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Verdades, Confusiones y Temores por LiNiS02

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Capitulo 2: De A Poquitos Todo se Viene Abajo

—¿Entonces eres el hijo del decano? — preguntó Sumi.

Shinobu levantó la mirada de su almuerzo mientras Misaki escupía el ramen.

—A si es — contestó mirando a otro lugar.

—Mmmm — Sumi desvió la mirada hacia el grupo de chicas que hablaban.

—Eso es genial — comentó Misaki sonriendo.

El rubio lo miró extrañado, no estaba para nada acostumbrado a tratar con personas como él, trató de sonreírle pero fue inútil.

—Misaki tienes una admiradora — aseguró Sumi-senpai.

—¡Que! ¿De qué está hablando Senpai? — preguntó abriendo los ojos.

—Una de las chicas de allí no ha dejado de mirarte y sonreír, creo que es la misma que te estaba mirando en el salón.

El ojiverde miró al grupo de chicas sonrojándose.

—Tal vez este año si consigas novia Misaki, te hace falta — señaló con algo de malicia.

—¡Senpai!

—Lamento dejarlos pero mi padre me pidió el favor de acompañarlo a la editorial — indicó levantándose — nos veremos luego.

Shinobu fijó su mirada en la de Misaki, ¿de verdad conseguir novia era algo tan terrible como para poner esa cara?

La expresión de Misaki cambió por completo, sus ojos se apagaron por completo, la sonrisa se borró por poco y hasta las lágrimas salen.

—¿Tienes novia Misaki? — preguntó Takahiro.

Misaki abrió los ojos tanto como pudo — bueno yo…

—¡Qué bien! — Se apresuró a contestar sonriendo — espero conocerla algún día.

—¡Misaki! — Lo llamó Shinobu por cuarta vez —¿me estas escuchando?

—¿Eh? Lo siento que decías.

—Nada — contestó al ver a su amante a lo lejos — tengo que irme, hablamos después.

—Está bien — dijo y luego se sonrojó al notar la mirada de la chica puesta en él.

****

—Hiroki…

—¿Qué? — preguntó dejando los últimos libros sobre la mesa.

—¿Por qué siempre tienes que andar tan malhumorado?

El castaño lo ignoró.

—¿Cómo es que hace tu novio para aguantarte?

—No voy a hablar de eso contigo — contestó con molesta —jamás voy a perdonarte el que me hallas utilizado para escribir tus libros porno.

—Pero si me dijiste que tu novio está muy contento con lo que he escrito, piénsalo Hiroki esto puede ser bueno para ti.

El profesor tomó un poco de aire.

—Tal vez debería hablar con él así se que es lo que desea que ustedes hagan — dijo sin despegar la mirada del libro que leía — tu novio puede ayudarme a escribir el próximo libro de junai egoist.

La paciencia de Hiroki estaba a nada de acabarse — eso jamás va a pasar.

—Porque estas tan seguro, soy tu amigo y como tal tengo que conocer a la persona con la que tienes una relación — indicó cambiando de página.

—Akihiko no tengo todo el día para ti, en un momento tengo clase así que déjame leer lo que trajiste — dijo organizando unos papeles.

—¿Hiroki por qué no me has presentando a tu novio? — preguntó mirándolo —, solo lo he visto un par de veces y para ser sincero me parece algo maleducado.

—¿Por qué? — preguntó sorprendido y molesto.

—Siempre que estoy hablando contigo él interrumpe y termina o cerrándome la puerta o llevándote lejos.

El castaño sonrió levemente, los celos de Nowaki, a pesar de que se quejaba, lo regañaba y gritaba cada cosa que él hacia le sorprendía pero a la vez le gustaba,  después de todo significaba que lo amaba.

—A bueno, no deberías juzgar a las personas, él solo… él solo hace eso… Nowaki se ha comportado de esa manera porque… Nowaki no es maleducado — afirmó desviando la mirada — ¡ya olvídalo!

Usagi-san dejó el libro y lo miró —claro que no lo voy a olvidar, tú ya conocer a mi pareja, ahora me toca conocer la tuya.

—Akihiko conozco a tu pareja pero porque fue mi estudiante y si me permites decirte no es que sea el mejor estudiante.

—Lo sé, yo fui su tutor.

—¿¡Tú también terminaste involucrado con un alumno tuyo!? — exclamó con sorpresa.

—¿Eh? ¿Cómo que tú también?— preguntó frunciendo el ceño.

Hiroki se sonrojó al darse cuenta de lo que acaba de decir.

—Mmmm entiendo, tú fuiste tutor de ¿Nowaki?, eso es extraño porque hasta donde me dijiste él es pediatra y tú eres un profesor de literatura, el más temido de todos el “demonio Kamijou” — dijo sonriendo — es claro que sus carreras no tiene absolutamente nada que ver.

—¡Cállate! — gritó lanzándole un libro — será mejor que dejes sobre la mesa lo que trajiste para que lea y te vayas. Esto no lo voy a tolerar más.

—No traje nada — indicó mirando por la ventana.

—¿A no? ¿Y entonces que carajos quieres?

La expresión en la cara de Akihiko cambió por completo — mi mundo se viene abajo.

—¿Eh?

—Siento que en cualquier momento Misaki me va a dejar — murmuró al recordar todo lo que estaba pasando más las palabras que le había dicho du padre.

Hiroki abrió los ojos, jamás había visto ni se había imaginado ver a su amigo en esa faceta.

****

—¡Miyagi! — gritó corriendo — ¡espera!

—Esto definitivamente no tiene fin — susurró continuando con su camino.

—¡Miyagi!

El profesor se detuvo colocando un mano sobre su frente cerrando los ojos, tomando un poco de aire — deja de gritar.

—No me interesa — dijo agarrándolo del brazo — tú y yo tenemos que hablar.

—Bien hablaremos en la noche, paso por departamento — indicó zafándose del agarre — ahora si me permites tengo que ir a mi oficina.

—¡No, vamos a hablar ahora mismo!

Muchos estudiantes y profesores que pasan o estaba cerca los voltearon a mirar.

—Shinobu estamos en la universidad, quieres dejar de gritar y de mandarme, no hagas las cosas más complicadas — dijo mirándolo fijamente.

—¿Más… más complicadas? — pregunto con temor —¿Qué quieres decir con eso?

—Me voy — contestó dando media vuelta y siguiendo su camino.

—Miyagi... ¡espera! ¡Esto no ha terminado! — el rubio lo alcanzó y lo agarró del brazo con todas sus fuerzas.

—Ya basta por favor no me molestes más, si quieres esta noche hablamos todo lo que quieras pero termina ya con esto aquí. Esto no es bueno para ti ni tampoco para mí, tu padre puede escucharnos estamos, cerca de su oficina — señaló mirando su alrededor.

—No me interesa, ya te lo he dicho muchas veces — dijo con desespero.

Miyagi abrió los ojos y sin importarle nada lo agarró de la mano y lo llevó arrastras hasta su oficina.

—¡Me estás haciendo daño!

Ignorándolo lo arrinconó contra la puerta y mientras con una de sus manos comenzaba a acariciarlo con la otra le dio vuelta al perilla abriéndola.

—Miyagi… que estas… ¡ahh!

El profesor no lo dejo terminar pues aprisionó sus labios contra los de él.

Shinobu abrió los ojos y comenzó a gemir al sentir las como las manos del profesor acariciaban distintas partes de su cuerpo.

Todo parecía “normal” para la pareja pero no contaban con algo.

—¡Profesor! — gritó Hiroki al presenciar semejante escena tan vergonzosa.

Al instante los ojos de Usagi-san se iluminaron y una sonrisa apareció en sus labios, jamás pensó encontrar inspiración de semejante manera.

—¡Yo… Kamijou no es… no es lo que crees! — Miyagi soltó al rubio y trató de explicarse — ¡esto es sólo…  Kamijou tienes que creerme por favor! ¡Jamás haría algo así!

El castaño suspiró y la dio la espalda ignorándolo — Akihiko regresó en un rato para que vayamos a comer algo — señaló mirándolo.

—Está bien yo tengo mucho que escribir — dijo encendiendo la laptop del profesor — la usaré si no te molesta.

Hiriko entendió al instante a que se refería —profesor Miyagi dejé el trabajo sobre su mesa revíselo y… — lo volteó a mirar — tenga más cuidado con lo que hace.

—Sí, sí lo entiendo — dijo caminando hasta ventana, una cosa era que Hiroki los viera y otra muy pero muy diferente era que los viera un desconocido.

El castaño se dirigió a la salida donde lo recibió una mirada llena de odio de Shinobu, sin prestarle mayor atención giró la perilla.

—Por cierto Hiroki… — habló el escritor.

—¿Qué?

—Llamó Nowaki — contestó con tranquilidad.

—¿Eh? — el profesor se extrañó.

—Cuando estaba trayendo los libros.

—¿¡Y se puede saber porque me lo dices hasta ahora!? — preguntó molesto ignorando por completo a los demás.

—Creo que lo olvidé — contestó encendiendo otro cigarro mientras se disponía a escribir.

El castaño cerró los ojos y tomó mucho aire, lo mejor era salir rápido de ese lugar antes de que más cosas pasaran.

****

—Sensei por favor ayúdame con esto — pidió una enferma entregándole unos formatos.

—Oh claro — Nowaki los recibió.

—¿Todo está bien sensei?— preguntó con curiosidad —¿Necesita algo?

—¿Eh?

—Bueno es que desde hace un rato lo notó al distraído.

—Gracias Hitomi-san pero todo está bien — aseguró sonriendo, aunque la verdad tenía 2 grandes motivos que no lo dejaban concentrar ni pensar con claridad.

—Nowaki. ¿Cómo va todo? — preguntó Tsumori entrando.

—Senpai que bueno verlo necesito hablar con usted.

—Si me imagino — dijo sonriendo.

—Con permiso — la enfermera se alejó.

—Supongo que ya leíste la carta.

—A si es… — Nowaki bajó la mirada.

—¿Tan mal te cayó la noticia?

—Bueno es que… no es mala la oferta de trabajo y de estudio pero…

—Kamijou-san es lo que te lo impide ¿verdad? — preguntó con una gran sonrisa.

El pediatra desvió una poco la mirada.

—Sabes Nowaki esto no es para que lo aceptes ya mismo, tienes tiempo para pensarlo bien y para que hables con tu pareja, supongo que entre los dos podrán decidir qué hacer, además según me dijiste Kamijou-san ya te apoyó una vez.

—¿Qué hay de usted senpai?

—Esto es algo que he estado esperando desde hace tiempo así que acepte. Por mi no hay problema si me tengo que ir, no tengo algo a alguien que me ate a Tokio.

Nowaki cerró los ojos y suspiró.

—Tranquilizarte y toma todo con calma — dijo colocando su mano en el hombro del pediatra en señal de apoyo.

—Gracias senpai.

—Sí, si — restándole importancia se encaminó por el corredor — sólo una cosa Nowaki… — se detuvo y lo volteó a mirar —este tipo de oportunidades no las tiene cualquiera, el director del hospital me dijo que el Dr. Carter fue quien te recomendó y espera verte allá. No te estoy presionando solo espero que piensen bien las cosas, no solo de amor se puede vivir y esto quieras o no es algo excelente para ti.

El ojiazul bajó la mirada, se sentía muy ansioso y temeroso.

—Nos vemos.

Nowaki se acercó a la ventana y con desesperó sacó su celular, no había ni una sola llamada de Hiroki, desilusionado lo apagó, la imagen de Hiro-san y Usami-san llegó a su mente.

Lo había llamado porque necesitaba hablar con él, quería que salieran a comer, pero ahora… ahora no sabía qué hacer, tenia tanto que pensar, pero no podía controlarse, su mente parecía perdida en ideas absurdas y sin sentido.

—Sensei no se tarde los niños esperan verlo — indicó la enfermera desde lejos.

—Sí, ya voy — Nowaki sonrió como siempre, no quería seguir atormentándose, ese asunto lo dejaría para después. Usami Akihiko jamás seria un hombre de confianza eso lo tenía claro.

****

Hiroki miró su celular con extrañeza — No tengo ni una sola llamada de Nowaki — murmuró mientras caminaba por el pasillo —¿por qué llamó a la universidad? — se preguntó mientras le marcaba.

El número que usted discó no puede ser contactado. Puede deberse a que esta fuera del área, de servicio o el teléfono está apagado”

—¡Maldición! — Exclamó colgando —Nowaki no se puede estar haciendo ideas estúpidas… él no es tan idiota para imaginar algo que jamás pasará — tomó un poco de aire y miró el reloj — ¡Maldición se me hizo tarde! Akihiko es el culpa de todo esto— dijo corriendo sin notar que alguien más venia por el mismo pasillo corriendo un poco más rápido que él.

Lo único que sintió fue el golpe y luego estaba en el piso.

—¡Ay! l-lo… lo siento yo… — el castaño miró a la persona con la que se había estrellado asustándose —K-Kamijou-sensei yo… — Misaki le extendió la mano — de verdad lo siento no quería hacer algo así.

Hiroki fulminó con su mirada al amante de su amigo —Takahashi eres la persona más torpe que conozco — indicó tomándolo de la mano y levantándose —no sé si lo sabías pero está prohibido correr en los pasillos.

—Si lo sé, pero usted también estaba corriendo — señaló ayudándole a levantar los libros y los papeles que se había caído.

—¡Eso es mentira! — exclamó aventándole uno de los libros, dándole en toda la cabeza.

Misaki se sobó la cabeza y temió por su vida — sensei yo… me tengo que ir voy tarde para clase.

—¡Como te vas a ir y me vas a dejar con todo esto en el suelo!

El castaño comenzó a temblar.

—No solo vienes corriendo sino además me tiras y ahora te vas a ir !pero quien te has creído tú¡  — el profesor estaba demasiado irritado al pensar en que su pareja pudiera estarse imaginado quien sabe de cosas. Hiroki sabía de sobra que Nowaki no pasaba a Akihiko, sabía que le tenía celos y desconfianza y él era el culpable de eso. En una de sus borracheras le había terminado contando lo que había pasado con Usami-san, además de comentarle lo que pensó que sucedería al hacer acostarse con él.

—Sensei yo… — el celular comenzó a sonar evitando que Misaki continuara — perdón — dijo mientras contestaba —¿qué quieres?

—[¿Misaki donde estas?]

—¡Estoy ocupado y no puedo hablar! — gritó haciendo que el castaño lo volteara a mirar.

—[¿Estas en clase? ]

—No pero voy para allá o más bien iba porque tuve un pequeño accidente— dijo alejándose un poco —Usagi-san déjame en paz, mi vida corre peligro.

—[Eh? ¿Qué quieres decir con eso? ¿Estás bien? ¿Estás herido? ¿Necesitas ayuda? ] — preguntó levantándose de la silla — [enseguida voy para allá]

—Deja de ser tan exagerado Usagi-san — dijo bajando la cabeza —, ni se te ocurra aparecer aquí.

—Akihiko es un idiota, que exagerado, pobre chico — pensó mientras terminaba de recoger lo que faltaba y escuchaba atento la conversación.

—¡Suficiente! ¡Deja de acosarme!

—[No te estoy acosando pero hace rato no tengo nada de ti y necesito recargarme]

Misaki cerró los ojos — tengo que colgar.

—[Misaki te quiero]

El castaño sonrió con tristeza y colgó; para Hiroki no pasó para nada inadvertido eso.

—Sensei lo siento de verdad.

—Takahashi así está bien no se preocupes mejor vaya a clase — sugirió tomando su cosas.

—¿Esta seguro? Si gusta puedo ayudarle a llevar todo eso — dijo mirando los libros.

—No, mejor retírese — el profesor se dispuso a seguir su camino — gracias de todas formas.

El ojiverde dio media vuelta y continuó con la carrera.

—¡Takahashi!

Misaki se detuvo y lo volteó a mirar sonriendo — lo siento no voy a correr.

****

Miyagi permanecía con la cabeza recostada sobre el escritorio un cigarrillo en su mano.

 —¿Si?  — contestó su celular.

—[¡Sensei! ¿Dónde está? ]— gritó Aikawa.

—Visitando a un amigo — dijo mientras escribía.

—[¿Y el manuscrito? ¡Lo necesito lo más pronto posible! ]

—Lo tendré listo para mañana.

—[¿¡Como que para mañana!? ¡Lo necesito para hoy! ]

—Tengo que colgar estoy ocupado con la nueva historia.

—[¿Cual nueva historia? Que paso con la que estaba escribiendo? ] — Aikawa se notaba más que desesperada —[¡Sensei!]

El escritor colgó el celular y volteó a mirar al profesor que lo miraba con vergüenza.

—Siento mucho todo lo que paso yo… eso no era lo que parecía — se defendió — ese chico se abalanzó sobre mi y…

—No creo que sea necesario decir nada, no se preocupe — aseguró continuando con su trabajo.

Miyagi sonrió no tan convencido, estaba preocupado por lo que pudiera pasar con Shinobu.

Una vez Kamijou se fue la oficina se quedó en completo silencio, el escritor no le prestó mayor importancia o eso era lo que parecía, cualquier cosa que pudiera pasar entre ese par podía servirle para su novela.

En la puerta permanecía Shinobu pensando en… quien sabe que cosas, por la expresión de su cara se notaba que estaba más que molesto.

Él mientras trataba de calmarse y de pensar en  que decir o que hacer, esa situación jamás debió pasar, el chico tenía la culpa, siempre presionándolo, acosándolo, persiguiéndolo, queriendo meterse en su vida hasta asfixiarlo. Sin saber en qué momento su mirada se encontró fijamente con la del terrorista. Es mirada era totalmente distinta a cualquiera que él hubiera sentido, rabia, desilusión, decepción, frustración, dolor, desesperó cuantas cosas parecía transmitirle ese chico con esos ojos, todas le preocupaba.

El rubio apretó los puños y dio media vuelta abriendo rápidamente la puerta.

Miyagi abrió los ojos e intentó moverse, dejarlo ir así era algo que definitivamente no podía dejar.

Hartó de todo azotó con fuerza la puerta.

Desesperado y olvidando todo otra vez trató de alcanzarlo.

—¡Shinobu!

—No quiero saber nada de ti, ya por fin me estoy dando cuenta lo que realmente sientes por mí.

El profesor se acercó — ¿qué quieres decir con eso?

—Déjame en paz, lo último que quiero hacer es hablar contigo — aseguró intentando mantenerse calmado, aunque parecía inútil su voz se había quebrado un poco y las lágrimas parecían que en cualquier momento iban a salir.

Miyagi suspiró — no puedes decirme algo como eso Shinobu, tarde o temprano tenemos que hablar.

El chico bajó la mirada y siguió su camino.

—Maldita sea — pensó sentándose — cuando me metí en todo esto.

A pesar de todo lo que aparentaba el temor de perder a Shinobu era lo que más le preocupaba, ese chico era su todo es solo que a veces no sabía que debía hacer, la personalidad de su terrorista le impedía hacer y decir cosas, además temía terriblemente en lo que pudiera pasar si su padre o su hermana se enteraran de todo, eso sería el fin de todo.

 

Notas finales:

Gracias por leerme, hasta la proxima


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