Al abrir la puerta la luz ilumina el cuarto, molestando a Draco quién duerme en un sillón junto a la entrada. El niño deja salir un murmullo de sus labios, para después voltearse y continuar durmiendo. Lucius cierra la puerta, se acuclilla junto a su hijo y le da un beso en la cabeza para después taparlo con su saco. En la oscuridad camina hacía otro sillón, donde Tommy duerme. Su morenito tiene un sueño más intranquilo y se mueve de un lado a otro.
Toda la noche ha tenido el presentimiento de un peligro inminente, pero su temor es infundado, se encuentran en el ministerio de magia rodeados por aurores. Sin embargo no es hasta tener a su hijo pequeño en brazos que respira tranquilo.
Están esperando a Tom para poder ir a casa. El rey se encuentra en consejo con los miembros del Wizengamot desde hace 3 horas. No queriendo dejar a sus hijos solos, Lucius se acomoda en un sillón para velar su sueño. A los pocos minutos, él también cae rendido con Tommy en brazos.
Una hora después el primero en sentir la llegada del rey, es el propio Tommy, quién despierta con un grito de dolor. Su padre viene fúrico y su magia negra inunda todo el lugar. Lucius reacciona al instante creando una barrera para proteger a su hijo. Siempre que siente la magia de su padre, el moreno teme que descargue su furia en su contra, como cuando le pegó. Necesita la afirmación de papi para calmarse:
- Hice algo para molestar a papá?
- No campeón, sigue durmiendo que es tarde.
- Pero papá está muuyyyy enoja…..d….
Con la barrera de Lucius en su lugar, Tommy está protegido contra la magia negra, la última frase de su hijo es interrumpida cuando el niño retoma su sueño. Al parecer alguien de la familia Riddle-Malfoy puede hablar más dormido que despierto
- Duerme Tommy, no te preocupes por nada, papá y yo estamos aquí para cuidarte.
Así los encuentra Tom. Su hijo primogénito completamente dormido en el sillón, los brazos estirados, una pierna arriba del respaldo, la otra doblada y una sonrisa en su cara. Draco tiene un sueño sin preocupaciones. Él también le da un beso en la cabeza de buenas noches, se detiene a acomodarle el saco que ya esta en el piso y sigue hacía su amado. Después de tranquilizar a Tommy, Lucius se vuelve a dormir, mantener un embarazo oculto consume gran parte de su energía. Con una sonrisa en los labios el rey admira la escena por unos segundos.
Le gustaría dejarlos descansar hasta mañana, pero para ellos el día todavía no termina. Es momento de informarle al circulo interior la resolución del Wizengamot y de decidir juntos un camino a seguir. No quiere despertar a su esposo, Lucius se ve agotado, pero el rubio debe estar presente. Es su primer lugarteniente y el rey acepta su superioridad táctica. La opinión del rubio es vital. Con un beso en los labios lo despierta, esos ojos plata que tanto ama lo ven adormilados. Negándose a despertar Lucius vuelve a cerrarlos:
- Amor, te necesito. Las cosas no salieron como quería, debes ayudarme a planear nuestro contraataque.
- Tommy me pegó su sueño, no puede esperar a mañana?
- No, lo siento. Per prometo dejarte dormir más temprano.
Ese comentario lo termina de despertar, desde su reencuentro no hay una sola noche que no hayan hecho el amor. La prueba de ello la porta en su cuerpo. Su risa es fingida, pero su esposo está demasiado ocupado con su hijo para darse cuento o más bien para comentar nada.
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Los catorce miembros del circulo interior están sentados alrededor de una mesa circular. Aunque Tom es el líder, cuando están en junta todos tienen el mismo peso, cada uno es especialista en un área. Es su unión la que los hace invencibles. El Wizengamot se negó a sustituir a Dumbledore como director de Hogwarts, pero aceptó ponerlo seis meses a prueba como director del Departamento de inclusión de niño mágicos. Si en ese tiempo ocurre un nuevo ataque lo cesarán definitivamente de su puesto. Ninguno de ellos cree que eso suceda, pero ahora podrán vigilar lo que el viejo hace.
El principal problema al que se enfrentan es el conocimiento de Dumbledore sobre su vida familiar. Draco nunca menciona a su dragón fuera de casa. La discusión se vuelve a centrar en la existencia de un traidor:
- Puede ser uno de los elfos. Una orden mal dada por parte de Tom o James podría hacer que obedecieran las ordenes de ese imbécil
- Nott vivimos en Malfoy Manor, los elfos obedecen al líder de la familia, no pueden recibir ordenes de nadie que yo no autorice.
- Entonces la otra opción es que alguno de nosotros sea el traidor, eso insinúas Lucius?
El silencio invade el cuarto, todos habían evitado tocar ese tema. James clava la vista en el suelo, él ya traicionó a sus amigos una vez. Nadie lo acusa, pero no necesita oír sus palabras para saber que sospechan de él. Tom no dice nada, esto es lo que Dumbledore quiere, que empiecen a desconfiar entre ellos, que su unión desaparezca, así será fácil conquistar el trono. Severus y Sirius se ven a los ojos, hay otra posibilidad, pero cuando la pongan sobre la mesa a nadie le gustará. Como ninguno comenta nada más, deben decir su sospecha en voz alta:
- Hay otra opción, no quería mencionarla porque es una hipótesis, pero explicaría muchas cosas.
- Habla de una vez Severus y déjate de rodeos.
Desde inicio de cursos, cuando Tommy empezó con sus pesadillas y el collar anti-posesión Black le ayudo, empezó a sospechar la verdad. Después de todo su sobrino le contaba cosas que no tenía por que saber, cosas de la guerra, cosas que nadie supo salvo los involucrados y peor aun sabía cosas que el bando de la luz hizo. Ninguno de ellos pudo contarle eso al niño. Pensó que el collar sirvió cuando las pesadillas del morenito terminaron, pero al parecer sus sueños eran solo el principio:
- Alguien ha visto la cicatriz en la frente de Tommy?
Varios afirman con la cabeza, la extraña cicatriz en forma de rayo del príncipe ha sido objeto de especulación entre los mayores. Es una de las razones por la que Lucius quiere acabar con esos muggles, una cicatriz con esa forma es hecha a propósito. Es Regulus quién toma la palabra:
- Fueron esos muggles, Tommy no recuerda como se la hicieron.
- No lo creo Regulus, yo pienso que es donde le pegó el Avada Kedavra que Dumbledore lanzó esa noche al intentar matarlo.
Todos empiezan a murmurar, la teoría de Severus se oye muy descabellada, nadie sobrevive a la maldición asesina sin tener un escudo muy poderoso. El morenito era un bebé, imposible que realizará algún tipo de magia para defenderse. Sin hacerle caso, Snape continua con su explicación, creando un probable escenario de lo sucedido esa noche:
- Piénsenlo, Dumbledore le lanza la maldición a Tom, quién cae dejando al bebé indefenso. Que ganaba con llevarse a Tommy, porque no matarlo?
Ahora nadie dice nada, todos aceptan que tiene razón, nunca averiguaron porque Dumbledore se llevó a Tommy en lugar de matarlo. Ellos saben muy bien que el viejo quiere el reino para él, tener un príncipe vivo le impide el acceso al trono. Aun dentro del circulo interior, solo Severus y Rabastan saben que Tom no se defendió de la maldición, el rey prefirió sacrificarse a lastimar a su hijo en una pelea:
- Tom protegió con su vida a Tommy invocando un escudo a su alrededor capaz de resistir el Avada Kedavra. Dumbledor intentó matarlo, pero no solo fue incapaz de hacerlo, sino que la maldición le rebotó. Para no morir debió crear un horocrux en ese instante.
- Mi hijo no es esa aberración.
Lucius no puede dejarlo terminar, de solo pensar que el alma de ese bastardo, de ese infeliz que ha intentado matarlos tantas veces, este en su hijo le parte el corazón. Tom, sentado a su izquierda lo abraza para consolarlo. Imagina como debe sentirse su esposo, su bebé, el hijo cuyo regreso fue una bendición es una pieza más del plan de Dumbledore para matarlos. Ese infeliz le debe tantas, se las pagará, sufrirá lo impensable, pero ahora no pueden dejarse llevar por sus sentimientos. Es el líder y sus hombres esperan tranquilidad de su parte. Su esposo contra todo pronóstico apoya la cabeza en su pecho y cierra los ojos cansado. Está agotado, pronto no podrá más.
Voldemort es un experto en magia antigua, la teoría de Severus tiene sentido. Rabastan y Regulus que también son expertos en maldiciones y magia ancestral bajan la cabeza para analizar lo que acaban de oír. Después de 10 minutos de pensar, el primero en hablar es Rabastan:
- Tiene lógica, mientras Dumbledore llene de miedo su mente, mantiene el vínculo abierto y puede ver sus pensamientos. Por eso siempre tiene pesadillas.
- Son sus sueños los que usa para torturarlo y saber lo que hacemos.
Las lágrimas quieren salir de los ojos de Lucius mientras oye a sus amigos hablar de su hijo. Necesita usar todo su control Malfoy para evitarlo. Ni siquiera en el velorio de Abraxas se sintió tan mal. Todo este tiempo su bebé ha sufrido por culpa de Dumbledore. Una vez más le falló y no pudo protegerlo. Tom pasa una mano por sus largos y rubios cabellos, consolándolo, compartiendo su dolor. Pero su rostro no muestra ningún sentimiento, ahora no es un padre preocupado, es el rey y acaba de averiguar algo de su enemigo. Tommy es su hijo, pero no dudará en sacrificarlo si con eso asegura la victoria.
Malfoy intenta mantener su reputación de hombre insensible, pero su bebé no sabe lo que se le avecina. Sin importarle su imagen sale del cuarto. Necesita abrazar a Tommy. Todos sienten pena por el niño, el morenito es un chico tierno y bueno. Nott, es quién se atreve a decir lo que nadie quiere aceptar:
- Lo siento Tom, pero debemos alejar a Tommy de casa, mientras este con ustedes Dumbledore nos llevará la delantera.
El reloj marca las 3:20 de la mañana, el rey siente el cansancio acumulado, el físico no le importa, pero el psicológico lo está desgastando. Cuando parece que por fin le ganó a Dumbledore, este les pega donde más les duele. Su hijo. Tommy necesita amor y cariño, lamentablemente ellos no podrán dárselo. Obligándose a alejar sus sentimientos, le responde:
- Si los sacamos de pronto, sabrá que descubrimos su plan. No podemos hacerlo hasta no encontrar una excusa creíble.
- Es peligroso que regrese a Hogwarts, si ustedes lo mandan a otro colegio nadie sospechará.
Crabbe es quién da con esta solución tan sencilla. Dumbledore espera este movimiento, pero pensará que es por la razón equivocada. Lo mandarán lejos, no por su protección, sino por la del reino. Una vez más su familia está por debajo de su deber. Aunque no le guste, como rey primero debe pensar en sus súbditos. Sus hijos adoran su colegio, no se lo tomarán bien, pero la decisión está fuera de sus manos. Sin nada más que discutir, el rey da por terminada la junta:
- Es suficiente por hoy, vayan a sus casas a descansar, nos reuniremos en dos días para decidir como contraatacar. Ya basta de recibir golpes sin darnos a respetar, si Dumbledore quiere guerra, la tendrá.
Los presentes se paran de sus lugares, se despiden con un gesto de cabeza y en silencio se van hacía sus casas. A diferencia de hace unas horas, esta vez nadie está contento. No es oficial, pero la guerra entre el bando de la luz y la oscuridad acaba de reiniciar. Tom todavía se queda en su lugar unos minutos más, sabe que Lucius no se la pondrá fácil, pero debe entender que si ahora pierden el reino, todos sus sacrificios habrán sido en vano.
Una vez más atraviesa la puerta hacía su despacho privado, la luz continua apagada. Sabiendo que el rubio no está dormido, lo cuestiona. Nunca pelearán enfrente de sus hijos, es una oportunidad única para hablar sin enojarse:
- Te fuiste antes de terminar la junta, no esperaste a oír nuestra decisión.
- Para qué? Siempre pones al reino primero. Cuando les diremos?
- Mañana, las clases en Beauxbaton empiezan el lunes.
Ya sabía esa resolución. Por eso se fue cuando Severus mencionó sus sospechas. En la oscuridad analizó las opciones de su esposo y no encontró otra solución. Si quiere salvar su reino, debe sacrificar a su familia. Al ver su cansancio, Tom no puede evitar darle ánimos:
- Será temporal amor. Lejos de nosotros el viejo no tendrá necesidad de lastimarlos.
- Si crees que te daré la razón para hacerte sentir bien, estas muy equivocado. Haremos lo que tu digas, pero ten por seguro que es tu y solo tu decisión.
No teniendo ánimos para continuar esa discusión, Lucius toma en sus brazos a Tommy y se aparece. Su última noche juntos en mucho tiempo. Si su amado cree que la pasarán solos, está muy equivocado. Por hoy todos dormirán juntos, como una familia feliz.
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Son las 11 de la mañana y contrario a lo acostumbrado las actividades diarias en Malfoy Manor apenas empiezan. Lucius y Tommy toman el desayuno en la cama, el mayor tiene en sus piernas una gran bandeja de plata, donde hay café, jugo, cereal, fruta y huevos. Draco que salio en la mañana con su padre a entrenar, abre la puerta del cuarto para después correr hacía la cama y aventarse en ella. Un rápido movimiento de varita del mayor evita un accidente:
- ¡Draco! Con cuidado campeón.
- Le gané a papá, lo toque con mi espada y no se dejó.
- Eres todo un Malfoy Draco, el abuelo estaría orgulloso de ti.
La sonrisa del niño ilumina el cuarto, los ojos le brillan. Su padre nunca lo había reconocido como Malfoy, uno de sus más grandes deseos se volvió realidad. Ya más tranquilo, se da cuenta que tiene mucha hambre, toma un pan con mantequilla y mermelada de la bandeja y se lo lleva a la boca. Migajas de pan caen en la cama. Lucius no necesita palabras para amenazar a su hijo, Draco le sonríe a modo de disculpa y enseguida toma una servilleta. Papi parece estar de muy buen humor, pero mejor no ganarse un regaño. Usando su astucia Slytherin cambia de tema:
- Papá se quedó platicando con tío James, creo que van a ir al Ministerio de nuevo.
- Otra vez trabajará todo el día?
El tono de decepción es notorio en la voz del morenito. Ya van a regresar a la escuela y apenas han pasado tiempo juntos como familia. Primero estuvieron en casa de su tía, luego solo estuvo con papi y en navidad el resto del circulo interior invadió su casa. Él quiere pasar tiempo los cuatro solos. A veces siente que sus padres tienen demasiado trabajo para prestarle atención. Sabiendo de que va la cosa, Lucius lo tranquiliza:
- No Tommy, hoy no.
Igual que su hijo, también cambia de tem, al parecer las mañas Slytherin se transmiten de padres a hijos:
- Su padre y yo les tenemos preparada una sorpresa.
- Qué es? Una escoba nueva? Una mascota? Algo grande?
- Por supuesto que no les voy a decir nada, sino ya no sería una sorpresa.
Por más que los niños intentaron sacarle información, la habilidad del rubio con las palabras los mantienen a raya. Resignados los pequeños terminan de desayunar y corren a sus respectivos cuartos para bañarse. Mientras más rápido estén listos más pronto les dirán en que consiste su sorpresa. En el camino se encuentran a su padre, intentan convencerlo de adelantarles algún detalle, pero Tom no sabe de que hablan y los manda a bañar.
El rey, entra a su cuarto esperando que su esposo le aclare lo sucedido. Sus hijos están demasiados contentos, no esperaba que se tomarán la noticia tan bien. Sin embargo su habitación está vacía y no hay señales de su esposo por ningún lado. Preocupado busca a Lucius en el baño, pero la puerta está cerrada. Sin dejarse intimidar por un seguro, utilizando un alohomora, abre la puerta para encontrarse con su esposo vomitando el desayuno. El rey reacciona enseguida y corre a ayudarle, sosteniendo su pelo hasta que su amado termina de vaciar su estómago. Cuando la situación está controlada, le dice:
- Te llevo a la cama y le hablo a Parkinson.
Lucius intenta caminar por su cuenta para demostrar que está bien. Tom es demasiado desconfiado, si no logra quitarle de la cabeza que está enfermo, empezará a sospechar. Pero el rey lo carga y en brazos lo lleva a la cama. El rubio siempre ha sido muy sano, la última vez que lo vio vomitar en la mañana fue durante su embarazo hace 10 años. Este comportamiento fuera de lo normal, le indica que algo está mal. Sin embargo una vez en la cama, Malfoy, se suelta y le dice:
- Thomas estoy bien. Ayer comí en el mundo muggles, sé que no debo hacerlo y de todos modos lo hago.
- Le hablaré a Severus, es experto en descubrir venenos, no correré ningún riesgo.
- Amor estas haciendo un lío de una tontería que hice, ya estoy como nuevo, prometo no volver a hacerlo.
- No me importa ser un esposo sobre protector, vas a ver a un doctor.
Sin utilizar una varita, el rey intenta mandar una carta por la chimenea, pero Lucius le recuerda que no es el único con esa habilidad y también sin pronunciar palabra alguna mantiene la carta en la mano de su esposo. Si ve a un doctor antes de tomar la poción, descubrirá su embarazo sin problema. El empeño del rubio por no llamar a un doctor prenden un foco en la cabeza de Tom. Algo pasa, sino Lucius llamaría a Parkinson para demostrarle su error. Cansado de este juego y no queriendo que su esposo empiece a imaginarse lo peor, el rubio le dice:
- Te preparé a los niños para recibir la noticia, ve de una vez.
- Qué me ocultas? Por qué no quieres que Parkinson venga?
- Vas a cambiarlos de colegio y quieres iniciar una pelea por una tontería?
Esta frase ya no es hablada, es un grito por parte de Lucius, quién está asustado y necesita alejar la atención de su esposo de su persona. Si Tom llega a descubrir su secreto, todo su plan se irá abajo, Dumbledore lo sabrá y entonces sus hijos estarán en un mayor peligro. El viejo nunca dejará que un tercer príncipe nazca, al contrario se apurará a asesinar a los gemelos. Tom nota la desesperación y el grito de ayuda de su amado, algo le oculta, algo malo. Nunca había existido un secreto entre ellos, pero al parecer 10 años es tiempo suficiente para que las cosas cambien. Saber que Lucius no es sincero con él, le afecta más que cualquier palabra de Dumbledore. Baja la cabeza para contener un grito. No deben pelear, si lo hacen con un secreto de por medio, tal vez nunca se reconcilien. El silencio invade la habitación, los dos adultos pelean contra si mismos para evitar confesar sus temores. Sin embargo la voz de cierto rubio pequeño se oye en el cuarto, seguida de un azote de puerta:
- Qué harán que?
No pueden ir tras él enseguida, ni Lucius ni Tom tienen la fuerza necesaria. El rubio quiere ir a los brazos de su amado para llorar su temor en su hombro. Tom quiere abrazarlo y murmurarle en el oído que siempre estará a su lado sin importar nada. Pero no pueden, los dos tienen demasiado miedo que el de enfrente no pueda con la carga. Sin verse a los ojos, los dos salen por la puerta al mismo tiempo en búsqueda de su hijo.