Seto se sorprendió de saber que era el cumpleaños de Joey.
--Viejo ¿Por qué me hacen esto?Arruinaron mi atuendo –gruñó el ojimiel.
--No importa.Después te cambias.Te preparamos una fiesta en mi casa—dijo Tristán Taylor.
--Sorry chicos pero hoy vienen unos parientes a casa por lo que no voy a poder—dijo en costentación el rubio con pesar.
--¡Aguafiestas!—lo criticó Taylor.—Pero que se le va a hacer.¿Mañana tal vez?--preguntó luego resignado.
--Tal vez—fue la respuesta de Joseph.
Esa noche Seto fue con una chica a cenar en un restaurante y reencontró con la sorpresa de que el mozo que atendía su mesa era su compañero de carrera universitaria.
Después de traerles la carta Joel preguntó--¿Desean que les traiga una copa de vino mientras esperan?—
--Me parece genial—dijo la chica visiblemente entusiasmada.
--Digo lo mismo—dijo su acompañante con una sonrisa de superioridad al mismo tiempo que seductora al mozo mientras le miraba a los ojos.
La cena fue calmada y agradable y para cuando terminaron la misma los atendió otro mozo.
--¿Y Joey?—preguntó Seto.
--Terminó su turno—informó el mozo.
--No sabía que conocías al mozo—le dijo la chica a Kaiba.
--Es solo un compañero de clase—contestó él.
Seto y ella tomaron caminos distintos al salir del restaurante.Ella tomó un taxi y el esperó otro que lo llevara a su residenciapues al día siguiente tenía exámen.Mientras esperaba oyó una voz conocida hablar en un callejón cercano.
--¡Estás loco si crees que me voy a dejar robar sin más, idiota!—gritó Joseph Wheeler y él se acercó al oir tal enunciado.Vió a Joey forcejeando con alguien en las sombras del callejón y entonces vislumbró el brillo plateado de una navaja.Sin pensarlo dos veces se arrojó contra el atacante y después de derribarlo ayudó al rubio a levantarse pues se había caído en la refriega.Mientras hacía esto el presunto ladrón escapó.
El ojimiel se sostuvo la adolorida mandíbula por un golpe y agradeció a Seto su incursión.Kaiba iba a hablar de su inteligencia al caminar por las noches en callejones oscuros pero se le olvidaron las palabras al observar simplemente como el otro se limpiaba con su mano la sangre de su labio inferior.
El ojimiel advirtió su mirada y le preguntó--¿Qué miras?—Eso actuó como una palanca para el castaño que sin el mismo saber porqué lo agarró fuerte y lo besó apasionadamente.
El ojiazul jamás había sentido tantas ganas de besar a alguien y menos a otro hombre pero disfrutó a pleno del contacto.
Joey estaba tan sorprendido que no reaccionó hasta pasado un momento.Le empujó y le dijo--¡No te conocía esos hábitos Kaiba!—Los ojos azul intenso apagaron su voz con una mirada intensa.Después de un momento dijo—Bueno, gracias.Me voy--.
Seto se quedó mirándolo partir con una rara sensación en el estómago.
Unos días mas tarde Joel jugó un partido de socer sin saber que Kaiba era uno de los espectadores.
Por una falta el rubio reclamó tan fuerte que fue expulsado por el juez y furioso se fue al vestidor a bañarse para irse.
Kaiba estaba allí parado en medio con cara adusta.
--¿Qué haces tu aquí?—preguntó el ojimiel desconcertado.
El castaño le extendió unos papeles que estudió para averiguar que eran las notas que días antes le pidiera.
--¿Cómo sabes que las necesito?Hace días que te las pedí.Además Yugi…--dijo Joseph haciéndose el interesante.
--¿Vas a quererlas o no?—preguntó el ojiazul molesto e incómodo y siguió con la mano extendida hacia él.Después de un momento en que se debatió consigo mismo tomó los papeles.Seto sonrió triunfal y mientras lo hacía pudo ver bien al otro.Tenía la camiseta y el short blancos mojados por la transpiración, pegados al cuerpo y ésta corría por sus piernas torneadas, brazos y cara, llevando sus gotas cristalinas cerca de su semiabierta boca que pugnaba por aire.