Cuando la lluvia este rosando tu rostro
Y cargues el mundo entero en tu maleta
Puedo ofrecerte un caluroso abrazo
Para hacerte sentir mi amor.
Podía escuchar con claridad…
El cantar de los pájaros que no estaban tan lejos.
El olor de la tierra mojada…
Llegaba a sus fosas nasales.
Podía sentir bajo sus manos…
Aquel suave pasto.
Recorriéndolo lentamente
Con las yemas de sus dedos.
Dio un largo suspiro.
Sacando el aire por la nariz
Con una sonrisa
Y con los ojos cerrados…
-Ese suspiro debió haber sido para alguien ¿no?
Kim Junsu abrió los ojos sorprendido, al escuchar aquella voz.
-N… no en realidad. –mordió levemente su labio inferior como muestra de vergüenza.
-¿Puedo sentarme, Junsu-sshii? –señalo el otro hombre el lugar aun lado del mencionado.
Junsu asintió con la cabeza con sus mejillas sonrojadas.
Park Yoochun sonrió… con amor.
Los dos hombres guardaron silencio…
Solo escuchando el cantar de las aves y despeinado sus cabellos cuando el aire pasaba.
-¿Por qué decidió venir a vivir a un lugar tan alejado de la civilización? Es decir… es hermoso este lugar, pero ¿tan lejos? –pregunto minutos después Yoochun.
-¿Tanto le molesta venir a dar clases de Braille a un ciego como yo, señor Park? –dijo irritado Kim.
-No… no quise de…
-Si es así, entonces no requiero más de sus servicios. Dígale a mi padre que le pague lo de esta semana. –y así, Junsu se levanto con ayuda de su bastón, de debajo de aquel frondoso árbol donde estaba sentando, caminando con prisa hacia el interior de aquella cabaña.
Park dio un portazo cuando entro a su coche.
Arranco todavía molesto, dirigiendo una ultima mirada hacia aquella cabaña.
-¡Mierda!
Dio media vuelta para encontrar ese pequeño camino que lo llevaba hacia la carretera.
Park Yoochun tenía 3 años que enseñaba el arte de la escritura y lectura de Braille.
Si… ese que sirve para las personas que no tienen el don de la vista.
Yoochun creció con un hermano mayor del cual a los 12 años se había quedado ciego.
Y a los 15 había fallecido debido a la depresión que tenia por quedarse ciego.
Yoochun tenía 13 años en ese entonces.
Y se juro… que iba a ayudar a la gente que no podía ver…
Tan sólo enseñándole como leer y escribir en un simple método que…
Mucha gente ha adoptado como forma de vida.
Yoochun viajo a los 18 años a París.
A estudiar a la escuela de ciegos y sordos de la capital francesa.
A los 22 ya se sentía todo un profesionista.
Regreso a su natal Seúl donde ahora reside solo… sus padres decidieron irse a vivir a EU desde años atrás.
El padre de Junsu lo contacto hace 1 año y medio para que su hijo aprendiera el braille.
Después de 3 días de negociación, Yoochun viajo a las afueras de Seúl para conocer…
Al hijo de los Kim.
Su único hijo… que vivía en la soledad.
Park quedo impactado…
Se le debilitaron las rodillas en cuanto vio a Kim Junsu, un chico de apenas 19 años.
De estatura media, cabello pelirrojo, piel blanca, labios con un tinte rosado…
Sonrisa inocente y tierna… mirada perdida… pero hermosa.
Fue un día lluvioso…
Fue ese día que Junsu mismo le preparo un caliente té para el frio.
Disculpándose por vivir tan lejos y que él haya tenido que viajar.
Su voz… hermosa…
Observando sus movimientos.
Calculados…
Sabia donde estaban sus cosas…
Sabía por donde caminaba
Y si, Yoochun se enamoro a primera vista…
Él tenía 25 años en ese entonces… y había conocido a mucha gente…
Pero nadie se le comparaba a Junsu…
Nadie…
No sabía mucho de la historia de Kim.
Sólo que se había quedado ciego a los 13 años…
Debido a un accidente automovilístico…
Y sus padres durante mucho tiempo lo habían tratado mal…
Y Yoochun se enamoro otro poquito.
Cayendo en las redes de ese hombre que lo miraba sin ver…
Cayendo profundo en esos ojos negros…
Que lo hacían perderse un poco más…
Cuando las sombras de la noche y las estrellas aparezcan
Y no este nadie para que seque tus lágrimas
Podría abrazarte por un millón de años
Para hacerte sentir mi amor.
Por sus mejillas blancas resbalaban lágrimas gruesas.
Sollozando…
Sentando en ese sillón…
Acompañado de su soledad.
A sus 20 años, Junsu sentía que había sufrido demasiado…
Y sentía que no lo merecía…
Pero es que también se había enamorado…
De aquel hombre… su profesor de Braille.
¿Cómo había pasado eso?
¿Fue su voz?
¿La manera en que lo trataba y enseñaba… con paciencia…?
¿La manera en la que su piel cálida rosaba con la suya?
Pero no quería…
No quería que Yoochun se atara a él…
A un simple ciego…
A una persona herida como él…
-Yoochunnie… -suspiro, viendo sin ver y escuchando a través de su ventana, como nuevamente las gotas de lluvia caían suavemente en el pasto de afuera.
-Me he alejado de todos… por que no quiero que me hagan sufrir… mas de lo que ya lo hicieron en mi fracasada adolescencia…
Dio un pequeño brinco cuando escucho que tocaron la puerta de su casa.
Frunció el seño… pero camino hacia allá.
A pesar de estar mojado debido a la lluvia, Yoochun abrazo tan fuerte como pudo…
A ese Junsu que no salía de su sorpresa en cuanto abrió la puerta.
Caminaron hacia atrás para que Yoochun pudiera cerrar esa puerta…
De donde no quería salir más…
Sé que todavía no te haz decidido
Pero yo nunca te haría daño
Lo supe desde el momento en que nos conocimos
No tuve ninguna duda de que nos pertenecíamos…
-Señor Park… -Junsu, aun abrazado de ese hombre, temblaba ligeramente, no por que Yoochun estuviera empapado…
Por que se sentía cálido entre sus brazos…
Se sentía tan bien estando en ellos…
Que no hizo nada por apartarse.
Park se separo un poco, con un brazo alrededor de la cintura de Kim.
Alzo su barbilla con suavidad con su otra mano.
Viendo aquellos ojos negros que no le dirigían la mirada…
Pero que amaba perderse en ellos.
-Te amo. –soltó de pronto.
Junsu abrió sus ojos sorprendido…
Negando con la cabeza…
Alejándose de él…
-No… no, tú no puedes… no… no… -repetía una y otra vez.
-¿Por qué no? Te amo… te amo y quiero quedarme con…
-¡No! –grito. –no… yo no te amo… yo no siento nada por ti…
-Per… pero… -Y Yoochun no quería llorar.
-¿Amarme? No seas estúpido, hyung. –dijo Junsu con riéndose de medio lado… -lo que tienes es lastima… me tienes lastima…
-No… no, yo me enamore de ti, Junsu-ah, me enamore desde el primer día que te vi.
Junsu rio escandalosamente… sin ganas… negándolo…
-¿Amor a primera vista, hyung? Por favor… por si no lo sabias estoy ciego… ciego… y eso no es amor a primera vista, Yoochun.
Park dejo escapar esas malditas lágrimas traicioneras.
Le dolían las palabras que salían de la boca de su amado.
Crueles… y sin sentido.
-Déjame demostrarte que te amo, Junsu… por favor. –suplico acercándose a él.
Junsu rechazo el abrazo que Park intento darle.
Aventándolo bruscamente.
-Estas loco, Park… he dicho que te vayas.
-Amar no es simplemente con la mirada… amar es sentirlo… vivirlo y cuidarlo… me enamore de ti de corazón… simplemente este órgano que palpita acelerado cada que te veo, cada que te pienso… cada vez que sé que vendré a verte… me enamore de ti… -dijo de corrido.
-No… no… -repitió Junsu dejándose caer en uno de sus sillones.
Lo amaba… por supuesto que Junsu también lo amaba…
Pero no quería que Park se quedara con él…
Cuando él no…
-…tengo nada que ofrecerte… -dijo en un susurro terminado sus pensamientos con la cabeza gacha.
Yoochun apuro sus pasos, se hinco enfrente de Junsu, tomándole las manos.
Besando esos nudillos…
Levantando el rostro de Junsu.
Pasaría hambres, estaría de luto y deprimido
Andaría por las calles de rodillas
Entérate de que no hay nada que no haría
Para hacerte sentir mi amor.
-Quiero que sientas el amor que te tengo, Junsu… déjame quedarme contigo… déjame demostrártelo… por favor.
Sintió un roce en sus labios.
Sintió los cálidos labios de Park sobre los suyos…
Queriendo apartarlo… pero cediendo al mismo tiempo.
Rodeo el cuello de Yoochun con sus brazos.
Yoochun rodeo su cintura con los suyos.
Abriendo la boca para que esa lengua entrara.
Recorrieran la cavidad bucal del otro.
Mezclando su saliva.
Esas lenguas que se enredaban.
Ese aire que poco a poco se acababa.
Ese amor que compartían…
-Te amo también, Chunnie. –teniendo los ojos cerrados todavía.
Teniendo cerca los labios de Yoochun.
Sus frentes recargadas…
Junsu decidió obedecer a su corazón…
-Gracias. –susurro Park. Sonriendo con ternura en tanto acaricia esa mejilla sonrojada.
Viendo como su amado mantiene aun la cercanía de ambos.
Y que él no quiere apartarse tampoco.
Deseando quedarse así…
Para siempre…
Yo puedo hacerte feliz, hacer tus sueños realidad
Nada que no haría
Ir al final de la tierra por ti
Para hacerte sentir mi amor.
Fin ~
By: Adele ~ Make You Feel My Love.