Capítulo 21 Separados
Los niños nunca supieron lo que sucedió en el baño, sus padres no solo no bajaron a desayunar, tampoco llegaron a su cita con los duendes. Sentados en la sala, pasan el día tomados de la mano. Nadie puede retomar sus actividades diarias, hasta los duendes olvidan hacer la comida. Ninguno se atreve a decir en voz alta lo que teme, tal vez se queden sin familia de nuevo. Aunque los niños conocen las constantes peleas de sus padres, esta es una especialmente mala. En el baño, todo está destruido, de las palabras pasaron a los hechizos y luego a más palabras. A diferencia de las demás peleas, ahora en lugar de terminar haciendo el amor como dos estudiantes, Lucius abre la puerta del cuarto y con un tono de voz que no deja lugar a dudas, se dirige a Tom:
- Vete, no eres bienvenido en este hogar.
- Me equivoque, no fue a propósito, pero eres incapaz de aceptar mis palabras. Eres demasiado orgulloso para eso. No se porque me esperaste diez años, para terminar así, mejor me hubieras matado.
- Mandaré tus cosas a donde tus elfos me digan.
Una vez Tom abandona el cuarto, Lucius se deja caer al piso empezando a llorar desesperadamente. Acaba de perder al amor de su vida. Su usualmente perfecto cabello, ahora es un manojo de nudos. Estuvo a punto de intentar llegar a un acuerdo con Tom, pero no pudo hacerlo, se lo debe a Tommy. Unos minutos después recuerda a sus hijos, debe alejarlos de ahí, no merecen vivir en un hogar destruido. No sabe si resolverá sus problemas con su esposo. Con un patronus, le pide a Snape que aloje a sus hijos esa noche. No les dirán de la pelea a los niños, así pasaran unas vacaciones agradables. Él no puede parase, al contrario se derrumba en el piso y ahí se queda. Por un momento tuvo la esperanza de que Tom regresara al cuarto a pedirle perdón, pero eso nunca pasó.
Apenas dejó el cuarto, lord Voldemort, corre por los pasillos hacía la salida. Están en Malfoy Manor, la magia del lugar lo empieza a atacar. Una vez el líder familia te expulsa, tienes solo una cantidad de tiempo para irte. No lleva nada más que un conjunto de ropa, no sabe a donde ir, los Riddle tienen más de quince propiedades solo en Inglaterra, pero si en ellas no están Lucius no puede llamarlas hogar. Todavía está a tiempo de dar la media vuelta e intentar componer las cosas con su amado, pero está demasiado apenado de si mismo. Le pegó a su bebé. No fue a propósito, se dejó llevar. Pero cada frase del rubio fue una confirmación de lo repugnante que es como persona, le pegó a su propio hijo, es peor que Dumbledore. Se encuentra a los pequeños todavía sentados en el sillón, llevan ahí más de cinco horas sin decir palabra alguna. Draco es el primero en reaccionar, corre a su encuentro y se para enfrente suyo:
- ¿Todo bien papá?
Tom no puede decir la verdad, por supuesto que las cosas no están bien, tal vez ya nunca más serán una familia, pero al ver la cara de preocupación de Draco solo puede mentirle. Le sonríe con la experiencia de todo un político, para tranquilizarlo le dice:
- Claro, es tardísimo, debí estar en la oficina desde hace horas. Me están esperando.
- ¿Cuando vas a regresar?
- Apenas termine los pendientes. Quiero que se porten bien, hagan su tarea y no cometan muchas travesuras. Los adoro chicos.
Carga a Draco para enseguida depositar varios besos en su cabeza. El rubio sintió la pelea, pero conociendo a sus padres cree imposible que estén peleados por más de unas horas. Está seguro que para mañana todo será normal. Tom lo abraza con cariño, se voltea hacía Tommy y le indica con un gesto de brazo que se les una. El morenito, corre gustoso hacía su padre. Él intuye que esto es diferente. En su escuela muggle varios compañeros tenían padres divorciados. Por como lo contaban, todo empezaba con una pelea y alguien saliendo de la casa. Se arrepiente de contarle a papi la verdad, si hubiera mantenido cerrada su boca, sus padres seguirán contentos. Pero aun así el abrazo de papá lo conforta, el olor a menta y caoba le trae recuerdos agradables. Todo estará bien. Se separan con molestia. Un último beso de despedida y el rey se va de ahí sin voltear atrás.
Los niños no están mucho tiempo solos, tanto Severus como Sirius se aparecen unos minutos después. El mensaje de Lucius los asustó, este decía que había peleado con el rey y que lo había corrido de la casa, pero no daba más explicaciones. Mientras Sirius le ayuda a los niños a empacar y les promete llevarlos a volar, Severus sube a ver a su amigo. Al encontrarlo llorando en el piso, acepta que esta vez la pelea entre los reyes fue en serio. Tomando un papel protector, lo levanta del piso, lo lleva a la cama, le dice a los elfos que lo mantengan informado de cualquier movimiento del rubio mientras él va a decirle a Sirius que regrese a casa sin él. No puede dejar a su amigo en ese estado, teme que cometa una tontería. La muerte de Abraxas fue ayer y hoy peleó con Tom. Los dos puntos de apoyo de Lucius desaparecieron en solo unas horas.
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Dos semanas han pasado desde la muerte de Abraxas, este tiempo que debió haberse usado para convivir en familia, se utilizó para atender al reino. La ascensión como líder Malfoy provocó la salida del país de Lucius para visitar cada propiedad familiar en el extranjero. Tom, junto a los demás miembros del circulo interior, se dedicaron a cazar a sus asesinos, así como a encontrar pruebas que lograrán convencer a todos de la culpabilidad de Dumbledore. Los pequeños Riddle-Malfoy entraron en depresión, por más que todos intentaron levantarles el ánimo, no ver a sus padres desde ese fin de semana los hacen sentirse abandonados y solos. Si tan solo Abraxas estuviera vivo sería su apoyo, pero su muerte también es motivo de tristeza.
Para levantar sus ánimos los Goyle los invitaron a pasar 2 semana en su casa de campo, en las cercanías del Mont-Blanc en la frontera entre Francia e Italia junto con los demás Slytherin de su curso. Por 3 días las cosas mejoraron, hasta que Draco se enfermó de pulmonía. Sus padres negándose a oír cualquier sugerencia, lo regresaron a Inglaterra para ser atendidos por Parkinson. Harry lo acompaño de regreso con la esperanza de ver a sus papis. Pero para variar ellos pusieron al reino y sus deberes primero. Narcissa los acogió en su casa esperando suplir su ausencia.
Hoy por fin Draco puede salir de cama, lo cual festeja jugando cartas con Harry y los Weasley enfrente de la chimenea del estudio mientras comen dulces y castañas:
- Mi vampiro le gana a tu muggles loco, de nuevo perdiste Ronny.
Enojado el pelirrojo avienta sus cartas al piso, pero en el acto se arrepiente bajándose del sillón para levantarlas. Ron nunca tuvo juguetes para él solo y le ha costado mucho trabajo adaptarse a esta vida. A sus nuevos padres les importa más su felicidad e integridad que cualquier cosa material que pueda romper. Este comportamiento de aventar juguetes al piso para correr a recogerlos es consecuencia de haber vivido con Arthur todos esos años. Desde el piso se voltea hacía sus amigos y les dice:
- Esto es muy injusto, estoy jugando yo solo contra ustedes 4.
- No es cierto, es que eres malo y tu mazo es pésimo.
Aunque ya no odia a Ron y empieza a considerarlo familia, Draco no pierde la oportunidad de molestarlo. Al parecer será una costumbre que el rubio continuará. Al haber crecido con 6 hermanos mayores, Ron no se enoja y le contesta, ambos disfrutan esas peleas más de lo que nunca admitirán:
- Es mejor que el tuyo, rubio desteñido. Usualmente gano, pregúntale a Fred, lo que pasa es que ustedes son gemelos y usan sus poderes de gemelos para hablar sin palabras y esas cosas.
- Poderes de gemelos? De donde sacaste eso? De tus libros muggles? Además Tom y yo no somos gemelos.
La mirada de los presentes le dan a entender a Draco que para variar hablo de más, al voltear a su hermano ve su cara de tristeza. Con estos comentarios Harry siente que su hermano todavía no lo considera como tal. Para remediar las cosas Draco le da un casto beso en los labios, Harry se sonroja por lo sucedido y esconde la cara entre sus manos. Divertido le besa una mejilla, a Draco le gusta ver las reacciones de Tommy, es tan inocente que un beso lo pone todo colorado:
- Nuestros cumpleaños son en días diferentes, Tom cumple en julio y yo en octubre, como explicas eso Ron?
- Pues uno de ustedes no festeja su cumpleaños en su cumpleaños, porque si no es imposible que el señor Malfoy tuviera a Harry y 3 meses después a ti, verdad Fred?
- Lo siento Draco, Ron tiene razón, son gemelos sino uno no sería hijo de su padre. Ya me aburrí de estar adentro, vamos a jugar quidditch, vienen?
Ni George, ni Ron se hacen del rogar, antes de terminar la pregunta ya se están poniendo su chamarra, guantes y gorra, Harry voltea hacía su hermano, si se lo pide se quedará con él, pero el rubio está analizando la implicación de la frase dicha por su amigo, si son gemelos, no entiende porque festejan sus cumpleaños en fechas distintas. Cansado de ser ignorado, el moreno también se prepara para salir a jugar quidditch. Draco se enoja por tener que quedarse adentro, está a punto de desobedecer al doctor, cuando Narcissa entra por la puerta llevándole un libre de tiras cómicas:
- Mi hermano te manda esto.
- Cuando vendrá?
- No antes de 2 semanas, quiere terminar su recorrido antes de navidad para pasar esa fecha con ustedes.
- Y papá? En serio tiene tanto trabajo en el ministerio como para no poder estar con nosotros, nunca?
- Estuvo 10 años ausente, sabes la cantidad de papeleo que se amontona en ese tiempo?
Su chiste junto al libro nuevo hacen que su sobrino no la cuestione más sobre ese tema. Su risa solo es interrumpida por un ataque de tos. Narcissa le da un jarabe y sale del cuarto. Draco es un niño muy observador pero por su enfermedad no ha indagado más acerca de la ausencia de sus padres. Tommy presiente algo, todas las noches exige dormir junto a su hermano, constantemente pregunta por sus padres, pero se tranquiliza por la calma del rubio. En su mente, Harry se recrimina al imaginarse que algo va mal, sus padres se adoran. La pelea solo fue un malentendido, seguramente sus papis ya resolvieron sus problemas. Si los dejan solos es porque están muy ocupados atendiendo al reino. Todo lo demás es imaginación suya.
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Una semana después las cosas en casa de Narcissa siguen igual. Sus sobrinos viven con ellos y los pelirrojos van a visitarlos casi diario. Esa casa silenciosa ahora es un conjunto de gritos, risas, la tos de Draco, el llanto de Sirrah y por encima de todo su esposo feliz de la vida consintiendo a sus sobrinos. Rabastan siempre imagino una casa llena de niños y por fin la tiene. El doctor espera dar de alta a Draco en cualquier momento, pero sus pulmones no mejoren por completo. Una recaída tan cerca de las fiestas de navidad sería catastrófico para el niño que ya no puede estarse quieto. Aunque nunca lo admita, el rubio es bastante enfermizo. De bebé estuvo varias veces a punto de morir, por eso todos se preocupan por una gripe. Para asombro de todos, Tommy resulto ser muy sano, nunca se enfermó con los Dursley y es inmune a la mayoría de los virus.
Ese día es especialmente malo para Draco, Rabastan se llevo a los demás niños a Hogsmeade a comprar dulces y bromas. En el ministerio, Arthur y los Lestrange pelean por la custodia de Ron, Fred y George. Los pobres niños estaban demasiado inquietos y asustados, por nada del mundo quieren regresar con Arthur, pero la decisión depende del Wizengamot. Para despejar sus mentes, su tío los saco de paseo.
Aburrido, enojado por no poder ir y harto de estar encerrado, Draco se dedicó a romper cosas hasta que su tía lo regaño. Ahora ve como Sirrah juega con sus juguetes, como buen primo mayor le hace maldades, usa su magia para alejar el objetivo de Sirrah cada que este logra acercarse. Al oír la alarma que anuncia la llegada de alguien, sale corriendo esperando encontrar a su hermano con una bolsa de dulces solo para él como se lo prometió, pero son sus tíos Bella y Rodolphus quienes lo saludan desde la chimenea:
- Draco dile a mi hermano que nos deje pasar.
- No está, salio con los chicos a Hogsmeade, pero le aviso a tía Cissy.
- Ve, antes de olvidarlo, tu padre te manda algo.
En silencio el niño recibe un enorme paquete, seguramente un set nuevo de los juguetes para armar a los que es adicto. Sin embargo en lugar de alegrarse, su cara se ensombrece, su padre no ha ido a verlos desde el fin de semana cuando su abuelo falleció. Lucius está de viaje, entiende porque no va a verlos, pero papá esta en el país. Debería estarlos cuidando. En casi un mes de enfermedad ha recibido muchos juguetes de sus dos padres, pero ninguno se ha dignado aparecerse. Primero estuvo demasiado enfermo para notar su ausencia, luego acepto la excusa del trabajo, pero eso ya es el colmo, parece que su padre no quiere verlos, con voz temblorosa cuestiona a su tío:
- Vieron a papá?
- Su majestad nos ha apoyado en todos los juicios de esta semana.
- Por qué no nos dijeron? Podíamos ir con ustedes a verlo.
- Draco no es un ambiente para niños, tu presencia volvería todo más difícil.
- Y porque no viene después del juicio? No quiere vernos?
- Tu padre es el rey, está ocupado.
- Y yo estoy enfermo, soy más importante que el estúpido reino.
La caja es aventada al otro extremo de la habitación, Draco sale dando un portazo y convenientemente olvida avisarle a su tía de la presencia de Bella y Rodolphus en la chimenea. Después de 10 minutos de maldecir al niño y desear que todos sus nobles antepasados hubieran muerto para que él no naciera, un elfo aparece y por fin la señora de la casa baja al estudio para dejarlos entrar. Después de oír la explicación de lo sucedido, su único comentario es el siguiente:
- Es lógico, lleva semanas enfermo y no han venido a verlo. Como les fue en el juicio?
Que podían decirle, después de una semana de mostrar pruebas, el Wizengamot fue incapaz de pronunciar un veredicto. No saben si es bueno o malo. Tom lo tomó como algo positivo, si fueran a perder les hubieran dicho. Ya mostraron los hechizos hechos por Arthur esa noche, los recuerdos de Bella y los interrogaron con verisatium. Si Weasley no fuera un mago de la luz y ellos magos de la oscuridad, los pequeños ya serían Lestrange. Para no dar su veredicto, los jueces usaron la presencia del anillo familiar Lestrange como un elemento que mostraba un plan previo. Tal vez en su desesperación por no tener un heredero, Bella embauco a Arthur para actuar de esa forma y así ellos quedarse con los niños. Esa hipótesis es estúpida, pero el juez decidió tomar 1 semana para pensar y citó a juicio para el 22 de diciembre, exigiendo que los niños estuvieran presentes para hacer su declaración. Ningún adulto quería eso, pero ahora los gemelos y Ron debían enfrentar a su padre. Mientras ellos siguen discutiendo sobre el juicio y cual es la mejor táctica para ganarlo, Rabastan llega. Después de saludar los niños corren a sus cuartos para guardar sus provisiones, Harry sube a buscar a Draco para darle sus dulces y el adulto entra al estudio para saludar y oír las noticias:
- Perfecto, el juicio fue un desastre, este mes no parece querer ayudarnos. Saben algo de Potter?
- Tom quiere sacarlo de Azkaban lo más rápido posible, pero ya conocen a Lucius, si hace algo se esmera porque sea perfecto. Antes de entrar James firmó una declaración aceptando su culpabilidad, sin nuevas pruebas es imposible sacarlo de ahí.
Los 4 adultos se quedan un rato en silencio, todos buscan un error en la acción del Malfoy, pero como abogado Lucius es el mejor, si no litiga es porque está demasiado ocupado con el reino y con aumentar la fortuna de su familia. Los pasos de los niños se oyen en los pisos de arriba, sus gritos les indican claramente que irán a jugar quidditch. Bella es quién se atreve a hacer la pregunta que les ronda a todos:
- Han hablado con ellos? Cissy, Rabastan?
- Lucius no quiere tocar ese tema con nadie. No se que pasó, pero lo sacó del país, lo único que me dijo es que no quiere a Tom cerca de los niños.
Lo que ni Draco y Harry saben es que desde la mañana después del funeral de Abraxas, sus padres no se han visto ni dirigido palabras que no sean maldiciones. Por eso están en casa de su tía, la enfermedad de Draco rompió los planes de Lucius para mantenerlos entretenidos y lejos de su riña. Todos los miembros del circulo interior saben que esta pelea puede traer consecuencias horribles para el reino, esperan que sus líderes resuelvan sus problemas antes de que sea demasiado tarde. Romper el caparazón del rubio no es fácil, Severus y su hermana llevan trabajando en ello y esperan hacerlo entrar en razón pronto. Tom es otro cuento, su único confidente Rabastan, es igual de serio que él y nunca influye en su persona. Lestrange tampoco acostumbra decirles nada de las pláticas con su majestad, pero la presión es demasiada y habla un poco:
- No ha estado en su mejor humor, demasiados cruciatas. Solo la primera noche cuando nos tomamos 2 botellas de whiskey de fuego me insinúo algo, pero no se los diré, es problema de ellos.
- Los niños ya están haciendo preguntas
- Fue Lucius quién hizo este arreglo, a él es a quién tienen que convencer.
La chimenea vuelve a crispar, los adultos levantan sus varitas, no esperan a nadie más esa noche. Para su asombro quién se asoma es el propio rey, se le acaba de ocurrir una idea para sacar a James de Azkaban, quiere preguntarle a Rabastan si la considera legal. Todos al verlo se miran nerviosos, Tom odia que hablen a sus espaldas de él. Esta actitud lo pone en alerta y olvidando a que iba, les pregunta:
- Interrumpo algo?
Todos buscan una excusa, no les gustaría sufrir uno de sus cruciatas. Como buena mujer Narcissa se les adelanta, mejor confesarle la verdad a medias, así no se dará cuenta de la mentira:
- Hablábamos de ti.
Suponía que eso hacían, su llegada provocó un silencio incómodo, pero nunca esperó una confesión tan directa. La sorpresa evitó que empezará la tortura en ese instante, mejor averiguar bien que decían:
- Disculpa?
- Draco no aceptó tu regalo, mira donde lo aventó. Decidíamos si nos convenía decirte.
- Ese niño es genial, un digno Riddle. Cómo ha estado?
Todos respiran aliviados, Narcissa una vez más lo hizo, logró desviar la conversación. Rodolphus y Bella disimulan una risa cómplice, imaginan cuantas veces le ha aplicado la misma técnica a Rabastan. Su cara de resignación lo demuestra. A veces olvidan que Narcissa es una Malfoy, pero con este tipo de acciones se los recuerda. La rubia mujer le platica a su cuñado acerca de la salud de su hijo, Tom se tranquiliza al oír que por ese lado todo esta mejorando. Ninguno se da cuenta cuando el ruido de pasos deja de oírse en el piso de arriba, al abrirse la puerta se asoman dos cabezas una rubia y otra morena, al comprobar la llegada de su padre, sus gritos de alegría inundan todo:
- Papi, estas aquí, sabía que eras tú pero Draco no me creía.
- Papá vamos a ir a casa? Ya estoy sano.
Los niños se avientan a los brazos de su padre, por primera vez desde que llegaron a casa de su tía se ríen a carcajadas. Tom los llena de besos. Ama a sus hijos, estar alejados de ellos es el peor castigo que Lucius le pudo poner. Ya le pidió perdón al rubio, le prometió no volverlo a hacer, pero su amado tiene razón, si ya lo hizo una vez como puede creerle que no lo hará de nuevo. Su enojo no es por el golpe, un accidente, sino por su silencio. Lucius le expuso que esta vez lo descubrió por suerte, pero ahora no puede saber si será la última. Al terminarse la excitación de los niños, los sienta enfrente suyo para verlos bien. Sus súbditos salieron del cuarto para dejarles un momento a solas. Las caras de alegría de los niños no durarán, no cuando les diga que no pueden ir con él:
- Me alegra verlos chicos, pero debo irme.
- No papá, no nos dejes. Draco y yo prometemos portarnos bien, pero llévanos a casa contigo, por favor.
- Tommy campeón yo no puedo cuidarlos como se debe, aquí están seguros y su tía los trata muy bien.
- Con los muggles yo cocinaba y limpiaba la casa, puedo atenderte y no seré un estorbo, no me dejes, juro que seré bueno. Te extraño.
Todo ese mes Harry temió haber sido abandonado por sus padres. El huérfano por 11 años cuyo mayor temor es no tener a nadie reapareció debido a la ausencia de Lucius y Tom. Tiene a su hermano, pero necesita sentirse querido por un adulto. Ahora que por fin encontró una familia, siente como se desbarata a su alrededor. Riddle voltea hacía su primogénito. Draco está más acostumbrado a estar solo pero también lo ve con pesar. Ahora entiende la insistencia de su hermano de ver a sus padres, algo no está bien, puede sentirlo. Con temor enfrenta la verdad:
- ¿Papá y tu siguen peleados?
- Solo un poco.
- ¿Se van a contentar pronto?
- Eso espero, porque tu padre es el hombre que más amo en este mundo y no sabría que hacer sin él.
- Podemos ayudarte a convencer a papi que ya no esté enojado contigo. ¿Verdad Tommy?
- Si
- Gracias chicos, pero esto es algo que debemos resolver solos.
Los tres últimos Riddle se abrazan. Apenas Tom hace el intento de pararse, sus hijos rompen a llorar y a rogarle que los lleve con él. No quiere romper su trato con Lucius, pero sus hijos no están bien. Puede ver como los dos muestran señales de la depresión, ambos están muy delgados, sobre todo Tommy de nuevo está en los huesos. Las ojeras enmarcan sus ojos y su magia está inestable. Son unos egoístas, solo piensan en su bien, no en el de sus joyas. Esto termina por convencerlo, Lucius se enfurecerá pero no dejará a sus hijos sufriendo. Después de calmarlos les dice:
- Ya dejen de llorar, no me iré sin ustedes.
- ¿Vas a hablar con papi?
- Si, le explicaré la situación. Si no quiere que vengan conmigo los llevare a Francia. Vayan por sus cosas mientras hablo con él.
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Lucius está sentado en su mansión francesa viendo por una ventana, afuera la nieve se arremolina y la visibilidad es casi nula. No tiene ganas de hacer nada, ni siquiera se molestó en llamar a un elfo para prender la chimenea, mucho menos utilizó su propia magia para hacerlo. En su mano tiene una prueba de embarazo, aunque muggle es bastante confiable, en ella puede ver dos rayitas. Está embarazado. Tiene un mes, justo coincide con el regreso de Tom. Ese reencuentro sin protección le dejó la cuenta. Se quedó sin palabras. Un bebé. No pudo proteger a sus gemelos y tendrá un hijo más. Debe ser castigado, pero es recompensado por su incapacidad de ser buen padre. El crepitar de la chimenea le advierte que alguien está a su espalda:
- Lucius.
Al oír su voz el miedo lo invade. Su esposo no debe enterarse de esto, sin moverse quema la prueba de su mano. Con su embarazo su mundo solo acaba de empeorar y pensó que ya no podía caer más bajo. Su matrimonio es una ruina. Ni él ni Tom se han detenido a oír los argumentos del otro solo se gritan hasta que uno de los dos sale del cuarto para no regresar. Está a punto de darse por vencido, si tan solo no le rompiera el corazón aceptar que todo acabó, ya lo hubiera dicho en voz alta. Tal vez Severus tuvo razón y su Tom murió ese 31 de octubre. Como está agotado, sin voltear a verlo le responde:
- Cuando te vayas asegúrate de cerrar mi chimenea.
Espera oír los gritos de su amado, hasta anhela oír sus comentarios hirientes porque lo hacen sentirse vivo. Pero nada pasa. Supone que esta es la forma en que Tom le dice que él también se dio por vencido. Ya solo falta hacerlo oficial. Se sorprende al verlo parado enfrente suyo, su rostro muestra su preocupación. La apariencia física de Lucius es la de un hombre agotado, cansado de la vida. Al ver como su amado está dejándose morir, Tom por fin acepta que por más enojado que estén no puede vivir sin él:
- Imaginarme un mundo donde no estemos juntos es imposible. No puedo dormir en la noche, las comidas no me saben, no encuentro alegría en nada. Te necesito.
Hincándose enfrente suyo, acepta su error. Una de los principales puntos de quiebre es su incapacidad para aceptar que necesita ayuda con los niños. Todavía no es capaz de cuidarlos solo, diez años en coma no le permitieron aprender conforme sus hijos crecían. Cada que Lucius mencionaba esto, él lo atacaba diciéndole que el mal padre era él, que no podía recriminarle nada. Pero ahora acepta la verdad en voz alta:
- Tommy necesita cuidados especiales que yo no estoy capacitado para darle. Con Draco me identifico más, creo que me recuerda a mi mismo a su edad. Pero necesito de tu ayuda para ser un buen padre.
- Lo estás haciendo muy bien.
Se abrazan, no se dejan llevar por sus sentimientos, tantas peleas dejaron una huella en su relación. Pero por fin existe la posibilidad de una solución pacífica. Temen juntar sus labios en un beso anhelado, pero se permiten quedarse abrazados por varios minutos. Todavía se tienen uno al otro. Recordando la razón de su llegada, Tom es el primero en hablar:
- Amor, los niños están mal, nos necesitan.
- No puedo regresar, tengo que controlar varias insurrecciones.
- Yo no me siento capaz de cuidarlos, temo volver a lastimarlos.
Después de pensar un rato, ambos llegan a una solución que no los convence. Solo encuentran una forma para estar con sus hijos, mientras cumplen con sus obligaciones sin sobrepasar su límite. Al regreso a la mansión Lenstrange-Malfoy, no solo sus hijos los esperan ansiosos, también los dueños de la casa están presentes. Todos esperan una reconciliación. Cissy y Rodolphus se alegran de verlos juntos sin pelear, este es un gran paso con relación al mes pasado. Pero que solo Tom salga de la chimenea, mientras Lucius se queda en ella, les dicen que no todo está bien. El rubio es quién toma la palabra:
- ¿Chicos ya se despidieron de sus tíos?
- Sip
- Perfecto, Tommy despídete de tu padre y tu hermano. Estarás en Francia conmigo hasta Navidad. Después regresaremos al país.
Harry ya con la chamarra puesta, se queda sin saber que decir, se suponía que los cuatro estarían juntos. Aun así termina de abrigarse, se despide con un gesto de su padre y hermano para entrar a la chimenea. No esta muy de acuerdo con este trato, pero en el fondo prefiere estar con Lucius a quedarse con Tom. Su papi nunca lo ha lastimado y en este momento es el único adulto en quién confía realmente. También quiere separarse un poco de su hermano. Draco es demasiado posesivo, nunca le deja jugar solo o hacer cosas que a él le gustan. En cambio al oír esta resolución, Draco decide que no le hará caso, Harry y él deben estar juntos todo el tiempo. Tirando su abrigo al piso, dice con voz firme y retando directamente la autoridad de su padre:
- Tommy no irá a ningún lado.
- Draco Abraxas Riddle-Malfoy, no estoy de humor para un berrinche.
- Váyanse ustedes, Tommy y yo no los necesitamos.
Su grito todavía resuena en el cuarto, cuando toma de la mano a Harry tirándolo hacía él. Lucius sube la vista para pedirle ayuda a su esposo, es verdad que están peleados pero si no le ponen un límite Draco será demasiado agresivo de adulto. Aunque le cae en gracia el carácter de su hijo, Tom también vislumbra muchos problemas una vez que su primogénito entre a la adolescencia. Deben ponerle un límite. Sin consideración hacía su pequeño, lo carga y aleja de Tommy, el rubio patalea, grita e intenta evitar que su hermano sea absorbido por la chimenea. Pero no puede contra la fuerza de su padre que solo lo mantiene pegado a su cuerpo. Aun después de verlo partir continua peleando, Tom no deja que salga corriendo, entiende la desesperación de su hijo, tanto tiempo solo y ahora que por fin tiene un hermano lo separan de él. Pero debe aprender a obedecerlos:
- No quiero castigarte, pero si no te calmas lo haré.
- Quiero estar con Tommy.
- Voy a contar hasta tres.
No necesita empezar a contar, aunque enojado Draco capta el tono de su voz. Papá está hablando en serio. Deja de gritar y patalear. Una vez calmado el rey lo baja al piso para aparecerse de ahí. Llegan al departamento que compro para vivir mientras las cosas con Lucius no mejorarán. Al ver el lugar, Draco se tranquiliza un poco, hay muchas cosas divertidas ahí. Temiendo lo peor Tom había amueblado un cuarto para sus hijos, llenándolo de juguetes. Después del berrinche inicial, Draco decide que definitivamente le tocó la mejor parte del trato, estar solo con su padre es genial. Es lo que siempre quiso. Para comprobar que no está castigado, le pregunta a Tom:
- ¿Podré escribirle a mi hermano?
- Una carta al día.