Capítulo 19 Sacrificio
El ataque aunque no los tomó desprevenidos, llegó más rápido de lo esperado. Sus enemigos empiezan con ventaja, siete de los mejores combatientes del Lord; Lucius, Severus, Sirius, Bella, Rabastan, Rodolphus y Regulus; se encuentran lejos. Después de los primeros minutos, cuando por fin inclinan la balanza a su favor, Tom se da cuenta de su error. El ataque es una trampa, demasiado tarde envía hombres a proteger los hogares de sus aliados:
- Nott, donde está tu familia?
- Todos nuestros hijos pasan la noche en casa de Augusta Longbottom, por?
- Esto es una distracción van por nuestros herederos.
- Qué hacemos?
- Ve a casa de Lestrange, ayúdale a Rodolphus a proteger a su familia. Yo, junto a Crabbe y Goyle iremos por Orión Black. Nos reuniremos en Malfoy Manor, entendido.
- Si su majestad
En voz baja Tom agradece la precaución de su esposo, mandar a sus hijos con sus padrinos los alejo del peligro. A una orden suya, todos los mortifagos desaparecen, los que no tienen hijos ni sobrinos propios se dividen entre su escuadrón y el de Nott. Al llegar a los alrededores de la Mansión Black confirma su teoría, las barreras están a punto de caer, sus enemigos atacan sin piedad. El aire está cargado de magia y el característico ruido que acompaña a un hechizo suena por todos lados. Cualquier intento de su parte por entrar a la casa será contraproducente, si quieren llegar al interior deberán abrirse camino a pie.
Junto a él Crabbe y Goyle hacen de guardaespaldas, con paso tranquilo atraviesan el campo de batalla. Cuando están a punto de llegar a la reja, sienten una poderosa magia blanca. Cierran los ojos para refugiarse en su propia magia negra, al abrirlos ven como las barreras de la casa se desmoronan y una explosión destruye la propiedad. Un protejo de Goyle los mantiene en pie mientras todos a su alrededor caen. Antes de asimilar que probablemente Orión Black se encuentre adentro, reciben un mensaje de Regulus:
- Refugiados en Malfoy Manor, Sirrah está aquí, Narcissa sigue perdida, solo Lucius y yo estamos defendiendo, no se cuanto aguantaremos, ven lo más pronto posible.
Al ser un líder seguido por temor y engaños, Dumbledore no se imaginó el efecto causado por la furia de Tom, los mortifagos quieren demostrarle a su líder que son dignos de su ejército. Olvidando sus cansancio, reúnen las fuerzas necesarias para terminar con sus enemigos y aparecerse de ahí hacia la legendaria mansión Malfoy.
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La familia de Severus, los Prince, también pertenecen a la nobleza. Si es conocido como un Black es porque su esposo ganó el volado que hicieron para decidir que apellido tomarían. Contraria a su costumbre, la pareja se encuentra en Grecia, donde cuidan a los príncipes por petición de Lucius. Ahí, en ese rincón apartado del mundo, su seguridad está asegurada. Aunque ya pasa de media noche, el calor continua, por la ventana abierta llega el sonido de las olas y una agradable brisa vela el sueño de ambos niños. Draco y Harry duermen juntos para darse valor al estar lejos de sus padres. Toda la tarde el morenito lloró sin una razón aparente, sus padrinos creen que es por estar lejos de su casa y no hacen hincapié en esto. Sin alzar la voz, ambos hombres discuten acaloradamente en el salón:
- Es mi deber ir, soy el líder de los Black, no puedo quedarme de brazos cruzados.
- Le prometiste a Lucius pasar la noche con sus hijos, piensas incumplir tu promesa?
- Nos necesitan, ambos somos magos poderosos y experimentados, juntos valemos lo que 20 mortifagos.
- Y por eso estamos aquí, cuidando a los niños.
Antes de poder rebatir este argumento, un grito los lleva a la oscura habitación, Draco los llama porque Harry arde en fiebre. Sirius y Severus se ven por un momento, desde hace meses sospechan que las pesadillas del niño provienen de una influencia externa, estas son demasiado reales y detalladas para ser una creación de su mente. Lo primero que Sirius hace es tranquilizar a Draco, sino su magia oscura aumentará el sufrimiento de su hermano:
- Calmado Dragón, Tommy solo tiene una pesadilla. Tu padrino le dará un par de pociones que lo pondrán como nuevo.
- Papi me pidió cuidarlo.
- Llamaste a un adulto que puede resolver el problema, estas cumpliendo con tu deber.
No muy convencido el rubio se deja conducir fuera de ahí, hacía el balcón donde Sirius le promete llevarlo a la playa para ver a los cangrejos fosforescentes. Draco se tomó muy en serio la responsabilidad de cuidar a su hermanito, cuando vea a su padre le narrará el evento con todos sus detalles:
- ¿Por qué tiene tantas pesadillas?
Severus ve como su esposo se aleja con su ahijado, le preocupa la salud de su sobrino, pero cuando menos su enfermedad distrajo a Sirius, aunque quieran no pueden dejar solos a los príncipes. Teme por la vida del pequeño Orión, un blanco natural de sus enemigos, pero los Black lo defenderán con su vida. Un gemido lo regresa a la realidad, Harry sigue sufriendo, es hora de despertarlo. Probablemente deberá velar su sueño toda la noche para evitar que tenga otra pesadilla. Quitándose su pesada túnica, se acuesta junto al niño, en voz baja lo llama:
- Campeón, despierta, estas en un lugar seguro.
Lentamente el niño abre sus brillantes ojos verdes, estos se encuentran anegados en lágrimas, al ver a su profesor, Harry no puede evitar buscar su pecho para sentirse protegido. Se siente un tonto, decepciono a su familia, sobre todo a su papá, no quiso decirle a Draco lo sucedido, no quiere defraudarlo a él también. Pensando que su estado se debe a sus pesadillas, Severus lo arrulla:
- Pronto encontraremos una forma de evitar que tengas pesadilla, te prometo que estoy buscando un remedio a tu problema.
- No me dejes solo.
- Intenta dormir, no me separaré de tu lado en toda la noche. Mañana tus papis vendrán por ustedes y regresarás a casa.
La tímida sonrisa del niño desaparece, regresará a casa con su padre. Si Tom es como sus tíos ya nunca dejará de lastimarlo. Severus lo arrulla con una canción de cuna. El niño necesita sentirse querido por alguien en ese momento, el pocionista no tiene idea que tanto.
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En Malfoy Manor las cosas no pueden ser más diferentes, desde la terraza de la señorial residencia, Regulus ve con aprensión como los hechizos rebotan en las barreras, estas todavía se sienten completas, pero solo necesitan una grieta para desbaratarlas. Aprieta su varita con impotencia, él podría salir para asesinar a un par de esos bastardos, pero son demasiados y Abraxas sabiamente le hizo ver que con esa acción solo sacrificaría su vida. Oye pasos atrás suyos, no necesita voltearse para reconocer esas pisadas, la voz que sigue a continuación oprime su corazón:
- Ya dormí a los niños, Sirrah no está acostumbrado a estar sin Narcissa, pero el cansancio lo agotó.
- Podemos intentar mandarlos a otro lugar, así no importa lo que pase aquí.
- Amor, nunca me iré de tu lado, si pasa lo peor, quiero morir junto a ti.
- Y Orión?
- Tu hermano lo cuidará como a su propio hijo.
- Y confías en Sirius? Vamos Remus no estamos tan desesperados.
Aun en esa situación Lucius se porta como un verdadero líder, bromea con los esposos para relajar la situación. Deben mantener la esperanza, sino sus enemigos ya habrán ganado:
- No confío en mi cuñado, pero Severus tiene la cabeza en su lugar.
- Te lo creería hasta que se casó con Sirius.
La charla continua unos minutos más, hasta que Orión llama a sus padres a gritos, la magia blanca es muy poderosa, los dos niños están sufriendo. Lucius se apoya en el barandal, debe regresar dentro de la casa pero se permite unos minutos de reflexión. Le preocupa la ausencia de su hermana, solo un contratiempo justifica la presencia de Sirrah sin ella. La salud de su padre también es un problema, con sus 95 años Abraxas carga todo el peso de mantener las barreras en su lugar. En el reino es un secreto a voces que Malfoy Manor es impenetrable porque las barreras están encadenadas a la magia del líder familiar, literalmente para tirarlas deben matarlo. Si su padre fuera más joven no habría problemas, pero con solo mencionarle la posibilidad de cederle el liderazgo familiar, Abraxas usando el tono Malfoy que le enseño y él inculcó en Draco lo mandó a volar muy lejos. El ataque enralece, su tiempo se agotó, es momento de ir adentro y convencer a su padre, teme que el hombre prefiera sacrificarse a destruir la reputación de su familia.
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Son las 12 del día y apenas están desayunando, solo Harry no sabe que pasa, puede ver los ojos de su hermano rojos, algo sucedió en la noche para hacer llorar al rubio. Sirius y Severus también comen en silencio, el aviso les llego en el patronus de su majestad, un dragón negro, aun no pueden creerlo, pero el propio Draco les confirmo la noticia. Ninguno sabe como decirle al moreno, de los presentes es el más inestable emocionalmente, una pérdida de esa magnitud será un duro golpe para él. El tiempo se les agota, el entierro es en una hora, es momento de soltarle la desgracia:
- Ayer en la noche ocurrió un ataque, destruyeron varias mansiones.
- Mis papis están bien?
- No los hirieron, pero tu papi necesita que seas fuerte.
- Qué pasó?
Como padrino de Harry es Sirius el responsable de darle la noticia, se levanta de la mesa para estar junto al pequeño y poder reconfortarlo, pero Draco se le adelanta. Desde el momento que notó el cambio lloró sin parar en brazos de Severus, pero ahora trae una perfecta máscara Malfoy, el niño ya se preparó para el entierro, no dejará que nadie vea su dolor:
- No puedes llorar porque si lo haces ellos ganarán, debemos demostrarles que somos más fuertes que ellos.
- De que hablas Draco?
- No sentiste nada anoche? Cuando…
La voz del niño se quebró, se muerde los labios, pero aun así un gemido de dolor sale de su boca. Tom, no queriendo interrumpir el dialogo de sus hijos espera en la chimenea, decide entrar a la habitación y cargar a su primogénito. Lucius está destrozado, le gustaría alejar a su familia del reino para estar juntos y arreglar cualquier asunto pendiente. Pero su esposo se encuentra atestado de trabajo, todos quieren reafirmar su lealtad con la espera de mantener sus privilegios. Pero nada está asegurado y Lucius debe revisar cada contrato realizado por su padre, porque al momento de cambiar de líder familiar, todo lazo, todo pacto, todo juramento desaparece. Como su hijo temía, Abraxas Malfoy se negó a abdicar. Sacrifico su vida por el bienestar de Orión y Sirrah, creando una leyenda con su muerte. La del poderoso mago que con 95 años, detuvo por más de 3 horas a una centena de atacantes, todos poderosos y jóvenes. La reputación de su familia, como magos superiores, aumentó:
- Por qué nadie me dice que pasa?
- Tu abuelo está muerto.
Le costó un par de segundos relacionar a Abraxas Malfoy, el hombre que durante el verano los apoyo para saltarse la vigilancia de Lucius, con su abuelo. Pero al hacerlo tiene un quiebre emocional, llora y grita sin poder evitarlo. Una vez más alguien conocido lo abandona. Tom también lo carga, Draco sigue en sus brazos, aunque con 11 años, ambos niños necesitan todo su apoyo. Sienten el tirón que significa una aparición, se asombran al llegar a Malfoy Manor. Ahora que la familiar magia de su abuelo no está a cargo y la esencia de Lucius llena cada rincón la casa se les hace desconocida. En un sillón hay 2 conjuntos, la elegancia salta a la vista, prendas caras y de marca, lo mejor de lo mejor, porque son Malfoy y nunca deben estar menos que perfectos. Su padre no los deja solo, nadie pronuncia ninguna palabra, los niños contrabajos y se mantienen enteros, con habilidad les ayuda a ponerse el traje negro, los zapatos negros, la túnica negra. La única fuente de color es el escudo familiar bordado en plata, cuando están listos, su voz es la primera en oírse:
- Draco conoces tu deber?
- Si, nada de juegos, ahora todos son negocios.
- La gente te dará el pésame, agradéceseles con cortesía, no te separes de Lucius que en un momento te llamará para terminar la ceremonia fúnebre.
- No te preocupes padre, el abuelo me enseñó bien.
- Lo sé, Abraxas siempre fue un hombre admirable, ve ahora antes que nosotros, recuerda los Malfoy nunca muestran sus sentimientos.
El niño abre la puerta dejando entrar un murmullo de voces, todos los magos nobles están presentes, sin importar su ascendencia mágica. Al salir Draco, padre e hijo se quedan solos, el silencio se hace pesado, el pequeño tiene muy presente el golpe de su padre. No queriendo molestarlo, baja la cabeza y juega con su ropa en un intento por ocultar su nerviosismo:
- Bebe, por favor perdóname.
- Prometo ser un niño bueno, prometo no volverte a decepcionar.
- Nunca lo haz hecho, eres perfecto. No debí pegarte, nunca más lo haré, te lo prometo.
- Merecía tu castigo, no te obedecí.
- Claro que no, yo soy el que actúo mal. Vamos a saludar a papi, estas listo?
Le gustaría ser como su hermano, más frío, Draco es el hijo perfecto, acaba de perder a su abuelo y su rostro es totalmente inexpresivo. En cambio él, con solo pensar en Abraxas, no puede evitar crear lágrimas, necesita toda su fuerza de voluntad para no llorar abiertamente, nunca será un Malfoy digno. La batalla está perdida antes de empezarla, mejor confesarle a su padre, prefiere decepcionarlo a humillarlo, lo que más teme es ser castigado de nuevo:
- Creo que voy a llorar de nuevo.
- Hazlo, al abuelo no le molestaría que lo hicieras.
Olvidando toda regla de etiqueta, Tom carga a su hijo. Al sentir sus huesos, le preocupa la salud de su hijo, Tommy no ha crecido como debe, su estatura está en el límite para su edad y su inocencia es notoria. Ir en brazos de su padre es relajante, aunque todos fijan su vista en él, nadie se atreve a verlo fijamente, su majestad exige respeto. Lucius y Draco los esperan para llevar el cuerpo de Abraxas Malfoy a la cripta familiar. Aun utilizando toda su fuerza de voluntad el rubio está a punto de derrumbarse, su abuelo, la persona que lo cuido cuando su padre estaba de viaje, quién apoyaba sus bromas y lo hacía sentirse querido ya no está. No quiere defraudarlo llorando enfrente de sus enemigos, de quienes solo ven su poder y dinero, pero aun así un par de lágrimas vencen, para apoyarlo Lucius le acomoda el cabello, Narcissa con un brazo vendado se acerca cojeando llevando a Sirrah, los últimos 5 Malfoy están unidos y la ceremonia puede iniciar:
- Tom despide a todos, no estoy de humor para sus hipocresías.
- La casa será nuestra a su regreso.
La ceremonia de entierro es única para cada familia, solo sus miembros pueden estar presentes, Tom Riddle ve como las 3 personas que más ama se alejan lentamente, probablemente el espíritu de Abraxas ya este junto a todos sus antepasados, haciendo más poderosas las barreras de la casa. Ahora solo es cosa de hacerlo oficial, aun sin discutirlo con su esposo sabe que deben vivir en esa casa, la invencible mansión Malfoy, nunca conquistada ni traspasada, solo ahí sus hijos estarán seguros.