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LA BELLEZA DE LA OSCURIDAD por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, en este capítulo los demás vampiros que conforman ese nido en particular hacen su aparición, espero que les guste

 

Capítulo 2.- Encuentros

 

Thanatos manejaba como maniático por la autopista que a esa hora estaba vacía, no tenía las luces del carro encendidas iba a oscuras pero eso al parecer no era un problema para él, finalmente luego de algún tiempo ingresó en una entrada de tierra a un lado de la vía la que a los pocos minutos le llevó a una propiedad que tenía varias seguridades, guardias armados y al entrar se podían ver enormes perros que corrían libres por los jardines, al fondo se podía ver una mansión que a pesar de la hora que era tenía muchas luces encendidas, por una puerta automática que se abrió entraron al garaje que era subterráneo, Thanatos parqueó el auto al final, habían al menos 10 autos de lujo en aquel estacionamiento, Pandora salió del auto y abrió las puertas, los cinco asustados niños se bajaron y se mantenían muy juntos, Thanatos no dijo nada mas y se fue por el pasillo haciendo una seña a la jovencita que asintió y sonrió

 

Pandora tomó de la mano a Seiya que era el que estaba mas cerca y lo jaló para el otro extremo hacia las escaleras y llegó hasta la cocina de la mansión que era inmensa, les señaló una mesita para que se sienten y tocó un timbre, a los pocos minutos una mujer algo mayor entró a la cocina, era muy obvio que recién había despertado pero al ver a los niños en la mesita y la cara de susto que los pobres tenían acarició el rostro de Marin y algo les dijo que no entendieron, Pandora algo le respondió, en eso estuvieron algunos minutos hasta que la mujer llamó a otra persona, un joven llegó a la cocina, era alto, tenía unos ojos muy hermosos y el cabello castaño claro y ondulado, la mujer algo le dijo, el jovencito solo asintió y dijo

- No queremos hacerles daño, deben tener hambre, mi nombre es Sigfried, ella es Pandora y ella es la Sra. Hoffman, cómo se llaman? – el jovencito hablaba su idioma lo que era un alivio para todos ellos

- Yo soy Sorrento ellos son Marin, Mime, Shun y Seiya, dónde estamos?

- En la mansión del Conde Kurtz – al ver la cara de incomprensión de los niños el joven sonrió y completó – En Alemania

- Alemania?? – Seiya abrió mucho los ojos, no lo podía creer, qué diablos hacían allí

- Si, en Alemania, la Sra. Hoffman les va a preparar algo de comer y luego Pandora los llevará arriba a las habitaciones para que puedan descansar un poco

- Disculpa, nos podrías prestar tu teléfono, tengo que llamar a casa – dijo Shun, había estado buscando pero no había visto un teléfono por ninguna parte

- No tenemos teléfonos aquí – explicó el jovencito como si fuera lo mas obvio del mundo

- Por qué? – preguntó Marin

- Al amo no le gustan, coman y descansen, ya en la noche hablarán con él

- En la noche? – esta vez fue Mime el que preguntó esto entrando en pánico

- Está amaneciendo, el amo no viene hasta que cae la noche – dijo el jovencito encogiéndose de hombros

- Pero queremos ir a casa – dijo Shun con ojos suplicantes

- En la noche hablarán con él, hasta eso coman, pueden darse un baño cuando suban y descansar un poco, si quieren salir al jardín avisen antes, los perros los comerán vivos si lo intentan por ustedes solos, miren que se los advertí

 

Los niños se miraron entre si pero estaban hambrientos y cansados por lo que aceptaron de buena gana la comida que les brindaron, cuando fueron al segundo piso pudieron ducharse y cambiarse de ropas, durmieron después, en la tarde bajaron al salón y se pasearon por la casa esperando que llegue la noche, todo esto les tenía muy preocupados

 

La propiedad era inmensa, tenía amplios jardines llenos de flores, había una edificación que tenía una piscina cubierta y un gimnasio, habían tres casas de huéspedes y la mansión principal que tenía ocho habitaciones con baño privado cada una, un cuarto que se utilizaba solo para guardar los objetos de plata, demás joyas y cosas de valor, tres salones grandes en uno de ellos había una arpa y un piano, un estudio inmenso con mas libros de los que podían contar, una sala donde había una mesa de billar, la cocina, la despensa y los cuartos para los sirvientes, todas las puertas de esa casa estaban abiertas salvo la del garaje, la razón era simple, el garaje tenía la puerta de acceso al sótano

 

En el sótano de la casa habían tres féretros de apariencia antigua la habitación tenía una puerta de acceso sumamente pesada, ningún humano la podría abrir, se necesitarían al menos seis hombres para intentar mover las puertas no se diga lograr abrirlas, al caer la noche las tapas de los ataúdes se movieron lentamente y tres seres se levantaron de ellos poniéndose de pie

 

El primero era alto y esbelto, tenía la piel muy blanca y facciones finas, su cabello era plateado y largo, sus ojos del mismo color, su nombre era Thanatos y era aquel que fue a recoger a los niños que estaban en el piso de arriba, el otro ser era sin duda su hermano gemelo pero este en cambio era rubio, su nombre era Hypnos y del féretro del medio se levantó el dueño de casa, era un hombre de piel muy blanca, cabello negro azabache y ojos del mismo color, facciones finas pero varoniles, Hades era su nombre y era el líder de ese grupo, los tres hombres eran sumamente atractivos y apuestos, al momento tenían semblantes serios, se acababan de despertar y tenían sed

 

Hypnos fue el que se acercó a una refrigeradora bastante grande que estaba en la esquina de la habitación y sacó tres bolsas de sangre y las lanzó a sus compañeros que con una habilidad felina las atraparon en el aire y con real necesidad se las llevaron a la boca, no les tomó mucho y las vaciaron

- Digan lo que quieran, yo extraño los buenos tiempos, me encantaba cazar, esto es un pobre sustituto – dijo el rubio botando el empaque vacío en el basurero que estaba en la otra esquina

- Puedes cazar todo lo que quieras, solo no mates a tus víctimas – dijo Hades tranquilamente botando su funda vacía en el mismo basurero

- Hablando de víctimas… - dijo Thanatos pero se veía algo incómodo

- A quién mataste hermano?

- Primero déjame decirte que se lo merecía, segundo fue un favor y tercero, estuvo… delicioso – concluyó el gemelo mayor con una sonrisa maliciosa

- A quien mataste Thanatos? – insistió Hades, Thanatos era el que se salía de las reglas y de vez en cuando dejaba salir su lado sanguinario mas de la cuenta

- A un traficante de niños, es el que mató a la familia de Pandora y pues, ella me lo pidió, cómo me niego a los pedidos de mi niña?

- Tu estás encariñado con esa chiquilla, eso no es bueno – dijo Hypnos como quien no quiere la cosa

- Ella es especial, única – dijo con una sonrisa algo anhelante el peliplata

- La vas a transformar? – preguntó Hades

- Eventualmente, todavía es muy joven, dale unos cinco años y estará mas que lista, ella sabe lo que somos y lo acepta sin problemas, no te digo… ella es especial

- Bueno… y por qué nos cuentas lo de tu víctima, hubo algún problema? – se interesó el pelinegro, no sería la primera vez aunque habían pasado muchos años desde que habían tenido problemas de ese tipo

- No… maté a todos los sirvientes y prendí fuego a la casa, tu sabes que yo cubro mis huellas muy bien es solo que hubo una pequeña complicación

- A que te refieres?

- Esa noche le llegó un cargamento nuevo de niños, cinco para ser exactos

- Y te los merendaste? – preguntó Hypnos con una sonrisita cómplice

- No… los traje aquí, deben estar por arriba – respondió Thanatos despreocupadamente

- Para qué los trajiste? – Hades se veía mas intrigado que molesto

- Hermano, necesitas compañía mas pura que la mía y lo mismo va para ti, les haría bien tener a un humano, solo hay que tratarlos con cariño y son mansos – Thanatos hablaba de los pequeños como si fueran sus mascotas (y a su manera de ver, lo eran)

- Cuántos niños dices que son? – preguntó Hypnos

- Cinco

- Eres un inconsciente, no podemos llamar la atención a esta casa, y si alguno de esos niños es visto o sale en las noticias o algo así – reclamó Hades

- Tranquilo, los niños son japoneses, ni siquiera hablan este idioma, estaban hambrientos y asustados, no podía dejarlos allí

- Por qué no? – No era la primera vez que estaban en una situación parecida, desde cuando a su gemelo se le había desarrollado el sentido humanitario?, se preguntaba el rubio

- Si alguien se los va a merendar mejor nosotros a los lobos no? – Thanatos se encogió de hombros

- Postre… - sonrió Hades

- Postre – sonrió Hypnos asintiendo y estirándose

- Mejor vamos a verlos – dijo medio aprensivo el gemelo mayor, a él la verdad le daban pena los niños, la noche anterior se veían tan frágiles y asustados…

 

Los tres hombres subieron las escaleras, llegaron al garaje y entraron a la cocina, no vieron a nadie, se movieron al salón y allí encontraron a Sigfried que al verlos hizo una venia en señal de saludo

- Tráeme a los niños – dijo Hades simplemente, el muchacho hizo otra venia y salió del salón dirigiéndose a la segunda planta, al cabo de cinco minutos el joven regresó con cinco muy asustados niños que veían a los tres adultos que los miraban con expresiones extrañas en sus rostros, ellos no podían decir que era pero… en realidad era deseo y sed, Shun se puso muy incómodo y Seiya estaba asustado, Sorrento parecía tranquilo pero no era cierto, igual se moría de miedo

- Así que son de Japón? – dijo Hades, los niños sonrieron, al fin había alguien que hablara su idioma

- Por favor señor por favor, solo queremos volver a casa – dijo Marin, la niña estaba a punto de llorar

Hades se sentó en uno de los sillones y la llamó, la niña se acercó, él la tomó y la sentó en sus piernas, sacó de su bolsillo un teléfono celular y se lo dio

- Llama a tus padres, diles que estás bien, que estás en Alemania, que mañana en la mañana alguien te pondrá en un avión, no sabes como llegaste aquí, no sabes como vas a volver, solo dile a tus padres que alguien te ayudó pero no digas nada mas, está claro? – Hades miraba a la niña a los ojos, Marin parecía como hipnotizada y solo asintió, tomó el teléfono y llamó a casa, su madre contestó y lloraba de felicidad al escuchar a su hija, le preguntaba que dónde estaba?, que quién la tenía?, pero la niña se limitó a decir lo que Hades le dijo que dijera y colgó el teléfono

 

Hades hizo lo mismo con Sorrento y Mime, cuando llegó el turno de Seiya al hacer la llamada no hubo respuesta lo mismo pasó en el caso de Shun, las familias de ambos niños no contestaron el teléfono, Hades algo le dijo a Hypnos que solo asintió y salió de la casa, regresó mas tarde con un oficial de policía que parecía totalmente ido, el solamente tomó a los tres niños, los montó en el auto y se los llevó, Shun y Seiya estaban asustados, ahora que pasaría con ellos??

- Tranquilos, intentaremos hablar con sus familias mas tarde, y los devolveremos a sus respectivas casas cuando los hayamos hallado – dijo Hades en tono sereno

- Dónde están?, por qué mi papá no está en casa? – preguntó Seiya con tristeza

- Lo mas probable es que te esté buscando – contestó Hades

- Por qué no podemos ir a Japón y allá los buscamos – preguntó Shun

- Porque probablemente estén muertos – dijo Hypnos desde el otro sillón, Shun lo miró y no pudo evitar las lágrimas que corrieron por sus mejillas al igual que Seiya

- Es lo que pasó con la familia de Pandora – explico Thanatos tratando de suavizar lo que dijo su hermano, a veces se olvidaban lo frágiles que eran los humanos

- Las personas que los secuestraron son criminales, los tomaron para venderlos, ustedes aún son muy pequeños para entender, a Pandora le pasó lo mismo y su familia la buscaba sin cesar y empezaron a llamar la atención, esos hombres, los que tenían a Pandora  los mataron, pero en todo caso ustedes están aquí están a salvo – dijo Hades en tono conciliador

- No es eso un poco… irónico? – Hypnos estaba algo escéptico, toda esta situación le parecía graciosa

- Vayan a acostarse, mañana lo intentaremos otra vez, Pandora llévatelos – ordenó Hades y la chica asintió entendiendo las señas porque en ese punto los mayores hablaban japonés, la chica tomó a Shun y Seiya de sus manos y los llevó al segundo piso, Hypnos se levantó del sillón y los vio desaparecer en la gradas, los miraba con ojos de deseo y hambre, hacía mucho que no probaba sangre tan pura como la de esos chiquillos, sin rastro de enfermedades o toxinas, debía ser deliciosa…

- Vamos… - dijo Hades tomando al rubio del brazo

- A dónde?

- A cazar, no quiero tener que enterrar esos dos pequeños cuerpos mañana – explicó el mayor y los otros dos lo siguieron sin poner objeción, en verdad tenían sed

- Aún no entiendo por qué los devolviste

- Hay muchas cosas que hemos hecho en todos estos años, pero… niños?, no somos animales Hypnos, Thanatos hasta cierto punto tiene razón, necesitamos compañía mas agradable, no podemos quedarnos estancados, tenemos que evolucionar con los tiempos, necesitamos un nuevo nexo al mundo exterior para encajar de menor manera, tu lo sabes – Hades no estaba necesariamente molesto, su deseo de sangre se iba incrementando al tener a tan deliciosos bocadillos bajo su propio techo y quería alimentarse, no quería estar cerca de ese par de tentaciones

- Nos vamos a quedar con ellos? – preguntó el rubio algo extrañado, esto no lo habían hecho antes, bueno con Pandora pero ella era diferente

- La posibilidad que sus familias estén muertas es muy alta, mañana lo intentaremos otra vez, si los mandamos a Japón irán a un orfanato y eso es… triste – dijo Hades sorprendido él mismo con sus palabras

- Hades??, qué rayos te pasa? – Hypnos estaba divertido con toda esta situación

- Viste al niño de cabellos verdes?, es muy bello, su mirada… sus ojos… me gustaría que fuese un poco mas grande…, será hermoso

- Bueno tienes suerte, eso es lo bueno de ser inmortal, lo que mas tenemos es tiempo, podemos esperar pacientemente hasta que crezca, será como ver madurar a las frutas antes de comérnoslas, es lo que Thanatos está haciendo con Pandora

- Me vas a tomar a mi de ejemplo?, rayos!!!, en verdad te sientes solo – dijo el peliplata con una sonrisita

- Gajes del oficio, vámonos de una vez

 

Hades, Hypnos y Thanatos salieron de la mansión en uno de los autos que poseían, con el pasar de los años habían amasado una gran fortuna, en menos de 10 minutos llegaron a la ciudad, Hamburgo…, esta ciudad era perfecta para ellos, al ser uno de los puertos mas importantes de Europa eso les brindaba muchos turistas, viajeros y demás personas que de desaparecer no sería una gran sorpresa, además su vida nocturna era muy movida, a Thanatos le gustaba cazar a plena vista, él iba a bares, restaurantes, conciertos, conocía a sus víctimas, las seducía y se las llevaba, con los años había perfeccionado la técnica del pequeño trago, tomaba solo un poco de sangre de cada víctima lo que no las mataba, solo las aturdía, de esa manera no levantaban sospechas, a Hypnos en cambio le gustaban los aeropuertos, los muelles, las terminales de buses donde podía poner sus ojos (y sus colmillos) en los desorientados viajeros, Hades en cambio predaba en las zonas bajas de la ciudad, él buscaba a los mendigos, asesinos, suicidas, aquellos que a su parecer tengan deseo de morir, no los mataba pero él decía que eran mas fáciles de atrapar y sabían mejor

 

Hades caminaba por una estrecha calle en donde no había ni un solo farol encendido, hace un par de cuadras ya había sentido que lo seguían, eran dos maleantes que escondidos en las sombras esperaban su oportunidad para saltarle en frente y hacer de las suyas, ese par de pillos ya pensaba lo que iban a hacer con sus ropas que eran a simple vista muy caras, al igual que su reloj y zapatos, el pelinegro seguía caminando, algo sonó a sus espaldas, se detuvo… se volteó pero no vio nada, se volteó nuevamente pero en frente de él estaban ambos hombres, no podían tener mas de 20 años, sostenían en sus manos sendas daga y se le acercaban peligrosamente, el mayor solo sonrió y levantó las manos en señal de rendición, el mas alto de los jóvenes sonrió y se acercó al pelinegro y trató de tomar su reloj, Hades dejó que el muchacho le sujetara la mano pero en un hábil movimiento la giró, tomó del cuello de la chompa a su atacante y lo lanzó contra la pared mas cercana, el pobre muchacho salió volando y cayó pesadamente al piso

 

El otro muchacho estaba paralizado del miedo, los ojos de Hades tenían un brillo especial, el joven intentó correr calle abajo pero en un abrir y cerrar de ojos Hades estaba parado justo delante de él

- No… por favor… no me haga daño… - rogó el extraño

- Mmmmm… pero que era lo que tu y tu amigo tenían pensado hacerme a mi?

- No lo hubiéramos lastimado… se lo juro… se lo juro…

Hades se acercó un poco mas al paralizado muchacho y lo olfateó

- Tan joven… tan tierno… - susurró tomándolo de los hombros, el chico se tensó completamente, qué le iba a hacer este lunático?

- Por favor… déjeme ir… - suplicó el chico

- Tranquilo, no te dolerá… mucho…

El joven no tuvo tiempo de nada porque el pelinegro con una mano expuso su cuello y sintió claramente como lo mordía pero no se pudo defender, no se podía mover, se sentía aletargado, débil, como que una calma que no creía poseer le invadió, se sentía pesado y se dejó sostener de aquel extraño que prácticamente lo cargaba, Hades tomó la cálida sangre que emanó del cuello del chico, la absorbió con hambre y deseo, cuando sintió que su corazón empezaba a cambiar de ritmo se detuvo, se mordió la lengua y lamió las pequeñas heridas en el cuello del muchacho cerrándolas, luego lo dejó caer, cuando despierte no recordaría nada o pensaría que tuvo un sueño extraño, el mayor se puso de pie y se volteó en donde estaba el otro chico en el suelo, estaba pálido y trataba de huir

- Qué rayos eres tu?

- Bueno eso está en debate aún, desde el punto de vista científico soy una paradoja porque estoy muerto pero como puedes ver no es así realmente, desde el punto de vista religioso soy uno de los condenados, desde el punto de vista tuyo soy tu atacante, desde el punto de vista de aquel al que asaltaron antes de que me acorralaran a mi soy su vengador, pero el folklor nos bautizó hace muchos años como vampiros

- Vampiros?, no… Dios mío… NO!!!!!!!

El chico no tuvo oportunidad de moverse, Hades lo había tomado entre sus brazos y con una habilidad única le clavó sus colmillos en el cuello, el joven intentaba librarse pero era inútil, su fuerza se le escapaba y terminó rindiéndose al poder del otro, cuando Hades sació su sed acomodó a los dos jóvenes juntos, sacó su pañuelo de su bolsillo y se limpió elegantemente los labios, con las manos en los bolsillos siguió su camino al muelle en busca de su siguiente víctima

 

Mas o menos a las cuatro de la mañana los tres seres se encontraron en donde habían dejado el auto y regresaron a casa, debían resguardarse del inminente amanecer, ese nido era por demás extraño, los tres habían estado juntos por mas de setecientos años, Hades los había transformado a ambos, era un grupo solitario, no pertenecían a ningún clan aunque tenían tratos con ellos, preferían la soledad y no tomaban partido por nadie ni por nada, por años se limitaron a existir, no eran predadores como los otros vampiros, ellos no buscaban la destrucción, les gustaba vivir en la tierra y disfrutar de sus comodidades, aunque todo eso cambiaría por un niño de ojos verdes y por otro de ojos cafés

 

Notas finales:

En el capítulo de mañana se empieza a desarrollar la historia

Muchas gracias por leer y por comentar, saludos, bye


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