rá mucho tiempo - intente quitarle importancia.

Por un momento deje mi imaginación volar y me imagine como esposo de Sasuke. Pertenecerle y tener hi­jos con él. Era muy fácil imaginarme embarazado de un hijo suyo... y muy, muy feliz de estar en ese estado.

-Tal vez tengas miedo del tratamiento.

-No -dije, mirándolo de frente, intentando con­tener los latidos de mi corazón-. Sasuke...

Él  puso un dedo sobre mis labios.

-Piénsalo.

Solo asentí con la cabeza, sin saber que decir. Incluso si no hubiera deseado casarme con él, no habría podido rechazarlo a la primera. Tras la marcha de Sakura, ha­bría sido muy cruel.

-Y mientras lo piensas, acuérdate de esto.

Sus labios sustituyeron a sus dedos sobre mi boca, y en mi mente se produjo un cortocircuito. Mis pe­zones se endurecieron casi dolorosamente contra la seda de mi camisa y empecé a notar una inusual molestia entre mis muslos. Aquel no era un beso de exploración, era un asalto a mis sentidos y, cuando la lengua de Sasuke  pidió entrar en mi boca, la deje sin protestar.

Aquella molestia entre mis piernas se fue incrementando, lanzando un mensaje de necesidad que no había sentido nunca antes. Yo solo podía gemir y  apretarme contra él, con los dedos firmemente agarrados contra la solapa de su chaqueta. Sasuke introdujo su mano bajo mi camisa y empezó a acariciar  suavemente mi espalda, haciéndome temblar. Después, una mano masculina se dirigió a acariciar mi pe­cho. Me sentí invadido por el placer. Nunca le había permitido a ningún chico llegar más allá de un beso.

Pero se trataba de Sasuke, el hombre que mas amaba en el mundo y moría por sus caricias. Grite pero el sonido se perdió en su boca cuando sus dedos empezaron a pellizcar y a acariciarme suavemente el pezón. La sensación entre mis piernas aumentó así como mi deseo de gritar. Me agite en su regazo, incapaz de controlar el impulso de moverme.

El retiró su boca de la mía haciéndome perseguirlo con mis labios. ¿No podía dejar de besarme en ese momento? Pero no lo hizo, simplemente trasladó sus labios hasta un punto sensible detrás de mi oreja. Haciéndome temblar y gemir de placer.

 

 

 

Mientras sus manos seguían atormentando mi pecho, sus labios hacían estragos en mi nuca.

-Qué dulce sabes, pequeño –me dijo mientras saboreaba cada centímetro de mis labios.

Cuando mi camisa pareció interponerse en su camino, me dijo que me la quitara.

-¿Qué? - mis ojos se abrieron como pla­tos, confundido.

Pero él no respondió. Un minuto después, ya es­taba quitándome mi camisa. Mi piel se estremecía donde él la tocaba. Es­taba totalmente desnudo de la cintura para arriba, descu­bierto ante la sensual mirada de Sasuke. Sus ojos negros estaban fijos en mi pecho desnudo. Con vergüenza me cubrí mi pecho de su ardiente mirada.

-No deberías mirarme así.

Él no retiró la mirada ni un ápice, sino que delica­damente me tomó de las muñecas.

-Déjame que te vea -dijo él.

-Pero...

-Quieres que te vea -aquello resultó demasiado arrogante.

-No.

-Sí, mi pequeño. Te excita que te mire, que vea lo que le ocultas a los demás.

Agite la cabeza, negándolo, pero en realidad, tenía razón. Estaba muy impactado por su mirada y deje que me apartara las manos de mi pecho, dejando a la vista mis rosados y excitados pezones. Él alargó un dedo y rozó el pezón endurecido de un pecho.

-Hermoso... -dijo esto con tal reverencia, que sentí que mis ojos se humedecían de nuevo-. Eres hermoso mi pequeño.

Añadió esto con tono posesivo mientras me abrazaba fuertemente. Haciéndome temblar.

 Sus manos empezaron a moldearme suavemente, acariciándome suavemente con tal maestría, que evite pensar cómo habría aprendido a hacerlo.

Lo miraba fascinado mientras bajaba la cabeza; sus labios se cerraron sobre mi pezón y al ver sus labios contra mi piel,  creí que ardería de excitación.

Todo se volvió borroso. La sensación era eléctrica y, cuando empezó a pellizcarlo y a jugar con la lengua, las pequeñas descargas de placer se hicieron tan inso­portables, que cerré los ojos, eche la cabeza hacia atrás y empecé a suplicar:

-¡Por favor, Sasuke, por favor!

No sabía qué estaba pidiendo, pero sabía que ne­cesitaba algo. Mi cuerpo parecía estar en llamas y era incapaz de concentrarme después de haber soñado con este momento durante tanto tiempo, por fin mis fantasías se habían hecho realidad. Sólo había amado a este hombre en toda mi vida y ahora por fin estábamos juntos.

Una carcajada masculina contestó a mis súplicas mientras empezaba a pasarme una mano por la pantorrilla. Me hizo cosquillas detrás de la rodilla haciendo que me encogiera, y después me empezó a recorrer la parte interna del muslo. Mis piernas se abrieron casi instintivamente y él siguió con su exploración hasta que llegó al lugar que mas necesitaba de sus caricias. Di un respingo debido a la enorme sensación de placer.

Su mano se interno dentro de mi pantalón tocándome de la forma más íntima posible, haciéndome temblar de miedo y placer. Nunca había hecho aquello y nunca hubiera dejado que otro hombre que no fuera Sasuke lo hiciera. Para algunas cosas era tan inocente como un niño.

 

 

-¿Qué me estás haciendo? -susurre.

-Amarte...

Aquella palabra sonaba tan bien. Que podía imaginarme que él estaba realmente haciéndome el amor y que me tocaba para saciar su deseo por que en verdad me quería. Esa dulce idea incrementó mi placer hasta la inconsciencia. En aquel momento, era como si Sasuke  me amara tanto como yo lo amaba a él.

El me obligó a levantarme; ¿ya había acaba­do? La sola idea hizo que mi necesidad se hiciera aún más urgente.

Pero él me bajó la cremallera del pantalón y lo dejó caer sobre la alfombra. Después me quitó el bóxer  y dejó que se deslizara por mis piernas.

Rápidamentee me quite los zapatos y los calcetines, deseando vol­ver a la seguridad de su regazo cuanto antes, y mi deseo se cumplió casi al instante, cuando él volvió a atraerme hacia sí para seguir probando la sensibilidad de mi piel.

Él seguía recorriendo mi cuello con sus labios, dándome pequeños besos y mordiscos mientras con su mano acariciaba lentamente mi miembro masturbándome lentamente.

Mis gemidos se volvían más fuertes así como el temblor de mi cuerpo el cual parecía un volcán a punto de estallar. Me sentía al borde de un precipicio, deseoso por saltar, pero aterrado por los resultados.

-Déjate ir, mi pequeño -dijo antes de besarme con una pasión que sólo había sentido en sueños-. Dame el re­galo de tu placer.

Llegue al clímax entre un estallido de fuegos ar­tificiales y terremotos. El placer duró mucho entre gritos y gemidos le pedía que parara, pero al mismo tiempo le  suplicaba que continuara. El siguió tocándome hasta que las convulsio­nes de mi cuerpo casi me hicieron saltar de su regazo del cual estaba fuerte sujeto.

Intente decir algo, pero era incapaz de arti­cular una frase coherente, me encontraba temblando en una serie de clímax que me dejaron agotado y casi inconsciente en sus brazos. Él me atrajo hacia sí y llevó la silla de ruedas hasta mi habitación. Allí me colocó sobre la cama y me arropó cariñosamente.

-Duerme, tesoro. Hablaremos mañana.

 

 

Me desperté antes del amanecer sintiendo el tacto extraño de las sábanas sobre mi piel desnuda. Sólo tarde un segundo en recordar todo lo que había pasado el día anterior. Me sonroje al recordar cómo le había permitido Sasuke tocar todos mis puntos íntimos y cómo este me había hecho gritar y suplicar de placer, mientras él ni siquiera se había quitado la chaqueta.

¿Por qué lo había hecho? Hasta el día anterior, Sasuke nunca se había mostrado atraído físicamente por mí y ahora, de repente, me había hecho el amor con una pasión que me había dejado casi en estado comatoso. De acuerdo, téc­nicamente no había sido sexo de verdad, pero sen­tía que no podía haber contacto más íntimo.

Sólo al recordar el modo en que me había dominado hacía que mi pulso volviera a dispararse. Había cumpli­do mi fantasía de un modo tan espectacular, que podría vivir de recuerdos toda mi vida.

Pero, si él quería casarse conmigo, no tendría que hacerlo. Si yo accedía, él no se echaría atrás, tenía de­masiado sentido del honor como para eso. Pero real­mente no podía desear casarse conmigo. Sakura lo había rechazado y él había respondido con la típica reacción Uchiha. Le había pedido matrimonio a alguien más y le había hecho el amor para hacer crecer su ego. Sasuke era un hombre machista y necesitaba sentir que era atractivo para todos los donceles y mujeres que lo rodeaban.

Me lleve la mano a los lugares que él había tocado el día anterior y que ahora se sentían ansiosos de su tacto. No parecían haber cambiado... y sin embar­go me sentía mucho mas sensible, me sentía por primera vez atractivo.

Sasuke me había hecho ese regalo: me había hecho sentir que era un doncel hermoso y deseable.

Lo menos que podía hacer por él era comprenderlo. No utili­zaría su reacción emocional del día anterior para atra­parlo en un matrimonio que seguro no desearía tras haberlo consultado con la almohada.

Aplaste sin piedad mis sueños infantiles de ser su esposo y darle hijos, me levante para bañarme e ir al hospital. Así vería a Sasuke temprano y no tendría demasiado tiempo para preocuparse por todo aquello.

 

 

Notas finales:

mi primer intento de lemon así que disculpen si no me quedo muy bien ^//^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).