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Mi corazón... Tú corazón por minima

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Notas del capitulo:

Quiero agradecer a shirayukimisore y mamori-chan por alentarme a continuarlo, sus comentarios fueron mi alegría :), y perdón por la espera, mi cerebro es pudin…

-Entonces… son héroes- reafirmo de nuevo sin aun terminárselo de creer a pesar de lo que acababa de ocurrir y observar, definitivamente recordaría ese día por el resto de su vida como uno de los más raros y aterradores de todos.

En medio de un camino de tierra un pobre peón observaba con incredulidad a un grupo muy extraño y llamativo de jóvenes, que en su opinión estaban sacados de un circo:

Una joven de mediana estatura, de una piel muy pálida hasta parecer un poco enfermiza en su opinión, no había visto su rostro en su totalidad en todo ese rato debido a una capucha que se encargaba de tener su rostro en sombras, en realidad, parecía que todo ella eran sombras, la capucha era parte de una capa azul, y debajo de ella tenía un traje que juraría era un traje de baño, o letardo, leotardo, o como sea que su hija decía que se llamaran esos trajes que utilizaban las chicas que hacían piruetas en la tele, como sea, sea como se viera esa joven le daba miedo, le intimidaba su presencia fría y seria, a pesar de su apariencia joven mostraba una madurez un poco espeluznante, además no solo parecía ser una sombra, ¡las controlaba!, o eso es lo que juraba haber visto con sus ojos hace unos momentos cuando destruían esa cosa mecánica.

El siguiente, era alto, muy alto y con un traje no menos estrafalario, una armadura era lo único que se le venía en la mente cuando veía a ese sujeto con ese traje de metal y… ¿era vidrio o plástico eso azul?, nunca fue bueno con la tecnología, pero algo le decía que ese grandote tenía mucho en esa armadura, no por arte de magia había aparecido lo que parecía un cañón con un rayo azul, aunque eso podría explicar lo de las sombras de la chica pálida.

La tercera parecía ser la más normalita si no contabas el hecho de su tono de piel entre amarillento y naranja, como un bronceado con jugo de naranja, y sus ojos verdes, totalmente verdes, lo que debería ser blanco en un ojo normal y sano, era verde, VERDE, había personas que se le enrojecían, hasta había algunos que se le habían puesto azulado, aunque eso era por tener los ojos irritados o enfermos, y ella parecía la chica más sana que hubiera visto y con una fuerza que cualquier hombre envidiaría, o incluso un toro, prueba de ello era como había despedazado parte del monstruo mecánico que se encontró en el camino, y la mano de ella muy bien marcada en la pik-up que estaba manejando, esperaba que eso no se lo descontaran de su salario. Aparte de la piel y los ojos, resaltaban sus ropas moradas, o lilas, o purpuras, él no se le daba identificar esos colores, botas largas, una falda corta que para su sorpresa se mantenía en su lugar a pesar del movimiento y una ombliguera.

Siguiéndole, de ultimo un chico igual de cara dura que la primera chica que vio y describió, por la forma en que dirigió a aquel tan singular grupo supuso que era algo así como su líder, aunque sí que tenía más colorido que la chica sombria, un conjunto de pantalón verde muy pegado, una camisa roja y una capa negra con un lado amarillo, botas con puntas de metal, de cierta forma encajaba y a la vez no ese conjunto con ese chico, un antifaz negro tapaban sus ojos y su cabello se encontraba ligeramente largo, algunas partes estaban en punta y otros caían en el marco de su rostro y nuca. Tenía un aura imponente, de alguien que había vivido mucho, de alguien con muchas experiencias a cuestas.

Increíble grupo con el que le toco toparse, tal vez esto no le hubiera pasado si no hubiera accedido a ocupar el turno de su primo que ese día, ese mismo día había decidido irse a confesársele a la chica que le gustaba al pueblo más cercano, que no estaba tan cercano si se lo pensaban un poco, pero en ese lugar era relativamente cercano, se las cobraría caro, o si, se las cobraría muy caro, casi había muerto ese día, estaba seguro de eso, vio toda su vida pasar ante sus ojos y casi se cagaba del susto cuando la maldita pik-up salió volando de un momento a otro, al menos había tenido suerte, salido ileso y aún con vida, besaría más a su esposa, abrazaría más a su hija, y le daría un hermanito. Esa noche tenía ganas de amar a su esposa como la primera vez.

-Así es señor, discúlpenos por las molestias que le hicimos pasar, pero habíamos perseguido a este ladrón desde hacía tiempo- el de antifaz tomo la palabra, hablaba un español fluido, pero aun notaba cierto acento inconfundible de gringo.

¿Por qué no le sorprendía que probablemente estos sujetos vinieran de E.U.?, últimamente la mayoría de las cosas raras ocurrían en ese territorio, siendo como un imán para los problemas.

-Bueno… como lo veo debo darle las gracias, me salvaron la vida aunque sí que me lleve un gran susto-

-Discúlpeme por eso- se disculpó la pelirroja quien se había encargado de atrapar la camioneta en vuelo, no con mucha delicadeza cabe aclarar.

-Está bien, aunque espero que el capataz comprenda lo de la mano, niña, tienes la fuerza de un toro-

-Gracias- sonrió alegre la susodicha tomándolo como un literal alago.

-y… ¿tienen alguna forma de transporte?- pregunto con un poco de curiosidad, había visto a las dos chicas volar hace unos momentos, cosa que también lo había agarrado de susto, pero aunque no sabía nada de cómo lo hacían, opinaba que sería cansado cargar a los chicos por un largo rato.

-Pues… ahora que lo menciona, la nave “T” no está en sus mejores condiciones-

El grupo de jóvenes se le quedo mirando a lo que parecía un avión naranja con más que un rasguño, la nave “T” había tenido mejores días, de eso no había duda, pero esto no era uno de sus peores días tampoco, y aunque Cy la conocía como su cuerpo mismo, ya que él la creo, tardaría un buen rato en repararla, y mas si es que necesitaba alguna refacción.

+*+

Mientras tanto en otro lugar lejos de ahí, una anciana se encontraba dirigiendo a unos hombres en sus jardines, hoy celebrarían el cumpleaños de uno de los hijos de los trabajadores de la hacienda y ella gustosa había ofrecido su jardín para los niños.

-Patrona, ya se arregló el problema en las caballerizas- le dijo un hombre entrando por una de las entradas del jardín.

-Excelente Fausto, ¿Y dónde está él?-

-Sigue con los caballos, ya sabe que a ese muchacho le encanta estar con los animales-

-Sí, este niño es especial, me alegra haberlo encontrado- la mujer sonrió ampliamente, desde la llegada de ese niño sentía que los días en su hogar se habían vuelto más alegres y vivos.

+*+

Después de debatirlo mucho, decidieron aceptar el ofrecimiento del señor, más cuando les dijo que podían conseguir alimento y agua, cosa que en esos momento a más de uno no le caería nada mal; Cy y Robin se subieron en la parte trasera de la Pick-up, la cual para desgracia de sus posaderas estaba muy caliente, Robin había tenido que poner su capa para los dos en el suelo y no quemarse todo el camino, a pesar de tener un trasero de metal, literalmente, Cyborg conservaba algunos nervios y sensores sensibles en esa parte, además que con el contacto de algo caliente se podría sobrecalentar sus circuitos.

Las chicas ocuparon el único asiento de enfrente, junto al conductor, aunque este se mostró un poco incómodo al ver que la chica de capa azul se sentaría junto a él, siendo sincero consigo mismo esa chica lo ponía de nervios.

Prendió la radio en una estación local de música ranchera y puso en marcha el vehículo, este había sido un extraño comienzo para su día, no tanto para sus pasajeros, que aunque él no lo supiera, eran los Jóvenes Titanes.

Pero ¿y que hacían estos héroes en este apartado lugar de américa latina?

Bien, tendríamos que retroceder tres días mientras que ellos estaban en su hogar patrullando la ciudad…

Todo parecía tranquilo, alguno que otro robo menor por tontos delincuentes que aún no captaban que esa ciudad estaba al cuidado de los grandiosos Jóvenes Titanes, pero nada que un buen susto y una estadía en la cárcel no remediara.

Ese día como muchos otros cada quien estaba por su lado, tratando de patrullar la mayor área posible de la ciudad, un método para evitar crímenes más grandes, una medida tomada prácticamente desde la perdida de Chico Bestia, además de que era una forma de pasar un rato ellos solos tratando de lidiar con sus propios dolores, que poco a poco se convirtieron en parte de su vida.

Star estaba patrullando cerca del centro, aparte de un poco de tráfico no había nada emocionante, a veces le parecía tan extraña la conducta de los humanos, le parecía en muchas ocasiones muy innecesarias la utilización tan continua de esos vehículos siendo que en su planeta caminar o volar era la mejor opción para trasladarse de un lugar a otro, aunque también tenía que tomar en cuenta que las ciudades en su planeta normalmente eran como grandes colonias en formas de castillo donde fácilmente toda una población viviría, y las poblaciones humanas eran un poco más extensas y eran mucho más débiles que su pueblo.

Se sienta arriba de un rascacielos y mira a la frágil existencia humana, que en momentos determinados, pueden mostrar una increíble fortaleza que envidiaría cualquier guerrero, como él, como su pequeño amigo verde.

No hace mucho se había cumplido un año de aquella perdida y el ambiente de la torre “T” no pudo estar más tenso, visitaron la tumba de Chico Bestia, dándose cuenta que ya varias personas habían venido a dejar un presente, mayormente flores, alguno que otro peluche incluso, hubo alguien que le dejo un pedazo de coral y una muy bella concha, supuso que ese debió de ser Aqualad, ese fue uno de los más afectados junto a Más y Menos del grupo de titanes este, después de todo ellos dos tenían cierta afinidad al estar más conectados con los animales debido a sus poderes, Más y Menos eran aun unos niños y perder a un compañero bromista como Chico Bestia fue un duro golpe, ahora que recordaba, en el funeral hubo un pequeño enfrentamiento entre Aqualad y Robin.

Aun recordaba que los demás miembros del equipo de titanes este y sus amigos tuvieron que intervenir para que estos se separaran, después de eso nadie pregunto nada ni profundizó en el tema, pero no era necesario, cada uno podía concluir lo que había pasado, Aqualad lo había recriminado por la muerte de Chico Bestia, Robin se había defendido, aunque sabían que este se culpaba por ese echo, mucho mas de lo que cualquiera pudiera reprocharle.

Crack

El ruido de cristales romperse interrumpe sus pensamientos, rápidamente busca con sus ojos verdes el origen de ese ruido, ¿acaso sería un ladrón?, ¿en plena luz del día?, bueno, no seria la primera vez, aunque normalmente no eran tan escandalosos.

-¡Cuidado!-

Los gritos de la gente se comienzan a escuchar por toda la calle, y es ahí donde ve al ser que causa tanto alboroto, un androide, o algo por el estilo entraba a una especie de tienda y parecía que tragaba tanto aparato tecnológico se le pasaba enfrente, al mismo tiempo, su cuerpo de cables y metal parecía crecer poco a poco, no parecía interesado en dañar transeúntes o a los encargados de la tienda, aun así su presencia estaba haciendo un gran revuelo y sea lo que estuviera planeando para comer esas cosas seguramente no eran nada bueno.

-Chicos, hay un problema en el centro- rápidamente tomo su comunicador y notifico lo que estaba sucediendo mientras bajaba a toda velocidad volando para posicionarse junto a aquella cosa.

-Vamos en camino- recibió la respuesta de su líder y se dispuso a tratar de detener esa cosa por ella misma.

La creatura tenía un cuerpo de sapo o rana, para ella esas dos creaturas eran lo mismo, el encargado de la tienda, un muchacho no mayor a unos veinticinco años se encontraba arrastrándose por una pared donde había uno que otro anaquel con varios aparato electrónicos, celulares hasta laptops o adaptadores, se veía que estaba muerto del miedo y quería salir de ahí inmediatamente, pero por el mismo miedo había ratos que se quedaba congelado o que sus movimientos fueran más lentos o torpes.

La cosa se empezó a complicar cuando la creatura, si es que se le podía llamar así, empezó a ponerle especial atención a los aparatos arriba del infeliz empleado que apenas reacciono en agacharse para cuando esa cosa salto en su dirección y empezó a comer de manera grotesca todos los aparatos, escuchándose el sonido de plástico, metales y circuitos romperse en el proceso.

Al ver como un inocente está en peligro Star reacciona con rapidez, utilizando su fuerza descomunal toma el gordo cuerpo por atrás, donde al parecer varias especies de bujías como verrugas de sapo sobresalían sobre esa piel grisácea metálica dejando escapar docenas de chispas, y lo levanta con una relativa facilidad que cualquier levantador de pesas olímpico envidiaría, arrojándolo a la calle.

La creatura estando aturdida es atacada nuevamente por varias bolas de energía de color verde fosforescente, con movimientos torpes es capaz de ponerse de espalda y hacerse bolita, esta posición aunque simple hace que en su cuerpo los impactos sean menos dañinos siendo su espalda la parte más fuerte.

Star se detiene dándose cuenta que sus ataques ya no le hacen tanto daño, en realidad ninguno, ya que de alguna forma una casi imperceptible red de energía protege el cuerpo, era un campo de fuerza.

Fueron escasos segundos los que se distrajo con eso pero suficiente como para que esa cosa creara una bola de energía pura y se la lanzara de lleno, una enorme cantidad de electricidad recorrió su cuerpo, tal vez lo suficiente como parar el corazón de una docena de humanos, pero como ella no era humana, solo le causó gran dolor y entumecimiento.

Sin poderlo evitar tuvo que poner los pies en la tierra, literalmente, dejando de flotar en el aire y volviendo a estar cara a cara con el villano en turno, no tiene que esperar mucho para que la mole de Cyborg monstruoso frente a ella salte sobre ella tratando de aplastarla, no se quita, ¿para qué?, la tarea de recibirlo con sus manos desnudas y resistir su peso sobre ella es una tarea relativamente fácil a pesar de estar débil por el ataque anterior.

El ruido de una moto se empieza a escuchar por la calle relativamente desierta, reconocería el ruido de esa moto en cualquier lugar, es uno de los vehículos favoritos de su amigo y líder, Robin ya ha aparecido en su ayuda.

Sin necesidad de decirse nada, la pelirroja lanza hacia arriba el animalejo robótico hacia arriba donde recibe una serie de ataques, boomerangs explosivos que dan de lleno en su estómago atravesándolo, mas eso no es lo único, un rayo azul se une al ataque, Cyborg también ha llegado junto a una Raven preparando dos buzones envueltos en su energía oscura para lanzárselos de lleno, esforzándose un poco más Star concentro una gran cantidad de energía en su puño izquierdo y golpeo de lleno a la creatura, o lo que quedaba de ella al caer después de tantos ataques.

Hubo una explosión, humo y algo de fuego, pero lo que quedaba de esa cosa ya no mostraba señales de vida.

No hubo felicitación del jefe del equipo o de alguno de ellos por el buen trabajo, esas ya eran muy pocas, por no decir nulas, los ánimos nunca volvieron a ser lo mismo con la perdida del más joven del grupo.

Robin y Cy se acercaron a los pobres despojos de lo que fue su oponente en turno, ambos analizando a su manera, buscando cualquier indicio sospechoso que explicara su procedencia o la razón de venir a causar tanto alboroto, después de todo, a cada acción una reacción, él había atacado su ciudad, ellos la habían defendido, pero antes de eso debió haber una causa por la que esa cosa se haya atrevido a venir a su ciudad a hacer tanto alboroto.

-Tienes un poco… de algo de esa cosa en el cabello-

Después de un rato, mientras que Cy y Robin estaban inspeccionando los restos de la creatura, Raven había notado cierta sustancia viscosa en la parte de atrás de la melena pelirroja de su compañera y amiga, entre amarilloso y verdoso, para ella le pareció una especie de asquerosa flema o gargajo.

-¿Qué?... ugk, esto me recuerda a las entrañas de una cucaracha tamariana cruda- la mano de la pelirroja había tocado la parte señalada por su sombría amiga, esa cosa viscosa, pegajosa y de un color nada agradable estaba en su cabello, en ese momento deseaba entrar urgentemente a un baño a quitarse esa cosa.

-Espera Star, déjame analizar esa… esa cosa- Cy se acercó a las chicas, esa cosa lucia asquerosa, le recordaba a algo que había vomitado la larva mascota de la casa.

-¿Y que se supone que es esa cosa?-

-Ese monstruo está equipado en lo último en nanotecnología, por cada cosa que devoraba nanorobots se encargaban de descomponerlo y re transformarlo en su cuerpo, y esta baba está llena de esas cosas, es una sorprendente tecnología-

-Ahora la pregunta es ¿Para qué?- Robin se acercó a su equipo, la policía se acercaba para encargarse del desastre más que como refuerzos, ya no había mucho que inspeccionar en los restos de esa creatura.

Regresaron a la torre para terminar de analizar las muestras, el instinto de Robin le decía que había algo muy grande y malo detrás de todo esto. 

-Wou-

-¿Qué descubriste Cy?-

-Esta cosa esta más allá de lo que me hubiera imaginado, es casi como si estuvieran vivas de verdad, si no lo hubieras atacado con todo seguro se hubiera regenerado fácilmente, al parecer uno de nuestros golpes por suerte dio de lleno en el núcleo principal que brindaba la energía y servía como cerebro principal de aquel monstruo-

-Muy interesantes conjeturas, pero eso no nos dice nada de quien pudo hacerlo, ¿no es así?- 

-No Raven, ni si quiera tengo registros de alguna compañía o científico que haya llegado a ese nivel en robótica, lo mas cercano es cierta tecnología militar y de la medicina desarrolladas por las empresas Wayne o Luttor-

-¿Tu qué piensas Robin?-

-Pienso que esto aún no ha terminado, sea lo que quiso hacer esa cosa no la dejamos concluir y de donde una vino puede haber más… TITANES, patrullaremos la ciudad esta noche, algo me dice que sea quien esté planeando todo esto hará su siguiente movimiento pronto- 

Dicho y hecho los JT’s empezaron a patrullar toda la ciudad desde esa tarde hasta el anochecer, durante todo un día estuvieron esperando algo fuera de lo normal, solo pasaron algunos robos menores, nada fuera de lo usual.

Ya era madrugada y nada pasaba, aunque ni 24 horas habían pasado, quizás demasiado pronto para que algo sucediera de nuevo, pero aun así Robin lo presentía muy fuerte, algo muy grande pasaría pronto.

Fue justo cuando los primeros rayos del sol empezaron a salir por el horizonte que algo rápido se movió en el cielo, demasiado grande para un pájaro, demasiado pequeño para un avión, fue en una tienda de electrodomésticos donde se detuvo, todavía no la habrían y las rejas estaban puestas en puertas y ventanas, pero con el fuerte golpe de su pico y garras estas fácilmente termino en el suelo de la calle junto a un montón de vidrios, su festín comenzaba ahora.

Fue un aviso de la policía escuchado por su radio lo que lo alerto, un robo en una tienda de electrodomésticos, el ladrón había activado las alarmas al forzar la entrada y la policía iría a su encentro, un trabajo descuidado, pero que le llamo la atención, llamo a su equipo y se encaminaron al lugar.

Una nueva creatura como el sapo se erguía enfrentándose a la policía, recibiendo balazos sin ningún efecto en su cuerpo, parecía una bola con alas, un pájaro realmente regordete, seguramente muy lleno de lo que saqueo en la tienda, no era como el sapo, pero si tenia la pinta de venir del mismo lugar.

-Titanes ya saben que hacer-

Se lanzaron nuevamente contra el nuevo monstruo, pero este demostró ser mucho más escurridizo que su anterior adversario.

-¡Raven cuidado!- 

Demasiado tarde, una especie de tentáculo había golpeado a la chica, el daño no habría sido tan grave si no fuera porque el tentáculo emanaba electricidad dejando inconsciente momentáneamente a la joven pálida.

Star fue a ayudarle, deteniendo el segundo tentáculo que había salido misteriosamente del cuerpo de la extraña ave, la policía se había alejado, dejando el trabajo sucio por así decirlo a los jóvenes héroes.

-Cy dispárale, yo me hare cargo de los tentáculos-

En trabajo coordinado pulido con el tiempo el joven Cyborg y el joven acróbata se lanzaron nuevamente contra el monstruo, con maniobras agiles y una soga especial Robin logro atrapo el par de tentáculos mientras el afroamericano apunto y disparo, no hubo un escudo como la primera vez, no fue necesario, aquel rayo no había causado ningún daño.

-Imposible…-

-Cy no te quedes ahí-

-Ya se, ya se, solo tendré que aumentar la potencia-

-¡Cuidado!- grito Star al ver como un nuevo tentáculo salía de la creatura y golpeaba a su amigo arrojándolo contra las patrullas dejadas por la policía, Cy podía ser tan duro como el acero, pero eso no evitaba que doliera.

-Agh, esto dejara abolladura, y no me refiero a las patrullas- 

Ya no hubo tiempo para quejas o palabras entre ellos, cada quien tubo que defenderse de una tormenta de azotes de tentáculos electrificados, teniendo que utilizar toda su destreza para evitar los ataques así como evitar que estos mismos chocaran con los cables de alta tención que se encontraban en unos postes de luz cercanos, eso aumentaría el desastre con el que se estaban enfrentando.

Star reuniendo fuerzas agarro firmemente el tentáculo y se alzó rápidamente en vuelo dándole vueltas a la creatura mecánica quien desorientada se dejaba hacer, fue en su ultimo giro que la poderosa alienígena le soltó directo al pavimento donde sus compañeros lo esperan ya con todo preparado, parecía que esto terminaría en lo siguientes segundos.

Y entonces cuando cada uno de los héroes estaban listos para atacar la creatura extendió sus alas y freno su caída en contra de los pronósticos de cada uno de ellos para luego salir disparado nuevamente hacia el cielo.

En menos de un segundo la creatura era una mancha que se alejaba cada vez más y más rápido de los jóvenes héroes, y siendo Star la única en vuelo en esos momentos se dedico presurosamente a perseguirla, y siendo sinceros, le estaba costando trabajo.

-¡Star!, ¡Star responde!- Robin se trataba de comunicar con su amiga por su comunicador especial, que se alejara así de repente resultaba muy peligroso.

-/Aquí Star, estoy siguiendo a la creatura pero es muy rápida/- se escucho la voz jadeante de la alienígena pelirroja al otro lado.

-no hagas nada precipitado, si puedes solo síguelo, tal vez te lleve a quien lo envió-

-/entendido, me mantendré en contacto/-

Cortando la comunicación la pelirroja se dedico a perseguir a la creatura, la cual parecía aun no darse cuenta de que era perseguida, tan concentrada Star estaba de no perderla de vista que no se dio cuenta que iba cada vez mas lejos de la ciudad, mas halla de sus alrededores o tan siquiera mas lejos que la siguiente ciudad mas cercana.

Mientras que Star perseguía a la creatura, el resto de los JT´s se organizaban para seguir a su compañera por medio del rastreador de su comunicador, encontrando la mejor opción que usar la nave T, la cual había sufrido modificaciones ese año, específicamente en el lugar que “sobraba”, fue iniciativa de Cy el modificar la nave, no solo el tenia problemas al ver el puesto que alguna vez ocupo su querido y difunto compañero de equipo cada vez que tenían que viajar, además, no podía concebir la idea de que alguien más ocupara su puesto, asi que quito el asiento y algunos controles, convirtiéndola prácticamente en una cajuela, cosa no muy necesaria algunas veces como héroes, pero útil otras veces.

Media hora después de persecución, se dan cuenta que Star esta detenida en un punto en medio del desierto.

-Star, ¿Qué ha pasado?-

-/Cy… chicos… lo siento…/-

-¿Star ¡que pasa!?- reclama saber el líder del grupo, esperando que no haya cometido alguna imprudencia.

-/Esa cosa ugh… creo que sabia que la perseguía, cuando tuvo la oportunidad se voltio de repente y saco nuevamente un tentáculo, apenas logre esquivar el golpe y pero había sacado otro tentáculo y me golpeo de lleno, lo siento chicos, me derribo y le perdí el rastro…/- 

Son malas noticias, pero no son las peores que se podrían esperar, 

-Espéranos en tu ubicación actual Star, iremos por ti veremos que hacer-

-/Entendido Robin/-

-Robin… ¿estas pensando lo que creo que estas pensando?- pregunta Cy después de un rato de silencio, algo en el ambiente le recuerda a ciertas misiones pasadas, y ya se puede imaginar cual sera la siguiente decisión de su líder y compañero –ese silencio solo me lo confirma-

Llegan en menos de cinco minutos a la ubicación de la alienígena, la cual sentada en una roca trata de recuperarse de la tremenda carrera y caída que sufrio hacia unos minutos, era cierto que era mucho más resistente que cualquier humano terrícola, pero eso no indicaba que estaba exenta de dolor.
-Star, ¿Cómo te encuentras?-

-Mejor Robin-

-Bien, ¿Puedes rastrear a la creatura de alguna manera?- dijo dirigiéndose a Cyborg que antes que le preguntara estaba revisando ya sus sensores.

-No es imposible pero algo difícil, la señal que suelta ese monstruo, si queremos encontrarle debemos ponernos en marcha de una buena vez por todas-

-Entendido, chicos tenemos a un monstruo que perseguir-

-¿Pero y la ciudad?-

-Ya llamamos a los Titanes Este, enviaran a Aqualad y a los gemelos- respondió Raven mientras subía junto a los demás a la nave. 

Star no pudo evitar mirar a su líder con la mención del héroe que manejaba las aguas y se comunicaba con las creaturas que vivían en ellas, para el ojo que no conocía a Robin no notarían esos pequeño y sutiles cambios en la expresión seria y fría del joven maravilla, o algún cambio en la postura firme de estatua elegante y atleta que siempre portaba, cierto, su expresión no cambiaba pero si ponías algo de cuidado podías notar el segundo en que aguantaba la respiración, o en su postura aquella tención en su cuello o el casi imperceptible movimiento de sus manos al tensarse y apretar rápidamente.

De nuevo el recuerdo de aquella discusión en el funeral, y luego irremediablemente la muerte de Chico Bestia.

En esos momentos era cuando más extrañaba un chiste o comentario que intentaba ser gracioso, aunque la mayoría de las veces no entendía, de su joven y querido compañero, solo para que esa sombre de tristeza y penumbra desapareciera.

Y así continuaba la persecución, en un silencio que parecía solo interrumpido por preguntas de Robin a Cy sobre si la dirección que tomaban era la correcta o no, una palabra o dos de ella con respecto a que se estaban alejando de territorio estadounidense, y una noche de desvelo total aun viajando por lo que parecía ser un territorio semidesértico con flora escasa y algo extraña, al menos en opinión de los no nativos de la tierra, Star y Raven, para luego, ser azotados de repente y empujados con fuerza y brusquedad por la gravedad y una fuerza exterior a tierra sin poderlo evitar.

Sus reflejos e instintos junto a una buena coordinación ayudaron a salir de un choque que hubiera resultado fatal, fue Cy quien apretó el botón eyector haciendo que todas las cabinas se abrieran y cada quien lograra salir en los segundos críticos antes del impacto, Star fue quien lo ayudo mientras que Raven hiso lo mismo con el joven maravilla, para aterrizar precariamente en un terreno que luego seria su campo de batalla.

De nuevo la extraña mezcla de creatura y maquina se posaba ante ellos, pero contrario a la vez anterior esta no parecía querer huir, se mostraba en una actitud retadora y agresiva, tan solo verlos ataco a diestra y siniestra sin compasión a los jóvenes héroes, que a pesar del desvelo logran esquivar los ataques que no solo son tentáculos electrificados sino también pequeños disparos de energía que seguramente dejarían aturdidos o moribundos si llegaba a acertar.

Horas de entrenamiento y experiencia hacen que resulte relativamente sencillo evitar los ataques en un lugar mas despejado que las calles de la ciudad, solo era cuestión de esperar el momento adecuado y acertar, pero siempre pueden aparecer pormenores y cosas inesperadas, no es otro monstruo o villano, es un vehículo que pasaba justo en esos momentos un hombre ignorante de la situación que estaba pasando más adelante en el camino de tierra que estaba tomando se dirigía a una situación de lo mas peligrosa.

Fue solo consiente cuando de repente todo se movía con brusquedad como un terremoto, para ver una masa indefinida rodear el capot y luego parecer lanzarlo, debía estar alucinando ¿verdad?

A pesar de lo altamente precaria situación, resulto al final beneficioso ya que encontraron en el mismo momento en que arrojo el vehículo la oportunidad para atacar, Star logro atrapar antes de su caída el vehículo y depositarlo en el suelo, para unirse a sus amigos a un feroz ataque contra el monstruo bajo la atenta e incrédula mirada de un hombre que aun no sabia que rayos estaba ocurriendo, solo hasta el final y apenas entendiendo la explicación de los jóvenes se hacia a la idea de lo que acababa de pasar.

Y eso era lo que había pasado hasta terminar sudorosos sobre esa Pik-up, unos más acalorados que otros…

-Cy… creo que está saliendo un poco de vapor de tu cuerpo-

-La parte trasera de esta camioneta es como un microondas, no me extraña que nos estemos cocinando como bisteque, ¿tu como rayos soportas el calor con ese traje?, y no me salgas con esas frases de que “todo está en la mente”-

-En realidad siento insoportable este calor-

-Pues lo disimulas muy bien-

El desierto poco a poco iba cambiando frente a sus ojos y más vegetación se dejaba ver, los colores amarillos y cafés secos eran cambiados por unos mas verdes y vivos, incluso se podía ver alguno que otro animal como vacas, toros y caballos dispersos por los alrededores.

-Creo que esto es una especie de granja-

-Más bien una hacienda Cy-

El recuerdo lejano, de tiempos más felices, mas haya del antifaz y el manto del caballero nocturno llego a su mente, días con mas luz y colores, en que un manto más colorido en un escenario totalmente diferente se desarrollaba su vida, donde su familia trabajaba bajo la luz de reflectores y risa para dar un espectáculo parecido a aves volar y jugar.

Fue en esos días en que conoció diversos lugares, en que vio lugares parecidos, más silvestres y libres, pequeños pueblos y poblaciones en donde brindaban risas y sonrisas, pueblos, granjas, ranchos e incluso cerca lugares parecidos conocidos como haciendas, hacia años que no esta en un lugar como ese.

Parecía una eternidad que había pensado en esos días tan lejanos.

-Hey muchachos, ya casi llegamos- se escucho la voz del hombre a trabes de una ventana que abrió en dirección de la caja de la pick-up, y en efecto, frente a ellos se empezaban a ver más construcciones y cercas con una mayor concentración de animales.

Y así como había más construcciones, más gente realizando diversos deberes y trabajos, desde alimentar a los animales hasta acarrear costales o paja, se podía observar en los alrededores, y así como ellos podían verlos, estos a ellos causando impresión.

Dentro de poco fueron el centro de atención de todas las miradas curiosas de ese lugar, no todos los días se veían personajes tan pintorescos en esos lares, a menos que fueran personajes de circo o citadinos excéntricos, cosa que para algunos podía ser lo mismo.

Poco a poco el rumor y cuchicheo entre los trabajadores se extendió como pólvora encendida, bien dice el dicho: “pueblo chico, infierno grande”, incluso algunos de los hijos de los que trabajaban en el lugar y revoloteaban por los alrededores por la fiesta de cumpleaños se enteraron.

-¿Y dices que eran extraños?-

-Si, bueno, tenían ropa extraña según mi ma- 

Un grupo de pequeños cerca de arboles frutales jugando anteriormente a las escondidas hablaban del chisme del que estaba en boca de todos los adultos en ese momento traído cordialmente por María José, hija de la cocinera de la casa de la dueña, no es que fuera una niña chismosa según ella, ¿pero cómo no compartir esta novedosa noticia con sus amigos si era tan interesante?

-¿Y si son payasos para la fiesta?-

-Ps mi mamá no dijo que se parecieran a payasos, aunque ella no los ha visto-

-Seguro son gente de ciudad que se perdieron, como la otra vez y los campistas que se perdieron-

-Que pendejos han de ser la gente de ciudad si es que se pierden tan fácilmente jajajaja-

-¡Juan!, no uses esas palabras- la pequeña Jose regaño a su hermano, un par de años mayor que ella.

-Que aguafiestas eres-

-Chicos dejen de pelear, Jose, ¿están en la casa de la doña?- dijo otro pequeño, Joaquín, que era siempre el intermediario de esos dos hermanos y mejor amigo de ellos.

-Aun no, pero probablemente ya estén por llegar- respondió reflexiva la joven.

-Pues vallamos a ver, ¿no?-

Así el pequeño grupo de infantes se encamino a la gran casa de la doña, de pasada atrayendo a los demás niños que estaban dispersos por el lugar esperando el comienzo de la fiesta, los cuales eran una gran cantidad siendo una pequeña multitud de pequeñas personitas curiosas por la nueva novedad.

Una gran construcción se alzaba en esos campos, cercas y establos, digno aspecto de la época colonia y conservada con todo su esplendor, la gran casona de múltiples habitaciones mostraba una fachada de paredes naranja claro y marcos rojos para cada puerta y ventana dándole un aspecto cálido y hogareño.

La pick-up no se estaciono frente a la gran casa que se mostraba frente a los ojos de los extraños extranjeros, sino a unos metros en lo que seria unas cocheras con otros carros tan viejos como este y otros de mejor aspecto.

-Llegamos, ya pueden bajar muchachos-

-Música para mis oídos-

-¿Qué pasa Cy?, el viaje fue muy entretenido-

-Claro Star… como tú no tuviste que viajar como sobre una sartén de este carro- se quejo el afroamericano mientras de un salto bajaba y los amortiguadores hacían un chirrido como de satisfacción al ya no tener que soportar tanto peso.

-Tú no tuviste que escuchar todo el camino música de lo más extraña-

-A mi me pareció con tonada pegajosa, tal vez le pida ayuda al señor para que me diga donde puedo conseguir ese tipo de música-

Al igual que con Robin, Raven era difícil de leer si no la conocías bien, solo el ligero movimiento de sus parpados para Cy, quien era el único que le presto atención en ese momento, era de comprender que ella pensaba todo lo contrario de esa música que se escucho en la radio, tal vez incluso ya pensaba enclaustrarse en su habitación cuando regresaran a su hogar si la alienígena decidía en serio escuchar nuevamente ese tipo de música, eso le resulto al risible.

-He muchachos ¿Qué tanto hablan?- pregunto algo extrañado el ranchero, de repente estaban todos hablando en ingles, y siendo sinceros él era muy malo en eso.

-Nada de importancia señor-

-Bueno muchachos, será mejor que me sigan para poder darles de agua, segurito se estarán muriendo de calor-

-Ni que lo mencione-

Mientras caminaban dentro de la morada, Star se quedo un poco atrás de ellos entretenida en algo que jamás había visto hasta ahora, en una mesa en el pasillo de la casa, había una mesa, y sobre ella un mantel blanco con otros mas pequeños y de diversos colores, sobres estos una foto y velas, pero eso no era lo que llamaba su atención, eran precisamente las flores que parecían dispersas descuidadamente sobre la mesa lo que capto su curiosidad, el guía improvisado se percato de esto y se acercó a la chica.

-Son flores naranjas, jamás había vistos de estas en la ciudad, o mas bien en este mundo- dijo ella cuando se percato de su presencia a su lado.

-Ha niña, esas son cempasúchil, son unas flores muy bonitas y muy especiales para estas fechas- dijo el señor que habían salvado con cierta sonrisa nostálgica.

-¿Por qué es eso señor?-

-Pronto será día de muertos niña, una fecha muy especial para nosotros, ponemos ofrendas a nuestros difuntos y muchas flores de estas para cuando ellos vengan a vernos y se sientan bienvenidos y disfruten de su fiesta- dijo con cierto tono de alegría y nostalgia.

Un silencio recorrió al equipo de jóvenes héroes y sus facciones cambiaron a unas mas oscuras, deprimentes, ese cambio tan abrupto en el ambiente que los rodeaba no paso desapercibido, hasta podría decir que intimido un poco al hombre que los acompañaba pero lo disimulo muy bien.

-Supongo que eso no lo festejan mucho por halla en el norte, perdón si les hice sentir un poco deprimidos, pero en realidad para nosotros es una fecha llena de nostalgia y festejo, nos recuerda que nos volveremos a ver tarde o temprano, precisamente ese altar es a memoria del difunto esposo de la patrona, ella lo pone cada año desde que su esposo murió-

-Se ve que ella lo amaba mucho- comento Star notando el detalle de las decoraciones del dichoso altar, en su planeta no tenían ese tipo de celebraciones o rituales pero se veía muy bonito.

-Y aun lo amo- la voz de una mujer mayor les llamo la atención desde la entrada -¿Quiénes son estos jóvenes?, que yo sepa no mande o mandaron contratar un espectáculo o payasos para la fiesta de Ricardito- delante de ellos estaba una mujer de facciones marcadas por el tiempo, de cabellos con caminos blancos y grises de mechones de canas en un peinado atado completamente en una trenza, sus ojos cafés miraban escudriñando cuidadosamente a cada joven delante de ella que claramente jamás había visto en su vida.

-Patrona, no son ningunos payasos, son héroes, superhoroes para ser exactos, de esos que salen en las noticias de Estados Unidos-

-¿Héroes?, yo aquí solo veo a un motón de jóvenes con ropa extravagante-

-Me salvaron esta mañana, se lo puedo asegurar-

-Mmmm… héroes… ¿y que hacen estos… héroes por estos lugares?- dijo en un claro y nada disimulado tono desconfiado.

No era la primera vez que actuaban desconfiadamente con ellos, seguramente tampoco la última, eso no quitaba el ligero sabor amargo que dejaba en la boca a alguno de ellos, ya que de cierta forma eran tratados como los criminales contra los que luchaban.

-Disculpe las molestias señora, pero debido a unos… inconvenientes llegamos a estos lugares persiguiendo a un criminal y nuestro transporte quedo en precarias condiciones, si así lo desea nos retiraremos a la mayor brevedad posible, pero por ahora necesitamos conseguir algunas refacciones para hacerlo- quien tomo la palabra fue Robin, que con toda la cortesía que pudo le hiso saber de su situación y razón de estar ahí.

Por un momento la anciana mujer pareció mirarlos con más severidad, incluso alguno de ellos podrían decir que podría estar enojada, 

-Mmmm… con que te salvaron ¿he?, suena interesante… mandare a que les traigan algo de beber y comer, parecen salidos recién del horno por su aspecto, pueden descansar en la sala por el momento, y no piensen que planeamos algo en su contra si hay mucho barullo, hoy hay fiesta así que la estamos preparando- dijo la mujer mientras se adentraba de nuevo a la casa dejando a los héroes con la palabra en la boca sin poder agradecer o refutar.

Ya cuando no se escucharon los pasos de botas que traía aquella mujer Cy se aventuro a decir su opinión.

-Creo que no le caemos muy bien a la anc… a la señora-

-En realidad reacciono muy bien, a veces puede ser muy temperamental, supongo que no le parecieron tan malas personas o solo este algo feliz por la fiesta de Ricardito-

-Claro…-

-Bien los llevare a la sala, ahí esta más fresco-

Mientras tanto en las cocinas de la casona.

-Hey mi niño, ¿no quieres ir a ver a los tipos que llegaron hace rato?- pregunto una mujer de mediana edad mientras colocaba un plato de fruta recién picada sobre la mesa, como respuesta solo recibió un ligero movimiento de cabeza negativo –creo que haces bien, además con lo chismoso y pequeño del lugar nos enteraremos como reacciona la doña o hasta verlos si no se van pronto, ¿te gusto la fruta?- de nuevo no recibió una respuesta con palabras sino un nuevo ademan de cabeza que consistió en un enérgico asentimiento de cabeza –pues buen provecho mi niño, voy a terminar el plato de mole para la fiesta- acomodo su mandil y se acercó a la estufa donde una gran hoya de barro la esperaba.

María, así se llamaba, madre de José María y Juan, una mujer ni muy alta, ni muy delgada, era la típica mujer trabajadora y que amaba su trabajo, piel morena y cabellos negros como su hijo, ojos cafés como su niña, y casi siempre la podías ver sonreír, pero cuidado si la hacías enojar.

Mientras se encargaba de algunas cacerolas sobre la estufa revisaba atenta, aunque no lo pareciera, al joven sentado en la mesa de la cocina comiendo el plato de fruta, y no pudo más que sonreír.

-¡María!, ¿tienes algo para picar?-

-Señora, ¿tiene hambre?-

-No, no para mi, como supongo sabrás, así como casi toda la hacienda, Pedro se encontró a unos bichos raros y los trajo para acá-

-¿Bichos raros?-

-Si, visten unas pintas de payasos y dicen ser “héroes”, ahorita me enterare que es lo que paso-

-Creo que tengo algo de pan dulce de esta mañana y café, también algo de limonada-

-Oh mi niño, yo pensaba que aun seguías con los caballos- doña Griselda se acercó a la mesa y saludo el joven que seguía comiendo su plato de fruta, tomo una servilleta y limpio cierto hilo de jugo en el mentón del otro –es bueno ver que tienes apetito-

La sonrisa que intercambió el joven en la mesa y la anciana era de absoluto cariño, para la mujer era de lo más grato ver sonreír a ese joven, un gran logro desde la primera vez que lo encontró.

-Bueno, te espero en la sala María, me llevare la cesta de pan mientras tanto-

-De acuerdo doña Griselda-

-Y tú mi niño buen provecho-



Mientras que doña Griselda llevaba algo de pan a los “invitados”, cierto grupo de niños se escabullía para llegar adentro de la casa de la doña. 

-Hey… ¿y alguien tiene idea de donde podrían estar?-

-Ni idea-

-Yo solo seguía a María-

-Y yo a Juan- 

-Esto es aburrido, yo mejor afuera a jugar con Ricardo- dijo uno de los niños tomando la mano de otro niño, castaño, cabe decir, el mas pequeño de todo los de ahí.

-Ok- responde este, era el cumpleañero que poco o nada le importaba el chisme de los extraños visitantes, prefería salir a jugar afuera con sus amigos y festejar su cumpleaños.

Algunos niños, que se les había pasado la emoción de ver a los “visitantes”, decidieron ir a acompañar al cumpleañero, así como era tan rápido el interés que podía tener un niño de alguna cosa este fácilmente se podía desvanecer, bueno, a la mayoría en esa ocasión.

-Yo aun quiero ver a esos tipos- comento la niña que había empezado todo ese movimiento de cierta manera, José María se había quedado junto a su hermano y mejor amigo.

-Pues… al menos intentémoslo un poco más- secundo su hermano que aun tenía mucha curiosidad.

Ambos miraron a Joaquín, quien como siempre entendió la indirecta, de cierta forma en un acuerdo silencioso desde hace tiempo en ese grupito habían decidido que él era el líder del grupo, por así decirlo, era listo y prudente, junto a él casi nunca se metían en problemas, no por que casi no hicieran travesuras, sino porque de alguna u otra forma Joaquín lograba evitar los problemas y que los descubrieran, bueno, tampoco era que hicieran muchas travesuras.

-Creo que tengo una idea- 

Ambos hermanos sonrieron ante el comentario de su amigo, siempre podían contar con su amigo.




-Así que son “héroes”-

-Si señora…-

-Griselda, Griselda Paramo ese es mi nombre, aunque pueden decirme doña, así me llama aquí casi todo el mundo, y ustedes son…-

-Los Jóvenes Titanes, somos un equipo de héroes, yo soy Robin-

-Yo Cyborg-

-En este planeta mi nombre se pronunciaría Starfire, y mi amiga es Raven-

El grupo de jóvenes héroes se encontraba acomodados en un gran y largo sofá, a pesar de la apariencia antigua de la casona, el interior tenia un decorado moderno y acogedor, frente a ellos estaba la anciana mujer dueña del hogar retomando la conversación sentada en un cómodo y mullido sillón individual, el pan estaba puesto sobre una mesita entre esos dos muebles y Cy aprovechaba por fin tener algo de alimento a su alcance.

-¿Planeta?, ¿acaso eres como el tipo ese de la capa roja?-

-Así es, yo vengo de un planeta lejano y por ciertas circunstancias pude conocer a la Tierra y hacerme de nuevos amigos como mi equipo-

-Mmmm… y esta muchacha tan callada, supongo que es de este mundo, tal vez debería ver mas las noticias internacionales- a pesar de que había dicho eso su tono aun seguía desconfiado y tenia una mirada de escrutinio total, eso ya se volvía ligeramente incomodo para los héroes –y… ¿no tienen calor con ese tipo de ropa?-

-¿He?- esa ultima pregunta los había descolocado un poco.

-Bueno, no tengo idea que tienen lo héroes con sus trajes, pero supongo que es algo parecido a los que practican lucha libre, pero enserio, usar esa clase de ropa en este tipo de clima y más cuando hay una oleada de calor, cosa un poco rara en esta época del año, deben estar cocinándose con ellos puestos, especialmente tu que pareces traer una armadura puesta- dijo dirigiéndose al afroamericano.

-¿He?, oh bueno, exactamente que se diga que este llevando una armadura que se diga sobre mi cuerpo no es del todo cierto- dijo Cy incomodo, siempre ocurrían reacciones poco favorables y hasta de temor cuando le decía a la gente que era realmente su aspecto, doña Griselda solo se quedo en silencio y alzo las cejas en gesto de expectación –bueno… es un poco complicado… esto en realidad es mi cuerpo-

-Oh… como algo así como una prótesis ¿no?- 

No hubo muecas, no hubo algún tono de sarcasmo en su voz, en realidad parecía que le había creído de buenas a primeras, eso no se lo hubiera esperado de esa mujer por su primera impresión, además que ese tipo de cosas eran muy poco comunes en zonas tan rurales.

-Algo así…-

-Oh bueno, eso no suena tan raro, yo en realidad tengo una prótesis en mi pierna- al momento de decir aquello la mujer subió su pierna izquierda a su rodilla derecha y golpeo con su puño, sonaba como duro y hueco.



-Tenias razón, están en la sala- felicito Juan a su amigo, estaban atrás de un enorme jarrón con una planta con hojas enormes en el pasillo de la casa.

-Si que se ven chistosos-

-Yo diría más bien raros-

-Creo que la doña les esta enseñando su pierna de madera-

-Entonces no les habrá caído tan mal… creo-

Los pequeños espías se encontraban atentos ante los singulares personajes en la sala, sabían que era de mala educación entrar a la casa de alguien sin entrar, y que podrían meterse en problemas si los veían de esa manera, respetaban y apreciaban a doña Griselda, pero la curiosidad era mayor ese día.

-Que trajes más…- comienza la pequeña fémina, como no queriendo o no encontrando la palabra adecuada.

-Ridículos- pero su hermano si la encuentra y la suelta sin reparos, recibiendo una mirada de reproche de su hermana, y es que a pesar de que no estén cara a cara su mamá les enseño a no decir cosas ofensivas de las personas, y eso cuenta como ofensivo, o es lo que opina ella.

-Shhsss nos pueden descubrir-

Y como una orden los pequeños hermanos hacen caso a su amigo, y vuelven su atención a los extraños, pero realmente extraños sujetos.

Todos eran muy diferentes, jamás habían visto un grupo tan variado de personas, y la persona con capucha azul, ¿era hombre o mujer?, ni idea, esa cosa prácticamente lo cubría todo, la chica de piel ¿naranja?, ¿era naranja?, ¿acaso le callo jugo de ese color y no se podía quitar el color?, oh, y el tipo altotote, se veía muy brillante, ¿Qué era lo que traía puesto?, y el otro sujeto, no lo podían ver bien, lo tapaban un poco los demás pero veían algunos colores brillantes en su ropa, rojo y verde, bonitos, querían ver mas y se inclinaron cada vez más tratando de encontrar un mejor ángulo en su posición, sin darse cuenta que se estaban recargando demasiado en la maseta del pasillo.

-¡Ah!-

Rayos, rayos, rayos, el florero de doña Griselda, ahora si iban a estar castigados hasta que se casaran o hasta que estos tuvieran sus propios hijos.

Pero antes que escucharan el golpe o tan siquiera el crujir del fino barro decorado de la maceta una cosa negra la envolvió antes de que a un centímetro estuviera del suelo y la volvió a poner en su lugar intacta.

-¿Qué fue eso?- pregunto incrédulo Joaquín que había terminado sentado en el suelo, jamás pero jamás había visto algo así.

-Mmm… al parecer si son héroes- doña Griselda se incorporo y se acercó a los niños que se habían quedado estáticos con el pequeño pero espectacular suceso –y ustedes ¿Qué hacen aquí niños?, deberían estar ya jugando en el jardín por el cumpleaños de Enriquito-

-Oh… eh… teníamos curiosidad doña Griselda… lo sentimos- ya para que buscar escusas si los habían cachado.

-Bueno mis niños, al menos no hicieron desastre… será mejor que vallan al patio con los demás niños, pronto servirán la comida-

-Si doña Griselda-

Con cara de culpa pero aliviados de que la señora de la casa no se hubiera enojado se alejan casi corriendo y saltando por el pasillo los pequeño infantes, los JT´s solo miran atentos la escena, es claro que en esa casa la que manda es ella. 

-Bueno muchachos, creo si les echare una mano, pueden estar aquí hasta reparen su transporte, el pueblo más cercano esta a algunos kilómetros por que les ofrezco un lugar para dormir si es necesario… y bañarse, ¿alguno de ustedes quieren tomar una ducha?- 

Los jóvenes héroes, después de terminar con algunas bebidas traídas por una señora muy amigable, y también los panes de la canasta, con formas muy curiosas en opinión de la alienígena pelirroja, son llevados por la señora de la casa por los pasillos de esta a unos cuartos donde podrán “refrescarse” según las palabras de esta.

Y nuevamente se detienen al ser Star la que se queda atrás de nuevo viendo la tierna escena a través de la ventana del pasillo.

-Que lindo-

Un enorme jardín lleno de plantas, flores y arboles estaba inundado de risas y gritos de diversos niños correteando y jugando en todo el lugar, vigilados atentos por algunas mujeres, seguramente madres de algunos cuantos y encariñadas con todos los niños, en una de las ramas del árbol mas grande del jardín ubicado en el centro, colgada estaba una colorida piñata en forma de estrella de diversos picos, algunos niños la miraban ilusionados esperando el preciado y ansiado momento en que jugarían a romperla, y al lado de las mujeres unas largas mesas una junto a otra con docena de sillas de plástico, ya con varios platillos como guisados y como centro un enorme pastel decorado con betún de diversos colores.

-Hoy es el cumpleaños del hijo de uno de mis empleados, todo un encanto ese Enriquito-

Algunos niños al verlos se detienen en sus juegos y carreras, unos se les quedan mirando fijamente y otros se largan a continuar con sus juegos no dándoles mucha importancia, pueden ver a los tres niños que vieron hace un rato con un grupo sentados en el suelo al parecer platicando.

-Bueno, síganme de nuevo a las habitaciones, luego si gustan podrán ver nuevamente como se desarrolla esta fiesta- 

La anciana les da un par de golpecitos en la espalda y los encamina de nuevo por el pasillo, y unos ojos verdes observan.

Él también observa a los niños jugar y acompaña a algunos, Enriquito lo pasó a invitar a jugar y no pudo negarse, están jugando a las escondidas y es uno de los que les toca esconderse, elige esconderse entre algunas plantas y macetas del jardín, y ahí es cuando ve a ese cuarteto seguido por doña Gris, son un grupo de lo más singular, aunque pensándolo bien él también lo es, ahora solo le queda esperar a que Fernando, uno de los mejores amigos del cumpleañero lo encuentre junto a los demás, seguro se tardara un buen rato en encontrarlo a él, aparte que ese lugar que escogió es muy bueno para él es fácil camuflagearse con las plantas.


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