Capítulo 8: Confesión
El silencio se había hecho presente en aquel lugar.
= Contéstame –exigió Jinki intentando no sonar molesto
= Claro que no – dijo casi gritando
De nuevo, la esperanza floreció en el corazón del mayor.
= ¿Entonces? – necesitaba saber, despejarse de aquella neblina cargada de dudas que asaltaba su pecho
= Me sorprendió, es todo – dijo cortante
Ambos estaban distanciados y furiosos; sabían el porqué, pero ninguno pediría disculpas.
= Lavaré mis platos sucios y me voy – anunció el manager yendo a la cocina
La esponja era estrujada con fuerza y los objetos de cristal tallados hasta quedar brillosos; Onew liberaba una ira sin justificación. Quería confiar en aquel “claro que no” que Kibum le había dicho, pero, imposible, no podía. Una parte de la confianza que le tenía al menor se había ido cuando éste se enredó, aquella tarde, con el Idol.
Secó sus manos con el pedazo de franela que yacía al lado suyo.
= Onew~ - unos brazos se enredaron en su cintura
De nuevo, aquella taquicardia que siempre tenía cuando estaba con el menor.
= No te molestes conmigo – le susurró al oído
Unos espasmos atacaron su cuerpo. Key le dio la media vuelta al manager sin quitar las manos de su cintura.
= Lo siento, me tengo que ir – dijo, pero el ex maquillista no se lo permitió
= No quiero que te guste Joon, no quiero que le dediques esas hermosas sonrisas, no quiero que lo abraces, no quiero que lo beses, no quiero que lo quieras
Jinki estaba perplejo, con los ojos bien abiertos al igual que su boca. ¿Qué demonios era lo que estaba diciendo?
= Onew – aquellas manos abandonaron su cintura y se posaron en sus mejillas
Pasaron unos segundos en los que el goteo de la llave tras ellos era como una estampida de elefantes o un avión aterrizando.
= Me gustas – sin tiempo de pensar ni asimilar, sus labios fueron, asaltados, robados, probados, besados
Le correspondió gustosamente.
= Te quiero Kibum, te quiero solo a ti – volvió a besarlo con suma ternura
Se separaron lentamente.
= Pensé que querías a Joon – recargó su frente en el pecho del mayor
= No Bummie, perdóname por no habértelo dicho antes, soy un maldito cobarde
= Ya, mejor no hablemos de eso, ahora solo somos tú, yo y este pequeñín – sonrió
Onew abrazó con delicadeza a su novio.
= Te quiero Key – le besó la frente = Gracias por fijarte en mí
= Jinki~ eres tan dulce – lo besó
Onew miro su reloj de pulso.
= Demonios, ya es tarde – dijo
= ¿Me dejarás solito? - lo miro con ojos de gatito inocente
= Aaaw~ no me hagas esto – le acarició la mejilla = ¿Qué propones?
= Duerme conmigo – sonrió con picardía = Hay mucha cama~
= Está bien – no había captado el doble sentido de aquellas palabras
Jinki se dejó guiar por la mano de Kibum.
= Onew~ - habló el menor con aquella melosa voz
= Dime – se quitaba los zapatos
= Te quiero – lo abrazó tirando a la cama, cayendo sobre él
= Te puedes lastimar – “regañó” el manager
= Claro que no, sé que tu no lo permitirías – seguía colgado de su cuello
Kibum no lo dejo protestar, comenzó a besarlo de una manera delirante. Desabrochó la camisa del mayor y empezó a acariciarle el pecho.
= K-Key… - jadeó
Su cuello era mordido y sus cabellos despeinados. Sintió como el menor se movía sobre sus caderas ejerciendo cierta presión en su miembro.
Tomó con fuerza aquella cintura y la aferró más a su cuerpo. Continuó besándolo, acariciándole la espalda, mordiéndole el lóbulo de la oreja.
= Buenas noches – un último beso por parte del gatito meloso = Descansa – se acomodó en el regazo del muchacho y se dispuso a dormir
El manager se quedó perplejo, respirando agitadamente, pero con una sonrisa que no se le borraría fácilmente. Abrazó al menor y cayó dormido a los pocos minutos.
La felicidad que lo embargaba en esos momentos era la que siempre deseó tener, la que siempre deseó compartir con Kibum, SU Kibum.
»…«
{A la mañana siguiente}
Despertó gracias al delicioso aroma que azotaba todo la casa. Se levantó suponiendo que su gatito era quién estaba preparando algo en la cocina.
= Buenos días~ - lo abrazó por detrás y le besó la nuca
= Morning~ - se giró para enredar los brazos en el cuello del mayor = ¿Dormiste bien?
= Claro que sí, porque tú estuviste a mi lado – le robó un beso
= ¡Jinki! – chilló para después tomar la cara del manager y besarlo con ferocidad = Ya casi está el desayuno, saca los platos, están ahí – le señaló un cajón = Y los cubiertos en aquel otro – indicó
= Ok – comenzó a hacer lo que le pidieron
»…«
[Con Minho]
= Hola, hola~ - saludó un animado Taemin
Minho solo le sonrió, estaba ocupado contestando los mensajes de sus fans.
= ¿A dónde fuiste ayer? – le preguntó el más bajo
= Salí por unas cosas de la empresa – mintió, nunca le interesaron las cosas con de agencia, Onew siempre se encargaba de todo
= Oh, ¿desayunamos?
= Claro, ¿dónde? – lo tomó de la cintura, sentándolo en sus piernas
= Umm…creo que podemos “desayunar” ahorita ¿no crees?
= Me parece perfecto – lo besó
Con sus fuertes manos, lo acomodó mejor en aquella silla de madera.
= Nunca lo hemos hecho de esta manera, quiero probar – dijo el menor
= Yo también pequeño, yo también – le quitó la camisa y rápidamente le sacó los pantalones
Estuvieron entre besos y caricias durante un rato más.
= ¡Ah! – gimió Taemin abrazándose con fuerza a su Idol
= Tae, estás tan mmm… - comenzó a moverse
Pero, un celular, interrumpió su excitante momento.
= ¿Qué? – contestó de mala gana
= ¿Dónde estás? ¿Ya viste la hora? – era su manager
= Si mamá, ya la vi, voy en un rato, estoy muy ocupado
= ¿Haciendo qué? – preguntó
Minho se movió dentro del menor.
= ¡Hmnh~! – el chico no pudo reprimir su gemido
= Qu-e d-em….entiendo, no tardes en llegar – cortó
= Que se espere – bufó = Sigamos Taminnie – lo besó
Una hora después, ya estaban en la empresa.
= No me regañes – sentenció el Idol apenas vio a su manager a punto de reñirlo
= See~ see~ - dijo con fastidio = Bien, hoy, tienen una presentación a las 2 pm, luego… – señaló a Minho mientras seguía leyendo los papeles con los horarios = …Tú, tienes una sesión de fotos y más tarde, pláticas para darte el estelar en un dorama
= ¡Siii! – casi brinca de alegría cuando escuchó la palabra “estelar”
»…«
Eran cerca de las 6 de la tarde, el Idol moría de hambre, no había desayunado más que un Taemin. Su estómago hacía ruidos raros y dolía como nunca.
Se detuvo en el primer restaurante que vio.
= Déjenme aquí, ustedes váyanse
= Pero joven…
= Yo sé cómo regresar, adiós – bajó de la camioneta
Entró como si nada y los murmullos que tanto esperaba, se hicieron presentes.
[Con Key]
Estaba de lo más feliz cocinando y cantando; amaba tener como novio a un ángel.
= ¡Minho-oppa! – escuchó; detuvo todos sus movimientos
= ¡Es Minho-oppa! – dijo otra muchacha
El alboroto llegó en cuestión de segundos. Trató de esconderse, pero, para su mala suerte, Amber, ya había atendido al Idol.
= ¿Por qué lo hiciste? – susurró una vez que su amigo entró a la cocina
= Es nuestro cliente, no puedo no hacerlo – justificó
= Pero él es…
= El padre de tu bebé, ya lo sé
= ¡Shhhhh! Aquí están sus fans, nos pueden oír – dijo = Bueno ya, dime lo que quiere, mientras más rápido lo atendamos, mejor será
[Con Minho]
Sabía perfectamente que ahí era dónde trabajaba Kibum. Mientras firmaba aquellas miles de libretas, con sus hábiles ojos, buscaba a aquel muchacho, no sabía si era mesero o encargado de la limpieza.
= Aquí tienes – le dijo la mesera, entregándole su platillo
= Gracias, oye – la detuvo = ¿No sabes si Kibum está aquí?
= ¿Key? – el Idol asintió = Sí, solo que tendrás que esperar a que cierre el restaurante, porque, él es el chef y no puede descuidarse
¿Chef? Jamás se imaginó algo así.
= Está bien – cortó una pedazo de carne y se lo llevó a la boca, en su vida había probado dicho manjar = Delicioso~ - cerró los ojos
Pasó un buen rato, las fans se fueron al igual que los otros comensales.
= Minho – habló Kibum
= Key
= Tú…¿sabías que…?
= Sí
= ¿Y a qué veniste?
= Vamos a tu casa, ahí hablaremos mejor, tus amigos…me asustan – dijo, Key se volteó y se encontró a su appa-jefe y a Amber en la mesa de adelante observándolos fijamente
= Sí, solo me cambio y nos vamos
»…«
Caminaban lentamente hacia casa del chico.
= ¿Es cierto que te peleaste con Onew? – preguntó el Idol
Kibum paró en seco.
= ¿Qué?
= Sí, él me dijo que ustedes ya no son amigos, que te odia y que no quiere volver a verte
El muchacho no podía creerlo, ¿su ángel, había sido capaz de algo así? Justamente cuando las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, su celular comenzó a vibrar.
Miró la pantalla. “Onew” leyó mentalmente; más que veloz abrió el mensaje.
.- Bummie, por favor, solo síguele la corriente a Minho, tuve que decirle que nos odiamos para poder ocultar nuestra relación, luego platicamos, te quiero.-
Suspiró con tranquilidad.
= Es cierto – habló
= Humm…y yo que pensé que se adoraban – burló
Key bufó molesto y sacó sus llaves. Una vez que estuvieron adentro…
= Bien, ahora sí, dime, ¿qué es lo que quieres?
= Que no vuelvas a asomarte por la empresa, jamás – lo vio fijamente
= ¡¿Y para eso tenías que venir a mi casa?!
= Pues sí, ni modo que te citara en mi departamento, cuando tu “cosa” – señaló aquel bulto en su vientre = Comienza notarse – dijo con asco
= ¿Cosa? ¡Nos una cosa! ¡Es tu hijo!
= Sigo con mis dudas – se cruzó de brazos
= ¡¿Quieres que le haga una prueba de ADN?! – empezaba a salirse de sus cabales
= Claro que no
= ¡Entonces deja de decir que no es tuyo!
= No, no lo haré
= ¡Minho, me tienes…
Las palabras se quedaron atoradas en su garganta. ¡El Idol le estaba besando! Intentó, por todos los medios, soltarse, pero era imposible.
Cerró los ojos y se dejó llevar por aquellos labios.
= ¿Harto? – cuestionó tras separarse
= ¡Sí! – gritó firmemente = ¡Ahora vete y no vuelvas! – lo empujó hasta dejarlo fuera de la casa
= Gracias – sonrió el Idol, Kibum no entendió el porqué de aquella palabra
Cerró la puerta y se tiró al mueble.
= ¡Me desespera! – revolvió sus cabellos
Ahora, lo que más deseaba era hablar con Onew y pedirle que le explicase detenidamente aquel plan que tenía.
[Con Minho]
Después de tanto tiempo, lo había besado. No pudo identificar muy bien la sensación que inundó su ser cuando lo hizo, simplemente fue algo “extraño”. Diferente a lo que sentía cuando besaba a Taemin.
= Espero que me obedezca – suspiró
Tras ingresar a su departamento, se lo encontró vacío. Se le hacía extraño que su novio no estuviera.
= ¿Habrá salido? – se preguntaba
No quiso darle más vueltas al asunto; se metió al baño. Pasó varios minutos observándose al espejo.
= ¿Lograré ser un buen padre?
Continuará…