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Incompletos por mReloaded

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Notas del capitulo:

Las batallas continuan, ahora vemos en acción a varios miembros del circulo interior. Lamentablemente hay bajas del lado de nuestros héroes. 

Horas después el frío despierta a Lucius, quien necesita unos minutos para recordar donde está. Durante la noche cayó al suelo. El libro de leyes sigue tirado junto a él, sus lentes están destrozados bajo su cuerpo. Siente los ojos hinchados de tanto llorar. Sin embargo ya tomó una resolución, le dirá a Tom sobre el embarazo. Prefiere enfrentar su enojo a seguir con el miedo en el que vive. El rey le ayudará a proteger al bebé. Sube a su cuarto, la cama tendida lo recibe, su amado tampoco durmió ahí. Después de ponerse una chamarra, va al tercer piso de la mansión. Toca en el despacho de Tom, mientras dice en voz alta:

-       Querido tengo que hablar contigo. Es importante.

Nadie le responde. Seguro el rey duerme, por varios minutos su voz resuena en la mansión. Nada. Ni un saludo, ni un grito. El temor lo invade, no quiere pelear de nuevo con Tom. Está tentado a abrir la puerta, están en Malfoy Manor y puede hacerlo, pero no lo hace. Es su despacho, su espacio privado, nunca violaría eso. La tristeza lo invade, no pensó que su amado se enojaría tanto por su reacción. Debe ser fuerte, pero está tan cansado que ya no puede seguir aparentando. Desistiendo en su intento de verlo, deja de tocar y da la media vuelta para encerrarse en su despacho.

Dentro del estudio de Tom no hay nadie. Lestrange lo llamó hace unos minutos, Fabian Prewett fue al ministerio a exigir la liberación de su familia. Son las 6 de la mañana y está armando un escándalo en el lugar. Los aurores de guardia estuvieron a punto de soltar a los Prewett capturados, por suerte Rodolphus los detuvo a tiempo. Cuando el rey llega a casa, está agotado, otra noche sin dormir. Arrepentido por su reacción, busca a Lucius para disculparse. Sus celos no tienen lógica. Anita fue asistente de su amado por años, su reacción es normal. Si rompió su máscara se debió a que estaban los dos solos. En su habitación, la cama tendida, le dice que nadie durmió ahí. Sube a su despacho, toca la puerta varias veces, primero sin hablar, después llamándolo en voz alta:

-       Amor perdón, no debí ponerme así. Abre por favor, quiero pedirte disculpas de frente.

Ni siquiera el ruido de alguien escribiendo le responden del otro lado. Sin embargo continua tocando y pidiendo permiso para pasar. Quiere tener en brazos a su esposo. Recuerda su apariencia física. Está tentado en tirar la puerta para asegurarse que Lucius está bien. Pero al final desiste. Seguro sigue enojado por su reacción. Se merece este castigo. Si no le da su espacio lo perderá. Antes de dar la vuelta para encerrarse en su propio despacho dice en voz alta:

-       Voy a dejar abierta mi puerta, eres bienvenido en mi despacho a todas horas.

Lucius no oye la disculpa de Tom, minutos antes de su llegada, recibió una llamada de la policía muggle. Alguien intento entrar a la fuerza a Broadgate Tower. Usualmente Anita atendería estas emergencias, pero ahora que no está es su deber es ir a supervisar el trabajo de los muggles.

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Después de una ducha rápida, el rey regresa al ministerio. Está preocupado por Lucius, todavía sigue sin verlo. Conociéndolo esperaba encontrarlo en su aseo matutino, pero o el rubio sigue dormido o utilizó otro cuarto de la mansión para bañarse. Si el rey pensó en ser el primero en llegar estaba equivocado, Sirius y Rabastan lo reciben señalando la cafetera. Después de cada redada el papeleo se les amontona. Los dos empezaron temprano porque quieren regresar a casa ese día. Todavía no acaba de acomodarse cuando la puerta se abre y por ella entra Nott:

-       Buenos días su majestad. ¿Por casualidad Malfoy le mandó un mensaje para mí? Hoy tenemos junta con Shacklebolt y no está en su despacho.

-       Lo siento Nott, no me comentó nada. ¿Para que es la junta?

-       Seguimos buscando la forma de expulsar al viejo de Hogwarts.

-       ¿Cómo van?

-       Creo que lo tenemos por malversación de fondos, pero nos faltan pruebas.

-       Suerte con eso.

-       Gracias

Apenas Nott deja su despacho, el rey toma papel y pluma para escribir una carta. La nota es un pequeño mensaje, de dos renglones, que dice así: “Te invito a comer donde gustes. Perdón por ser yo, no volverá a ocurrir. Te amo Tom Riddle”. En lugar de enviar el mensaje por medio de lechuza, lo manda directamente por red flu al despacho de Lucius en la mansión. No le preocupa no recibir una respuesta de inmediato, conociendo a su esposo es seguro que ya se levantó y ahora está en su aseo matutino. Si perdió la cita con Nott, estará horas en la bañera. Su conciencia le reprocha su actuación. Se portó como un estúpido. Recuerda lo acabado que Lucius se veía, hoy mismo irán con Parkinson.

La mañana pasa rápido, entre el papeleo, la planeación de una nueva redada y los demás asuntos del reino, cuando Tom vuelve a levantar la vista ya son las dos de la tarde. Un poco molesto por la falta de respuesta se prepara para regresar a casa. Ahora si no saldrá de ahí sin haber hablado con Lucius. En eso está cuando la puerta de su despacho se abre y Rabastan entra a informarle las últimas noticias:

-       Atacaron la oficina muggle de Malfoy, al parecer intentaron robarla. Ya fue un equipo dememorizador para controlar a los muggles.

Con que eso era, su esposo ha de estar como loco lidiando con los estúpidos muggles. Definitivamente saldrán a cenar. Tal vez hasta puedan ir a París a su restaurante favorito y de paso vean a los gemelos. El enojo por la falta de respuesta desaparece de inmediato, su amado está ocupado. Le preocupa su salud, este ataque solo aumentará su estrés, mejor asegurarse que esté bien:

-       ¿Cómo tomó Lucius la situación?

-       No se, no lo he visto en todo el día.

Rabastan y Tom se ven a los ojos por un momento, el pánico empieza a invadirlos. Cuando las alarmas sonaron en el ministerio nadie las tomó en serio. Hechizos sencillos en el mundo muggle, un par de confundos y nada más. Esta alarma ocurre varias al mes, al parecer muchos magos creen que Malfoy guarda el oro en su oficina muggle. Que idea más estúpida. Nadie del circulo interior atendió la llamado ni mandaron aurores. Algo rutinario. Rabastan es el primero en poder articular palabras:

-       Dime que hoy no fue a trabajar.

Por supuesto que no, Lucius, él no. En su mente las ideas se amontonan. Ni siquiera puede decidir que hacer. El miedo lo invade. Todo su mundo puede acabar de golpe. Para alejar sus pensamientos pesimistas Tom dice en voz alta lo que quiere creer es verdad:

-       No, hoy le tocaba venir acá. No durmió bien, lo deje en su despacho. Él está en Malfoy Manor, debe estar ahí.

Los siguientes minutos son eternos, mientras esperan a que un elfo localice al rubio. El mensaje del rey es directo. “Amor comunícate a mi despacho enseguida”. Cuando regresa, les trae malas noticias. El amo no está en ningún lugar de Malfoy Manor y como su despacho en Broadgate Tower recibe a muggles constantemente los elfos tienen prohibido ir ahí. Sin esperar a sus fieles seguidores, Tom se desaparece. Tiene que comprobar que Lucius está bien. No puede pasarle nada, no a su amado, no a su esposo.

Su llegada al mundo muggle no levanta sospechas, conoce un callejón para aparecerse cerca del edificio. Muchas veces lo ha utilizado cuando quiere sorprender a su rubio. Ve como varias patrullas muggles siguen en el lugar, no se ve nada anormal, pero una vocecita en su cabeza le exige velocidad. No pierde tiempo siguiendo el procedimiento estándar para entrar al edificio, varios hechizos no verbales le permiten abrirse paso. Antes de pasar el vestíbulo Rabastan y Sirius ya están a su lado. Esto está raro. Un ataque es normal, pero que Lucius no aparezca por ningún lado no lo es. Conociéndolo ya estuviera en el ministerio asegurándose de mandar a los culpables a Azkaban. No hay nadie en el edificio, los muggles tienen el día libre mientras la policía investiga. Si ninguno se aparece directamente en el despacho de Lucius es porque el rubio odia que lo interrumpan en su trabajo y levantó fuertes barreras anti-aparición que rodean los últimos pisos.

Cuando salen del elevador sus temores son comprobados. El escritorio de Anita está tirado como una barricada, otros muebles también sirven de barreras. Un hechizo verde los recibe, cada quién se tira a un lado buscando un escondite. La voz de una mujer, les dice en medio de una carcajada:

-       Casi te pierdes la diversión, pensábamos que tu esposo no te importaba.

-       ¡Evans!

-       ¿Dime Tom?

Esa mujer. Es la responsable de la traición de James hace 10 años, del ataque y posterior caída en coma. Pero de lo más importante, de que su morenito viviera por 10 años con muggles. Le debe muchas. Hará que pague cada una de ellas. Aparte de Evans, también están Mody y Vance. Los tres son miembros de la orden del Fénix desde la primera guerra, todos son magos hábiles y poderosos. Dumbledore fue preparado para lograr su cometido, el rey reza por no haber llegado demasiado tarde. Los hechizos vuelan de un lado a otro. Ningún bando logra ganar terreno. Cada momento que pasa Tom se desespera más. Ni el viejo ni Lucius se ven por ningún lado. Confía en su rubio para protegerse, pero la vocecita que le advierte de un peligro le dice que su esposo no está a salvo.

Improvisando, Sirius lanza un hechizo de disparo al techo, haciendo que el enorme candelabro caiga directamente sobre sus atacantes. Aprovechando su confusión Rabastan, les lanza una honda de energía que los noquea. Antes de poder ir a esposarlos, la puerta del despacho se abre dejando ver una escena nada alentadora. Lucius está tirado en el piso en muy mal estado, un hilo de sangre escurre por su boca, su camisa blanca muestra manchas de sangre. Todo consecuencia del duelo que acaba de tener con Dumbledore. Este  le apunta con su varita, su respiración es agitada y tiene un feo corte en la ceja que sangra bastante. Jamás pensó que le costaría tanto trabajo someter a Malfoy. El condenado es más poderoso y pelea mejor de lo que creyó. Aun en el piso, Lucius no se da por vencido, lo ve con odio, retándolo a terminar el duelo. Tom levanta su varita para defender a su amado, pero la voz de Dumbledore lo mantiene en su lugar:

-       Siempre caes en el mismo error Riddle, tu familia es un blanco demasiado fácil. Pensé que habías aprendido, pero me alegra haberme equivocado.

Utilizando magia no verbal, Lucius quiere invocar su varita. No puede hacerlo de forma directa porque llamaría la atención del viejo, debe esperar hasta el  último momento. Solo tendrá una oportunidad para hacerlo. Intentando ganar tiempo, le grita:

-       Qué esperas viejo estúpido. ¡Hazlo!

-       ¿Pero querido Lucius, acaso crees que morirás de forma rápida? Por supuesto que no mi niño, lo harás lentamente para que Tom recuerde su incapacidad para salvarte.

Esperan un Avada, pero Dumbledore cumple con su palabra. Ninguno oye el hechizo que lanza, solo sienten la magia blanca inundar el cuarto. Lo que si pueden oír son las voces de Lucius y Tom invocando un protego al mismo tiempo. La unión de los tres hechizos es equivalente a la explosión de una bomba. Las ventanas saltan en miles de pedazos. Abajo los coches de policía prenden las sirenas. Arriba el humo lo invade todo. Rabastan es el primero en reaccionar, voltea buscando a los miembros de la orden del Fénix, pero estos aprovechando la distracción desaparecieron. Sirius manda su patronus al ministerio, deben avisarle a los demás miembros del circulo interior lo sucedido. No les dice nada de la pelea, solo menciona que las oficinas de Lucius fueron atacadas por magos blancos.

Tom sigue sin moverse. Su amado. Esto es su culpa, no lo buscó en toda la mañana, debió comprobar que estaba bien, no dar por hecho su seguridad. Saliendo del shock, corre entre el humo y los escombros hacía donde vio a Lucius. Dumbledore ya no está. Por supuesto que el maldito cobarde huyo una vez cumplido su objetivo. Con temor se acerca a su rubio amado, busca su pulso que encuentra fácilmente. No está muerto. Respira aliviado. Lucius logró defenderse. Le da un largo beso en la boca para hacerlo reaccionar, se imagina las burlas que le hará más adelante – “te desperté como bella durmiente amor”-. Pero el rubio no abre los ojos, Tom empieza a desesperarse. Lo abraza, lo besa, lo agita, pero nada sucede. Lágrimas escapan de los ojos del rey, él que no llora por nada, que se regocija de no tener corazón no entiende porque su pecho le duele tanto. No debería de afectarle, Malfoy es su esposo, ya le dio un heredero, ya cumplió su función. Pero por más que repite esto, sabe que es mentira, Lucius es el amor de su vida. Su razón para vivir. Quién lo entiende, quién se ríe de sus bromas y quién aun antes de nacer los niños ya se había convertido en su familia. Cuando está a punto de empezar a gritar, esos ojos plata se abren de súbdito. El alma regresa a su cuerpo, antes de enfurecer:

-       No vuelvas a asustarme rubio tonto, no sabría que hacer sin ti.

-       Ya puedes soltarme Tom, estoy bien. El viejo no me hirió de gravedad.

-       De eso nada, vamos a la mansión y no te levantarás de la cama hasta que Parkinson te lo permita.

Los tres magos pueden ver una sonrisa pícara en la cara de Tom, como si consentir su amado le abriera las posibilidades. Le da un corto beso en los labios confirmando sus intenciones. Lucius también sonríe, negando con la cabeza. De pronto deja salir una mueca de dolor, el rubio se lleva una mano al vientre antes de caer inconciente. Enseguida Tom vuelve a hablar:

-       Vamos Lucius, no estoy para bromas, reacciona.

Pero para su desesperación Lucius continua inconciente. Todos sienten como su magia empieza a disminuir lentamente pero de forma consistente. No saben si se debe al último hechizo de Dumbledore o a otro. Dejándose llevar por su dolor Tom se deja caer en su pecho llorando desconsoladamente. Dumbledore atinó de nuevo. Tener a Lucius en ese limbo, lo va a acabar más rápido que haberlo perdido para siempre. Sirius y Rabastan al ver el estado de sus reyes, toman el mando. Deben salir de ahí la policía muggle no tarda en llegar. No quieren hacerlo, pero deberán irrumpir el dolor de Tom. Esperan este lo entienda. Tomándolos a los dos, se desaparecen hacía Malfoy Manor. Por suerte la explosión destruyo las barreras que había en la habitación.

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A su llegada a Malfoy Manor se ven rodados por varios miembros de su familia. Todos están preocupados por el mensaje de Sirius, pero al ver a Lucius inconciente en los brazos de Tom dejan escapar un grito de angustia. Parkinson, el médico de cabecera de los reyes y hombre de confianza, es el primero en reaccionar. Intenta hablar con Tom, pero el rey sigue perdido en su dolor, algo les dicen que apenas salga del shock exigirá sangre. Sin embargo parece entender lo apremiante de la situación, porque les permite a Crabbe y Goyle llevarse a su esposo. Con un movimiento de cabeza Rabastan les prohíbe llevar a Lucius a otro cuarto. Si su rey no lo pierda de vista, tal vez logre contener su furia. Después de pasar su varita y de comprobar que el rubio no está en peligro inminente, le lanza un enervate. Algo le pasa a Lucius, pero no parece ser consecuencia directa del ataque. Los presentes contienen la respiración, si su rey no reacciona a ese hechizo están en problemas. Segundos después el rubio abre los ojos confundido al encontrarse en una habitación desconocida, pero al voltear y ver a Tom se calma. Su voz suena débil, pero todos entienden lo que necesita:

-       Agua.

Nadie necesita transmitir sus ordenes, un elfo de la mansión se aparece casi enseguida con un vaso. El pequeño elfo se ve asustado por lo que puede pasarle a su amo. Si Lucius muere, sería la segunda muerte de un líder familiar en menos de un mes. Tom le ayuda a tomar el líquido, mientras Parkinson sigue revisándolo, el enervate sirvió pero de nuevo la magia del rubio está decayendo. Si sigue así entrará en coma. Necesitan encontrar la causa antes de que sea demasiado tarde. No sabiendo por donde empezar decide preguntarle directamente a Lucius:

-       ¿Recuerdas si el viejo te hizo algo para quitarte magia, algún hechizo?

-       No, él no, pero…

Siente como los párpados le pesan demasiado, no quiere cerrarlos, es necesario que les diga sobre la poción que tomó. Su magia ha estado inestable, pero la pelea con Dumbledore agotó sus defensas. Su cuerpo debe elegir entre él y el bebé. Una vez les diga la verdad, podrán ayudarlo. Utilizando toda su fuerza de voluntad vuelve a abrir los ojos, Parkinson esta revisando sus signos vitales, pero logra oír su frase:

-       Sanguis Sacralis

Ahora si el rubio queda inconciente, el doctor se niega a despertarlo de nuevo, caer en ese estado es una defensa natural de los magos para evitar morir si su magia desaparece de súbdito. Algo absorbe la que tiene el rubio. Les dice a los demás lo que Malfoy le dijo, pero nadie sabe que quiso decir. Tom les ordena a Crabbe y Golye llevarlo a su habitación, mientras a los demás los manda a sus bibliotecas para que averigüen que fue lo que el rubio quiso decir. 

Notas finales:

Bueno pues aunque no lo crean estoy aprendiendo a escribir escenas de "accion" usualmente me las saltaba con un y pelearon...Si sienten que están cortadas o que no se entiendan por favor decirme para que pueda mejorar.

Perdón por tardarme un poco en subir el capitulo, pero empeze a leer Velivam: Entre el amor y el deber...está muy bueno y largo y no pude parar hasta llegar a donde van...en fin mientras no actualice no creo que haya problema :D (No es que no espere la actualización!!!)

Y las preguntas de este fic son:

1. Quién descubrirá el significado de las palabras dicha por Lucius?

2. Cómo reaccionará Tom al enterarse que va a ser padre de nuevo?

También voy a empezar a incluir el nombre de los siguientes capítulos en el anterior para ayudarlos con la espera, no les aseguro que no cambien al final, el siguiente se llamará: Tommy es mío


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