¿Cómo te salvo de un destino tan dulce?
Como el ser desgarrado en pedazos por una mano amorosa
¿Cómo te salvo de una voz tan dulce?
Como aquella que cede a todas tus demandas
¿Cómo mirar a los ojos que amo?
Y hacerlos retroceder este camino, sé que no está bien
¿Cómo te hago advertir, mi amor?
Que hay más que temer que a los extraños en la noche.
¿Cómo salvarte?
¿Cómo liberarte?
Detrás de la cortina espera un mundo más oscuro
Si no puedo hacer que te vayas
¿Cómo salvarte de mí?
Capítulo 10: Save you?
Había sido un viaje tranquilo, todo había transcurrido tal como lo esperaba, y el vuelo arribo tan puntual como debía ser, ni más ni menos, Sasuke bajo del avión con prisa, y comenzó a correr por el aero-puerto hasta llegar a la salida de este, allí busco el primer taxi que encontró, lo cual si cabe decirlo no tardo mucho, y al embarcarse en este dio de inmediato el pago por adelantado, dejando en este una muy generosa propina, y se aseguró de dar muy bien la dirección y pedirle al conductor que se apresurara.
Por otro lado en una casa algo apartada en la ciudad, situada en lo que se pude llamar "los barrios ricos", un rubio pequeño y escuálido, a rápidas preparaba una humilde maleta con sus pertenencias más preciadas y necesarias, ya no quedaba mucho que pensar, lo haría rápido y sin dolor, cerró la puerta de aquella casa que durante años había llamado “hogar” y camino decidido y firme.
Antes de doblar la calle no había mirado su morada, sin embargo decidió dar un último vistazo para luego marcharse sin más.
Debido a que jamás había trabajado, por los conceptos machistas de su esposo, es que tampoco poseía dinero propio, pero sin culpas había extraído dinero desde la cuenta de Sasuke, no había sido mucho, no al menos para la gran fortuna que almacenaba la familia Uchiha, pero por lo menos sería suficiente como para sobrevivir un tiempo. Hasta mejorar un poco y hallar un trabajo.
Deidara tampoco vivía en la ciudad, ni siquiera en las cercanías de esta, si no que por el contrario, serian kilómetros de viaje para llegar al hogar del rubio arquitecto, pero la verdad no le importaba mucho el viaje, a Naruto le gustaba viajar y en especial cuando el trayecto lo vivía en tren, por eso nuevamente tomo su boleto y partió rumbo a su lejano destino.
Sasuke ingresaba en ese mismo momento a su casa, muy por el contrario de lo que le había informado su hermano, en la morada faltaba aquel calor acogedor que siempre le habida brindado Naruto, y solo quedaban una gran cantidad de metros cuadrados extendidos, frio y vacíos.
-Naruto- Musito, sabiendo bien que no obtendría respuesta, pues apenas si había salido su voz.
Se había imaginado a sí mismo, corriendo las escaleras al abrir la puerta y encontrado tendido sobre la cama a su rubio amor, prometerle el cielo y la tierra para seguir junto a el y había imaginado el rostro suavizado de Naruto aceptando el mundo entero que Sasuke pretendía poner a sus pies.
Sin embargo al entrar, la fría brisa el vacío golpeo con fuerza su rostro dejándole pasmado, subió las escaleras con dificultad, y a penas rozo el pomo de la puerta sintiéndose incapaz de constatar todos los pensamientos que pasaban por su cabeza.
Finalmente no hizo falta que girara de este, pues la puerta no estaba más que junta al umbral, y apenas una suave brisa le moviera esta se abriría, tal como sucedió y entonces los ojos de Sasuke observaron la cruda verdad, Naruto le había abandonado… Y con justo derecho a hacerlo.
Confuso y desamparado su supo si gritar o llorar, pero de todos modos su cuerpo no quería responder a ninguna de sus emociones, paralizado y triste, decidió esconderse entre los cálidos brazos de la bebida y lloro la pérdida de su amado entre botellas de Vodka y la culpa tangible frente a sus ojos, que ni beber tranquilo le permitía.
-Es mi culpa mi amor, me lo merezco- Balbuceo, borracho, intoxicado hasta el último centímetro de sus oscuros cabellos- TE DEJARE SER FELIZ…VIVE NARUTO, VIVE LEJOS DE MI, TODO LO QUE YO NO FUI CAPAZ DE DARTE…te falle- Termino musitando sus largos gritos y volviendo a las lágrimas desesperadas.
Flash back…
-Prometo amate y respetarte hasta que la muerte nos separe- Dijo un jovial Sasuke con una perfecta sonrisa entre sus labios y sus blanquísimos dientes fulgurosos mostrándose con alegría.
-¿Lo dices en serio?- Pregunto Naruto sorprendido, habían fijado una simple cita, pero sentados en un solitario parque su novio se había incido bajo sus pies, abriendo frente a sus pasmados ojos la bella cajita de terciopelo rojo.
-¿Qué dices mi amor? ¿Te casarías conmigo?- Pregunto de pronto y sus ojos radiantes de esperanza miraron los pedazos de cielo que poseía el rubio.
-Si…- Musito bajito de tanta sorpresa, pero de pronto reacciono y salto a los brazos de su amado azabache- ¡Claro que me caso contigo mi amor! Esta es la mejor sorpresa que podrías haberme dado- Exclamo con emoción besando los labios de Sasuke.
-Naruto, te prometo el cielo y la tierra bajo tu pies, prometo que estare junto a ti el resto de los segundos que me quedan de vida y ser para ti el mejor esposo que pueda llegar a ser, prometo mi amor que seremos muy felices juntos…
Fin del Flash Back.
-Tantas promesas que no te pude cumplir, te deje solo, no te hice feliz, no te respete y tampoco fui contigo el mejor marido que pudiera llegar ser, desperdicie la mejor de las oportunidades y al amor de mi vida por enfados míos. Mi cielo…¿Qué hare si te caes a pedazos?- Lloro extendiendo las manos en el aire y observando mentalmente aquellos ojos azules de los que se había enamorado.
- Solo merezco el infierno- Susurro para si mismo bajando los brazos- Porque el cielo se ha escapado en tus ojos mi amado Naruto- Dio el último trago a la botella de Vodka y se volteo sobre los cojines del sofá abrazando el recipiente vacío, cual borracho.
Pronto cayo entre los dedos de Morfeo sin olvidar por completo sus sufrimiento y llorando a lagrima tendida entre sueños la partida del amor de su vida, a quien no había sabido apreciar.
El rubio por su parte sumido en su largo trayecto se distrajo entre los paisajes del camino, primero fue la ciudad donde vio tanto trabajadores como estudiantes corrían presurosos para no llegar tarde a sus trabajos.
Qué bonito era aquel tiempo cuando el mismo vestía uniforme negro con brillantes botones dorados en el frente, se recordó a si mismo corriendo cada mañana con una tostada entre sus labios, acomodándose la camisa y la jovial sonrisa de su ya difunta madre, riéndose de él y los malabares que hacía para llegar a tiempo a clases.
Sasuke le pasaba a buscar por las mañanas, aunque algunas veces quedaban de encontrarse en el metro y así partir junto a la escuela.
El azabache siempre había sido un alumno destacado, el rubio por su parte era como todos los demás, conseguía con esfuerzo mantenerse en el promedio de la clase y a ratos sobresalía en algún examen especifico, a veces porque le agradaba la materia, otra por que Sasuke le obligaba a estudiar junto a el, con excusa de “Debes mejorar tus calificaciones” aunque realmente lo único que quería el azabache era pasar más tiempo con su amado dobe…
Flash Back
-Eres un dobe-le decía el azabache.
-No me digas así teme-respondía el otro medio enojado.
-Pero es que no hay otra palabra para definirte-expreso moviendo sus brazos.
-¿Me vas a decir que a ti jamás te ha ido mal en una evaluación?- Pregunto el rubio con sarcasmo.
-Tú sabes perfectamente que todas mis calificaciones son excelentes y destacadas- Respondió el otro.
-Pues lo siento Don Perfección, pero yo soy una persona normal, con vida social, que al igual que cualquiera comete errores, además no fueron tantos.
-Yo sé que no fueron tantos, pero te equivocaste en los mas estúpidos- Hablo de nueva cuenta el mayor.
-Ya olvídalo Sasuke, no es para tanto- Dijo el rubio aburrido de esa discusión estúpida sobre un examen en los que se había equivocado un par de veces.
-Está bien Dobe-dijo el otro.
-que no me digas dobe TEME-respondió este con rabia- Ya está bien acabemos con esto.
-bueno.
-...
-...
-...
Segundos completos en silencio comenzaron a hacerse largos minutos, solo cruzaban miradas unas fracciones de tiempo y volvían a desviarla para no verse sometidos a ese contacto.
-Esto es muy incómodo-dijo el rubio en voz baja.
-¿Qué cosa?-pregunto el otro.
-Tanto silencio.
-¿te parece?
-claro que sí.
-Pues bueno es verdad-dijo el azabache.
Y entonces el silencio se inició de nuevo.
-Ya hablemos de algo que si seguimos así terminare desesperado.
-pero el silencio no siempre es tan malo-le responde Sasuke.
-¿enserio? a mí siempre me parece muy aburrido- Respondió el rubio sin ganas de seguir en "mute".
-el silencio nos permite decir otras cosas.
-¿Tienes idea de los que dices? y así tienes el descaro de llamarme dobe- Replica el rubio.
-hay cosas que no me atrevería a decirte a la cara, pero el silencio puede transmitírtelas.
-¿Cómo qué? Pregunta el rubio, quizás aquello fue lo que inicio todo.
Sasuke tardo unos segundos pensando y luego de eso lo decidió acerco sus labios los de Naruto y los beso.
-Algo como esto, quizás con palabras sea muy difícil, pero de esta forma es mucho más fácil para mí, Naruto yo te amo...
Fin del flash back
-Y tenía que terminar tan mal-se dijo a si mismo Naurto, se había pasado horas recordando, tanto así que el sol ya había caído, y el reloj marcaba ansioso los minutos, pronto llegaría a su destino, las manecillas parecieron correr ansiosas y en un pestañeo logro divisar las luces de la bella ciudad, cuando el tren se detuvo, Naruto no tomo mucho tiempo en despedirse del pequeño vagón que había sido su único compañero durante el largo viaje.
Bajo con calma las escaleras y tomo el atobus para llegar a la casa de Deidara, a estas alturas ya no había vuelta atrás y estaba dispuesto a abandonar aquellas soñadoras ilusiones de una vida con su amado, y construir algo solo para él.
-Te vez horrible.- Comento una voz desde la puerta.
Naruto levanto sus ojos y sonrió como hace tanto no lo hacía, aquella curvatura zorruna entre sus labios y los diente relucientes entre ellos.
-¿Esa es manera de recibirme?- Pregunto casi riendo por el comentario de su amigo.
-Bienvenido Naruto…
Camino sigilosamente hasta aquella banca y se sentó junto a quien estaba ya desde la tarde allí.
Creo que has tenido suficiente experiencia
Para poder diferenciar entre un corazón de oro
Y lo que sostienes en tus amables brazos
¿No puedes reconocer un alma ya vendida?
¿Cómo salvarte de todo lo que he sido?
No puedo negar el pasado, está escrito en mi rostro
¿Cómo salvarte del lío en el que te metiste?
Cuando no puedo hacerte abandonar este tortuoso abrazo.
¿Cómo salvarte?
¿Cómo liberarte?
Detrás de la cortina espera un mundo más oscuro
Si no puedo hacer que te vayas
¿Cómo salvarte de mí?
gracias por leer