Capítulo 6: El incidente “Eso” (parte 1)
Como no amar a ese emo vengador, aquel que le había sacado sonrisas y suspiros. Era una gran suerte que su forma hiperactiva de ser lo haya cruzado con el joven Uchiha.
-Oye Sasuke, perdón por no haber venido en este semana, pero mi padre no me dejaba venir-Estaba el festival de cambio de estación comenzaba a ser más frío el clima lo cual le parecía fascinante a rubio; ambos caminaban entre los puestos de comida mientras platicaban.
-No te preocupes Naruto, tu padre debe tener una buena razón para hacerlo, sabes deberías preguntárselo, no creo que te oculte la verdad. –Sus ojos se posaron en un tiro al blanco, había muchos peluches de premio, se acercaron ambos.
-Naruto observa esto –Tomaba varios kunais y los arrojaba justo al centro, ganado lo que él quisiera de premio. – ¿Y bien cual quieres? –Los ojitos de naruto brillaron a la vez que su cola se movía de un lado a otro, observando curioso los peluches.
-Ese –Señalo un gato negro con una mancha blanca en el pecho y una oreja color nieve, en segundos ya lo tenía en sus brazos. –Sasu es muy lindo-
-De nada –Sonrió más Naruto dejo escapar una risita para luego contestarle.
-Le hablaba a Sasu –Le puso el gato en frente –Él es Sasu –La verdad el gato tenía un semblante serio y le había recordado a Sasuke por ese motivo lo había elegido.
-Serás tan… Tan Naruto –Revolvió sus cabellos despeinándolo totalmente para luego echarse a correr seguido por el joven neko.
-¡Idiota ven acá! –Corría con el gato en la mano, alcanzaría a Sasuke y lo golpearía por ello.
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Un pelirrojo caminaba junto al que decía él era el amor de su vida un rubio de cabellera larga, ojos azules, era un neko; para el pelirrojo era maravilloso estar a solas con su joven compañero ya que la había costado trabajo evitar que cierto tipo mayor pervertido y acosador llamado Uchiha Itachi estuviera tras su rubio, en cuanto tuvieran al kitsune con ellos lo mataría con tal de tener a Deidara solo para él.
-Dei Dei, ¿en qué piensas? –
-En nada que te interese Sasori no danna –Pasaron por algunos puestos, era algo incómodo por parte de Sasori ya que había imaginado algo más lindo con el rubio.
-¿No quieres que lo nuestro sea hermoso y eterno? –
-No, realmente no quiero nada de eso hum… -El ambiente estaba extraño y Deidara lo notaba mas no decía nada a su compañero, tenía que averiguar lo que pasaba, sentía que era algo grande.
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Estaba ya decidido el Rey Fugaku alistaba unas cosas de la nación Dark, había recibido una nota para ser más precisos él había pensado que era un anónimo pero al leerlo lo comprendió perfectamente: era de parte de un hombre llamado Minato Namikaze que le pedía de una manera amable que dejara a su hijo en paz ya que su pequeño Uchiha Sasuke le había robado el corazón a su hijo, el no deseaba eso por un delicado asunto sobre su pequeño neko.
Fugaku no tenía idea si era verdad lo que escribían, pero sabía lo que su hijo sentía por ese chico llamado Naruto, de hecho la historia le sonaba pero no recordaba a que se debía eso.
Llamo a su hijo el mayor de la familia su orgullo Itachi Uchiha.
-Padre… -Itachi estaba ya presente, no había tardado más de 5 minutos en aparecer frente a su padre, lo miraba interrogante.
-Itachi, ¿a qué te suena eso? –Le dio la nota a su hijo quien la leyó detenidamente, al devolvérsela hablo para comentarle a su padre lo que sabía al respecto.
-Eso es parte de una leyenda muy antigua, en mis investigaciones sobre la fundación de este reino me encontré con esa conocida leyenda mas no me convenció mucho y seguí investigando con el ultimo neko que vivía hace unos 5 años atrás, se lo pude preguntar, me conto algo muy diferente algo que siempre tomare en cuenta, algo que no dejare en el pasado, a verdad sobre la leyenda del kitsune – Su padre escuchaba atentamente, Itachi ya estaba contándole sobre aquella leyenda, la leyenda que había logrado rescatar antes de la muerte del viejo.
-Con que eso paso –Dudaba sobre la credibilidad de esa historia, mas sentía que las palabras de su hijo eran verdaderas. –Itachi, debemos cruzar la muralla. Hay cosas que tengo que hablar con Minato Namikaze en persona. – Se levantó de su trono, no pensaba esperar, dejo órdenes a sus súbditos, partiría a visitar a unos parientes eso era lo que se decía.
Con ropa usual de calle, estaba en el bosque siendo acompañado por su hijo, pudo ver la puerta abriéndose y un hombre de cabello rubio como el sol con orejas ocultas entre su cabellera, ambos se miraron.
-Mi nombre es Minato Namikaze, gobernante del reino Remolino –Se presentó con una gran sonrisa. –Mejor les invito a pasar a mi reino, nadie lo sabrá nunca, además hay algo de lo que necesito hablarles, ¿usted es el padre de Sasuke-kun no? –Lo había notado por el emblema, a pesar de ser antiguo solo en la leyenda antigua era mencionado muy poco, era el zorro de nueve colar en un broche que adornaba la prenda superior de Fugaku.
-Está bien, aceptare su oferta Minato Namikaze – Entraron al reino admirando el paisaje lleno de flores una estación llamada primavera inexistente en el reino Dark.
Caminaban rumbo al castillo de Minato, quien hablaba animadamente con sus dos acompañantes, no comentaría del tema hasta llegar al castillo.
-Entonces tú eres el hermano mayor de Sasuke, si por mala suerte tal vez junto a mi querida Kushina no tuvimos un hijo años antes que Naruto, él es hijo único. Tienes una gran suerte de tener un hermano… -
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Una misteriosa persona esperaba la llegada de su Rey, él sabía que haría hago que les convendría a él y a sus planes.
-Entonces ¿aun tienes planeado captúrale verdad?-Pregunto a un enmascarado que veía tras la ventana, como las flores de cerezo se esparcían por el aire.
-Sí, aun lo hare. Sabes tendré que esperar unos años mas, después de todo no será mucho, ya he esperado demasiado como para no esperar un poco más.-
-Y dime ¿por qué esperar unos años más? –Esa misteriosa persona llevaba una capa color azul marino, con bordados de hilo de oro.
-Solo falta unos años para que el poder del kitsune esté en su total esplendor y cuando ese día llegue será mío, su poder será mío nuevamente, y cuando eso suceda, ¿Bueno tú sabes lo que pasara no sacerdotisa? –La joven retrocedió unos pasos, ella sabía lo que pasaría, desde que era una infante había tenido el poder de predecir el futuro sus habilidades eran tales que termino por ser la sacerdotisa del Rey Namikaze, su amor secreto era su hijo Naruto Namikaze.
-Si lo es. El destino está escrito en piedra, no puede ser cambiado –Bajo la capucha de la capa dejando ver su cabello largo azulado y ojos perla, estaba evitando la máscara de aquel sujeto, ella sabía que intentara lo que intentara ella jamás podría cambiar el inevitable destino.
CONTINUARA…