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CUANTAS VECES ROMPERAS MI CORAZON por Butterflyblue

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Notas del capitulo:

Holaaaa! gracias por leer y por comentar espero sigan conmigo... les dejo un nuevo capitulo ojala les guste, saludos y espero sus mensajes ...

Confiar en alguien una vez mas

 

-Buenos días- un joven rubio poseedor de unos hermosos ojos verde esmeralda le miraba con una impactante sonrisa dibujada en sus labios, Shinobu que en ese momento despertaba lo miro confundido, hasta que recordó todos los sucesos del día anterior, la mirada del pequeño se ensombreció, por los terribles recuerdos que volvieron a asolar su mente, - Buenos días- respondió suavemente al saludo del joven médico, sentándose en el sofá con pereza,  - como se siente?- pregunto Shinobu rápidamente, su interlocutor lo miro con curiosidad respondiéndole amablemente – Muy bien, solo fue un rasguño y me hizo bien dormir … tu como estas?... te llegaron a hacer algo esos tipos?...-

- No!… gracias a usted no me hicieron nada… su amiga la enfermera me hizo pasar a verlo… pensó que éramos amigos… disculpe si me quede dormido…yo … yo solo quería agradecerle lo de anoche…- a Shinobu se le atragantaban las palabras en la garganta, se sentía cansado y abatido, lo único que quería era salir corriendo de allí, pero! donde?... no tenía un lugar donde regresar, no había unos brazos en donde refugiarse, no había nada, las lágrimas se agolparon en sus ojos y su pequeño cuerpo comenzó a temblar, Kouji noto la turbación del chico, con cuidado de no asustarlo tomo la pequeña mano, diciéndole con dulzura – Primero que nada me llamo Kouji, no me trates de usted… segundo no hay nada que agradecer… ahora me puedes decir tu nombre?…- las lágrimas que amenazaban con ahogarlo, le impedían hablar , con la voz entrecortada le respondió sin mirarle y retirando tímidamente su mano de donde el joven médico la tenía atrapada -  Yo… yo… Shi…no…bu…- .

 

- Hola Shinobu es un placer conocerte- le dijo Kouji sonriéndole, luego agrego – ves! ahora somos amigos… quieres comerte algo conmigo?... aquí cerca hay un café muy agradable…- cuando el medico se levantó le extendió una mano a Shinobu para que fuera con él, el chico que aún se sentía deprimido le dijo sin mirarle – Yo… yo… gracias… pero… debo irme…- cuando se puso de pie para marcharse el mundo a su alrededor comenzó a girar, la vista lentamente se fue apagando hasta que ya no hubo más que oscuridad.

 

Kouji lo atrapo en sus brazos antes de que cayera, lo acomodo en la cama, llamando de inmediato a la enfermera, - Kouji que paso?...- dijo la chica al ver al pequeño sobre la cama y la cara de preocupación que tenía el médico – No se Mai estábamos hablando y de repente se desmayó, tráeme mis cosas voy a examinarlo- la chica lo miro con preocupación diciéndole – Kouji te sientes bien ayer te dispararon y tu…-

- Estoy bien Mai, sabes que no juego con mi salud… él me preocupa … está muy pálido … necesito revisarlo… algo le pasa a este chico…- las palabras del joven médico convencieron a la enfermera, ella sabía cuándo dedicado era el con sus pacientes , salió rápidamente de la habitación para regresar a los segundos con lo que el joven había pedido.

 

Cuando la tarde hizo su aparición, los ojos del Shinobu se abrieron despacio – Que… que paso?...-  susurro cansado, Mai que lo estaba cuidando en ese momento le respondió colocando una mano en su frente – Tranquilo todo está bien, estas en la clínica, te desmayaste, recuerdas?... Kouji ya viene…- Shinobu trato de incorporarse pero la enfermera lo detuvo con suavidad – descansa , aun estas algo débil…- al momento la puerta de la habitación se abrió dando paso al médico que venía con una mueca de preocupación en su rostro observando unos papeles, al ver al chico despierto le sonrió diciéndole – Hey que bueno que estas despierto!... cómo te sientes?...- Shinobu coloco una mano en su cabeza respondiéndole con pesadez – Me duele la cabeza…-

- eso seguro es porque no has comido, Mai puedes traerle algo de comer?…- la chica salio de la habitación sonriendo , Shinobu sentándose despacio en la cama protesto – No es necesario ya han hecho mucho por mi… yo debo irme…-

- Shinobu me gustaría dejarte esta noche aquí por precaución, tu presión está un poco alta eso ocasiono el que te desmayaras, la he estado monitoreando y ha estado un poco fuera de control, el ecocardiograma que te hicimos muestra un ritmo irregular en tu corazón y eso se debe controlar… por eso te coloque ese aparatito- Shinobu reparo en unos pequeños cables que estaban en su pecho que no había visto antes, estos estaban conectados a un aparato que estaba al lado de su cama el cual vigilaba el comportamiento de su corazón,  - E… estoy enfermo?...- pregunto el chico con temor, Kouji lo tranquilizo diciéndole – No… no te asustes … la tensión puede subir por varios factores, de momento en tus exámenes no salió nada anormal, así que intuyo que es algo emocional… con un pequeño tratamiento se regula… pero sería bueno que hablaras con tus padres por si hay que hacerte otros estudios…- 

El aparato se disparó cuando el corazón del chico se descontrolo al escuchar aquellas palabras – No… no… con mis papas… no… yo… no… no quiero hablar con ellos- Kouji se acercó rápidamente al chico tratando de calmarlo, cuando finalmente la tensión exploto en el corazón de Shinobu, trayendo consigo toda la frustración y la tristeza que tenía acumulada – Cálmate pequeño…- le decía el medico mientras lo acunaba entre sus brazos oyéndolo llorar y decir entre lágrimas – no quiero… no quiero… el… el me dejo… me uso y luego me dejo… como… como pudo… que hice mal… yo… yo hubiera hecho lo que fuera por el… el … no… no quiero… saber de ellos… de nadie… quiero dormirme… por favor… ayúdame… ayúdame… no quiero despertar más…- Shinobu se aferraba de la bata del joven médico con fuerza mirándolo con angustia mientras que las lágrimas salían sin parar de sus ojos, Mai entro a la habitación con una bandeja de comida, Kouji le pidió que le trajera un calmante y la chica corrió a buscarlo, mientras el intentaba calmar al pequeño susurrándole palabras amables, mientras acariciaba su espalda.

 

El turbulento llanto se había convertido en un suave sollozar, cuando Mai entro con la inyección, de inmediato Kouji se la coloco al chico, recostándolo con cuidado en la cama, cuando este cerro los ojos para dormir él le dijo al oído – Duerme tranquilo pequeño… mañana será otro día… no estás solo, ya verás que sea lo que sea que te hayan hecho… lo superaras-…

 

Cada nuevo amanecer, trae consigo la esperanza…

 

Shinobu despertó comenzando la mañana, Kouji ya tenía una bandeja con comida al lado de su cama, esperando que el despertara – Hola!... – cuando el chico hizo un gesto para hablar el médico le interrumpió diciéndole  - No! … primero a comer… luego hablamos…- cuando la bandeja estuvo frente a él, el hambre le gano a la apatía, haciendo que le chico devorara todo el desayuno con rapidez, cuando termino, miro al médico con agradecimiento diciéndole – Estaba muy bueno… gracias…- Kouji le sonrió dulcemente, aparto la bandeja y se sentó a su lado para revisarlo, - Tienes mejor semblante hoy- le decía mientras le tomaba la presión, - todo parece normal- dijo con alegría cuando termino su revisión – ya puedo irme?...- pregunto Shinobu , Kouji lo miro respondiéndole – Si!... ya puedes irte, pero me gustaría, que volvieras en una semana para chequear como va todo… puedes darme un numero para llamarte o tu dirección… vives cerca?- Shinobu no supo que responder a aquella pregunta, no tenía idea de que hacer, ni si el dinero que poseía le alcanzaría, tratando de mantener la compostura le contesto – Yo… aún no sé dónde me voy a quedar… voy a buscar un lugar para rentarlo… pero deme su número yo le llamare…- Kouji lo miro tranquilamente, saco una tarjeta de uno de los bolsillos de su bata diciéndole – Sabes es una casualidad … yo estoy rentando un cuarto…  puedes ser mi inquilino…- era mentira, el no necesitaba dinero, le sobraba, pero quería ayudar a aquel chico era casi una necesidad que sentía por salvarlo, Shinobu no quería incomodar mas a esa persona que había hecho tanto por el, por otro lado también estaba su orgullo, el solo podría encontrar donde vivir y quería decidir qué hacer con su vida, - Gracias , de verdad ha sido muy amable conmigo, no quiero abusar más de usted, yo ya tengo visto donde mudarme… le prometo que le llamare para venir a chequearme- Kouji no quiso insistir más, con desamino le dejo marchar , dándole un montón de indicaciones y haciéndole prometer que por cualquier cosa le llamaría.

 

Así comenzó Shinobu un camino, que finalmente lo llevaría de nuevo al punto de partida, al lugar donde recibiría la ayuda que ahora necesitaba más que nunca, el día se le fue entre tocar puertas y recibir decepciones, cuando no eran muy caros, eran casi inhabitables.

Todos los lugares a donde fue después de revisar su presupuesto, lo llevaron al mismo callejón sin salida, los pies le dolían, cuando se sentó en un pequeño café para tratar de comer algo, llevaba el día entero caminando, sin obtener ningún resultado, las esperanzas se le estaban acabando, cuando hurgando en su bolsillo tratando de encontrar dinero para cancelar lo que había consumido, encontró la tarjeta que le había dado el médico – La última vez que confiaste en alguien que salvo tu vida… mira como termino…- el terrible pensamiento que asolo su mente le hizo derramar un pequeña y solitaria lagrima  - que solo me siento- susurro para sí apretando la tarjeta entre sus manos.

 

La lluvia amenazaba con inundar el mundo, los ríos corrían por las calles como si de su cauce natural se tratase, Kouji paso todo el día pensando en el pequeño y en cómo le habría ido, no podía apartar el triste rostro de su mente, se despidió con cariño de Mai poniéndose un gran abrigo con capucha que protegería su cuerpo de la inclemente lluvia, cuando salió de la clínica, la pequeña silueta de un chico , que estaba mojado de pies a cabeza lo sobresalto,  el pequeño estaba de pie sosteniendo su bolso entre las manos y mirando hacia la clínica con indecisión en su rostro -¡Shinobu!...- dijo sorprendido, cruzo la calle velozmente para ir al encuentro del pequeño.

    

Sus pies caminaron solos cuando salio de la pequeña cafetería, no supo en que momento llego de nuevo al lugar de donde apenas esa mañana había salido, su corazón le guio hasta la única persona que podía ayudarle , cuando le vio llegar lo miro con tristeza diciéndole – Yo… no… no se… como llegue… lo siento… no sé qué hacer…lo siento…-  la voz de Kouji llego a sus oídos como una suave melodía que le traía consuelo y paz – Por lo pronto, vamos a mi casa para que te quites esa ropa mojada antes de que te resfríes… luego ya veremos… haremos todo poco a poco Shinobu… no tienes nada que temer…- El chico asintió dejándose llevar por los protectores brazos de Kouji, sin pensar en nada mas.

 

 La casa era antigua en toda su construcción, todo en ella era hermoso y acogedor, cuando Shinobu bajo del carro se quedo sorprendido al ver el lugar pero estaba tan cansado que solo se dejo llevar, no tenia fuerzas en ese momento para preguntar nada, Kouji lo llevo directo a una gran habitación que se encontraba en el segundo piso, quito con suavidad el bolso que el chico tenia aferrado entre sus manos como si de un ancla se tratase,  le dijo con amabilidad – Mira esa puerta de allí es un baño, date una ducha con agua caliente para que no te resfríes, dejare sobre tu cama una pijama… es mió … te va  a quedar un poco grande … pero es mejor que ropa mojada, cuando estés listo baja … estaré en la cocina preparando la cena…- le sonrío gentilmente saliendo de la habitación. Cuando se quedo solo Shinobu se dejo llevar por su corazón – solo será por unos días, mientras decido que hacer, no puedo pensar que todo el mundo será como… como … el…-  se dijo a si mismo mientras caminaba despacio hacia el baño.

 

Kouji preparaba tranquilamente la cena cuando escucho una suave voz tras el – Me… me queda grande…- Shinobu entro a la cocina descalzo vestido con el pijama que le había dado, remangado en piernas y brazos, Kouji sonrió por el dulce comentario, separo un silla instándolo a sentarse – Ya va a estar la cena… espero te gusten los espaguetis…-

- Me gustan- respondió Shinobu tímidamente, luego agrego – vives con tus padres?...-

Kouji se sentó frente a el poniendo dos tazas de te caliente frente a ellos -  Mis padres viven en Nueva York, esta casa era de mi abuelo… pase los mejores momentos de mi niñez en esta casa, mi abuelo murió hace cinco años y me la dejo de herencia, por eso me vine a vivir aquí…- Shinobu tomaba su te sintiéndose cada vez mas cómodo con la compañía de Kouji, con curiosidad pregunto – Estudiaste medicina aquí?...- Kouji sonrió contento le gustaba que el chico se relajara con el – termine el ultimo año aquí, cuando decidí venirme a vivir en este país , hice todos los tramites para poder terminar de estudiar aquí, además también hice mi especialización aquí, soy cardiólogo e internista…-

La comida estuvo lista finalmente, cenaron tranquilamente , entre conversaciones sencillas, Kouji no quiso preguntar cosas que hicieran incomodar al pequeño rubio, ya tendrían tiempo para conversar del porque escapaba de su familia y quien lo había lastimado, lo acompaño hasta la habitación despidiéndose con cariño del chico              – descansa… mañana tengo trabajo todo el día, regresare como a las seis… así que siéntete como en tu casa, ya te mostré donde están las cosas en la cocina… y puedes entrar al estudio si quieres ver televisión o usar la computadora…- Shinobu hizo una pequeña inclinación – Gracias por todo… yo… yo buscare un empleo mañana para poder pagarte por los gastos que he ocasionado…-

- Tranquilo… ya te lo había dicho no?... poco a poco Shinobu … buenas noches y descansa…- cuando se durmieron aquella noche ambos sintieron que algo había cambiado en sus vidas, uno quería ayudar a alguien que sabia le necesitaba, el otro quería olvidar un terrible pasado para volver a empezar y consiguió confiar de nuevo en la ayuda de un extraño.

 

Aunque este dormido, aunque este despierto, el destino me persigue sin que pueda escapar…

 

 - Brindemos por un mes de logros y  buena compañía- Kouji alzo su copa chocándola suavemente con la de Shinobu que le sonreía tímidamente, los días habían transcurrido rápidamente,  tanto que Shinobu no noto lo rápido que había pasado un mes, se puso en contacto con sus padres para decirles que saldría del país,  no les dio mayores explicaciones despidiéndose rápidamente sin casi dejarlos hablar, no quería escuchar nada que perturbará su nueva vida, consiguió un trabajo como asistente de uno de los médicos de la clínica donde trabajaba Kouji, el joven medico lo había recomendado, el  trabajo era fácil, llevar el control de las citas atender las llamadas, asistir una que otra vez al medico con los pacientes, solo trabajaba medio día y tenia el resto de la tarde libre, ya estaba preparándose, para entrar en un pequeña universidad que estaba cerca de donde vivía, todo iba bien y esa noche celebraban por eso, pero en la felicidad también hay sombras que a veces ocultan terribles secretos capaces de destruir todo a su paso.

 

Cuando terminaron la cena y recogían los platos, un súbito mareo hizo que Shinobu perdiera el equilibrio – Hey… te hizo daño el vino…- le dijo Kouji sosteniéndolo para evitar que cayera , Shinobu iba a decir algo pero unas intempestivas nauseas le obligaron a correr al pequeño baño del corredor para vomitar , Kouji lo siguió rápidamente, sosteniéndolo por la cintura, tratando de darle apoyo al vomitar, cuando el chico termino de descargar su estomago se recostó exhausto de la espalda del joven medico, Kouji lo acerco al lavamanos para refrescar su rostro, tomándolo en brazos para llevarlo a su habitación, cuando lo revisaba , Shinobu trato de tranquilizarlo diciéndole – Tranquilo Kouji estoy bien, seguro me cayo mal la comida o el vino… además no es la primera vez que me pasa, seguro son los nervios por entrar a la universidad…-

Kouji lo miro con preocupación reprendiéndole – Porque no me habías dicho que te estabas sintiendo mal Shinobu, recuerdas que te dije que debías avisarme si te sentías mal?... mañana te quedaras en la clínica después del trabajo voy a hacerte unos exámenes, para ver como va tu tensión, las cosas con el corazón no deben descuidarse… no quiero que me ocultes de nuevo estas cosas Shinobu…- el pequeño rubio lo miro con ternura diciéndole – Si doctor… lo prometo… gracias por preocuparte por mi… gracias por salvarme… gracias por todo…- Kouji acaricio el dulce rostro y con una gran sonrisa le dijo – De nada… ha sido todo un placer… ahora descansa… hasta mañana…- el beso en la frente de todas la noches era ya una dulce costumbre entre ellos, ambos se habían habituado a ese pequeño vinculo que los unía en su soledad.

 


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