El 1 de septiempre llegó rapiamente para los chicos, y ya se encontraban en el andén, a excepción de Ron y Blaise, que habían subido al tren y se encontraban en uno de los baños (ya se imaginaran porque)
-¿Dónde están Blaise y Ron?- decía Draco molesto, cuando escucharon un sonoro “aahh”.-oh, ya se donde están.
Los chicos soltaron la carcajada y subieron al tren despidiéndose de los señores Weasley. Subieron al tren buscaron un compartimento para todos, pero Harry tenia otros planes para Draco. Le tapó los ojos y se lo llevó. Draco oyó una puerta cerrarse y Harry le destapó los ojos mientras lo besaba.
-¿Qué haces Harry?- preguntó Draco.
-Es que, quiero… quiero que…- dijo sonrojándose violentamente.- quiero que me hagas el amor.
-Pe… pero Harry, estamos en el tren.- dijo el rubio.
-Lo se,- dijo el moreno.- pero tiene mucho que no lo hacemos, y, pues, - agregó tomando sensualmente al Slytherin de la corbata.- Ahora estamos comprometidos…
-Siempre consigues lo que quieres Potter- dijo Draco.- te amo tanto.
Draco comenzó a besar el cuello del ojiverde, mientras este solo se dejaba hacer. Se besaron tiernamente y sus besos se fueron tornando mas demandantes. Harry ansiaba sentir a su rubio dentro de el. Insonorizó el vagón y tocó la entrepierna del rubio, la cual se sentía despierta.
Bajó lentamente abriendo la camisa de Draco y besando cada parte a su alcance, hasta finalmente llegar a su miembro, el cual lamió casi con ansia. Draco soltaba pequeños gemidos de placer cuando el moreno comenzó a chupar, lamer y besar su miembro, masturbándolo un poco al mismo tiempo que jugaba con sus bolas. Draco, mientras tanto, experimentaba el mayor placer que había obtenido de la boca del moreno, enredando sus dedos en el rebelde cabello de su amante y poniéndole ritmo al trabajo que estaba haciendo.
-Aaah Harry si…- gimió el rrubio, con lo cual Harry aumentó el ritmo de sus lamidas.
-Harry, me voy a correr…- gimió el rubio, y Harry se detuvo, no sin antes pasarle la lengua por todo el miembro a su amado, dejándolo lleno de saliva.
-Draco… te amo- gimió Harry cuando, al levantarse, el rubio comenzño a besar su cuello. El gryffindor, impaciente, se había desabrochado el pantalón y se encontraba de espaldas al ojiplata.
Este, acariciaba las caderas de Harry, bajando poco a poco su pantalón y metiendo las manos dentro de su bóxer. Harry se encontraba ya mas que excitado, y con un movimiento de cadera, presionó el mimbro de su novio con el trasero, a la vez que le decía al oído:
-Hazmelo Draco.
El rubio bajó la ropa interior del moreno y le hizo un hechizo lubricante en su entrada, mientras metia poco a poco su miembro, sacando sonoros gemidos de placer del ojiverde. Se empezó a mover poco a poco, aumentando ligeramente la velocidad cuando Harry movia la cadera. Llegaron juntos a uno de los mejores orgasmos de su vida, derramándose Draco dentro de Harry y éste, en el suelo del vagón.
-Ah Draco- gimió Harry.-que excitante, ¿no crees?
-Si, ¿Cómo se te ocurrió esto?- preguntó el rubio.
-No lo sé, supongo que solo me dejé llevar.- dijo Harry con cara de inocencia.
-Esa cara de inocencia nadie te la cree Harry- dijo Draco
-¿Dónde se metieron esos dos? Preguntó Hermione al legar al compartimento y darse cuenta de que no iban ni Harry ni Draco con ellos
-Tranquila, deben estar ocupados- dijo Ron, provocando que la castaña se sonrojara al imaginar en que estaban “ocupados” esos dos y provocando risas de sus acompañantes. Rato después llegaron Draco y Harry.
-¿Dónde estaban?- preguntó Hermione
-Pues… estábamos…- comenzó Harry
-Olvidalo, no quiero saberlo- dijo la castaña sonrojándose de nuevo.
El viaje transcurria entre risas y bromas, pasando el rato hasta que llegaron a la estacion de Hogsmeade. Los chicos bajaron con calma y subieron a los carruajes tirados por thestrals. De pronto Harry vio a un chico que no conocia, era de estatura media, cabello liso y un poco largo, piel clara y su cabello era castaño, sus ojos azules y a pesar de verse un poco timido, se veia que estaba en forma, su cara era de rasgos finos, lo cual le daba una belleza increible.
-¿Quien es el?- le preguntó a Hermione.
-No lo se Harry, debe ser algun nuevo -respondio ella mientras subian al carro
-Buenas noches a todos- dijo Dumbledore una vez que todos los alumnos habian tomado sus asientos- antes que nada, quiero recordarles las reglas a todos los alumnos que ya llevan tiempo aqui y a los nuevos, hacerselas saber, pero eso depues, por ahora, tenemos un alumno nuevo que se integrara al septimo curso, la seleccion de su casa se hara antes que la de los alumnos nuevos. Minerva, ¿Me harias el favor?
La profesora McGonagall se levantó y desenrolló un pergamino.
-Christopher Alexander Chance
El chico que Harry habia visto en el anden entro con un crujido de las puertas del comedor, caminando entre las mesas hasta sentarse en el taburete donde la profesora le puso el Sombrero Seleccionador. Todo el comedor estaba en silencio mientras el sombrero decidia a que casa enviarlo, hasta que finalmente este gritó "GRYFFINDOR"
La mesa mencionada rompio en aplausos mientras entraban los nuevos alumnos de primer año y los iban seleccionando a sus casas.
El chico se sentó en un puesto vacio que habia frente a Harry
-Hola, soy Alexander- dijo tendiendole la mano a Harry- Alexander Chance.
-Yo soy Harry, Harry Potter, y ellos son Neville, Ron y Hermione.
-Un gusto- dijeron los mencionados mientras saludaban afectuosamente al nuevo.
La cena transcurrio entre risas y platicas entre los chicos, hasta que Alexander notó en anillo en el dedo de Harry.
-Que bello anillo- dijo- ¿Quien te lo dio?
-Ah pues, ¿ves al chico rubio de la mesa de Slytherin?- preguntó el ojiverde
-Si- respondio el nuevo
-Pues el me lo dio, es mi novio, nos casaremos acabando la escuela- dijo el moreno con un notorio sonrojo y son poder disimular su sonrisa.
Al finalizar la cena, los chicos subieron a la torre de Gryffindor, y al llegar notaron que faltaba Ron. Hermione soltó un bufido y murmuró algo asi como "esos dos no se cansan de acostarse todo el tiempo?"
- Creo que tu amiga esta molesta porque Ron no está- observó Alexander.
-Tranquilo, ya se le pasará, Ron hace mucho eso ultimamente.- dijo Harry.
De rato llegó Ron y se les unió.
-Ron, ¿acaban de llegar al colegio y ya fueron a estrenar algun aula vacia?- dijo Harry burlón
-No, estabamos en la Sala de Menesteres.
Harry se soltó a reir y le dio las buenas noches a los chicos, corriendo las cortinas de su cama.
Al dia siguiente, Harry desperto temprano, se bañó y fue a la Sala Comun de Slytherin en busca de su rubio, al llegar, se sorprendio ya que el chico iba saliendo de su sala. Caminaron juntos al Gran Comedor y por primera vez, un Slytherin se sentó a desayunar en la mesa de Gryffindor. La profesora McGonagall pasó dejando los nuevos horarios y se sorprendió al ver a Draco en la mesa de Gryffindor, pero supo disimularlo y le entregó su horario correspondiente también.
Para alegría de los chicos, Gryffindor y Slytherin tenían muchas clases juntos, asi que se encaminaron hacia su primera clase: Pociones. Al llegar, Snape los miró con saña, como siempre y dijo:
-Bien, veo que de nuevo tengo a serpientes y leones juntos, solo tomen en cuenta, que el hecho de que las casas se lleven mejor y haya… parejas… de ambas casas, no significa que vaya a ser menos estricto con ustedes. Asi que dejen de perder el tiempo y abran su libro en la pagina 6, tienen dos horas para elaborar una poción herbovitalizante decente. La harán por parejas. Comienzen.
Los chicos sacaron sus instrumentos de rabajo y se dispusieron a comenzar, Draco fue por los ingredientes mientras Harry preparaba el caldero.
Al cabo de hora y media, las pociones de Harry y Draco, Ron y Blaise y Neville y Theo eran de las mejores de la clase, y claro, la de Hermione y Pansy era la mejor. El profesor le dio 20 puntos a cada casa por las pociones conseguidas y los dejó ir.
Su siguiente clase fuè Transformaciones, y al llegar, notaron que la profesora no había llegado, asi que se pusieron a platicar. Cuando la profesora McGonagall llegó los hizo pasar, y felicitó a Harry y Draco por su compromiso, sin que los demás alumnos lo notaran.
-Bien chicos, silencio.- dijo la profesora. –Hoy aprenderemos a transformar el físico de las personas con un hechizo muy sencillo, cabe mencionar, que este hechizo no cambia radicalmente el físico del mago o bruja al que se le aplica, solo lo cambia ligeramente y sirve para ocultar cosas minimas del cuerpo, asi que podemos deducir, que es un hechizo estético. Bien, vamos a practicarlo. Tomen sus varitas y concéntrense en lo que quieren cambiar en su compañero, en esta clase solo cambiaremos el color del cabello y los ojos, asi que concéntrense. Una vez que lo tengan bien visualizado pronuncien: “Glamour”. A la cuenta de tres, uno, dos, tres.
Se escuchó un “Glamour” generalizado y la profesora pasó dejando unos espejos en a cada alumno. Al mirarse en el espejo, los chicos quedaron sorprendidos.