Todo el mundo dice ser feliz pero… ¿Qué es la felicidad? No lo se… creo que nadie lo sabe de lo único que estoy seguro es que no conozco la verdadera felicidad… mi nombre es Sebastián Michaelis, soy un estudiante universitario de ojos carmesíes, cabello negro y piel blanca, alto y delgado.
Iba camino a casa después de un largo día en la universidad, estaba estudiando administración de empresas y al mismo tiempo dirijo la empresa de mis padres quienes fallecieron hace ya muchos años, iba distraído en mi propio mundo cuando escuche mi celular sonar, como de costumbre era Gracied, mi prometida, llamándome, esta vez decidi ignorar la llamada
- ¿no va a contestar la llamada de lady Gracied? – pregunto mi chofer Tanaka-san – siempre le llama por estas horas
- Ya se esta volviendo insoportable… no me extrañaría que mañana se presentara en mi puerta reclamándome el porqué no le conteste, pero siempre es lo mismo con ella… nunca habla de otra cosa mas que de negocios… cuyos tratos siempre terminaran en la bancarrota no importando que pase
- Si me permite señor… usted no debería de darle firma alguna de sus propiedades cuando se casen porque asi…
- Perdone Tanaka.san – le interrumpió – pero el compromiso fue areglado por nuestros padres ahora que los mios han muerto no veo razón alguna para continuar… ¿Cuántos años llevamos siendo novios? 3, 4… el tiempo ha pasado volando desde que entre a la universidad… no quiero casarme y menos con ella
- Aun asi señor tiene que contraer nupcias para asi dejarle la herencia a sus hijos y la señorita Heyer es la mas apropiada para esto…
- Gracied… no creo que sea la indicada… no quiero nada con ella
- Hemos llegado seños – informo Tanaka-san
Sali del coche y mire a mi alrededor como era mi costumbre y había algo que no estaba bien… había una persona en la nieve, al acercarme mas vi que era un niño de mas o menos 12 años con cabello corto azulado y piel muy blanca tenia puesto un traje totalmente blanco, le dije a Tanaka que abriera la puerta y llamara a Maylene
Lleve al niño en brazos hasta mi mansión Maylene, Bard y Finny (algunos de mis sirvientes) estaban con los ojos como platos cuando entre con el niño, lo lleve a la primera habitación que tenia
- Se… señor Sebastián – me llamo Maylene – ¿Quién es el?
- No lo se… le acabo de encontrar en el jardín en medio de la nieve… debe de estar perdido o algo asi… ya es muy tarde… ¿Por qué todos aun están levantados?
- Estábamos esperándole señor – respondió Finny a mi pregunta uno de los mas jóvenes de la mansión
- Finny una de las condición por la que te deje quedarte era que no descuidarías tus estudios – le recordé – deberías estar ya en la cama
- No tengo sueño señor
- Aun asi mañana tienes que estudiar y no es chantaje ni nada pero… yo soy el que paga tus estudios y no deberías estar aquí
- Usted también debería de estar durmiendo señor – dijo el joven
- En ese caso hablamos mañana cuando nuestro invitado este despierto ¿entendido?
- Si… señor
Dicho esto salió corriendo a su cuarto, yo también camine hacia mi habitación pero no pude dormir estuve leyendo un poco y dando mil vueltas ¿Quién era él? ¿Qué haría fuera a esas horas? ¿Estaba herido? Me estaba preocupando demasiado por ese niño a quien había encontrado pero no podía evitarlo ¿Quién era? Aunque me lo preguntara toda la noche no iba a responder… tenía que esperar hasta que se despertara y asi preguntarle directamente…