Capitulo 3
Era casi la medianoche cuando un Auto de color gris ingresaba al parqueadero de un edificio de apartamentos. El silencio reinaba en el lugar ya que todos sus moradores se debían encontrar dormidos. Un hermoso rubio sale del vehículo y sin vacilar toma el elevador que lo llevara a su destino.
DING DONG, DING DONG
El timbre no paraba de sonar y al mismo tiempo la puerta era golpeada con fuerza. Todo ese escándalo despierta a un adormilado peli rojo que se levanta de la cama y se acerca al intercomunicador.
-¿Quién es?- pregunta sobándose los ojos y bostezando.
-Soy yo, ábreme ahora mismo- responde el rubio con extraña calma.
gaara abre la puerta y Deidara ingresa como si estuviera en su casa.
-¿Quieres tomar algo?- le pregunta hiendo hasta la cocina y sacando una botella de sake y 2 vasos pequeños.
-Vengo a exigirte que termines tu relación con Sasuke- le dice el rubio sentándose en el sofá.
-Jajajaja a eso viniste- se burla el peli rojo colocando la bebida en la mesa y sentándose a su lado.
-No te rías desgraciado que estoy hablando en serio- golpeando la mesa con el puño.- Por dios, eres su mejor amigo…como te pudiste meter con su esposo- sirviéndose una copita de sake para luego tomárselo.- Te das cuenta de lo que le pasaría a mi hermano si se enterara de esto…su alma se destrozaría de la tristeza-.
-Simplemente se dio- responde haciendo lo mismo. Y luego comienza a reírse de nuevo.
-Eres un sínico- grita Deidara tirando al peli rojo al suelo y comenzando a jalarle el cabello y darle golpes por todo el cuerpo. Gaara simplemente se dejaba hacer como si no le importara la paliza que le estaban dando.
-¿Ya estas satisfecho?- le pegunta gaara al ver como el rubio regresaba a su lugar y se servía otra copa de sake.
-Un poco- responde tomándose la bebida.
-Bien- sentándose de nuevo mientras se limpiaba la sangre del labio roto. Las horas pasaban y un silencio se apodero del lugar mientras seguían tomando sake, sin ni siquiera mirarse.
-Te doy una solución…y es mejor que la tomes-exclama el rubio rompiendo el silencio.- Termina con Sasuke y vete de aquí…regresa a Suna y comienza de nuevo…eres un cirujano plástico y te será fácil conseguir trabajo en un hospital, y quizás conozcas a algún hombre que no esté casado, y puedas ser feliz-.
-…-.
-Yo te pago el depósito que hayas dado por este apartamento y vende todo lo que hay aquí…y esto quedara en el olvido ¿de acuerdo?-.
-Jajajaja, que gracioso- se ríe de nuevo el peli rojo. –Si vuelves a pegarme de nuevo te demandaré por agresión- agrega al ver como el rubio iba a golpearlo de nuevo.- Y te anuncio de une vez que no voy a dejar mi relación con Sasuke-mirandolo seriamente a los ojos.
-Eso ya lo veremos- dice el mayor colocándose de pie.
-No deberías conducir en ese estado, porque no te quedas a dormir aquí?- le sugiere el peli rojo al ver ebrio al rubio.
-No pienso quedarme aquí, contigo- suelta con veneno antes de salir por la puerta. Cuando se monta al carro, siente como todo le da vueltas y sin pensarlo 2 veces sale del parqueadero.
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Itachi estaba profundamente dormido en su cama, cuando el timbre del teléfono lo despierta, fijándose que eran las 3 de la mañana en el reloj despertador. Sobándose los ojos y bostezando, levanta la bocina con pesadez.
-¿Alo? Quien habla-.
-Buenos días, señor Sawada, lo llamamos de la comisaria de policía para decirle que su esposo Deidara está arrestado por manejar en estado de ebriedad-dice la voz del policía desde el otro lado.
-Usted debe estar equivocado, mi esposo está durmiendo tranquilamente a mi lado- contesta el azabache sonriendo.
-Esta equivocado señor Sawada, su esposo fue quien nos dio el teléfono-.
-Ya le dije que…-Itachi se sorprende al sentir que el otro lado de la cama estaba vacío, por lo que después de hablar con el oficial, se viste de nuevo rápidamente, mientras pensaba en lo que pudo haber llevado a su esposo a esa situación.
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Itachi llega a la comisaria en un taxi, e inmediatamente un oficial le dice que su esposo esta vomitando en el baño, por lo que al dirigirse al lugar, lo encuentra sentado en el suelo al lado de la puerta con la cabeza agachada.
-Amorcito, ¿te encuentra bien?-le pregunta el azabache ayudándolo a levantar.
-¿Cómo voy a estar bien?....buaaaaaaa- el rubio comienza a llorar, mientras su esposo lo abraza con fuerza para consolarlo. –Tengo que…. pagar una multa y… además no puedo coger un carro… hasta dentro de un mes- solloza entre los brazos que lo apretaban.
-Ven, vamos a casa- dice Itachi saliendo de la comisaria junto a un medio adormilado rubio, quien es subido en el asiento del copiloto de su auto y luego se sube el mayor.
-¿Podrías decirme porque estas en ese estado?...ahhhh! ¿Acaso me estas siendo infiel?-le pregunta el azabache.
-No digas estupideces, tonto, si no soy como tu- le regaña el rubio, ofendido por tal afirmación. –Llévame a casa que estoy muy cansado-.
-Si ibas a ir a algún bar, me hubieras preguntado…yo te hubiera recomendado uno donde sirven…- Una mirada asesina lo detiene en su discurso, prendiendo el vehículo inmediatamente.- Mejor vamos a casa, jejeje-.
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Los Uchiha ya estaban desayunando en la mesa cómodamente, mientras Naruto preparaba los bentos para su esposo e hijo, quienes ya estaban listo para irse a su trabajo en la universidad y al colegio respectivamente.
-hoy iré a visitar a Sai, quiero saber cómo sigue después de la operación, y luego iré a donde mi hermano para almorzar con mi padre que llega hoy de su viaje de negocios- comenta el rubio colocando algunas croquetas de pulpo en los recipientes.- Debería decirle a Gaara que me acompañe, ya que Sai lo considera su amigo-.
-Por qué no dejas a Gaara en paz, al menos por hoy- le dice Sasuke con molestia en su voz.-Seguramente debe estar dormido todavía, ya que bebió mucho ayer-.
-Yo le he dicho muchas veces que no tome tanto, pero no me hace caso…ni modo, lo llamare más tarde-.
Después de comer, los 2 azabaches se lavan los dientes mientras el rubio los espera en la puerta con los bentos empacados y una cálida sonrisa.
-Adiós Sasuke, que te vaya bien- le dice Naruto besándolo en los labios. –Te amo mucho-.
-Yo también- contesta abriendo la puerta e ir a prender su carro.
-Y tu mi sol, pórtate bien, y recuerda llegar a casa de tu tío que hoy llega el abuelo de su viaje ¿sí?-dándole un beso en la frente a Shisui.
-Si, otochan- responde besando la mejilla del rubio, para luego subir en el asiento del copiloto.
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-Otochan…otosan te manda a preguntar si quieres desayunar- dice Tenma abriendo la puerta del cuarto de sus padres, viendo como su progenitor estaba acostado con los ojos cerrados y sobándose la frente.
-Dile que no quiero nada- responde con pesadez. –Tengo dolor de cabeza y no voy a pararme hasta que se me quite-.
-Muy bien, le diré que te traiga un analgésico antes de irnos- cerrando la puerta tras de sí. Minutos después entra Itachi con un vaso de agua y una pastica de color blanco, seguido del par de rubios.
-Como te sientes, Deichan- sentándose a su lado mientras el otro se erguía para recostarse en el espaldar de la cama.
-Mal, la cabeza me va a explotar- responde haciendo un puchero.
-Tomate esto, te hará sentir mejor- pasándole el medicamento que es digerido rápido y luego tomándose todo el vaso de agua.
-Adios otochan, que te mejores- dicen los rubios dándole un beso en cada mejilla, para luego salir de la habitación dejando a sus padres solos.
-Dejare a los gemelos en la escuela y luego seguiré para la oficina, si necesitas algo no dudes en llamarme, el chofer se encargara de transportarte ¿bueno?- agrega besándolo profundamente en la boca y salir del cuarto.
RING RING
-Hola niisan, como estas- pregunta Naruto desde el otro lado de la línea.
-Con mucho dolor de cabeza, pero de resto estoy bien-.
-Llamaba para acordarte de la llegada de nuestro padre, quedamos en prepararle un almuerzo de bienvenida ¿te acuerdas?-.
-Lo había olvidado, es que últimamente tengo muchas cosas en la cabeza- se excusa el mayor levantándose de la cama. - Y como está tu marido-.
-Muy bien, ya se fue para la universidad-.
-¿Seguro que se dirigía para allá? ¿No será que era solo una excusa para encontrarse con alguien?- le cuestiona comenzando a arreglar la cama.
-Pero que estás diciendo niichan, Sasuke no va a encontrarse con nadie, el me lo hubiera dicho como siempre lo hace- contesta el menor empacando otro bento.
-Y mejor hablamos más tarde que tengo que ir a ver a Sai al hospital, adiós Deichan-.
-Adiós, Naru- colgando el teléfono mientras miraba por la ventana.
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-Llegamos hijo, pórtate bien- le dice Sasuke al pequeño que en esos momentos abría la puerta.
-Si otosan- besando la mejilla del mayor para luego dirigirse al instituto.
Mientras el azabache pisaba el acelerador, marca el numero de la persona que estaba ocupando sus pensamientos.
-Hola, como sigues- le pregunta a Gaara que estaba recostado en el sofá viendo televisión.
-Un poco adolorido, ya que tu cuñadito llego a la medianoche para darme una buena paliza, y decirme que termine mi relación contigo- contesta pasando la lengua por el labio roto.
-Espera, ya voy para allá- exclama Sasuke cambiando de dirección, después de colgar.
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-Y dime Sai, como te sientes este día- le pregunta Naruto a un chico de piel blanca, ojos negros, y enfermizo.
-Bien, los médicos dicen que ahora toca esperar a ver cómo reacciona el trasplante, pero yo confío en que funcionara-.
-Estoy seguro de será así…ahora quiero que pruebas unas croquetas de pulpo que hice esta mañana- colocando una bandeja sobre la piernas de un sonriente Sai.
-Gracias por todo Naruto-.
-Si quieres agradecérmelo, tienes que mejorarte pronto ¿de acuerdo?- le sonríe dándole a probar una de las croquetas. –La próxima semana vendré con Gaara para que te salude-.
-Muy bien-.
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Sasuke llega al apartamento del peli rojo y lo encuentra mirando por la ventana tomando café, y perdido en sus pensamientos.
-Pensé que era mentira cuando dijiste que vendrías-.
-Vine a ver cómo te encontrabas-responde el azabache acercándose para inmediatamente abrazarlo por la espalda.
-Dime, ¿quieres terminar con lo nuestro?-.
-Yo creo que es lo mejor…no quiero perder a mi familia-.
-Entonces vete…lárgate- le grita Gaara empujándolo, regresa con tu familia si es lo que quieres.
-Gaara…yo…-.
-Que te largues- grita de nuevo lazándole la taza de café, la cual se estrella en la pared. Sasuke sale rápidamente del apartamento dejando en medio del llanto al peli rojo.
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-Creo que es todo por ahora- exclama Deidara guardando un refractario en la nevera. Lo demás lo hare con Naruto cuando venga- agrega quitándose el delantal y saliendo rápidamente de la casa.
-Yamamoto, llévame a la universidad de Konoha inmediatamente- le ordena al chofer mientras se subía en la parte trasera.
-¿Pasa algo, señor?-.
-Nada que le importe, solo no quite la vista del frente-.
-Si señor- contesta pisando el acelerador.
-Vamos a ver si para Sasuke su familia es más importante que ese desgraciado-.