Capitulo 2 “Tormenta”
Mientras tanto en el comedor después de que salió Wolfram de manera precipitada, el Maou estaba a punto de seguirlo cuando fue detenido repentinamente por un jalón de sus ropas.
- Makuma… debo ir…- pero el Maou al ver la expresión temerosa de que se le dejara, sonrió y se quedo con el invitado del barco. Ambos se sentaron a comer, pasaron al bufet y se sirvieron un banquete, mientras charlaban de lo que al misterioso joven le había ocurrido. - así que… viajabas en un barco de prisioneros…- preguntaba el pelinegro con curiosidad, mientras comía en compañía del extraño
-así es… yo era un prisionero allí… unos piratas atacaron el buque en el que viajaba y me tomaron como prisionero, después de eso… estuve unos días en ese barco haciendo lo que se me ordenaba… luego una tormenta extraña comenzó a caer sobre nosotros, el barco se hizo añicos por las enormes olas, no sé como… pero el grillete al que me tenían encadenado se quebró…
El día trascurrió normal, faltaba poco más de una semana para poder llegar a las costas de Caloria, el pobre Wolfram sin duda sufrió dos malestares combinados durante toda esta semana, ya que además de tener el malestar que le producía viajar en barco debía ver a su prometido acompañado del extraño al que habían rescatado, no dejaba ni un solo momento a solas a su prometido, sin duda Wolfram había intentado hablar con Yuri en la hora de dormir, pero el Maou insistía en que no pasaba nada y que solo le hacía compañía ya que “Maku”, como le decía el pelinegro, se encontraba asustado, confundido y solo. Pero esto no tranquilizaba al rubio en lo más mínimo, sabia lo apuesto y atractivo que es su prometido además de ser el Maou era un excelente partido ¿podría ser que el joven castaño quisiera quitarle a su prometido?, ¿y esa era la razón por el que no lo dejaba a solas durante todo el día por toda esta semana?
-Su majestad- hablo un caballero castaño – falta solo un día para llegar a Caloria, suponemos que mañana por la mañana estemos llegando a sus costas.
-gracias Conrad- sonrió amable ante el informe de su padrino – puedes dejarnos un momento a solas Maku, por favor… - el Maou pidió gentil a su acompañante, quien solo hiso una expresión de desagrado hacia Conrad y se marcho. –Conrad… ¿Wolfram no te ha dicho nada?... es solo que se la ha pasado detrás mío vigilándome… cosa que no es extraña, pero…. lo que me desconcierta es que solo mira… por lo general…
-por lo general siempre te grita o insulta cuando te ve con alguien mas ne? Yuri?... –intervino, cordial, su padrino – no él no me ha dicho nada… pero si lo he notado extraño… quizás solo sea por el viaje… sabes que no le sienta viajar en barcos… pero… deberías decirle lo preocupado que esta por él… de seguro eso lo hará feliz… - el castaño dedico una sonrisa cálida al joven Maou –además creo que está muy celoso de el joven Makuma, ya que esta semana se la ha pasado pegado a usted… realmente todos lo hemos notado… al parecer se han hecho buenos amigos – Conrad pone la mano sobre la cabeza de Yuri haciendo un suave revoltijo entre sus cabellos.
En ese instante unas nubes comenzaron a formarse de pronto sobre el barco, una terrible tormenta comenzó a caer en segundos, las olas se elevaron en cuestión de minutos, y azotaban el barco haciendo que se agitara furiosamente.
-¡YURI!... ¡YURI… donde estas!- gritaba desesperado un rubio mazoku – Yuri… qué bueno que te encuentras bien… ¿Conrad qué pasa? otra vez la tormenta apareció de la nada… - pregunta exaltado el rubio mientras agarra de los hombros a su prometido.
Pero un fuerte movimiento interrumpe a Conrad antes de contestar, todo era un caos, los marinos corrían por la cubierta tratando de poner todo en su lugar y poder salir de la tormenta, un grito de auxilio se escucho detrás de los prometidos reales. Quien pedía auxilio era Makuma quien colgaba de la orilla del barco a punto de caer, de inmediato el Maou y su padrino fueron a tratar de ayudarlo pero estando a poco de llegar se escucho nuevamente un grito de auxilio, esta vez era el prometido del Maou quien corría con el mismo peligro, sin dudar ni un segundo Yuri corrió a su auxilio dejando a Conrad que se encargara de ayudar a Makuma.
-¡te... tengo… no… te dejare caer! – con gran esfuerzo el Maou sujetaba a su prometido, una ola gigantesca arremetió contra el barco nuevamente.
Wolfram miro fijamente a su prometido -¡suéltame! – grito el rubio con lágrimas en los ojos – ¡no quiero que tú también caigas! ¡por mi culpa te estás poniendo en peligro!... ¡suéltame YA!... – una ola del doble de tamaño apareció como para cumplir con el deseo de Wolfram y llevárselo al fondo del mar.
La ola golpeo el barco Conrad había logrado subir a Makuma y de inmediato corrió a la ayuda de Yuri pero el golpe de la ola lo derribo lanzándolo al otro lado del barco dejándolo mal herido, el tutor real de inmediato fue a ayudar al Maou pero al igual que Conrad fue lanzado lejos, pareciera que alguien controlaba las olas impidiendo el rescate de Wolfram
-¡NUNCA!.... ¡¿ESCUCHASTE…?! ¡NUNCA TE VOY A DEJAR! – Yuri hiso su mejor esfuerzo para sostener a su prometido, pero otra nueva ola arremetió arrebatándolo de sus manos -¡NO… WOLFRAM!... – sin siquiera pensarlo el pelinegro se lanzo al mar por su prometido, lo tomo entre sus brazos y trato de alcanzar nuevamente el barco pero entre la tormenta y las olas que los revolcaban por el mar se fueron alejando del barco, Wolfram estaba inconsciente casi no respiraba y el agua entraba en sus pulmones cada vez que las olas los golpeaban, Yuri estaba al borde de la desesperación, quería salvar a Wolfram a como diera lugar, fue entonces cuando se presento el modo Maou, sacando sus dragones de agua se alzó sobre las olas furiosas tomando a Wolfram entre sus brazos dio un beso en su frente del rubio y llegaron a una isla, deposito suavemente al rubio en la arena, la tormenta se había calmado ya, pero no se veía el barco por ninguna parte, el modo Maou se desvaneció dejando caer a Yuri al lado de su prometido cansado e inconsciente.
-Yuri…- el pelinegro escucho una dulce voz pronunciar su nombre – ¡Yuri! – poco a poco el joven rey abrió los ojos, y lo primero que vio fue a un rubio llamándole, Yuri sintió las piernas de su prometido, al parecer lo había recostado en ellas y lo cuidado quien sabe desde cuándo. – eres un henachoko… ¿Cómo se te ocurre aventarte así por mi? – pero en vez de ver una cara enojada, el rey vio un rostro ligeramente sonrojado y preocupado, se incorporo y con un movimiento abrazo al rubio, Wolfram también rodeo a su prometido, dando gracias de que ambos estuviesen a salvo.
Después de un rato y de una pequeña charla de lo que harían decidieron seguir la costa para ver si encontraban a alguien que pudiera ayudarlos, pero en su lugar encontraron a Makuma inconsciente sobre la arena. Fueron de inmediato a ver si se encontraba con vida, -ufh… si está vivo- dijo aliviado el pelinegro, lo despertaron y preguntaron lo que había pasado; Makuma se arrojo para abrazar a Yuri quien solo comenzó a reír nerviosamente, Wolfram de inmediato intervino preguntando de nuevo como fue que llego allí. Makuma conto que después de que Conrad lo salvo una ola lo lanzo fuera del barco y no recuerda nada más.
-bueno parece que nos metimos en problemas, no parece haber nadie más en la isla, no se escucha nada y hay demasiada vegetación para que alguien viva por aquí. – el pelinegro tenía razón, esa isla estaba completamente vacía de civilización humana o mazoku. Comenzó a obscurecer y decidieron encontrar un refugio para pasar la noche, las habilidades y el entrenamiento de Wolfram lo prepararon para situaciones como estas, así que él se encargo del refugio mientras Makuma y Yuri buscaban comida.
-¡hey!... no dejes ni un momento solo a mi prometido… y no te quieras pasar de listo… si le pasa algo… yo mismo te mato! – dijo el rubio celoso mientras los chicos se alejaban.
Mientras recogía algunas frutas entre la maleza el castaño preguntó molesto, -¿tu… realmente eres el prometido de esa persona?- pero no recibió respuesta de su acompañante – ¿Yuri?... – giro en busca de su acompañante quien solo sonreía nerviosamente – así que realmente son prometidos…
El rey trato de responder de una forma que explicara cómo fue que se hicieron prometidos -bueno veras… lo que paso… fue que... yo no sabía… y entonces…-, pero escucho algo que realmente lo dejo pensando, Makuma le pregunto si el amaba a Wolfram y si es por ese amor que se lanzo a su rescate, Yuri no supo que decir, el solo sintió que debía ir por Wolfram – fue… un impulso… - contesto pensativo el rey ante la pregunta el ojiverde.
Se escucho la voz del rubio llamando a los recolectores -¡Yuri! Ya está el fuego y el refugio será mejor que regresen va a anochecer pronto y no habrá más luz para que regresen… -, a su retorno, se encontraron con una fogata realmente grande junto con unos sacos hechos de hojas, sin duda servirán para poder dormir en ellos, pensó emocionado y sorprendido el pelinegro, un aroma delicioso llego a su nariz al parecer Wolfram había conseguido un poco de comida, ya no tendrían que comer solo frutas, -Yuri ven… mira conseguí unos pescados para la cena- no es mucho pero… - las palabras del rubio fueron interrumpidas por su prometido quien sorprendido lo elogio y pregunto cómo había capturado los pescados. Con las mejillas sonrojadas el mazoku le prometió enseñarle un día a pescar con un arpón hecho con bambú.
Después de la cena los tres fueron a dormir, con la esperanza de ser encontrados por Conrad y Günter – de seguro nos están buscando… no te preocupes… yo te cuidare… - el Maou escucho esas dulces palabras salir de los labios de su prometido quien lo contemplaba con ayuda de la luz de la fogata, Wolfram se dio cuenta que el pelinegro estaba realmente preocupado, por estar perdido en una isla solitaria. A la mañana siguiente se encaminaron a lo profundo de la isla, rodeados de vegetación y animales exóticos se adentraron cada vez más profundo, Wolfram había dejado un rastro indicando la dirección en la que se movieron por si Conrad encontraba la isla lograra dar con ellos.
Cansado y angustiado por estar lejos de la costa el pelinegro pregunto a su prometido si estuvo bien que se alejaran de la costa y por qué se tenían que alejar de la costa, - si Yuri era necesario, debemos buscar agua que podamos beber, un rio o un lago, debe haber uno ya que hay animales y plantas, no podemos beber el agua de mar, moriríamos deshidratados, además no quería dejarte a solas con ese sujeto, por eso te pedí que me acompañaras – molesto miro a Makuma que los seguía de cerca y al escuchar lo que el rubio dijo se exalto – ¿¡ese sujeto!?, ¡me llamo Makuma Zen!, además… no creerás que me iba a quedar solo en la playa o sí? si se quedaba Yuri con migo no tenia problema pero yo solo ni hablar, y acompañarte a ti por el agua… ¡ja… nunca!- El rostro de Wolfram enfureció, mil cosas comenzaron a pasar por su mente, ¿acaso este tipo cree que voy a dejarlo a solas con mi Yuri por tanto tiempo?, ¿y con qué derecho le llama por su nombre?, además lo único que quiere es estar con él, no pienso permitir eso y menos en un momento como este.
_Continuara_