06. Kabuto y Gaara
-‘‘Naruto… ahhhh…-
-Sa… Sasuke… ahhhh… ba… basta… ahhhh…-
-No… aun no…-
Sasuke continuaba envistiendo lentamente a Naruto, saboreando cada gemido que soltaba, disfrutando de su cuerpo sudado por la excitación y agarrándolo fuertemente de sus caderas para aumentar más la penetración…
-Ya… ahhhh… casi… termina…- se corre en la entrada de Naruto y este suelta un gemido fuerte.
Sasuke lo acomoda en la cama y se acuesta poniéndose encima de él viéndolo a los ojos, y deleitándose con la belleza del rubio que tenía en su cama…
-Naruto…- lo besa en la frente- Te amo…-
-Sasuke… yo…-’’
…
-¡Sasuke!-
Sasuke se despierta de golpe, y se da cuenta que fue un sueño, que nunca tuvo a Naruto desnudo ante él, y que jamás lo escucho decir ‘‘te amo’’… y Sasuke voltea a ver a su hermano.
-¿Qué pasa?-
-Levántate, es hora de ir a la escuela. Deje el desayuno en la mesa- Itachi sale de la habitación, y Sasuke se prepara para bajar.
-‘‘Un nuevo día se reverla ante mi… y una nueva víctima que se despierta para ver su ultimo amanecer…pero, ¿Por qué conformarme con una?... si puedo matar a dos a la vez…’’- sonríe malignamente.
Sasuke baja las escaleras, toma su desayuno y se va camino a la escuela. En el camino se encuentra con Naruto y ambos van caminando a la escuela juntos.
Las clases pasaron normalmente, hasta que llegó la hora de que los alumnos lean una parte de la biblia, y en ese caso le tocaba a Gaara, un chico pelirrojo y de ojos color aguamarina.
-Gaara, te toca -
-Gracias profesora- Gaara abre la biblia- Este uno de los párrafos del apocalipsis, y dice:
Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia emerger del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. (...) Y adoraron al dragón que había dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: "¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con ella?" -
-‘‘Obviamente… nadie…’’- Sasuke sonríe.
-Gracias Gaara, puedes sentarte…-
-Si señora- toca el timbre y todos se ponen de pie y salen del aula.
Cuando terminan las clases, Naruto esperaba a Sasuke afuera tranquilamente hasta que se acerca Kabuto y Gaara.
-Hola Naruto- saludan los dos.
-Ah, hola chicos-
-¿Esperando a tu amigo?-
-Sí, es que algunas veces no encuentra sus cosas y tengo que esperarlo-
-Es típico de él-
-Sí, todos los Uchihas son iguales, ah, ahí viene- Kabuto señala a Sasuke- Bien, nos vemos mañana, adiós- Kabuto y Gaara se van.
-¿Listo para irnos?-
-Si…- ambos se van de la escuela.
-¿Qué estabas buscando?-
-Solo mi cuaderno, nada importante-
-Bien, oye, ¿No quieres que te ayude con tu tarea?-
-Gracias, pero tengo cosas que hacer, será para otro día-
-Oh, bueno-
Ambos se despiden en las esquinas y cada uno toma su camino que los lleva a casa; mientras Naruto caminaba Sai pasaba por ahí.
-Hola Naru- Naruto se voltea y se encuentra con Sai.
-Hola Sai-
-¿Y tú amigo?-
-Sasuke; tenia cosas que hacer-
-¿Entonces si te dejo solo?-
-Bueno, no tan solo…- se ríen.
-¿Te acompaño a casa?-
-Claro- ambos caminan juntos.
-¿Por qué siempre estas con Sasuke?-
-Soy su único amigo; cuando éramos niños lo invite a jugar con otros niños… pero ellos lo vieron de una manera un poco inusual-
-¿Inusual?-
-Si, como un chico raro…-
-¿Y tú lo ves raro?-
-No tanto, yo lo acepto como es, misterioso y frio, siempre será así… pero sigue siendo mi amigo de todos modos-
-Sí que eres un gran amigo- sonríe.
-Gracias- sonríe y llegan a la casa- Bien, aquí vivo, gracias por acompañarme Sai…- Naruto sonríe.
-Cuando quieras…- lo toma de la mano y la besa; y Naruto se sorprende- Te veo el sábado… adiós…- Sai le suelta la mano, y se va dejando a Naruto sorprendido por ese beso.
Mientras que en otro lugar Kabuto y Gaara salen de la biblioteca y cada uno se dirigen a su casa; pero deciden tomar un atajo a sus casas. Pero al final llegan a una parte obscura del lugar y sin salida…
-Creo que debimos tomar la otra calle- señala Kabuto.
-Mejor volvemos y…- Gaara se detiene al ver una figura extraña en frente de ellos.
-¿Quién es?-
-No lo sé… ¿Podemos ayudarlo?-
-Si…- se acerca a ellos lentamente- Pueden ir despidiéndose de sus miserables vidas…-
-¿Qué?...- ambos lo dicen sorprendidos.
-Ya me oyeron…-
…
Continuara…