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Noche de compras por Urd20

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Notas del capitulo:

Regrese....jajaja bueno solo regrese para colgar esta 2da parte del fic.

 

Era tan simple como cruzar la puerta de ingreso a un centro comercial, uhm… mejor dicho, literalmente era entrar a la tienda. ¿Cuál era el gran problema?

En resumen, me preocupaba entrar, ajá, me dio pánico escénico, y me he quedado desde hace varios minutos sólo observando como las demás personas son capaces de ir de un lado otro sin tanta tensión. Es que bueno, ninguno tenia una cuasi cita con una chica llamada Vanessa, tal vez ni siquiera esta aún dentro, o quizá nunca vendrá, tal vez fue un sueño, o las hormonas alborotadas me jugaron una mala pasada, y crearon un universo alterno, donde una linda chica me cito ayer para… entregarme un carrito de colección.

Exhale el aire que tenia almacenado en mis pulmones y como niña valiente, avance cada paso, mis pies pesaban, sudaba en plena tarde de invierno, me desabroche el saco. Entre.

*** ***

Podría moverse, no me deja mover el coche – una señora me despertó de mis alucinaciones – no se puede quedar en medio, no ve que hay gente apurada.

Oh si, lo siento – me arrime a un rinconcito del estante.

La primera parte de mi plan había ido bien. Lo que me faltaba ahora, es ir al 2do nivel, sección juguetería, encontrarme con Vanessa y ver si mis habilidades comunicativas mejoraron de ayer a hoy.

Bien, allí voy – camine hacia las escaleras más cercanas – si se puede… si se puede, si se pue..

Es alguna clase de mantra? – Una de las vendedoras de la tienda subía detrás de mí las escaleras – jajaja, disculpa, me dio gracia.

Lo sé. Por hoy te lo dejo pasar – me reí también de la situación – los nervios hacen que comience a decir lo que pienso en voz alta.

Uy… eso es peligroso – medito la chica, ella iba cargando entre sus brazos varias cajas de juguetes – imagínate que estas con alguien que te gusta, terminas declarando cualquier cosa ¿no?

Si, ya me paso un par de veces – Le señale las cajas que llevaba y me propuse ayudarle – Te vendría bien una mano.

Mas bien otro trabajo pero no hay que decirlo en voz alta jajaja – tome un par de cajas de entre sus brazos y caminamos al mismo ritmo por las escaleras – Me llamo Hazel, como puedes ver esta escrito en mi chaqueta. – me señala el pequeño letrerito en la parte izquierda de su uniforme

La verdad si no me decías tu nombre nunca me hubiera fijado que lo tenias puesto– Soy bastante despistada para cosas obvias – Me llamo Jay.

Un gusto conocerte Jay y gracias por ayudarme con estos paquetes, no tenias que hacerlo – Subimos por fin al 2do nivel – solo hasta la tercera sección y de ahí a la derecha… si no estas apurada.

No, estoy con tiempo, mi cita er… – había llegado media hora antes de la hora pactada – mmm, por aquí ¿no?

Jajaja, sí que dices lo primero que piensas, aunque es raro una cita en un supermercado – Se que nota el leve rubor de mis mejillas y que miro hacia otra dirección- sabes, hay lindas cafeterías aledañas, o puedes ir al cine, encontrarte con alguien en la sección de mascotas no es tan romántico como te lo imaginas…

Que graciosa, bueno tomare tu consejo – La seguí hasta una repisa, donde comenzó a colocar uno a uno los juguetes – en fin, me tengo que ir.

Pensé que tenías tiempo o te incomode con lo que dije – hace un gesto de intriga, que me hace reír – así está mejor, ahora si puedes ir en paz. ¡Que la fuerza te acompañe!

Jajaja, gracias, con su permiso – hice una reverencia en broma, y me fui alejando hacia el pasillo – si necesitas ayuda, estaré por aquí.

Te tomare la palabra, así que mejor no lo digas jejeje – sonríe y continua arreglando los juguetes en cada nivel de la repisa - que te diviertas en tu cita, te recomiendo la sección de helados, el olor es mas agradable que en la sección de pescados.

Lo que digas… - termine mirando el piso, cuando Hazel dijo eso en voz alta – bye

Como tenia todavía un par de minutos antes que llegara esa chica, si es que se animo a venir y no malinterprete las señales. Porque hace tiempo que no ligaba y puede ser que este algo oxidada en eso de las pautas básicas de salir con una chica.

Lo que pasa es que tuve una “relación medianamente larga”, por lo que descuide a mis amantes (mejor dicho termine con cada uno de mis fans) antes tenía ese rollo egocéntrico, que al final atraía una y otra chica, pero parece que el volverme fiel e idiota enamorada, logro debilitar mi súper poder. Sin embargo, uno tiene que estar abierta a las opciones de la naturaleza, así como dicen si la vida te da limones has limonada y si en los últimos meses era más fácil conseguir chicos, bueno, aprovechare para afinar mis tácticas de conquista.

Uhm, ahora que haré – camine por los pasillos sin saber que hacer, miraba juguetes y los precios, luego los devolvía a la estantería – tengo que relajarme o comenzaré a hablar sola.

Aunque claro que ya había iniciado mi conversación conmigo misma. Miré mi reloj y era la hora pactada… me sentí insegura de llegar tan temprano, se reiría al verme esperándola o podría llegar un poco tarde y si me deja plantada nadie lo notará.

Aproveche ese momento de lucidez para ir al primer nivel y comprar unos comestibles para la cena de mañana. Me había comprometido con Miguel a llevar los ingredientes y el como buen novio en etapa de evaluación, se luciría preparándome un platillo riquísimo para conquistarme con la comida.

Hola Miguel, no recuerdo si tenia que llevar tomate o es suficiente con la salsa enlatada – Era mas sencillo pidiéndole la lista de productos a mi chef personal – ajá, bueno, para mi es lo mismo. Ok, ok, es un crimen decir que lo natural es igual a la producción en masa de enlatados…

Devolví la lata junto con el resto y me dirigí a la sección de verduras. Creo que al ser fin de mes mucha más gente abarrotaba el centro comercial, o todos decidían gastar su sueldo en compras de comestibles. En fin, después de esquivar un par de coches y unos niños jugando a tirarse golosinas. Llegue a tomar ½ kilo de tomates y me aproxime a buscar el siguiente producto, fideos.

“oferta de último minuto, lleve 3 yogurt y page 2”  La voz que siempre se escucha en los supermercados para las ofertas, me daba risa o sea parecía tan animada con la vida la mujer que perifonea.

Ya tenía casi todo en el carrito, justo encontré uno vacío pero lo que no pensé es que la cola para caja era enorme. Yo debía perder un par de minutos sin embargo de seguir con esa paciencia la cajera, quedaría atrapada 20 minutos de mi vida. Llegaría tarde a mi cita y además cargando conmigo bolsas llenas de productos.

Fuck, no hay nada mejor que cargar cebollas en una cita…. Y la carne!! Obvio el olor a carne – Comenzó una nube negra a deambular por mi cabeza, ¿Cómo se me ocurre hacer eso? –  claro, lo único que falta es que tenga que ir corriendo al 2do piso, con tantas bolsas pesadas que alguna se romperá y rodaran por los pasillas las verduras…. Y al final

Al final, le caerán cebollas en la cabeza a los demás clientes…. – voltee para observar quien se burlaba de mi desdicha – disculpa que interrumpa tu conversación con tu “yo interno” pero como que estas deprimiendo el ambiente – me sonríe y señala alrededor mío – ven aquí pequeño cachorro te ayudare – extiende la mano como si fuera a alimentar a su mascota.

Estuve tentada a decirle ¿Qué te pasa? pero su sonrisa me dio calma, así que le seguí el juego.

Si esperas que comience a ladrar o mover la cola, estás demente – Salí de la fila, arrastrando el cochecito por el camino.

Jajaja no, no viste el letrero al ingreso, no se aceptan mascotas – seguía caminando ligeramente delante de mí y me llevo a la sección de electrodomésticos.

Me hiciste salir de la cola para venderme un tv? – Levante mi ceja instintivamente.

No, lo que pasa, es que hay una caja vacía por este lado, solo que no es para hacer pago de comestibles… - ya iba a refutar y reclamarle porqué me trajo aquí – pero por esta ocasión y por ser la cliente 1 millón tienes ese beneficio y no sólo eso, sino que además serás atendida por mí.

Genial!

Le agradecí rápidamente a Hazel, y le pedí un último favor, que cuide todas mis bolsas de compras por un rato. Ella me miro curiosa, sin embargo accedió. Después de ello, fui casi en carrera de obstáculos al 2do nivel, ya había perdido bastante tiempo.

Comenzó a sonar mi celular en pleno maratón hacia la juguetería.

Aló, ¿Quién es? – el móvil tenía que sonar justo ahora – Miguel, si, dime ¿cómo estás?, ¿qué tal la noche?, ¿cenaste? ¿Ya te vas a dormir? besos – y si no te vas aún, deberías hacerlo en vez de interrumpirme cuando no te lo pido.

Noooo, como crees, no es que quiera colgarte – Obvio que sí, chico listo. – jajaja es broma, lo que pasa es que estoy haciendo las compras, y… no, no es necesario que vengas, no pesa nada, no tienes que ayudarme, espera, please… no – era muy tarde. Miguel vivía demasiado cerca al centro comercial y el tan incondicional como siempre, iba a venir lo más pronto para acompañarme a llevar las cosas que compre… oh sí, todo un galán que me conseguí - Suspire.

¡Hola! – Era ella, Vanessa. Estaba recostada en la baranda del 2do nivel. Seguramente observando desde ahí si llegaba.

Estaba con unos jeans ajustados, una camiseta blanca y un blazer negro ligeramente abierto. Me encantó la bufanda de colores que llevaba en el cuello, tenía tantas ganas de preguntarle donde lo compro, ya me estaba imaginando con que ropa se me vería bien. Me percate también que le colgaban alrededor del cuello unos audífonos, los cuales le daban un toque más sexy a esa apariencia de chica despreocupada.

Abrí la boca para saludar, pero no emití sonido alguno, a menos claro, que sea una frecuencia sólo audible para los perros. Se me reseco la boca, y desvié un poco la mirada para relajar los músculos, los huesos y toda la anatomía.

Lo único que me quedo es asentir con la cabeza, sonreírle y tratar que regrese lo más pronto mi voz.

Uhm… - se aproxima a donde estoy, no pierde la sonrisa de los labios - ¿nerviosa? – con ese tono de voz algo ronco, esa mirada penetrante, traspasar mi espacio personal, como encendió mis mejillas. Bingo! Estaba re nerviosa.

Ahm, este… - Retrocedí un par de pasos. – hay mucha gente ¿no?, hace calor.

Sonríe y se divierte con la situación, no feliz con eso, decide detener su ataque directo de feromonas. Se acomoda el cabello mismo comercial en cámara lenta, dejándome contar cada hebra de su castaño cabello, por último en un ágil movimiento se desprende de los audífonos y los guarda en su bolso.

Mira que tengo aquí – busca algo en su bolso, el pequeño autito que formaría parte de mi colección. – jaja vaya, te brillan los ojos por el juguete, me hubiera gustado que sea porque me viste jajaja pero es por el auto. – hace un puchero de niña triste.

Ey! No, no es eso. Sólo que ese modelo es difícil de conseguir, además el color, es lindísimo – no pude esperar que me lo entregue, lo tome con mis manos y pude sentir la textura de su caja. Sin embargo antes de que lo tenga a buen recaudo entre mis brazos. – ahm… este ¿Por qué lo guardas? – una lágrima invisible recorrió mi rostro al saber que Vanessa no pensaba darme el auto así de fácil.

El juguete es para más tarde; ya que estamos aquí… por que no vamos a - que iba a sugerirme hacer esta chica, era muy pronto para querer algo más físico. Pase saliva por la duda, ¿un lugar más privado? ¿Tú casa? ¿Mi casa? ¿Un hotel? ¿Por qué pienso en eso ahora? Cambia de idea, antes que tu rostro delate que no piensas nada bueno… - que me ayudes con mis compras navideñas. – me guiña el ojo y siento el alma regresarme al cuerpo – algo me dice que pensabas que diría otra cosa. Tranqui… no muerdo jejeje cierto ¿Cómo te llamas?

Este, yo soy Jay, sorry por no presentarme antes – me despeino la cabeza y me gustaría estar en cualquier otro lado. Me intimida demasiado la soltura de Vanessa – ¿Qué quieres comprar?

Me faltan dos regalos, uno para mi…. – curiosamente, antes de que termine de hablar, me jala del brazo y me hizo correr por uno de los pasillos, esconderme detrás de un gran bloque de cajas de muñecas Barbie. Mientras ella mira lentamente en dirección al lugar donde habíamos estado hace minutos – shhh no hagas ruido.

¿Qué pasa? – quise acercarme a ver de quien nos escondíamos pero ella me detuvo antes de lograrlo - ¿algún conocido?

No, no jejeje es solo que así es más interesante – se notaba algo preocupada y seguíamos las dos agachadas detrás de las cajas – bueno, ya que nos estamos conociendo Jay, cuéntame ¿a qué te dedicas? ¿Vives cerca de aquí? – volvió a girar su cabeza hacia el pasillo, como verificando que no se encontrara con alguien. – Si en algo era experta, era en saber cuándo una persona decía pretextos para salir del paso.

Es algo raro conversar así, ¿Por qué susurras?– me mira bien el rostro, sé que sus ojos se quedan más tiempo en mis labios, y luego se acerca peligrosamente a mi – ahm… este yo… yo…yo-yo - no quería que una desconocida me dé un beso… bueno no hay que ser tan exigente, total esta preciosa. Quería sentir sus labios sobre los míos, quería probar su boca, su lengua, quería saber su sabor, extrañaba la calidez de un beso con una chica, quería aprisionarla con mis labios. Mi cuerpo se tensó, mi corazón latió más rápido, mis labios se entreabrieron, me acerque un par de centímetros para cerrar el contacto. Sin decidirlo mis párpados se cerraron y casi podía sentir la suave brisa de su respiración, haciéndome cosquillitas al acercarse más y más...

No estoy susurrando… sólo me gusta hablar en voz baja – su voz ronca se coló por mis oídos, sus labios habían ido a parar a mi oreja, un suave beso en el aire y su aliento crispándome la piel. Abrí los ojos por un segundo, solo para observarla mientras despacio se retiraba de mi oído. Quise voltear el rostro y capturar su boca, por alguna loca razón perdí el sentido del tiempo y espacio. Mis brazos terminaron enroscándose a su cuello, comencé a cerrar nuevamente los parpados y aproximarme a su boca – uhm… no quiero matar la pasión pero un beso de chicas…cof… en la sección de niños…cof. Navidad…  padres, papa Noel… este….tu sabes…

En ese instante miré a todos lados y el mundo junto con sus 498230543988931 reglas de comportamiento cayeron sobre mí. Como se me ocurría lanzarme al cuello de una extraña, por más que sea súper linda, que tenga esa sonrisa sexy y ni hablar de su cuerpo…ufff me hacía hervir la sangre.

La solté más pronto de lo que me permitieron mis brazos, di un vistazo de 360° para asegurarme que nadie vio lo que casi paso. Derecha sin problemas, Izquierda unos padres junto a sus hijos de espaldas viendo unos robots, detrás mío varias familias llenando su coche con los juguetes de oferta, por suerte estaban distraídos que ni se dieron cuenta. Y cuando creo que me salve por poco, una niña me observa fijamente mientras entre sus brazos sostiene una caja de monster high.

Ah yo, yo no, no es lo que tú crees, yo, nosotras, buscaba una Barbie…y bueno, no iba – comencé a hablar rápido sin entender nada de lo que decía – este, ahm tu mamá donde esta pequeña? Jejeje te puedes perder – porque me saldría una voz de delincuente, la niña me miro asustada – no, no, no es que yo, tranquila, este quieres una Barbie, hay muchas….ves… jejeje – parecía que iba a comenzar a llorar la niña y no tuve otra reacción que pararme y huir de ahí.

Oyeee espera…. – escuche la voz de Vanessa llamándome, mientras yo solo fui lo más pronto al otro extremo de la tienda, bajando las escaleras de dos en dos.

*** ***

Después de estar corriendo entre los pasillos y esquivando gente, por fin me detuve en la sección de zapatillas. Luego de recuperar el aliento, me senté en un banquillo vacío. Mientras mi imaginación mismo cine, rememora esos instantes donde casi le doy un beso a Vanessa y luego salir a toda marcha.

Tal vez en el fondo si quería hacerlo. Entonces ¿por qué se me ocurrió escapar? me daba vergüenza ver su rostro después de casi…

Aishh casi nos besamos…. – me toque los labios con la yema de los dedos, sentía aun el sonrojo en mi mejilla - ¿Qué estará pensando de mí? – no estaba segura si era mejor irme del centro comercial, creo que malogre esta “cita”. – mmm por lo menos debí disculparme… - pero que me dirá, tal vez confundí todo.

Me quede sentada en uno de los bancos de madera, tenía miedo de que en cualquier minuto aparezca.

Sonó mi celular.

En la pantalla apareció el nombre de Miguel, mi cuasi novio desde hace unas semanas. En el fondo tengo la sensación de que estoy con él, sólo para no tener la presión de enamorarme de nuevo. Es más fácil responder: “si salgo con alguien”, que decirle a los demás que por el momento no tengo interés en nadie. Supongo que debo primero aprender a conocerme antes de que mágicamente se me aparezca una persona especial.

Lo siento, por ahora no quiero hablarte – deje sonando el celular sin prestarle mucha atención. Me anime yo misma, no era lugar para estar deprimida, además tengo muchas cosas por las que estar feliz – al menos me despediré, no es necesario que nos volvamos a ver….

Tome el valor que me quedaban y deje mi sitio de melancolía para enfrentarme a Vanessa, quería hallarla rápido para después desaparecer. Enterrarme en mi camita y rodar abrazada a mis almohadas en forma de animalitos, hasta olvidar esta noche.

Camine por el pasillo lleno de zapatos de niños, de adultos, de varones, de mujeres, de verano, de invierno, tantos modelos y colores.

¿Quién soy?-Unas manos me atrapan desde atrás y me cubren los ojos.

Ni por una milésima de segundo dudo.

Miguel suéltame, casi me matas del susto – sus manos se deslizan de mi vista, me giro hacia él, y lo primero que me percato es que a pesar del frio lleva un polo y una camisa abierta. Es simpático. Le gusta a otras chicas de mi trabajo, mmm entonces porque no me dejo conquistar. - ¿Cómo me encontraste?

No fue nada fácil, especialmente porque una señorita no contesta su celular – me coge de las mejillas en un gesto lleno de cariño, para luego abrazarme fuertemente contra su pecho – hace rato que te busco, ¿Dónde estabas? – besos y besos en mi cabeza

Ey ya, para con tanto amor, solo faltan los elefantes rosas – no era que me disguste la gente cariñosa, sin embargo Miguel era demasiado cursi para mí. Me solté poco a poco de su abrazo de oso – me has estado buscando por el centr…– antes de que termine mi oración, él ya estaba dándome respiración de boca a boca. No me quedo otra que corresponder su beso. – …mmm bueno - me di cuenta que por esta vez le dejaría ganar, no debía engañar a un chico tan sensible. Quien sabe Vanessa no era la persona para mí, y como todo tiene una razón de ser, tal vez era inevitable no seguir conociendo a esa chica.

Te quiero – entrelaza su mano con la mía, y sabiendo que no responderé su frase, nos vamos caminando hacia la salida - ¿no habías comprado las cosas para la cena?

Ahhh cierto, lo deje encargado en caja -  me suelto de su mano -  espérame, voy a la caja de electrodomésticos. No demoro.

Ese cuento ya me lo sé – me sigue hacia la caja - mejor te acompaño.

No sé cómo le hice pero lo perdí en medio camino. No necesitaba un guardaespaldas para ir a buscar mis provisiones. Además no me vendría nada mal estar un rato sola ordenando mis ideas.

Uff aquí estabas – Vanessa me sonreía desde casi la mitad del pasillo de libros y revistas - ya iba a pedir a seguridad que busquen a una niña con tus características – has leído este libro, me parece muy bueno el autor… - me observa y se da cuenta que estoy avergonzada – ven, desde ahí no puedes ver el libro que te digo - extiende su mano para que yo le de la mía.

No resisto a su media sonrisa, le hago caso y tomo su mano.

Mmm este ya lo leí, este también, me gustan más los libros de ciencia ficción – me relaje al hablar de uno de mis hobbys, la lectura – este de aquí me llama la atención pero como aún cuesta mucho, esperare a que este en oferta.

Qué bueno, tenemos otra cosa en común – camina un poco y se sienta en el piso para ojear un par de revistas del estante inferior – por cierto, ¿Qué edad tienes?

Pues hace un par de meses cumplí 24  ¿y tú? – sí que era guapa Vanessa, tenía un aire de intelectual sexy ojeando las revistas. Tal vez puedo aprovechar esta oportunidad e invitarla a una cafetería.

Qué raro, no pensé que sería la menor, tengo 22 – deja una revista de autos y atrapa uno de modas – tengo curiosidad, como te animaste a encontrarte con una desconocida. ¿Solo por un autito?

Ja ja no, obvio que no fue por el auto – ¿por qué lo hice? Fuck, Me pareció linda… no, busca otra respuesta. No tenía nada que hacer, tampoco puedo decir eso. – la verdad, no sé porque acepte venir…

Espero que no estés arrepentida ¿o sí? – se levanta de su sitio para estar a mi altura, su mano me acomoda un mechón que cubría mi vista, siento que es peligroso estar tan cerca.  – Este es un sitio mejor que la juguetería – siento una de sus manos ligeramente apoyadas en mi cintura – podemos continuar donde nos quedamos….

Por fin te encontré. No te dije cenicienta que a las 22 termina mi turno y no tengo con quien dejar las bolsas que me encargaste – volteo y es la chica de la tienda, Hazel  - que tal te fue con la cita, seguiste mi consejo y fuiste a la sección de helados?

Antes de que pueda responder me percate que Vanessa, inmediatamente se había escabullido entre varias revistas, no levantaba el rostro para nada. Aunque era seguro que su “escondite” era tan evidente. Lo que era raro es que al parecer no quería que Hazel la viera. La pregunta es ¿por qué?

Está prohibido leer la revista a menos que la vayas a comprar – añadió Hazel mirando de reojo a Vanessa, esta última solo asintió sin sacarse la revista del rostro – la caja para cancelar está detrás de este pasillo.

Bueno Jay, tus cosas las deje en la misma caja de electrodomésticos – quería saber porque Vanessa se escondió pero lo investigaría más tarde. Por ahora debo recoger las bolsas que compre - ¿vamos?

Ok, claro… - observe rápidamente a Vanessa y luego a Hazel. Tenía que hallar un modo de decirle que quería seguir con la cita. - este libro también me lo llevare – Tome el libro más cercano - me gusta la frase con la que termina: Nos volveremos a encontrar, cuando las puertas se cierren… Y puedas recordar mi número: 94449483 – me disponía a repetir mi número de teléfono cuando veo que Vanessa me hace señas de que no tiene con que anotar – ahh y si no puedes, preocuparte no debes, ya que en el 1er lugar donde nos encontramos….ahm nos volveremos a ver. Por el fin de los tiempos, cortando transmisión. Respondió el soldado Bryan… en esa tarde de invierno frio… muy frio y extraño. – Sí que era malísima para inventar historias.

¿En serio dice eso? Qué libro más raro – Hazel se acerca para intentar leer la sumilla del libro – pensé que era sobre mitología griega, vaya… se ve interesante, me lo llevare mañana. – Levanta los hombros.

Jejeje es que es una parodia, de esas que últimamente salen, donde mezclas clásicos, ya sabes películas, libros conocidos y todos son zombies o vampiros – me desordene el cabello y camine más rápido para salir del pasillo – vamos, vamos.

Si, solo dame un minuto – Se va donde esta Vanessa y hace el ademan de darle una revista – uhm… si quieres aparentar que lees por lo menos pon la revista boca arriba y…. yo que tu elijo otra, playboy digamos que no tiene mucho texto…. – soltó la revista inmediatamente Vanessa, cayendo al suelo en cuestión de segundos. – ajá, lo sabía. ¿Se puede saber qué haces aquí?

...yo, bueno, estoy de compras jajaja…- reía más para que ella misma lo creyera – ya es tarde, mañana debo trabajar, en fin, me tengo que ir. – se despidió con su mano y comenzó a retroceder.

Espera, ni creas que te iras sin contarme la verdad, ¿Por qué estas aquí? – le señala con el dedo índice y Vanessa también podía ponerse nerviosa - sabes que a mí no puedes mentirme, te conozco demasiado.

¡Aquí estas! – Que estaba pasando aquí. Todo el mundo tenía que encontrarme.

Reposa sus brazos sobre mis hombros, y luego me encierra en un abrazo muy sobreprotector – sabía que no era buena idea dejarte sola… cualquiera pensaría que huyes de mi – comenzó a frotar su mejilla con la mía, en un gesto muy romántico y sacado de un anime shoujo – te quiero mucho, mucho, mu…

Muy bien, cambiando de tema– fue lo único que atine a decirle, moviendo ligeramente los hombros para que este hombre me soltara de una buena vez - Pesas demasiado.

Jajaja ese humor me encanta, pero sé que me demuestras todos los días que me quieres tanto – retira sus brazos de mi cuello, sin embargo no le faltó ni un minuto para tomarme de la mano – uhm ¿Quiénes son? – Levanta la vista y se cruza con las miradas de Hazel y Vanessa. – Ambas divertidas con la estúpida escena romántica.

Sinceramente no sabía cómo demostraba que lo quería, si casi todos los días trato de alejarlo de mí, está perdiendo efecto mi sutil sarcasmo.

Ah sí, ella es Hazel, a quien buscaba para que me entregue mis compras y ella es Vane… - ssa la chica con la que me cite a escondidas tuyas para conquistarla. Fuck – mmm ella es… Ahh una chica – vi la risa que apareció en el rostro de la aludida, mis ojos se posaron al suelo… - es cliente y y … y nosotros ya nos vamos. – lo jalo del brazo cuando él se iba a presentar.

Espera – me detiene y extiende la mano a Hazel – Hola! Soy Miguel el novio de Jay – What the fuck! Desde cuando tenía el derecho de presentarse de ese modo. “Novio” me daba escalofríos escuchar esa palabra.

Se nota que ella no se ha enterado jajaja disculpa, soy bastante molestosa. – Hazel se ríe de mí y le extiende la mano a Miguel – y esta chica que intenta huir mientras conversamos – coge de la mano a Vanessa cuando estaba escapando. – Es Vanessa mi… mmm como definirlo – la mira un rato como analizándola - bueno mi incondicional.

¿Tú qué? – No pude evitar abrir la boca pero me sorprendió esa presentación. Además sonaba como si llevaran una relación – mmm yo

Jajaja tranquila Jay, no hay que ser posesivos – me guiña un ojo como si me hubiera notado celosa con eso de “su incondicional” – es una forma de decir que es mi  - lo deja en puntos suspensivos y me desespera saber cómo continua la frase

Ya entendí. No tienes que explicarlo – Siento el brazo de Miguel nuevamente sobre mi hombro, apretándome hacia el – Jay, no lo captas. Son pareja. – Se me borro la sonrisa del rostro por unos minutos pero debía recomponerme.

Ahh claro, sorry no lo entendí – Me abrace a mi novio por esta noche y evite cruzar mirada con Vanessa. Como era posible que me engañara así, si tenía novia porque se citó conmigo – será mejor que nos vayamos, quiero que me prepares una cena riquísima.

Como ordenes – Me da un beso y se despide – un gusto conocerlas, hasta luego.

Gracias por todo Hazel – le sonrío y le digo adiós con la mano – recogeré mis bolsas de caja. Bye.

Que pases buena noche – me da un beso volado.

Sin querer observo a Vanessa, quien se quedó callada y no podía interpretar la expresión de su rostro. Que idiota fui al creer que esa chica tan linda estaba sola, pero también ella estuvo mal, como se le ocurre intentar engañar a su novia en el mismo sitio donde trabaja, eso sí que es ser sinvergüenza.

Me alejo por el pasillo, bastante desanimada por los acontecimientos de esta noche, lo peor es que ahora tendré que irme con Miguel a mi departamento, sabiendo cómo es de cariñoso seguramente querrá quedarse a dormir conmigo. Debo buscar un pretexto realmente bueno para que se vaya y me deje esta noche tranquila.

Oye… no te parece que te pasaste – Vanessa le reclamaba a Hazel – mira que decirle que somos pareja.

Jajaja yo no dije eso, solo lo mal interpreto – Se encoje de hombros Hazel, mientras enrolla una revista y le da con eso un golpe en la cabeza a Vanessa.

Ouch y eso ¿por qué? – Se queja Vanessa, mientras se soba.

Por venir a ligarte chicas en mi trabajo – Sonríe Hazel. – jeje aunque no esperabas que te malograra la noche el novio.

Ni que lo digas - se entrecruza de brazos – bueno, ahora que el novio y tú me arruinaron la cita, mínimo pagaras las consecuencias – levanta una ceja de manera provocativa.

Jajaja ni pienses que te serviré de consuelo – le acaricia la mejilla delicadamente  -soy demasiado para ti, así que shuuu shuuu ve al depa y plsss duerme. Esta noche no quiero nada de ruidos extraños en plena madrugada.

eh… mmm no sé de qué hablas – se sonroja Vanessa y se va del lugar haciéndose la ofendida – nos vemos después Hazz

Ok, pórtate bien – Le responde.

Hazel la observa desaparecer por el pasillo. Algo dentro de su corazón se alegraba de haber logrado que esta noche Vanessa se fuera sola al departamento. Llevaban ya más de dos años siendo compañeras de piso. Desde que iniciaron la convivencia, Hazel sintió que su amiga era demasiado importante para ella, y la pasaban tan bien las dos, tanto que no podía imaginar porque después de estos años nunca había intentado nada con ella. Tal vez Vanessa no se sentía atraída por ella o es que no le daba las señales correctas.

Sí que eres una tonta Vane – suspiro Hazel.

*** ***

En plena madrugada extiende su brazo hacia la mesa de noche, hace unos segundos su celular había sonado, le preocupaba que pudiera ser algo importante.

¿Quién será a esta hora? – prendió su lámpara y observa que es un mensaje de texto.

“Hola! No estoy segura si es tu N°, soy Vanessa, si no sabes quién soy es que me equivoque y puedes borrar el mensaje. Lo que pasa es que estoy buscando a la dueña del autito que me lleve… y como no apunte su celular estoy escribiendo a ver si de suerte le atino. En fin, si eres tu Jay. Pls manda una señal J Pd. ya que voy enviando este mismo mensaje a otros números lo siento por desvelarte… quien quiera que seas.

Pd2. Soy soltera y nuevamente si no eres Jay, No respondas.”

Jajaja está loca– apareció una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro, a pesar que no me gusta que me despierten en plena noche… esta chica es especial – mmm no debería llamarla…. Jajaja que más da – Presione responder en mi celular.

Notas finales:

;) aunque me tarde, ya cumpli con la historia... ahora si final... jujuju


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