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BUSCANDO FELICIDAD por Rikkathum

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Notas del capitulo:

hello!!!! 

lamento la tardanza pero aqui toooy jejeje

muchas gracias a camilaa! por comentar, fue muy divertido contestar su review jejeje

para este capi me ayudo Alice Nain, en la correccion jeje muchas gracias jejeje

bueno espero que les guste el capi

 

3.- NOCHES DE PLACER Y DE AMOR

 

—Te amo dobe, como no tienes idea amor mío, quiero pasar el resto de mi vida contigo y solamente contigo, hacerte feliz y hacernos felices. Naru… mi Naru, ¿quieres casarte conmigo? —Naruto retrocedió un paso viendo en las manos de su novio un hermoso anillo de compromiso, sus ojos se cristalizaron y sonrió.

—Jeje… Sí, teme… Te amo… —Sasuke sonrió y le puso el anillo a su ahora prometido, lo abrazó de la cintura acercándolo así a su cuerpo para saborear los dulces labios de su rubio.

—Gracias —le habló sin separarse de sus labios y mirándolo a los ojos—. Gracias, no sabes qué feliz me haces, te amo mi dobe —con una de sus manos retiró las pequeñas lágrimas de felicidad.

—Yo también te amo —dijo el rubio sonriendo, cerró los ojos un momento para calmar toda la emoción que tenía dentro, sabía que era un poco difícil ya que era mucha la felicidad que sentía, los abrió para seguir hablando con Sasuke— ¡pero bueno! —Habló con alegría— ¡hay que festejarlo como se debe!

— ¡Oh!, pero si yo ya había pensado en eso mi queridísimo dobe —habló con picardía mientras le daba un pequeño golpecito en la nariz al rubio con uno de sus dedos—. Tengo una reservación en el hotel que querías, en el sector VIP, pasaremos nuestra muy hermosa velada.

— ¡¿De verdad?! —preguntó con estrellas en los ojos.

—No entiendo por qué te gusta tanto ese hotel.

—Digamos que fue al que más empeño le pusieron —le sonrió. El hotel del que hablaban era uno que había estado a cargo de Mikoto Uchiha, fallecida madre de Sasuke e Itachi, ella había decidido que fuera el primer hotel con toque Londinense en  Japón, a Naruto siempre le gusto Londres cuando fue con sus padres así que ese hotel era su favorito y siempre había querido hospedarse aunque fuera por unas cuantas horas en ese lugar y al parecer su novio le había cumplido —corrección— su prometido.

—Mi madre hizo un gran trabajo con ese hotel, ¿sabías que tu madre le dio la idea? —El rubio lo miró sorprendido—. Sí, mira, al parecer en una de las tantas pláticas salió el tema de Londres, le sugirió hacer uno con esa temática: los decorados, el tipo de servicio; sería como una novedad y lo fue, lo mejor es que también le hizo caso para que lo hicieran para los tres tipos de economía.

—No lo sabía, teme. Mi madre tenía siempre buenas ideas, le ayudó mucho a mi padre en sus negocios, pero en este caso tu madre era una gran diseñadora de interiores y tu padre un gran arquitecto, juntos hicieron un gran trabajo.

—Es verdad… Oye, no sé tú, pero nos espera una muy linda velada juntos y la verdad… —sonrió de manera sensual besando el cuello de su rubio— la quiero empezar lo mas pronto posible. —Al rubio le dio una leve risita por los besos en esa zona.

—¿Entonces qué esperamos?

 

Los dos se fueron del parque donde habían recordado unas pequeñas cosas muy significativas de sus vidas, llegaron al hotel pidiendo su reservación. Naruto miraba hacia todos lados: los cuadros, las decoraciones, los pasillos; todo era como estar de nueva cuenta en Londres. Caminaron al elevador disfrutando de unos cuantos besos mientras llegaban a su piso, cuando entraron a la habitación Naruto se quedó completamente sorprendido ante la hermosa visión, el cuarto estaba a media luz por las velas esparcidas por todo el cuarto, en el piso había un camino de pétalos de rosas blancas y rojas que iban hacia una mesa la cual tenía una enorme charola de camarones y lo que parecía una botella de vino de buena cosecha. Siguió observando el camino hasta lo que era una bañera blanca lo suficientemente grande para los dos, en el agua había también pétalos, siguió de nuevo el camino de rosas y pudo ver que terminaba en la gran cama, no pudo evitar sonrojarse al saber el final de ese recorrido.

—Podemos tomar un atajo —le susurró Sasuke cerca de su oído—, pero creo que sería mejor y más romántico seguir el camino.

El rubio asintió algo sonrojado y se encaminó a la mesa seguido del azabache, el cual como todo un caballero le ayudó a sentarse, después sentó enfrente de él y sirvió el vino así como también unos cuantos camarones para ambos. Platicaron amenamente unos minutos, agarrados de la mano  y sonriéndose, pero repentinamente el azabache se puso serio, cosa que se le hizo rara a Naruto y lo puso algo nervioso.

—Naruto, quiero ponerle de una buena vez fecha a nuestra boda —completa seriedad y firmeza en sus palabras.

— ¿Por qué tan de repente?

—… —El azabache tomó la mano de Naruto y le miro a los ojos con un tono de preocupación—. No quiero que nos pase lo mismo que a Itachi y Deidara, mi hermano cometió el error de aplazar mucho las cosas y ahora no estoy muy seguro de que tu hermano se quiera casar en estos momentos con el mío.

—Pero ellos dijeron que pondrían fecha pasando esta semana que es pesada para Deidara.

—Eso lo dijeron porque los estábamos presionando demasiado Naru.

—No, yo después le pregunte a mi hermano ¡y me lo aseguró!

—Mmm… Naru…  independientemente de eso, sé que te sentirías mal de que nos casáramos antes que ellos…

—Por supuesto Sasuke, después de todo ellos se comprometieron hace ya casi tres años —decía preocupado por el sentido de la conversación.

—Mira Naruto, entiendo eso, pero entiende que yo no le tengo miedo al compromiso como lo tuvo al principio mi hermano y creo que tú no lo tienes, es por ello que la fecha de la boda será en seis meses.

— ¿Seis meses? —preguntó preocupado.

—Entiendo que te preocupes Naruto, pero no podemos depender de sus inseguridades.

—Lo sé, de hecho yo ya me imagino casado contigo, por ello entiendo a lo que te refieres pero…

—Hagamos un trato Naru, no le diremos a nadie que ya tenemos la fecha hasta que hablemos con nuestros hermanos y les plateemos la situación, si ellos deciden por fin poner la fecha nos esperaremos a que se casen y tres meses después nos casamos nosotros, pero si no se deciden nos casamos en seis meses, ¿te parece justo?

El rubio se quedó pensando un momento en lo que había dicho su prometido, sabía que tenía razón y lo que le proponía era justo. Suspiró y asintió 

—De acuerdo Sasu, me parece que es lo mejor —le sonrió y ambos ya de acuerdo siguieron cenando.

 

Por otro lado, en la casa de los dos rubios, se podía ver a Itachi tocando el timbre de la puerta; ya iban a ser casi dos días desde que no podía ver a Deidara y aunque sabia que era tarde, prediciendo que el rubio no lo recibiría se encontraba con la esperanza de que fuera lo contrario.

—Itachi, ¿sabes que horas son estas? —al parecer sus ruegos fueron escuchados, el rubio abrió la puerta en bata y al parecer algo adormilado.

—Lo siento Dei, es que tenía muchas ganas de verte —le decía acercándose a él y dándole un fugas beso en los labios.

—Mañana tengo entrevistas muy temprano Itachi, de hecho ya estaba dormido —le dijo algo molesto.

—Bueno… —en eso, dentro de la casa se escucha un ruido y ambos voltean hacia dentro—. ¿Que fue eso?

—No lo… —De repente se ve pasar a un perro de raza chao-chao enorme de pelaje naranja—. Kyubi —era el perro que Naruto había adoptado ya hacia años.

El azabache dejó de mirar hacia dentro y observó a Dei que aun lo hacía; detalló su hermoso perfil, sus pestañas largas, su fina nariz, sus labios con tono rosado, su barbilla, el exquisito cuello, pero no siguió observando al notar en él una marca rojiza reciente y debajo de ella no muy lejos otra marca pero en un tono algo oscuro. Tragó duro y no dijo nada, ya que no sabía qué decir, su miedo resurgió de nueva cuenta haciendo que las preguntas se le atoraran en la garganta por el terror a la respuesta.

Deidara por fin lo miró de nueva cuenta y vio su semblante pálido— ¿Qué sucede Itachi?

—Nada… ¿Puedo pasar?

—Lo siento, Itachi, pero esta vez no. Mañana va estar repleta la exposición, muy apenas tendré tiempo de regresar a cambiarme he ir a la cena con tu familia.

— ¡Oh! …Es verdad —se acercó a él y le dio un beso un poco más demandante sorprendiendo a Deidara.

—Itachi…

—Me voy, sólo quería verte aunque fuera un momento —le sonrió—. Te amo, nos vemos mañana. Yo paso por ti.

—Cla…claro  —vio cómo Itachi se iba, había sentido en el último momento a su Koi algo raro, pero decidió ignorarlo, aunque no pudo evitar sentirse mal por como lo corrió. Entró a la casa y se encamino a su recamara; en el pasillo había un espejo por lo que al pasar se miró de reojo viendo algo que le sorprendió, así que se regresó al espejo, volteó un poco la cara para ver mejor el cuello, dándose cuenta de las dos marcas, las delineo con sus dedos—. ¿Las habrá visto? —se preguntó en voz alta—. Bueno, si es así debió haberme dicho algo. Me pregunto si en verdad las vio —dejó eso de lado y fue a su habitación, entró y se recostó en su cama siendo rodeado inmediatamente por unos brazos.

— ¿Quién era? —El rubio volteó hacia el que lo abrazaba.

—No te preocupes Sasori, durmamos que mañana tenemos mucho trabajo.

—Mañana me iré antes de que llegue tu hermano, no quiero meterte en problemas.

Deidara ya no habló y decidió mejor dormir esperando poder hacerlo, ya tenía tiempo desde que eso era algo demasiado difícil; Itachi por otro lado se encontraba en su automóvil pensando a mil por hora, ya hacía tiempo desde que Deidara se comportaba diferente de siempre, pensó al principio que era por la muerte de sus padres, pero hace unos cuantos meses la idea de que era otra cosa no lo dejaba, y esas marcas no le dejaban otro camino para sus pensamientos que esa idea.

—¿Me eres infiel Dei? —con esa pregunta se fue a su casa.

 

Regresando con la pareja recién comprometida, los cuales se encontraban ya en la bañera riendo, acariciándose y tomando vino. Naruto estaba recargado mientras Sasuke estaba entre sus piernas, levantó una de ellas y comenzó a darle pequeños besos para después ir a sus labios y devorarlos, el rubio se dejaba hacer, estaba más que feliz, su prometido lo mimaba más que nunca, ya se preguntaba cómo se comportaría el día de la luna de miel.

—Te amo Naruto… —su voz ya estaba ronca por la excitación de ver el cuerpo de su rubio con gotas cristalinas de agua, su rostro sonrojado y sus ojos azules mirándolo directamente, los labios entre abiertos, algo hinchados y rojizos por los besos.

—Yo también te amo Sasu… ¿sabes?, deseo que terminemos de recorrer el camino que hiciste con esos pétalos —sonrió zorrunamente.

—Creí que nunca lo pedirías…

Entre besos y risas se fueron a la cama, Sasuke se posicionó sobre él, besaba el cuello de la dulce piel tersa de Naruto llegando hasta uno de los pezones y comenzó a mordisquearlo, mientras que con una de sus manos masajeaba el miembro ya despierto de su Koi.

—Ahh… más…

— ¿Te gusta Naru?

—Mm… ¡¡Aasí!! —gimió más fuerte al sentir uno de los dedos del azabache invadir su entrada, los gemidos de placer aumentaban conforme entraban más dedos, cuando al fin tuvo tres dentro y vio que sentía ya puro placer decidió que ya podía entrar en él. Sacó los dedos y acomodándose bien en medio de las piernas entró de una sola embestida al cuerpo del rubio— ¡¡Aah…Sasuke!!

—Uhmm… Naru… eres tan estrecho… Qué delicia —los sentidos del azabache se nublaron al sentir la calidez del interior del rubio, aunque sentía que algo faltaba ya era demasiado tarde para ponerse a pensar en esas cosas, aparte estaba demasiado ocupado sintiendo al cuerpo que tenía debajo de él.

—Aaah… siii….vamos Sasu… Más fuerte…

Era obvio que no era la primera vez que lo hacían, a pesar de que Naruto tenía la idea de entregarse en la noche de bodas por primera vez, pero bueno eso era cuando tenía apenas doce años y que aun pensaba que Sasuke jamás se enamoraría de él, ¡pero vaya sorpresa del destino! ¿Quién le iba a decir que en el hospital, al tener un bajón de azúcar, Sasuke casi se peleara a golpes con el doctor porque según él le quería meter mano? Naruto le retó diciéndole que no le importaba, después de todo el azabache tenía pareja, pero lo que nunca se esperó fue que éste tuviera un ataque de desesperación y le gritara a todo pulmón que lo amaba más que a nada en el mundo y que tenía miedo de que lo rechazara, ambos estaban con los mismos miedos, pero ambos salieron adelante con besos apasionados.

—Uhmm —Las embestidas fueron aumentando de velocidad y de profundidad, los jadeos, gemidos, palabras de deseo con amor, inundaban la habitación, Sasuke y Naruto estaban en sus limites, el rubio ya no podía más y el azabache al darse cuenta comenzó a masturbarlo, ya que él también estaba a punto.

—Aaah… —Naruto arqueó su espalda y se agarró fuerte de las sabanas, estaba perdido en el placer, su entrada comenzaba a estrecharse más en intervalos— Sa… Sasu… ¡¡Sasuke!! —una embestida fuerte provocó que el rubio se viniera en la mano de su Koi.

— ¡Naruto…! —unas embestidas más y Sasuke se vino en su interior, se recostó en el cuerpo del rubio tratando de regularizar su respiración, salió poco a poco y se acomodó a un lado; Naru se recostó en su pecho dándole pequeños besos en él— te amo.

—Yo también… Gracias por esta noche.

—Pero si aun no termina —tomó de los brazos al rubio para ponerlo completamente arriba de él—. Deseo hacerte el amor toda la noche.

—Suena muy tentador —sonrió zorrunamente.

—Eres hermoso Naru —le dio un beso en los labios—. Vamos mi amor, muéstrame qué tan buen jinete eres.

Y así la noche pasó entre el placer y el amor de la recién pareja comprometida, pero no fue la única pareja que tuvo una noche activa, en la casa de un moreno, en la mañana se podía ver que los rayos del sol iluminaban la piel canela de su cuerpo desnudo, el cual era fuertemente abrazado por el de uno pálido pero bien formado y firme.

El moreno se fue despertando poco a poco viendo la cara de la persona que lo tenía entre sus brazos, se sorprendió un poco, pero al recordar lo que sucedió en la noche se tranquilizó un poco…

 

—Supongo que hay cosas que debo explicar, ¿verdad?

—No quiero presionarte… pero lo de esta mañana…

—Lo sé… pasa.

Los dos entraron a la casa del moreno, caminaron hacia uno de los sofás grandes sentándose uno seguido del otro.

— ¡Oh!, perdón, no te ofrecí nada, qué descortés… se iba a levantar, pero una mano en su brazo se lo impidió.

—No te preocupes por eso Iruka,  no es necesario, de verdad le sonrió el Reyd. Sabía que el moreno estaba nervioso por lo que estaba seguro de que la historia que le contaría era algo complicada y mientras más tiempo pasara más difícil sería para el moreno.

—Eh, bien… se sentó de nueva cuenta, sus manos agarraban fuertemente sus rodillas y su mirada estaba clavada en ellas también. No sabía cómo comenzar a relatar esa parte de su vida la verdad es que no sé ni cómo comenzar.

— ¿Por qué no me dices cómo conociste a Obito?

—Bueno, él y yo somos… se quedó callado un momento pensando bien lo que diría—. No… él y yo éramos amigos desde kínder, se podría decir.

— ¿Tanto tiempo? preguntó sorprendido—. Yo no recuerdo eso.

—Bueno, recuerda que tú desde pequeño estuviste viajando con tu madre y tal vez no te acuerdes de mí por las pocas veces que nos vimos, aparte de que yo no tenía esta cicatriz señaló la que tenía en su cara.

—Uhm, ahora que lo dices es verdad.

—Bueno, estuvimos compartiendo clases durante muchos años, siempre estuvimos juntos aparte de que compartimos la misma condición.

— ¿Condición?

—La de donceles, aunque bueno, nuestras personalidades eran completamente diferentes.

—En eso tienes absolutamente toda la razón.

—Je, je… Bueno, él era muy alegre y seguro de sí mismo, sabía de los encantos que tenía y no dudaba en usarlos, en cambio yo siempre fui tímido, muy callado… su sombra. Cuando entramos a preparatoria las cosas se complicaron, bueno desde secundaria, él llamaba mucho la atención y los chicos querían salir con él, a mí nunca me interesó eso, jamás me gustó ninguno, así que nunca hubo problemas hasta preparatoria.

— ¿Te empezaron a gustar los chicos?

Sí.

Y él te vio como una amenaza. Iruka lo miro sorprendido.

Digamos que podría ser eso verdad, a mí me empezaron a gustar chicos, sólo que yo nunca decía nada, él…

—Él lo notaba y se les ofrecía como vil pu…

—¡¡¡Reyd!!! le regañó—. Pero bueno como es que…

—Bueno, él siempre fue así, tienes razón, casi no pasaba tiempo con mis hermanos, pero lo suficiente para conocerlos. No sé si supiste un problema que hubo con él y Tobi.

—Claro… se quedó pensando un momento…claro, qué tonto, debí saberlo.

— ¿Qué cosa?

—Si le hizo eso a su hermano… debí saber que…

—Me imagino que es aquí cuando Hatake Kakashi entra en la historia su tono de voz tenía un toque de celos. El moreno le miró.

—Sí, él entró en segundo semestre de preparatoria, venía de Inglaterra. Alto, serio, no muy sociable eso por dentro al azabache no le gustó mucho me llamó mucho la atención, pero como siempre nunca hice nada, pero al parecer eso le intereso de mí, según sus palabras le interesaba mi timidez y el hecho de que no me diera cuenta de mi fortaleza, hasta la fecha no sé de dónde sacó eso.

—Uno no ve lo que realmente es, no te valoras lo suficiente.

—Eso decía él, pero bueno, cuando él se acerco, Obito se dio cuenta, íbamos a salir de preparatoria, comenzamos a salir la ultima semana de clase, lamentablemente él tenía que ir a hacer unos asuntos a Inglaterra así que no nos veríamos hasta la universidad, los dos escogimos la misma carrera y la misma escuela, nos comunicábamos seguido, pero de repente lo dejó de hacer. Unos días antes de regresar recibí un correo suyo diciendo que teníamos que hablar seriamente, el primer día de la Universidad se volvió para mí el más gris.

— ¿Qué te dijo?

—Terminamos, me dijo, se había topado con Obito en Inglaterra, sabía que se había ido de vacaciones, pero no supe a dónde hasta ese día, las cosas entre él y Kakashi se dieron y terminaron juntos en Inglaterra; cortó conmigo bajó la mirada—. Lo bueno fue que Obito estudio otra carrera, él había estudiado diseño y nosotros relaciones internacionales con especialidad en mercadotecnia.

—Es por ello que te volviste la mano derecha de la familia Namikaze y la mía, ¿verdad?

—Bueno, no puedo negar que las cosas se me dieron bien y me contrataron, sirvió mucho que fuera tutor de Sasuke y Naruto, aparte de que me empaparon con muchos de los negocios que tenían con los hoteles y los electrodomésticos.

—Gracias a ti entraron a Estados Unidos.

—Sí, algo así,  digamos que tuve un buen contacto  sonrió nostálgico al recordar a la persona que le había ayudado en aquel entonces pero bueno, yo me alejé lo más que pude de ellos, mi amistad con Obito esta vez se deterioró al grado de ya ni siquiera mirarnos a la cara. Kakashi quería arreglar las cosas entre nosotros, pero esta vez…

—Tú no pudiste.

—Así es le sonrió—. No te voy a mentir, amé mucho a Kakashi. La mandíbula de Reyd se tensó—. No pude perdonar a Obito, las cosas se pusieron interesantes cuando Kyubi se intereso en mí.

— ¿Kyubi?

Sí, el mas popular de la universidad, no importaba la carrera, era el que más llamaba la atención, extrañamente a Obito no le interesó, supongo que en realidad se enamoró de Kakashi, total, yo me sorprendí mucho entonces, yo no estaba interesado, pero decidí darle una oportunidad.

—Y Hatake se dio cuenta de que te amaba, te reconquisto y terminó con Obito, pero mi hermano no se quedó tranquilo he hizo hasta lo imposible para quedarse con él, a que le atiné sonrió como todo un Uchiha al creer que lo sabía todo.

—No fue del todo así. Esto sorprendió al azabache, sobre todo por la sonrisa triste y la mirada cristalina—. Lo que te voy a contar es muy difícil para mí y puede que cambie tu decisión de querer estar conmigo.

— ¿Qué?

—Escúchame, Kakashi nunca me quiso, me hizo creer de nuevo en él y yo… me entregué a él… Yo soy un doncel que si no me cuido con una sola vez yo… puedo quedar en estado la voz se le quebró—. Yo me embaracé.

—Ya veo… Reyd se puso de pie tapándose la boca de la impresión.

—Pero él nunca lo supo.

— ¿Cómo? ¿Se lo ocultaste? ¿Por qué? lo volteó a ver.

—La cuestión fue que cuando iba a decírselo… Fui a su departamento y lo encontré en la cama con Obito, teniendo relaciones… estaban en… la cama juntos… —las lagrimas de Iruka caían y ya recorrían sus morenas mejillas—. Se burlaban de mí… sus palabras mientras hacían el amor jamás se… jamás se me olvidará. Los únicos que sabían de mi condición, eran la familia Nakizame, aparte de Sasuke e Itachi.

—Ellos… pero ¿cómo?

—Los chicos, porque ellos me llevaron al hospital, después los padres de Naruto y Deidara se enteraron porque me dieron asilo en su casa, je, je recordó sus caras cuando les dijo que estaba esperando un bebé—. Nunca dijeron nada, Itachi y Sasuke querían reclamarle a Obito y a Kakashi, pero lo mejor era que no se metieran.

— ¿Y tu bebé? Las lágrimas que se detuvieron un momento volvieron con mas fuerza.

Cuando… cuando tenía siete meses de embarazo… No sé cómo… pero él dio conmigo… la desesperación y el dolor en el rostro de Iruka preocuparon a Reyd haciendo que se sentara de nueva cuenta a un lado del moreno a abrazarlo con fuerza.

— ¿Quien dio contigo Iruka? preguntó tratando de calmar su llanto acariciando su espalda.

Obito… él… él dio conmigo en la casa de los Nakizame… Ni siquiera puedo recordar qué era lo que me reclamaba, de repente comenzó a golpearme, estúpidamente traté… traté de huir hacia la parte de arriba… No sé cómo, pero… caí y… un dolor tan fuerte en mí… Lo último que vi… fue a Naruto desesperado, él me llevó al hospital, cuando desperté… ya no había hijo… iba a ser un varoncito.

—No… No puede ser, ¡¡Obito hijo de…!!! se para inmediatamente, completamente enfurecido por lo que había escuchado, no dudaba para nada de la palabra de Iruka, conocía muy bien a su hermano y estaba el antecedente de lo que le había hecho a su otro hermano. Iba a ir a reclamarle y si podía le haría ver su suerte, pero antes de siquiera acercarse a la puerta el moreno lo abrazó por la espalda.

— ¡¡NO!! ¡No vale la pena, ya pasaron años de eso!  estaba algo desesperado por detenerlo—, aparte ¡esto no me regresaría a mi hijo! Esas palabras detuvieron el forcejeo de Reyd, además el pequeño que tienen no se lo merece, tampoco sería bueno para la salud de Madara-sama si se llega a enterar de todo, por favor… por favor no lo hagas… Reyd se volteó poco a poco tomando el rostro de Iruka entre sus manos.

— ¿Por qué nunca dijiste nada? Obito merecía ser castigado por lo que hizo…

—Yo estaba muy mal por la muerte de mi hijo… no tenía cabeza para nada. Naruto me pidió lo mismo, pero de nada me servía.

— ¿Naruto lo sabía? limpiaba con sus dedos las lágrimas del rostro de Iruka ¿Sasuke e Itachi también?

—No, Naruto lo supo porque lo vio salir de la casa muy alterado y al parecer sangrando, lo sacó por lógica se separo del azabache y caminó de nueva cuenta hacia la sala—. No quiero que nadie se entere, no cambiara nada, pero… volteó para mirarlo a los ojos—, es necesario que sepas que… después de lo que sucedió… los doctores… no saben si… Si en dado caso tú quisieras estar conmigo no sólo ahora, sino que también en un futuro… no es seguro que pueda darte hijos bajó la mirada apenado por su propia condición.

Iruka, admito que es importante y muy especial para mí el poder tener un hijo de mi sangre y de la persona que amo, pero no por ello la dejaría si no pudiera darme alguno, no te dejaría, siempre podemos adoptar o se puede ver otros métodos de fecundación, no sé… pero lo único que podría alejarme de ti es que no me ames, sé que en este momento sólo me quieres y estamos empezando, pero el hecho de que me tuvieras la confianza para decirme todo esto es porque me estas brindando una verdadera oportunidad, ¿cierto? de nuevo se acercó hasta capturar a Iruka entre sus brazos.

—Yo… yo no quiero estar sumergido en el pasado, quiero seguir adelante —le miró a los ojos y le sonrió—. Quiero seguir adelante contigo.

Reyd correspondió la sonrisa y fue acercando su rostro al de Iruka, besó suavemente sus labios, rozándolos apenas. Poco a poco se volvían más pasionales, al poco tiempo ya estaban en la alcoba de Iruka, este sin su camisa y el azabache con la suya desabrochada. Reyd recostó a su Koi posicionándose él arriba, se besaban y acariciaban la piel expuesta hasta que de repente el Uchiha se separa un momento.

— ¿Estás seguro? su respiración era agitada, pero no quería que Iruka se arrepintiera después de lo sucedido; desde que había visto al moreno supo que quería tenerlo entre sus brazos en algún momento de su vida, hacer suyo ese cuerpo bien formado y delicado, hermoso a la vista.

…Sí…  

 

—Bueno…  todo está bien…  —se dijo a sí mismo.

La verdad nunca se imaginó que Reyd le creyera y mucho menos que aun estuviera dispuesto a tener una relación con él a pesar de lo especiales que son los Uchiha con sus descendientes, pero tenía que reconocer que ellos son capaces de hacer cualquier cosa por las personas que aman. A pesar de no estar aun cien porciento seguro de comenzar de nueva cuenta una relación y menos después de ver a Kakashi, sentía que Reyd era un gran hombre y valía la pena intentarlo.

 

Notas finales:

como pueden ver aun hay vacios en la historia de Iruka que se van a ir revelando poco a poco jeje

espero les guste

saluditos!!

Review?


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