CAPITULO 2:
DESVANECIENDOSE…
Lo que alguna vez sintió por Yuki Eiri se comenzó a morir, y a pesar de los grandes esfuerzos de Shuichi, no pudo detener el avance de la muerte sutil y exacta, se sentía vacio y solo, así que un buen día salió de fiesta, oculto sus ojos naturales bajo lentes de contacto escondiendo su identidad cualquiera que lo mirara lo compararía con la estrella de rock, solo que bastaba con ver sus ojos y saber que no era él, solo un chico que se parecía en demasía a un cantante…
La noche que decidió divertirse, conoció a Mila, una chica linda y tímida pero decidida y firme, salieron por varios días, días en los que parecía que Yuki ni notaba que no estaba, así paso una semana, un sábado por la noche simplemente paso, había dormido con otra persona, esta vez no solo fue sexo, había hecho el amor, poco a poco comenzó a gustarle estar con esta chica, Mila siempre feliz y llena de vida, sonriente y alegre, aun que tenía muchas presiones juntas, nunca lo busco para desahogarse con sexo, su simpleza la hacía extraordinaria para Shuichi…
La semana siguiente seria su aniversario, ya no se molestaba en organizar cenas o algo especial, ese día seria el definitivo para él, el ultimo que pisaría ese departamento, Seguchi-san le daba tres días para que celebrara con Yuki ese momento, esta vez no sucedería así….
H- Estas seguro de esto?...
S- Hiro revisa el congelador por favor…
H- Que asco, esta comida desde cuando lleva aquí?...
S- Desde la gira pasada, así como la comida está congelada y echada a perder, no quiero que eso me pase a mí, no me quedare a morirme de tristeza y dolor, no así, así que si me preguntas si es lo que quiero, solo ve el interior de ese utensilio y dime si lo que ves es lo que deseas para mi…
H- Bien lo siento… pero aun así esto es asqueroso…
S- Siempre ha sido así, podrías poner este sobre ahí dentro, tal vez se pregunte que pasa así que prefiero decirlo de esta manera, no quiero herirlo con palabras que se que serán hirientes para él, estas palabras se congelaran al igual que mi corazón y el amor que le tuve lo hicieron…
Dejando una despedida en el congelador, Shuichi miro por última vez lo que alguna vez fue su casa, o eso se decía continuamente él, ahora veía la realidad de esta triste situación, nunca fue nada, nunca debió esperar nada, nunca debió haberse cruzado con el…
Después de la gira había pedido a Seguchi-san un año sabático, quería viajar y despejarse de todo lo que lo ahogaba, no quería saber o preocuparse por nada más, quería ser libre, había hablado con Mila y después de los exámenes finales estaría libre para viajar con él, Mila sabía que terminar su relación con Yuki era importante para él, dejar círculos cerrados…
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Llamada telefónica…
Seguchi- Eiri-san, no sabía qué harías un viaje con Shindou-san, pero espero que te la pases bien…
Yuki- De que hablas?....
Seguchi- Pues como la gira ya término Shindou-san me pidió un año de descanso así que supongo que era una sorpresa verdad, ciento habértela estropeado…
Yuki- Siéntelo por él, yo tengo varios compromisos que llevar acabo así que no puedo viajar ahora, cuelgo…
Fin de Llamada telefónica…
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Molesto por la noticia de Touma, Yuki piso a fondo el acelerador, en pocos minutos estaría en casa para poder exigirle una explicación a Shuichi, entro tomando su correo y presiono para que el elevador subiera, camino y doblo en la esquina, saco sus llaves y abrió entrando así a su departamento, no escucho nada así que pensó que no estaba, entro en su estudio para avanzar su novela, cuando llegara el pelirrosa sabría que nadie le miente a Yuki Eiri…
TIC…
TAC…
TIC…
TAC…
TIC…
TAC…
Pasaron varias horas y el amanecer llego, extrañado por la ausencia del pelirosa, busco por la casa, pensando que tal vez no lo había visto y estaría durmiendo, entro a su alcoba y no lo hallo, comenzaba a preocuparse, pero necio y orgulloso se negaba a aceptarlo, pensó que ya llegaría y se retiro de Nuevo a su estudio, así paso otro día mas, y otro y otro, hacia ya varios días que no aparecía por la casa, su estomago le recordó que no había ingerido alimento alguno desde hace varios días, así que comenzó a pasarle factura, salió del estudio rumbo a la cocina para buscar algo de comer y su tan preciado liquido amarillo, su sorpresa fue que no había nada de comer, la nevera estaba vacía y peor aun sin cerveza, recordó vagamente que Shuichi solía dejarle comida refrigerada, con un suspiro cansado decidió llamar a Touma, Shuichi estaba en problemas por no estar al pendiente de la casa y lo que hacía falta…