Cada vez sus bocas se acercaban mas y mas sintiendo el aliento de ambos era algo incontrolable cuando ambos labios se rozaron, por unos arbustos apareció un Ogremon intentando atacar a los chicos, ambos reaccionaron al instante parándose comenzando a correr con todas sus fuerza mientras el Digimon verde que con un mazo los perseguía con intención de acabar con ellos
-si tan solo estuviese Agumon conmigo serias tu el que correría de nosotros - gritaba el castaño al Digimon que los perseguía
-¡cállate Tai y solo dedícate a correr por tú vida!-gritaba el rubio, mientras el dolor en su pie dolía cada vez mas y mas.
Corrieron lo más rápido de lo que los pies le daban asta que lograron perder a Digimon entre unos arbustos.
-¡vez lo que logras por salir así de la cueva que casi te maten!-le gritaba el rubio al castaño mientras tomaba sus hombros
-¡todo esto fue por tu culpa Matt si no hubieses tan idiota no habría salido de la cueva!- le respondió el moreno con rabia acumulada y el el ceño fruncido.
-¿Mi culpa?, estuve todo el día buscando a todos y sobre todo buscándote a t...- El rubio no sabia por que casi había dicho eso, no tenía la menor idea de lo que estaba pasando por su mente y con esto su blanca cara se enrojeció como un tomate, pero al parecer el moreno no escucho lo ultimo.
-Si fue tú culpa que yo saliera así de la cueva- en ese momento vio la extremadamente roja de Matt y enseguida hizo olvidar el por que estaba molesto, entonces toco la frente del rubio pensando que este había agarrado un resfrió producto de la tormenta que aún tenia sus prendas mojadas y frías.
Entonces sus caras volvieron estar frente a frente y un silencio incomodo se apodero de ambos y quedaron inmóviles entonces fue cuando Matt estornudo y volvieron en sí.
-deberíamos volver a la cueva estamos empapados y creo que me estoy enfermando- dijo el rubio al moreno
-si ceo que tienes razón esta tormenta va de mal en peor- respondió el moreno.
Se levantaron y comenzaron a buscar rápidamente la cueva asta que la encontraron por suerte por que la tormenta estaba peor casi un huracán, se sentaron muy apartados por que ambos comenzaron a recordar ese casi beso que se dieron, para romper el hielo evitar que se creara mas incomodidad de la que había el rubio comenzó a buscar algunas ramas o cualquier cosa que le sirviera para encender fuego, por suerte al fondo de la cueva había desde ramas y asta pasto seco
-Si estuviese Gabumon esto no seria problema – dijo al rubio pero por suerte el fuego no demoro mucho en encenderse y le hizo una seña a moreno para que se acercara ala fogata ala que esta inmediatamente accedió
Ambos tiritaban aunque el fuego los reconfortaba produciendo un ligero calor que tanto anhelaban, la humedad de su ropa no los ayudaba a apaciguar el frío y dejar de sentir la incomodidad que el provocaba aquellas ropas humedad, así que Matt sin pensarlo tuvo la idea de que se sacaran la ropa y la pusieran mas cerca del fuego para que se secara por un momento, con algo de vergüenza se lo propuso al moreno y este un poco incomodo accedió por que después de todo tenia razón
Ambos se quedaron contemplando el fuego, sus cuerpos comenzaban a entrar el calor y esto los hacia sentir mejor pero ninguno de los dos chicos quería girar su cabeza para mirar al otro ya que se encontraban semidesnudos y solo la ropa interior tapaba la poca intimidad que aun les quedaba.
-aaaaahg- bostezo Tai que se encontraba aun muy cansado y el sueño comenzaba a vencerlo poco a poco cerraba los ojos
El sueño lo dejo tirado apoyado en el hombro de Matt y al sentir la cabeza de su amigo apoyado en su hombro hizo que su corazón latiera como nunca. La noche seguía transcurriendo y fue cuando el ojiazul recostó en el suelo al castaño e hizo que este se despertara
-¿Que es lo que haces Matt?-dijo el castaño entre abriendo sus aun adormilados ojos.
-Te estabas quedando dormido sobre mi hombro y te estabas helando un poco, ven recuéstate debemos permanecer juntos así mantendremos el calor-
-¿Que es lo que dices?, No, no es necesario- dijo algo avergonzado el moreno
-Si lo es, o es que acaso ¿quieres pescar un resfriado?- dijo seriamente el rubio ocultando una cierta incomodidad
-Esta bien Matt lo hare solo por las circunstancias – así que se recostó en el piso mientras el rubio se posicionaba detrás de él.
Al castaño lo molestaba un poco el fuego ya que le llegaba directo en el rostro así que se dio vuelta quedando ambos chicos frente a frente.
-¿Matt estas despierto?-
-Si lo estoy, no puedo dormir-
-Yo tampoco, estoy preocupados por los demás- dijo el moreno
Yo igual quizás donde estará mi pequeño hermanito- era la primera vez que había extrañado a su hermano desde la tormenta y no entendía por que había estado mas ocupado pensando en el castaño que en su propio hermano menor.
Se miraron a los ojos y poco a poco el corazón de ambos comenzaba a latir muy rápido sin saber porque, involuntaria mente sus labios se comenzaron a acercar más y más asta que los labios del rubio tocaron los de castaño comenzó a besarlo El moreno a los pocos segundos respondió los suaves y dulces besos que le daba el rubio. Siguieron haciéndolo dejándose llevar por la re confortable sensación que les provocaba sentir aquel contacto, asta que la unión de sus labio fue separada abruptamente por la falta de aire.
Tai se siguió dejando llevar aún quería sentir ese contacto, quería llenarse de esa sensación que comenzaba a nacer desde su interior, se subió encima del rubio y comenzó a besarlo cada vez con mas pasión mientras que el rubio comenzaba a acariciar la espalda del castaño.
-¿Matt que es lo que hacemos?- preguntaba el moreno entre besos.
-no lo se, pero no dejes de hacerlo-responde el rubio muy agitado y sonrojado.
Los chicos sentían que lo estaban haciendo no era lo correcto pero el placer inexplicable que aumentaba cada vez mas con cada beso y caricias esto continuo asta que el castaño sintió la erección que crecía mas y mas entre las piernas de su amigo y esto lo incomodo tanto que de un salto se apartó de él con la cara sonrojada y se alejó recostándose del otro de la fogata aun extasiado agitado por el reciente acontecimiento, se acostó dándole la espalda al rubio no quería mirar nuevamente su rostro por la vergüenza que sentía nuevamente mirar aquellos azulinos ojos, por otro lado Matt avergonzado y confuso decidió darse vuelta mientras trataba de explicarse lo que había sucedido
Continuará...