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Todo por una pocion por Emilianixus

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Notas del capitulo:

ya no tarde tanto, ven?

les dejo el nuevo capi... aqui ya interactua un poco mas Alexander haha

a leer n.n

Todos tenían cambios físicos, desde un ligero cambio de color de cabello, como Hermione que ahora tenia el pelo rubio, hasta cambios un poco mas extremos, como Harry, que ahora era rubio y con ojos violeta, cortesía de su amado dragón. LA profesora McGonagall los dejó observarse un rato, y después dijo:

-Bien, ahora aplicaran un “Finite Incantatem” para volver a su estado normal.- una vez que los alumnos hicieron esto, continuó- Bien, ahora se aplicaran el hechizo ustedes mismos, para esto, solo tienen que pensar que es lo que desean cambiar u ocultar de su cuerpo y pronunciar “Glamour” . Bien, a la cuenta de tres. Uno, dos, tres.

Todos los alumnos pronunciaron el hechizo y los cambios fueron notorios, HErmione lucia un cabello liso y rubio, Ron, se había ocultado el poco acné que tenia, Harry se había hecho los ojos azules y el cabello liso y pulcro, y Draco solamente se había puesto ojos verdes. Cuando los estudiantes se vieron en los espejos, soltaron ruidos de conformidad y emoción, y volvieron a finalizar el encantamiento.

-Este hechizo- explicó la profesora- sirve en momentos donde se requiere cambiar pequeños detalles físicos o se quiere lucir mejor, es bastante sencillo y no provoca ningún daño al cuerpo, a diferencia de la poción multijugos, que se va haciendo menos efectiva a lo largo del tiempo, y contando claro, que es algo instantáneo.

-Profesora- dijo Alexander- ¿Qué ocurre si se usa en exceso?

-Que bueno que lo pregunta Sr. Chance- respondió la profesora- Si se utiliza en exceso, puede causar que en determinado momento deje de funcionar, o lo contrario, que no se pueda revertir. Como con cualquier hechizo, el uso excesivo es peligroso, ya que este hechizo utiliza la maia del mago mientras está activo, lo cual, también puede provocar agotamiento de magia.

-Gracias Profesora- dijo Alexander.

-Bien chicos, si no hay mas dudas, es todo por hoy- dijo la profesora, abriendo el aula con un movimiento de varita.

 

Los días iban pasando y Alexander iba integrándose mas al grupo, para alegría de Harry, que se había dado cuenta que tenia muchas cosas en común con el, y para desgracia de Draco, que se ponía celoso ya que siempre que Alexander llegaba, Harry lo ignoraba inconscientemente.

Un dia, revisando entre sus cosas, Draco accidentalmente dejó caer un frasquito con un liquido azul muy llamativo el cual llamó su atención. No recordaba porque tenia ese pequeño frasco, asi que lo guardó en su bolsillo. Al salir de su dormitorio, sintió ganas de ver a Harry y fue a buscarlo, afortunadamente, lo encontró afuera de su sala común.

-Hola mi leoncito- le dijo abrazandolo por la espalda

-Hola amor- respondió Harry dándole un beso casto en los labios

-Hoy hay una noche hermosa… ¿y si damos un paseo en escoba?- preguntó Draco

-Claro que si amor- contestó Harry.

Los chicos salieron del castillo abrazados bajo la capa invisible de Harry, como tenia mucho tiempo que no hacían, un poco por la escuela, y otro poco porque Alexander se mantenía pegado a Harry.

Llegaron a donde estaban guardadas las escobas y Harry tomó la suya, y montó a Draco delante de el. Esa noche, había luna llena, y el cielo estaba tan despejado, que no había viento, la superficie del lago parecía un espejo que reflejaba la belleza de la noche, y ellos, volaban sobre las copas de los arboles del bosque prohibido. De pronto, Draco dio un pequeño giro a la escoba y bajaron en un claro a la luz de la luna. Al bajar, Harry se abrazó a su rubio novio y lo besó apasionadamente. El curso escolar a veces les dejaba muy poco tiempo a solas, si no es que siempre, y este era uno de los pocos momentos juntos que podían tener. Poco a poco, los besos fueron aumentando de intensidad hasta que ambos chicos terminaron recostados en el pasto, demostrándose todo su amor a la luz de la luna.

 

-Hermione, ¿Has visto a Harry?-Preguntó Alexander.

-No, no lo he visto, tal vez esté con Draco.- respondió Hermione  -Tiene mucho tiempo que no están juntos, tal vez decidieron darse una escapada.

-Mmmm bueno… Gracias Hermione- dijo Alexander un tanto desilucionado, ya que quería mostrarle algo a Harry.

-Oye Alex- dijo Hermione- ¿De casualidad no has visto a Ron?

-Mmm… no, la ultima vez que lo vi fue en la cena con Blaise.- dijo Alexander.

 

-¡Dios mio Blaise!- gimió Ron.

-Oh Ron.- gimió Blaise. Este se hallaba entre las piernas de Ron, en la sala de menesteres.

-¡Blaise asi! ¡Mas duro Blaise!- decía Ron mientras el moreno aumentaba las embestidas.

 En cierto momento, el italiano tocó ese punto en el interior de Ron que lo hacia estallar de placer, y con un gemido, Ron llegó a uno de los mejores orgasmos de su vida, el cual ocasiono que apretara el miembro de Blaise, que aun se hallaba dentro de el, ocasionando que el moreno llegara al orgasmo al instante.

Al terminar, Blaise se recostó sobre Ron, ignorando el hecho de que este se hubiera derramado entre ambos. Con un movimiento, Ron se giró hasta quedar encima de Blaise y se recostó en su pecho, colocando su oído sobre el corazón de éste para escuchar sus latidos.

En un momento, Ron se quedó dormido y Blaise aprovechó para hacer un hechizo de limpieza sobre ambos y cobijarse, entregándose asi a los brazos de Morfeo también.

 

En el Bosque Prohibido, Draco y Harry habían ya dejado de besarse, se encontraban recostados sobre la hierba observando la noche, sin decirse nada, sintiendo el calor del otro. De pronto, Harry escuchó que Draco sollozaba, sin comprender porque, el ojiverde lo miró a los ojos.

-¿Por qué lloras?- le preguntó

-No es nada amor, son tonterías mias.- respondió Draco.

-Vamos, nadie llora por nada, sabes que puedes contármelo.- le dijo Harry acariciando su rostro.

-En serio, no es nada.- dijo el rubio.

-Vamos Dragón, dime que tienes.- insistió el moreno.

-Esta bien..- cedió el ojiplata- es que tengo miedo.

-¿Miedo de que?- preguntó Harry

-De perderte- murmuró Draco bajando la mirada.

-¿De perderme?¿Por que lo dices?- preguntó el menor un poco preocupado

-Es que, ahora casi no me haces caso, te pasas todo el dia con Alexander, ya casi no estamos juntos. Tengo miedo de que te olvides de mi- dijo el Slytherin mientras una lagrima corria por su mejilla.

-Eres un tonto- dijo Harry- Pero eres mi tonto- le dijo mientras le alzaba la barbilla y le plantaba un tierno beso en los labios- yo no te cambiaria por nadie, Te Amo Draco, tenlo siempre presente.- le decía mientras le limpiaba las lagrimas.

-Pero es que pasas mucho tiempo con Alexander.- dijo Draco

-Paso tanto tiempo con el porque es nuevo y necesita que alguien le ayude con lo que no sabe, y Hermione está muy ocupada para ayudarle y me ofrecí yo, solo eso.- dijo el Gryffindor.

-Harry prométeme que no te vas a alejar de mi- dijo Draco sollozando de nuevo

-Te lo prometo- dijo Harry levantando su mano y dejando ver el bello anillo de compromiso que tenia en ella.- te amo tanto dragon…-

Draco plantó un beso en la boca de su amado león mientras lo recostaba sobre la hierba y se acostaba encima de el, besándolo con mucha ternura y amor.

 

Los meses fueron transcurriendo y un dia, Draco secuestró a Harry de sus clases y se lo llevó a la Sala de Menesteres, la cual estaba preparada con un ambiente muy romantico. Entraron con Draco cubriendo los ojos del Gryffindor, el cual no sospechaba nada.

-Draco, ¿ya puedes soltarme?- preguntó Harry.- Te prometo que no abrire los ojos.

-Nop, solo un poquito mas- respondió Draco- y bien, uno, dos, tres. Abre los ojos.

Draco quitó las manos de los ojos de Harry y dejó que abriera los ojos. Harry se quedó sin aliento y muy sorprendido por lo que me había preparado el rubio.

-Feliz aniversario mi Leon- dijo Draco abrazandolo por detrás- ¿Te gusta?

-Draco yo… me... ¡¡¡me encanta!!!- exclamó Harry girando y besando a su novio.

Se pasaron todo el dia en la Sala, conversando como hacia tiempo no lo hacían, mimandose y demostrándose su cariño el uno al otro, comiendo una comida exquisita, cortesía de Draco, y al final del dia, apareció una mullida cama que invitaba a acostarse en ella.

 

En otra parte del castillo, Neville y Theo se encontraban estudiando Herbologia en la biblioteca, ya que era una materia que se le complicaba un poco al Slytherin y Neville era bastante bueno.

-¿Y si tomamos un descanso?- preguntó Theo.

-Okei, te ves cansado amor mio- dijo Neville

-Es que Herbologia me agota, no soy muy bueno en ello.- dijo el castaño.

-Mmm, ¿quieres que nos relajemos un poco?- preguntó el moreno con una miradita seductora.

Theo no respondió, comenzó a besar a Neville apasionadamente y en poco tiempo, las túnicas y camisas de ambos ya se encontraban en el suelo. Neville comenzó a bajar la mano hacia la entrepierna de su novio cuando escucharon un ruido en la puerta.

-¡Ay Dios!, lo siento, no quería interrumpirlos- dijo Alexander avergonzado-yo… este… ya me voy.

Dicho esto, se fue de la biblioteca dejando a un Theo y un Neville molestos, y el mismo se encontraba muy avergonzado y sonrojado.


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