-kisa-san…-
-de verdad creo que me arrepentiré después-, fue lo único que alcance a decir para después seguirle besando con furia, el elevador era lento además de eso andábamos en el último piso, de un solo impulso me subí a él rodeando las piernas a su cintura, desenfrenadamente me tomo del trasero estrellándonos a la pared de este, solo nos besábamos con pasión, sabíamos que esas puertas se abrirían pronto así que debíamos ser precavidos a los sonidos del elevador, ya cuando sentimos el temblor para que este se detuviera, me soltó de imprevisto, nos acomodamos las ropas y limpiamos nuestras bocas al abrirse las puertas vimos un señor y una mujer que nos miraron raro pero seguimos nuestro camino, en la calle era una tortura el no tocarnos, solo nos mirábamos con intenso deseo, llego a tal punto de que no pensábamos lo mismo, “no alcanzaríamos a llegar a la casa”, nuestra única oportunidad era el de ir a un hotel, corrimos en dirección a los hoteles del amor en uno de los barrios bajos, por suerte estaban cerca, llegamos aventamos el dinero y las credenciales y ellos solo nos tiraron la llave, parecía que ya era normal el que gente llegara con urgencia, subimos al elevador marcamos el 3 piso, pero no lo podíamos tocar, supimos que si nos tocábamos no podríamos parar, sonó la campana y corrimos a nuestra habitación, llegamos a la puerta, no soporte mas, mi espalda pego en ella y tome el cuello de mi amante, seguí besándole con desenfreno, el paso su mano a mi cabeza y otra a mi trasero, no podía creerlo sentía que me aria el amor allí mismo, con una mano tome las llaves tratando de meterlas sin dejar de atender a yukina, no creía lo que hacíamos besarnos en frente de la puerta donde cualquiera podría vernos, por un momento me sentí perdido, cuando las llaves casi se caen, pero un mano fuerte las sostuvo junto a mi mano, colocándola hacia arriba contra la perta, pero justo al llegar al punto sin retorno, reaccione puse rápidamente la llave y abrí la puerta, nos metimos pero sin tantas ganas, justo al entrar, cerré la puerta con llave, no sentía el tacto de mi amante voltee hacia atrás y lo vi, agitado, el aire le faltaba, la cara rojiza por el ejercicio, cuando comprendí, también yo estaba igual, los mismos síntomas, solo nos miramos a los ojos, no sabíamos si hacerlo o descansar por el cansancio, quedamos quietos en completo silencio observando quien daba el primer paso a que se iba a hacer, seguimos así por unos segundos hasta que, un fuerte impulso nos hiso reaccionar, vi como yukina iba a dar un paso y en un abrir y serrar de ojos, nos buscamos mutuamente, nos comíamos a besos, el deseo se intensificaba, intente quitarle ese mandil azul a yukina pero era difícil lograrlo con tan poco espacio entre nosotros, quería verlo desnudo y tenerlo dentro de mí, como pude logre que llegáramos a la cama, pero no nos podíamos acostar en ella, sentí como mi pantalón era bajado por esas grandes manos, era demasiado rápido pero era mejor así, pero seguí la corriente era mejor dejarle que me hiciera lo que quisiera como recompensa, creía que iba a masturbarme pero bajo asta mis bóxers sin tocar mi virilidad, me volteo bruscamente y tiro a la cama, trate de subirme más, pero solo levanto mi cadera quedando expuesto a él, escuche el cinturón de yukina desabrocharse y sin ningún método de preparación entro en mi, solo pude recargar la mitad de mi cuerpo en la cama.
-yukina!!, ah!-
-lo siento pero ya no aguanto-, eche un vistazo hacia atrás mientras el aguardaba para que me acostumbrase, el estaba con la cara roja de una manera más tierna que de lujuria, su ropa desordenada y su mandil azul me volvían loco, no sabía controlar mi respiración, pero cuando menos lo espere, tomo mi cadera y comenzó a penetrarme de una manera alocada.
-yuki ah nn mmm!!....-
-que rico…nnn…-
-yo ah, yukina!!, la ropa aaa!!-
-horita nos la quitamos, pero por ahora quiero gozarlo-
-también aaa mmm apúratele!!-
Las penetraciones se hicieron fuertes, solo queríamos sentirnos uno al otro, no podía creerlo era un éxtasis delicioso, todo mi ser se sentía caliente y deseoso por mas, con leves movimientos comencé a menear la cadera de manera circular, dándole más placer a mi adjunto, pude notar que funciono pues leves gruñidos salían de su boca, sentía que no iba a durar mucho este ejercicio así que el comenzó a nalguearme de una manera lenta y sensual, no podía creerlo el haciendo algo tan erótico sin que yo se lo pidiera era algo de lo cual debía admirarse.
-kisa-san, grrr, que boras-
-aaa!!, yukina mas duro annn!!-
-ya no aguanto ah-
-córrete dentro, córrete dentro por favor AHH!!-, sentí como lanzaba su semilla dentro de mí de una manera brutal.
Me levante lentamente, me saque la ropa de una manera tan lenta y sensual, que yukina no se movía de su posición, me recosté en la cama, me abrí de piernas y comencé a masturbarme.
-desvístete para mi…nnn-
-hi-, comenzó a desvestirse de una forma lenta a como me gusta, me deleitaba viendo ese grande cuerpo, bien torneado, no soportaba, primero se quito su mandil azul, después su camisa blanca, vi su pantalón bajando, mientras su erección se hacía presente en su cuerpo, las gotas de sudor que recorrían su cuerpo me volvían loco, la baba se me iba a salir, quería tenerle devuelta en mí, pero antes de que pensara algo, el estaba completamente desnudo.
-kisa-san..-
-yukina…-
Nos dimos cuenta que los dos lo deseábamos con mucha furia, se lanzo a la cama de un solo brinco y comenzó a besarme, sentía sus labios como fuego en mi boca, sus manos recorriendo mi cuerpo quemaban, le sentí en mi trasero así que toque el suyo para estar parejos, tocaba su pecho con mucha delicadeza, quería sentir ese torso varonil que tanto me volvía loco, esas caricias que me proporcionaba eran agradables y lentas, al parecer el también quería disfrutar de la magia.
Le abrí mis piernas y comencé a incitarlo a entrar, cosa que no tardo en hacer, me penetro lentamente, quería que me acostumbrase un poco, pero no soporte y di la señal para que siguiera, comenzó el vaivén de manera lenta y dura, el dolor y placer se juntaron, dándome un golpe de libido, no me dejaba de besar, una y otra vez, ese elixir era delicioso.
-aaahh…mmm…ah….ha-
-kisa-san, te amo….nnn-
-yuki…aaa-, nos aviamos corrido los dos al mismo tiempo, era obvio, no íbamos a durar mucho.
Creí que eso sería todo, pero sentí sus manos en mis caderas, se salió de mi interior de un solo tirón y me volteo quedando en 4 en la cama, me sostuve de la cabecera, y sentí como besaba mi trasero y separaba mis nalgas.
-esto de aquí… es mío kisa-san-
-yukina….-, comenzó a lamer el semen que salía de mi como si fuera un dulce manjar, -eso…ah..mmmm-
-me encanta ese sonido-, me lamio la pierna derecha, le veía con sonrojo, -es música para mis oídos grrr…-, su seducción me volvía loco, quería estar con él.
Sus enormes manos comenzaron a tocar mi intimidad, de una forma placentera, quería darme un regalo por ser tan cooperativo a sus caprichos, me apretaba sutilmente, pero sentía que era de una manera para que no me corriera hasta que se le antojase.
-ya…mm…. Te nece…cito adentro…..aaaa de mi-.
-que palabras mas eróticas dices kisa-san-, comenzó a nalguear mi nalga derecha con fuerza, cosa que me excitaba a un mas, -que desesperado andas, tanto me quieres-.
-te amo…-, fue eso el detonante, vi en los ojos de mi compañero, como estos se abrían de par en par, era raro que le dijera que lo amaba y decirlo en un momento tan intimo, era el cielo, -AAHH!!-, me penetro nuevamente pero con dulzura, comenzó rápidamente a moverse, era mágico, tomaba mi cadera y con fuerza me estrellaba hacia la cabecera de la cama, me sostuve lo mejor que podía para aguantar tal cosa, pero sentí su aliento en mi cuello, mordiendo mi oreja, tratando de que sintiera más pasión por nuestro acto de amor, el placer se inundaba en mi alma.
-kisa-san….mmm, eres tan lindo-
-ah..ah…mmm…ha…-
-sostente fuerte quiero sentirte mejor de esta manera-
-hi…ah…gmm.mmmg…nnn mmmmaaaaa-, ya no podía pronunciar palabras, ya que comenzó a dar todo su potencial en el amor.
Sentía mi cadera rebotar con esa fuerza inmensa, mientras el lanzaba gruñidos de manera sexy, sabíamos que íbamos a terminar rápido, así que tomo mi mano y la junto con la suya, me sentí realizado, el estaba mostrando un sentimiento, que no solo era el sexo o placer, eso me conmovió y me izo sentir en el cielo, a los pocos minutos terminamos, el adentro de mí y yo en la cabecera de la cama.
-kisa-san….-
-yukina….-, nos besamos sellando con eso un gran amor, pero no iba a dar la noche por acabada, justo cuando se salió de mi, le tumbe hacia la cama, dejándolo acostado completamente, - no creas… que esto…acaba ……aquí…-, me subí arriba de él y comencé a besarle el pecho, le acaricie lo mejor que pude ya que me sentía un poco cansado, pero eso no me iba a detener de mi objetivo, tome su miembro y comencé a masturbarle.
-Kisa-san…. Esto..-
-te dije que te callaras asi que alzo-, al sentir su miembro erecto de nuevo, me coloque en cuclillas y me auto penetre, sentir de esa manera tan profunda a mi amante era el cielo, sentía como cada pedazo de mi ser era llenado por él,-ah…..mmm-.
-esto es mucho kisa-san, deberíamos parar…mmm, piensa en tu salud-
-no me importa ahora quiero a mi yukina…nnn-, comencé con el movimiento de caderas, primero lo hice lentamente, pero después la necesidad de quererle aumento y acelere el paso, captando el mensaje, se posiciono mejor y comenzó a ayudarme, doblo sus rodillas mientras golpeaba mis caderas, por un momento iba a quedarme en blanco, pero recordé que era un hotel del amor, por lo tanto indicaba que había juguetes por todo el cuarto, di un vistazo a mi alrededor y pude captar que enzima de la cabecera había un mueble con puertas, fue difícil el abrirlo mientras yukina seguía penetrándome, pero logre mi objetivo, vi un gorro de vaquero y un lazo, no resistí a la idea de jugar un poco, -yukina…ah….tengo mmmm….una idea…..-
-ahora no, quiero tener a kisa-san…mm así-, cerre la puertita y comencé a seguir con lo nuestro.
No duramos mucho tiempo, y llegamos al clímax, pude ver que en la cabecera había un espejo en el cual observe nuestras caras al momento de acabar, no estaba seguro si mi sed había sido apagada, pero ya no podía continuar, mi cuerpo no me lo permitiría.
Caímos rendidos en un abraso profundo, no puedo creer lo mucho que le quiero, a veces parece n dulce perrito, le acaricie el cabello del rostro, viendo sus ojos observarme detenidamente, no dijimos nada nuestras miradas nos decían todo, me sumergí a ese profundo abrazo y quede tan a gusto que me dormí con el calor de su cuerpo que fue mi cobija.
Despertamos a la mañana siguiente, sentí su respiración en mi cabeza y sus fuertes brazos tomarme como si de una cosa frágil se tratase, recordé todo lo que había pasado, me sentí un poco avergonzado pero no podía arrepentirme por lo que había hecho, total ya había pasado, así que mejor decidí dar todo por sentado, vi la ora y eran como las 9, me incorpore un poco y bese esos labios que tanto amaba.
-qué hermoso amanecer-, decía yukina con cara seductora.
-no te pases-.
-sabes ayer fue uno de los mejores días de mi vida, gracias-.
-sabes que debemos ir a nuestros trabajos verdad, aparte hay que pagar la cuenta del hotel-
-lose pero me gustaría tener a kisa-san más tiempo conmigo-, nos besamos dulcemente, al terminar el contacto chocamos nuestras frentes con ternura, nos dirigimos al baño y tomamos una ducha, no podía moverme bien así que me tuvo que ayudar a bañarme, fue considerado ya que al lavarme no se éxito en ningún momento ya que comprendía cómo me sentía.